donde Louis, un detective del departamento de policía toma una llamada de ayuda, proveniente del centro de Londres. Al llegar, solo puede encontrar a un chico rizado atado a una silla, inconsciente y no estaba seguro de si estaba herido, así que, de...
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El motor rugía de lo fuerte que Louis estaba pisando el acelerador. Estaba nervioso y su corazón latía más rápido de lo normal.
Su única puta tarea era cuidar del rizado y no lo había podido cumplir.
—Si, Niall, recibí la dirección, gracias. — dijo el ojiazul a su amigo que estaba del otro lado de la línea. — Escucha, necesito que contactes a Nick y Ashton y los envíes aquí también. —
—Ya los llamé, no llegarán hasta dentro de media hora, así que, nos estamos preparando con Zayn para salir. —
—¿Ustedes? ¿En el campo? No lo creo, Ni, no seguiré poniendo a civiles en riesgo.—
—Yo puedo cuidarme solo, hermano. Ambos hemos recibido algo de entrenamiento antes de entrar al departamento de policía, Lou, y tendremos el equipamiento, tranquilo.— Louis suspiró y lo consideró unos segundos.
—Bien. Solo hasta que lleguen Ashton y Nick y por favor, Niall, prepárense bien con todos los cuidados. No sabemos a que nos enfrentamos. —
—Si, genial. Llegamos en cinco. —
—Bien.—
Louis colgó la llamada, porque, ya había llegado a la bodega. Se bajó rápidamente del auto y, con mucho esfuerzo, abrió el gran portón de metal.
Apenas cruzó la puerta, lo primero que vio, fue al rizado atado a una silla. Dormido no podía estar, así que, cuando notó que no se movía, su corazón pudo haberse salido de su pecho, de lo rápido que comenzó a bombear.
Se dio cuenta que no estaba solo. Apenas entró, dos pares de ojos voltearon a verlo.
A Liam lo reconoció enseguida, pero, la mujer...supuso que era la madre de Harry y frunció el ceño.
—Usted es la madre de Harry. — no fue una pregunta, de hecho, fue una afirmación, pero, de todas maneras Anne asintió.
—Louis Tomlinson... que sorpresa.— respondió — No te esperaba por aquí. —
— ¿Usted me conoce? — preguntó confundido. Anne rió.
— ¿Tu también perdiste la memoria?— bromeó. — ¿Que? ¿Acaso no recuerdas a Gemma? — la mirada de Louis se clavó en la mujer y su boca se abrió en una perfecta "o".
—¿D-de dónde sacaste ese nombre? — preguntó inmóvil.
—Oh...con que sí la recuerdas...— dijo la pelinegra con sarcasmo.
—Responda mi pregunta.— exigió el ojiazul. La señora se puso seria.