45 · Creo que sí

4.1K 315 83
                                    

Lunes 12 de Marzo, 2018

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Lunes 12 de Marzo, 2018

DANIELLE

—¿Cómo te encuentras, Danielle? —me pregunta Águeda con suavidad.

—Bien —respondo sincera.

—¿Cómo vas en la universidad?

—Mejorando —respondo orgullosa—. Aprobé todos los exámenes de febrero. He conseguido remontar, como suele decir Bruno.

Sonrío con cariño y Águeda me observa atenta. No le pasa desapercibido ni uno solo de mis gestos y, aunque su carácter es calmado y agradable, de vez en cuando siento cómo su cerebro analiza cada una de mis palabras y cada uno de mis movimientos. Anota algo en la libreta que tiene delante y vuelve a alzar la vista, dedicándome una cálida sonrisa.

—¿Y qué tal con Bruno? —inquiere ahora.

—Sorprendentemente, después de todo lo que hemos hecho juntos, nos apañamos bastante bien con la ropa puesta —bromeo.

Águeda curva sus labios en una pequeña sonrisa y, cuando enarca sutilmente una de sus cejas, mi cerebro reacciona y recuerdo que estoy hablando con nada más y nada menos que su madre. Me aclaro la garganta con incomodidad y me remuevo en mi silla mientras voy notando cómo empiezo a tener calor.

—Quiero decir que... somos amigos —me apresuro a añadir—. Estudiamos bien juntos, y hay buen rollo entre nosotros. Estamos bien.

—Es importante algo que acabas de decir —remarca volviendo a anotar en su libreta—. «Somos amigos» —repite—. ¿Te has dado cuenta de que hace cuatro años asegurabas que nunca podrías ser amiga de un hombre?

—Hace cuatro años pensaba muy distinto a como lo hago ahora —respondo bajando la voz.

—Y eso es bueno, no te avergüences. El cambio, la evolución, el aprendizaje... Todo forma parte de la vida. Y me alegra que lo veas.

—Yo también me alegro de verlo —admito con una pequeña sonrisa.

—Y bueno, ¿qué tal la convivencia con Ángel? ¿Va a mejor? ¿Seguís teniendo tantos roces?

Sin poder evitarlo, mis mejillas se sonrojan ante su última palabra. Porque sí, roces tenemos. Y no pocos. Pero en su cama. Sin ropa. Trago saliva y me aclaro la garganta. Me pongo un poco nerviosa y empiezo a notar cómo mi corazón bombea la sangre como si me estuvieran persiguiendo.

—Sí, estamos bien —respondo escueta.

Le dedico a Águeda una mirada rápida y acabo agachando la cabeza con nerviosismo.

—Danielle... necesito que seas sincera para que esto funcione —me dice con paciencia—. ¿Lo entiendes?

Asiento con la cabeza.

—Por eso, necesito saber si tu relación con Ángel también va a mejor. Él fue una parte importante de tu vida hace dos años y fue la primera persona que te hizo replantearte las normas por las que te regías, ¿cierto?

Alguien que te ame ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora