41 · Hazme sitio

3.8K 324 140
                                    

Viernes 19 de Enero, 2018

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Viernes 19 de Enero, 2018

ÁNGEL

Son cerca de las doce y media, y seguimos en la casa de Víctor y Mónica. Danielle está en la cocina con esta última, tomándose un té de no sé muy bien qué y hablando como una cotorra. Cosa que me alegra, teniendo en cuenta que cuando estamos solos se limita a responderme por monosílabos o, directamente, por gruñidos incomprensibles.

—Tío, ¿quieres centrarte que estoy hasta los huevos de que nos maten? —se queja Víctor.

—Lo siento, estoy medio muerto —digo frotándome los ojos.

Víctor termina la partida y deja el mando sobre la pequeña mesa de cristal que tienen como centro. Se deja caer contra el respaldo del sofá y se pasa las manos por el pelo. Después de haberlo llevado largo y con rastas durante tantos años, no me acostumbro a verlo arreglado.

—¿Qué miras que arrugas tanto la frente? —inquiere brusco.

Me río.

—Vuelves a parecer un niño pijo —contesto estirándome y cogiendo la cerveza que he dejado sobre la mesa.

Me llevo la botella de cristal a la boca y le doy un largo trago.

—Se llama madurar —responde Víctor con sorna—. Cosa que tú has hecho, pero al revés.

—No se puede madurar al revés —declaro.

—¿No? Mírate. Has vuelto a beber como cuando teníamos dieciséis, te pasas el día tocando los huevos y debes haberte tirado ya a media Valencia por lo menos —declara.

—La mitad de la población que hay en Valencia son mujeres, te aseguro que no me he acostado con tantas.

—¿No? Porque yo creo que solo te falta mi novia...

Pongo los ojos en blanco y vuelvo a darle un trago a la botella. Estoy bebiendo, cuando Víctor suelta la última bomba de la noche.

—Voy a pedirle que se case conmigo.

Estoy a punto de escupir la cerveza sobre el sofá blanco y caro de mi amigo, por lo que me obligo a tragar con brusquedad y acabo tosiendo como un gilipollas. Víctor me palmea la espalda.

—Joder, que pensaba que te alegraría la noticia, no que te mataría de un disgusto —bromea.

Después de estar tosiendo durante un buen rato y de que me acaben llorando los ojos, me paso las manos por la cara y respiro hondo.

—Claro que me alegro, imbécil —logro contestar—. No me lo esperaba. ¿No sabes que las noticias así no se dan cuando uno está bebiendo o qué?

—Es que llevas toda la noche bebiendo... —apunta Víctor con poco entusiasmo.

—¿Yo te daba la brasa cuando fumabas porros? No, ¿verdad? —le digo—. Pues porque yo ahogue un poco las penas en alcohol no creo que pase nada.

Víctor no responde. Se limita a apagar la Play y a observarme con preocupación.

Alguien que te ame ✔️Where stories live. Discover now