06 · Evitar caer en la locura

5.9K 454 277
                                    

Jueves 23 de Julio, 2015

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Jueves 23 de Julio, 2015

DANIELLE

Ángel lleva dos semanas viniendo a almorzar al café y ya me resultan familiares cosas como el sonido de su risa o la manera en la que, algunas veces y casi sin darse cuenta, cambia al francés para dirigirse a Benoît. También me he acostumbrado a lo que siento cada vez que me mira y a la inevitable sonrisa que aparece en mi cara cada vez que dice mi nombre. Porque le gusta pronunciarlo a todas horas, y yo no tengo queja alguna. Nunca me ha parecido un nombre bonito pero, cuando sale de sus labios, no me imaginaría una palabra más perfecta que esa.

Estoy terminando de enjuagar una taza de café para meterla dentro del lavavajillas cuando escucho la campana tintinear y, al girarme de soslayo, lo veo entrar. Como siempre, viene lleno de grasa del taller pero hoy, en vez de una camiseta de tirantes, lleva una roja de manga corta y unos pantalones grises de trabajo junto con unas botas de punta metálica. Al final, ha acabado usando el uniforme de su padre.

—¿Lo mismo de siempre, Ángel? —le pregunto.

Él asiente con una sonrisa y se sienta en la barra. Suele venir cuando no hay muchos clientes así que, con suerte, casi siempre cuento con unos diez o quince minutos para disfrutar tranquila de su compañía. Le preparo un bocadillo y saco una cerveza sin alcohol de la nevera.

—Gracias —me dice, guiñándome un ojo cuando se lo dejo enfrente.

—De nada —respondo, intentando no sonreír como una tonta.

Al tercer o cuarto día que vino a almorzar pude empezar a comportarme con normalidad delante de él. Porque, sinceramente, cada vez que lo veía mi cerebro se iba de vacaciones y mi libido salía a pasear sin pudor alguno. Así que dos semanas después, he logrado formular frases y mirarlo como si tuviera delante a una persona normal y corriente, y no al tío más guapo y sexy que he visto en toda mi vida.

—¿Trabajas mañana por la tarde, Danielle? —me pregunta Ángel.

Y es entonces cuando me doy cuenta de que me lo he quedado mirando con descaro. Hago un esfuerzo por recordar la pregunta que acaba de hacerme mientras tengo la sensación de haberme perdido en sus bonitos ojos azules.

—Creo que sí... ¿Por?

Benoît, que está en la caja registradora cobrándole una barra de pueblo a una señora, nos mira con atención y pone la oreja para enterarse por completo de lo que estamos hablando. Ángel, que sabe más que de sobra que nuestro jefe es un cotilla, se refiere a él dando por hecho que lo está escuchando.

—¿Puedes darle la tarde libre, Benoît?

Mi jefe le da el cambio a la mujer y mira a Ángel con una ceja enarcada.

Demain? [¿Mañana?]

Ángel asiente.

C'est une date? [¿Es una cita?]

Alguien que te ame ✔️Where stories live. Discover now