Capítulo 11.

25.3K 2.3K 428
                                    

Landon.

Odiaba tener estos sentimientos, sentirme de esta forma y sobre todo no poder sacarla de mi cabeza, llevaba un mes tratando de olvidarme de ella, de hacer como que no existe para poder centrarme en superarla por completo. En verdad amo a Rachel, solo la cagué infinitas veces con ella, no me arrepiento cuando la dejé hace tres años atrás para irme a especializar a Londres, en ese momento ví lo mejor que era para ambos, porque me parecía egoísta decirle que venga conmigo cuando ella recién arrancaba a mostrar sus maravillosos dotes como perito forense, por eso preferí irme solo, solo que las formas en que lo hice o dije no fueron las correctas.

Pensé que me podría esperar, ella aseguraba amarme y confíe en sus sentimientos, pero hasta el más paciente se cansa de esperar.

Me dolía pensar en Rachel, en su manera de jugar conmigo, creando una falsa esperanza en mí mientras ahora ella se ríe de lo idiota que fuí en compañía de su esposo.

— Doctor Meitzner — me llaman haciendo que deje atrás todos mis pensamientos y centre mi atención en los ojos de mi jefa.

— Doctora Wolf — digo sonriendo.

— Estás un poco más distraído de lo normal — comenta mientras me entrega una taza de café.

Había tenido una guardia demasiado intensa, trabajo en el hospital de niños de Chicago. Soy cirujano especializado en traumatología infantil y las cirugías del día fueron extensamente largas, amo mi profesión, pero hoy es de esos días que ansió llegar a mi departamento a descansar por dieciocho horas antes de volver de nuevo a mi turno laboral.

— Creo que es cansancio — acoto suspirando.

— Solo nos falta una hora de guardia — dice sonriendo.

— Esperemos que ningún accidente de tránsito arruine los planes de volver a casa — declaro bebiendo mi café.

— Sí, esperemos, sino mi esposo tendrá más excusas para dejarme  — bromea, pero la mayoría sabíamos que ella estaba en planes de divorcio.

— Las relaciones son una mierda — acoto.

— En eso tienes razón, más si te casas o sales con alguien que no entiende que nuestra profesión es así, demandante — me contesta suspirando.

— Mejor solo que mal acompañado — hablo mirando el mensaje de mi mamá que me invitaba a cenar a casa esta noche. Si no fuera porque ellos viven bastante lejos del centro de la ciudad y no estuviera cansado hubiera respondido que iba, no es malo pasar tiempo con ella o mi loco padre, pero este día en verdad no tenía muchas ganas de ser sociable solo quería dormir.

— La soledad no es buena — asegura.

Me despido de mi jefa para volver a mi consultorio, quería tener todo listo para cuando sea la hora justa y mi compañero tome mi guardia poder huir sin culpas.

— Landon — me sobresalto al escuchar mi nombre.

— ¿Jared? — inquiero confundido de ver a hermano mayor de Rachel.

— ¿Tienes unos minutos? — pregunta.

Asiento y lo hago pasar a mi consultorio, la verdad estaba sorprendido de verlo acá porque el trato que tenía con él es casi nulo, desde hace tres años atrás cuando me separé de su hermana menor.

— Tu dirás — hablo mientras le hago seña para que tome asiento.

— ¿Qué sabes de Rachel? — pregunta sin rodeos.

— Nada, no hablo con ella desde hace un mes — contesto con mi ceño fruncido.

— Hace un mes no sabemos nada de ella, Landon, se fue diciendo que necesitaba vacaciones y pareciera que se la trago la tierra — me cuenta provocando que me preocupe.

Esposados (3° SAP)Where stories live. Discover now