Capítulo 8.

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Llevaba tres semanas en Nápoles, había visto desfilar líderes de distinta mafia, que son aliados de Daniel. Más de uno se sorprendía cuando él me presentaba como su esposa, hasta todos los miembros de Camorra se sorprendieron al conocerme. Al parecer nadie imaginaba que su líder podía casarse después de lo que había sucedido, en verdad me hacían sentir cierta curiosidad por saber que es eso que todos ocultaban y que nadie se le permitía cortarme.

¿Qué es lo que ocultaban?

Se que todos tenemos secretos y un pasado, no era nadie, más que su esposa por unas semanas más, se que no había la confianza necesaria para hablar de esas cosas que tiene en el profundo de su corazón. Daniel podía ser un mafioso respetado, un hombre sin escrúpulos como escuché, pero conmigo no mostraba nada de eso y conocía otra faceta a su lado que es la que guardaría como un gran recuerdo.

— ¿Ya te vas? — pregunto cuando lo veo salir del vestidor.

Él se sorprende de verme despierta, se acerca a la cama y me regala un suave beso en los labios. — Buongiorno, amore mío — dice pasando su mano por mi mejilla.

— Buongiorno — lo saludo. De a poco iba aprendiendo italiano, no sabía muchas palabras, pero podía defenderme.

— Me voy a Sicilia, solo serán unas horas — comenta.

— Suerte — le digo sonriendo.

— Está tarde vienen de visitas el líder de la Bratvá y su familia, así que debes estar lista para conocerlo, aunque supongo que ya sabes quién es — argumenta.

— No tengo idea quien es el líder de la Bratvá — reconozco con mi ceño fruncido.

— ¿En verdad Jessica nunca te los presento? — consulta sorprendido.

— ¿Por qué lo haría? Ni que me haya sentado a comer con ellos sin darme cuenta — acoto chasquendo la lengua.

— Amore, eres un caso perdido — bromea dejando un beso en mi frente.

— Nos vemos — lo saludo desde la cama.

— Arrivederci — dice saliendo de nuestra habitación.

Me tomo mi tiempo para salir de la cama, tratando de evitar tener que desayunar con Francesco, al hermano de mi esposo no le caigo muy bien y siento que me juzga por ser policía, no confía mucho en mí, pero nunca iba a traicionar a Daniel, sé cuáles son las leyes de la mafia y sobre todo tengo códigos, no iría nunca en contra de ellos porque se todo lo que están haciendo por mí.

— ¡Cuñada! — exclama Brandon al verme llegar al gran comedor.

— Hola — saludo.

— Ven a desayunar con nosotros — acota Giovanni.

Los dos hermanos menores de Daniel no viven en esta gran mansión y me sorprendía verlos tan temprano este día.

— ¿Hace cuanto llegaron? — les pregunto al sentarme en mi lugar, miro unos segundos a Francesco que solo me ignoraba mientras leía el periódico.

— Hace unos minutos, como vienen los reyes de la Bratvá queremos participar de la reunión familiar — comenta Brandon sirviendome un poco de café en mi taza.

— ¿Son familia con la Bratvá? — consulto.

— Se podría decir que si — contesta Giovanni encogiendo sus hombros.

— ¿Tú no los conoces? — inquiere Francesco bajando su periódico para ahora observarme fijamente.

— Daniel me hizo la misma pregunta, no sé quiénes son y nunca los había visto — declaro confundida.

Esposados (3° SAP)Where stories live. Discover now