Capítulo 7.

27.9K 2.4K 184
                                    

Sabía que no debía dejar pensar mucho a mi padre, no podía darle opciones de dudar sobre mi paradero porque estoy segura que desde el momento que no fuí a trabajar le habían informado mi ausencia. Conociendo como es, habrá llamado infinitas veces a mi celular hasta puedo asegura que no dudó en ir a mi casa para comprobar que este bien. Tiene una llave de repuesto, porque suelo ser un poco despistada que olvidó dónde las guardo por eso mis padres tenían varias llaves de emergencias de mi departamento, se que al entrar encontró todo normal por así decirlo, pero si logro ver mi bolso revisó todo, desde mi billetera dónde estaban todos mis documentos hasta mi celular que se encontraba en el interior.

¿Cómo le explicas a tu papá policía esto?

Estoy segura que debe pensar que me tienen secuestrada, se podría decir eso, pero en mi defensa mi lado inconsciente se dejó llevar por Daniel, vine por voluntad propia a esta casa y sobre todo me gustaba estar aquí, eso que solo llevaba pocos días viviendo con mi sexy esposo italiano.

¿Podría tener problemas en el trabajo por esto?

Si los tendría y de seguro ya debo tener un sumario por no avisar que no iría a trabajar o por incumplir algún código, lo peor de esto es que se enteren sobre mi casamiento, ahí si podrían desafectarme de la fuerza por traición hacía la institución policial.

Agarré la notebook que Daniel me había prestado, acomodé mi ropa y cabello, para estar presentable así no se daban cuánta que había estado follando todo el día, para cuando mi cuenta de Skype solicito mamá ya estaba permitiendo la comunicación.

— ¡Rachel! — exclama ella llevándose su mano al pecho aliviada.

Me imagino, debería pensar que estoy secuestrada.

— Hola mamá — la saludo sonriendo.

— ¿Rachel? — se escucha la voz de mi padre que aparece en la pantalla con su ceño fruncido.

— Hola papá — digo viendo que suspira un poco aliviado.

— ¿Dónde estás cariño? — pregunta él.

— Necesitaba unos días de vacaciones, se que no fue la forma más idónea de irme ...

— ¿Estás bien? — interrumpe mi madre.

— Sí, solo serán unas semanas. Necesitaba alejarme de todo — digo tratando de sonar convincente.

— Rachel, no puedes hacer estás cosas porque ahora tu jefa te hará un sumario por faltar sin avisar, encima no volverás en semanas — me regaña papá.

— Lo siento, papá — murmuro apenada.

— ¿Cariño, por qué te fuiste sin avisar? — pregunta mamá tratando de mediar. — Nos tienes a todos preocupados, pensábamos que algo te sucedió, tu departamento están tus cosas, tienes que entender que por más que tengas veintisiete años no significa que no nos preocupemos por tí y tu seguridad — agrega preocupada.

— Se que fue una locura — declaro.

Escucho que la puerta de la habitación se abre, veo entrar a Daniel con el pote de lado, me sonríe y no puedo ocultar mi sonrisa mientras me muestra que había conseguido helado de limón.

— ¿Con quién estás? — la voz de mi papá me hace observar la pantalla recordando que ellos me estaban mirando.

— Sola, no estoy con nadie — miento.

— Rachel — masculla mi padre.

— Estoy sola, papá — repito con seguridad.

— ¿Dónde estás, hija? — pregunta mirándome de la peor forma.

Esposados (3° SAP)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon