ᴄᴀᴘ 51: ᴇʟ ᴀsᴇsɪɴᴏ ᴅᴇᴛʀᴀ́s ᴅᴇ ʟᴀ ᴍᴀ́sᴄᴀʀᴀ

Start from the beginning
                                    

—¡No me refiero solo a eso! —Toma una respiración profunda y pasa sus manos por su cabello—. Estoy hablando de todo, desde el principio. Todo es tu culpa.

—Cierto, y no me siento culpable por ello, así que pierdes tu tiempo y saliva al mencionarlo.

—¡Debí matar a Gretel en vez de salvarla, solo para hacerte sufrir!

—¡Oye! —Gretel se cruza de brazos y lo mira ofendida—. ¡Solo soy una pequeña niña inocente! ¿Por qué quieres matarme?

—¡Solo me has traído problemas!

—¡Pero si yo no he hecho nada!

—¡Tu sola presencia es molesta, pequeña niña endemoniada!

—Dominik... ¿lo matas tú, lo hago yo o lo hacemos juntos?

—Ya basta. —Me pongo de pie—. Marc, eres ridículo por discutir con una niña. Y tú, Gretel, no matarás a nadie... nunca.

—¡Aburrido!

—¡Como sea! ¡Lo único que quiero es encontrar a mi sobrina!

—No sabemos dónde está.

—¡No puedo solo quedarme de brazos cruzados!

—¿Zac ya apareció?

—No; sus padres ya han dado el reporte de su desaparición.

—Entonces esperemos a que aparezca. Él nos llevará a donde está Aisa.

—¿Cómo sabes que él sigue con vida? ¿Y cómo sabes que no la matarán?

No respondo a ninguna de esas preguntas porque no tengo la respuesta. Si pasa lo que pienso, Aisa estará segura al menos hasta que el asesino me tenga a mí. Sobre Zac no tengo nada que decir, porque no tengo idea de qué tiene que ver él en todo esto.

Los minutos siguen pasando y cada vez me encuentro más desesperado; pero más que nada estoy enojado, enojado conmigo mismo, por dejar que ese maldito se me adelantara y me superara en este juego. Odio estar en esta situación sin saber qué hacer o cómo actuar. Me hace sentir ridículo y patético.

Marc y yo nos miramos cuando su celular comienza a sonar. Con el ceño fruncido toma el aparatito y lo lleva a su oreja. Sus ojos se abren con sorpresa y después me ofrece el celular. Lo tomo enseguida.

—Diga...

—Hola, Dominik... —Sonrío al darme cuenta de que siempre tuve razón—. Sabes lo que quiero. No mataré a tu mascota si vienes y te entregas a mí por tu propia voluntad. Si no vienes, morirá.

—Soy un asesino. ¿Por qué crees que me interesa? Si quieres matarla, hazlo.

—En esta situación no te queda hacerte el desinteresado. Si la vida de tu mascota no te importa sé que la de tu hermana sí. Si no vienes me encargaré de arruinarla y sabes que puedo hacerlo y que lo haré.

—¿A dónde debo ir? —Una risa victoriosa se escucha a través de la línea.

—Al castillo de la princesa.

—¿Dónde carajo está eso? —Pregúntale al príncipe que desea rescatar a su princesa.

—La llamada termina. Enojado, aviento el celular, el cual apenas logra agarrar Marc. Odio tanto que jueguen y se burlen de mí. Pero por idiota me metí en esta situación.

—¿Qué fue lo que te dijo? —pregunta Marc.

—Me quiere a mí; tu sobrina estará bien.

—¿Dónde está?

Besos con sabor a muerte© (18+) ¡DISPONIBLE EN FÍSICO!Where stories live. Discover now