T1 | Capítulo 28

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Y es que cuando empecé a trabajar en esa empresa, ambos se conocieron una noche en que Ha Neul me esperó fuera de la oficina luego de tres días de no haber ido a dormir al apartamento. Cuan mamá que era, fue a quejarse sobre mi explotación laboral, pero todo quedó en el olvido cuando vio salir al pelirrojo a mi lado.

Tuvieron uno de esos amores a primera vista, demasiado apasionado y para su mala suerte... Muy cortó como para disfrutarlo por completo. En ese entonces, Dylan tenía demasiado trabajo y no estaba dispuesto a tomar la responsabilidad de lo que implicaba normalizar una relación, y Ha Neul no quería seguir perdiendo el tiempo con alguien que no le daba seguridad. Desde entonces, no podía verlo ni en pintura a pesar de que ambos siguieran suspirando el uno por el otro.

— Cierra la boca... —Yo me volví a reír, sintiendo que podía relajarme un poco, hasta que... — Por cierto... Vi que Suran ha venido muy seguido últimamente. ¿Eso es normal?

— Mmm... Están trabajando en una nueva canción. Ya anunciaron la colaboración así que están intentando terminar antes del lanzamiento del álbum. —Hice una pausa. — Así que si... supongo que es normal. —Entonces noté como ella hizo una mueca llena de incredulidad. — ¿Qué?

— ¿Estas segura? —Preguntó frunciendo sus labios.

— Si.

— No parece, te ves preocupada... —Comentó soltando una risa floja. Y estuve a punto de quejarme por un buen rato, de no ser porque la puerta de la cocineta se abrió de golpe dejando a la vista el sereno rostro de Yoon Gi. Ha Neul rápidamente reaccionó ante la mirada que le dedicó el recién llegado. — Debo irme a trabajar... —Agregó acariciando levemente mi hombro antes de tomar sus cosas y salir de la cocineta dejándonos a solas.

Tontamente preferí no mirarlo en ese momento y comencé a organizar nuevamente las cosas para preparar el café como si ya no lo hubiera hecho antes, simplemente para matar el tiempo u fingir que estaba haciendo cualquier cosa en vez de estar quejándome por mi incomodidad.

Él tampoco dijo nada, en silencio entró y dejó las dos tazas vacías que hacía unos minutos atrás había llenado de café, sobre el mesón frente a mí. Hubo un silencio incomodo entre los dos seguido de un ruidoso suspiro de su parte.

— Voy a empezar a molestarme si sigo preguntándote si estás bien. —Dijo de pronto haciendo que girara rápidamente mi rostro hacia él, encontrándome con esa felina mirada suya. — Y aún más si dices que lo estas.

— Pero estoy bien...

— Maldición... —murmuró cruzándose de brazos sin apartar sus ojos de mí. Estaba perplejo, hasta yo lo estaba, pero de cierto modo, no podía decirlo. — Si estás esperando que mágicamente adivine por qué estas extraña últimamente, vamos a quedarnos esperando, porque simplemente, no lo sé. Si tienes algo que decirme, entonces hazlo...

— ¿Pero que más quieres que te diga? Realmente no tengo nada que decirte. —Mentí cruzándome también de brazos. — Pensé que lo habíamos aclarado todo ese día en la ducha.

— Si, yo también lo pensé. —Se limitó a decir rodando los ojos y volviendo a suspirar. — ¿Qué es lo que tanto te molesta o preocupa? —Esta vez no dije nada. Y era consciente de que si continuaba de esta manera, terminaría arruinando todo lo nuestro. — Bien. —Dijo al final cuando se cansó de esperar una respuesta de mi parte.

— Yoon Gi, de verdad que...

— Después nos vemos. —Se limitó a decir antes de darme la espalda y salir de la cocineta.

Comencé a refunfuñar al tiempo que pasaba las manos por mi cabello, demasiado frustrada como para poder aclarar mis pensamientos. ¿Cómo podía decirle todo lo que me tenía preocupada o molesta? ¿Cómo podía decirle que la mitad de las cosas que sabía de mí eran mentira? ¿Cómo podía decirle que me molestaba tanto verlo con Suran? ¿Cómo?

Somos una mentira | Min Yoon GiWhere stories live. Discover now