Habíamos cambiado la ubicación del último concierto, en vez de ser en un estadio, sería en la playa. ¿Por qué? Fácil, Bianca quería que le pidiese ser mi novia en la playa, pues en la playa será. Solo faltaba convencer a Bianca de que lleve el vestido que le regalé al concierto, cosa que es una misión complicada.
Nos encontrábamos de rodillas suplicándole que lo llevase. Annabet estaba sobre el regazo de mi, futura, chica; mientras Safaa, los chicos, los cotillas gays y la maruja de mi madre le suplicábamos. Si, mi madre nos había espiado a Safaa y a mí cuando lo hablábamos.
-Que no voy a llevar a un concierto ese vestido tan bonito.- a unas horas de concierto y seguía negándose.
- Por favor, hazlo por nosotros.- suplicó Liam con carita de perro abandonado.
- Que no.- se cruzó de brazos.
-Vale. Pues no vengas con nosotros de compras.- amenazó Ed.
Uuh, golpe bajo. No hay nada más que le guste a Bianca que ir de compras, y más aconsejar a otras personas sobre moda.
-Me dan igual tus amenazas. Puedo ir de compras sola.
Mario se levantó y miró a Bianca con con cara de enfado.
-Mira, te vas a duchar, arreglar y todas esas cosas de chicas para ponerte el vestido, y como me digas que no te mando a un internado de China. ¿Has entendido?
Ella asintió y se levantó sin decir nada, se llevó a Annabet y mi madre subió con ellas.
-Que carácter. - dijo Niall refiriéndose a Mario.
-Si, el peor. - le apoyó Ed.
Safaa se sentó donde antes estuvo Bianca y suspiró.
-¿Que te pasa? - le preguntó Liam.
- Nada. - me miro.- Es que ahora con Bianca y Annabet te vas a olvidar de mí.
Una lágrima se deslizó por su mejilla y la abracé.
- No voy a olvidarme de ti. - la cogí en brazos aunque me pesara un poco. - Tengo una sorpresa para tí.
Sin soltarla subí a mi habitación seguido por mis amigos, dejé a Safaa sobre la cama y saqué un vestido lila y blanco perfecto para mi pequeña hermana.
- ¿Eso no es demasiado pequeño y femenino para ti? - dijo Louis.
Negué con la cabeza mientras me reía y lo estiré sobre la cama para que Safaa lo viera.
-Para ti.
Ella sonrió y pasó una mano por la falda del vestido. Se bajó de la cama y corrió hacia mí y me abrazó, yo le devolví el abrazo con gusto. El vestido lo había comprado cuando Bianca, Mario y Ed me hicieron sufrir con una tarde de compras.
Sé que mi madre adora comprarle este tipo de cosas a Safaa, pero no puede permitírselo, y creo que por eso soy el mejor hermano del mundo.
-Póntelo hoy. - le susurré al oído antes de soltarla.
Asintió y fue hacia el baño de mi habitación. Fui a la habitación de Annabet y cogí otro vestido igual al de Safaa pero más pequeño.
-¿Por qué me seguís? - pregunte antes de salir al pasillo.
- No tenemos nada mejor que hacer. - respondió Harry.
Llamé a la puerta de Bianca y apareció mi madre.
-Devuélveme a Annabet.
Abrió la puerta al completo y Annabet gateó o se arrastró hasta mi.
- Hola enana. - le di un beso y volví a mi habitaciòn.
