Capítulo 10.*

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Llevábamos casi dos horas esperando y nada, seguíamos sentados y con dolor de trasero.

- Bianca.- la llamé
-¿Que?
-Hoy por la mañana.... pues... vino a casa... emm...
-¿Quién?
-Vino tu padre.- Me miró seria. - Yo quería decírtelo, pero me pidió que te dijese nada y me dio un poco de miedo.

Ella no me dijo nada, suspiró y volvió a mirar hacia Annabet, quien dormía tranquilamente entre sus brazos. Apoyé la cabeza en su hombro y la mire haciendo un puchero.

-¿Te has enfadado porque no te dije nada?

-Tu que crees.

-A ver, da miedo, y cuando me dijo que no te contara nada, pensé que me mataría con la mirada.

-Zayn, ni aun que el quisiera podría hacerte nada, el es incapaz de hacerle daño a nadie. Además, seguro que solo fue a ligar contigo, la última vez que estuve con el me dijo que eres muy guapo.

-¿Cómo le voy a gusta si...? Ah, que es de la otra acera.

-Si.-dijo riéndose.- En realidad es bueno.

-Se han olvidado de Annabet, llevamos casi dos horas aquí.

Al cabo de unos minutos, salió una enfermera gritando el nombre de Annabet, hasta ahí todo bien, lo malo llegó cundo dijo el apellido, ya que pasamos de estar en completo silencio a escuchar solo gritos.

Entramos lo más rápido que pudimos en la consulta, saludamos al médico y nos sentamos enfrente a el.

- Bueno, ¿Y que le pasa a la pequeña?- dijo mirando a Annabet.

- Tiene fiebre y estuvo toda la tarde llorando.- explicó Bianca.

El médico se levantó y cogió a la pequeña para después colocarla sobre la camilla. Después de unos minutos volvió hacia la mesa y la dejó sobre mis piernas.

Se sentó enfrente nuestra y empezó a escribir en unos papeles, que después me entregó.

-Habéis hecho bien en venir, solo es gripe, pero al ser tan pequeña podría ser cualquier cosa.

Nosotros solo asentimos.

-Bien.-continuó hablando.-Tiene que tomar  este jarabe, por la mañana y por la tarde durante 4 días, y si sigue igual, volvéis a venir.

-Vale.- dijimos Bianca y yo a la vez.

Salimos de la consulta después de despedirnos del médico. Abrimos la puerta esperando no encontrar a ninguna fan y salimos hacia el aparcamiento. Pusimos a Annabet en su silla con cuidado, ya que se había quedado dormida.

- ¿Estás enfadada?

-No, pero me ha molestado que no me dijeras lo de mi padre.

-Lo siento, pero ya te dije que me asustó.

-No importa.- dijo riéndose.

-Tenemos que ir a una farmacia ¿Verdad?

-Si, vamos, estoy cansada y de seguro que tu también.

-Bien.

Encendí el coche y fuimos hasta la farmacia más cercana. Mientras Bianca compraba el jarabe yo la esperaba en el coche. Me giré para ver si la pequeña estaba dormida, pero acababa de despertarse.

-Hola bebé.

Le sonreí esperando alguna respuesta, pero no se movió, solo me miraba. Pase a los asientos de atrás y me senté junto a su silla. La desaté y la cogí en brazos.
Miré hacia la puerta de la farmacia esperando ver salir a Bianca . Esperé un par de minutos más pero ella no salía. Tapé a Annabet con su manita y salí del coche, lo cerré con seguro y fui hacia la farmacia.

Al abrir la puerta la vi hablando con un chico, era tan alto como yo, rubio y de ojos marrones. Me acerqué a ellos.

-Hola.- dije yBianca me miró.

-Zayn mira, el es Marcos, mi novio, y Marcos el es Zayn.

Imposible, Bianca no puede tener novio y que yo no lo supiese. Nos lo contábamos todo.

-Sí, sé quien es.- dijo mirándome de arriba a abajo.

-Bueno, Marcos, me voy, mañana nos vemos.

Mientras se despedían, yo esperé afuera con Annabet.

Nos subimos al coche en silencio. En menos de diez minutos ya habíamos llegado a casa. Baje del coche, cogí a Annabet y ente olvidándome de que Bianca estaba detrás de mi.

Subí a mi habitación con la bebé y cerré la puerta, me tumbé con Annabet en la cama y la observé.

-Zayn, ¿Te ha enfadado?

-No

-Si, no me mientas.- se sentó sobre la cama.

-Yo no miento. Tu si. No me contaste que tenias novio, pensé que nos contábamos todo, o al menos yo te cuento todo.

-Lo siento, ¿Vale? Quería contártelo, pero no sabía como, tenía miedo.

-Mira Bianca, tengo sueño, así que... Buenas noche.

Me giré dándole la espalda. Escuche como suspiraba y segundos después se iba.

Annabet seguía despierta, mirándome fijamente con sus pequeños ojitos verdes.

-¿Por qué me tiene que pasar esto a mí?- acaricié la mejilla de la pequeña.- Mañana hablamos con ella y le pido perdón. Mas bien, hablo yo con ella. Tu aun no sabes.

Le saqué la ropa y le puse el pijama. La tapé bien y esperé a que ella se durmiera para poder dormirme tranquilo.

Por la mañana sentí un pequeño peso sobre mí. Abrí los ojos lentamente hasta que ví a Annabet sentada sobre mi barriga, y a mi derecha, se encontraba Bianca sujetando a Annabet.

-Buenos días.- me desperecé y abracé a Annabet.

Miré a Bianca , le dí un beso en la mejilla y le sonreí.

- ¿No estas enfadado?- se sentó cruzando las piernas sobre la cama.

-No, es tu vida y supongo que puedes tener el novio que quieras.¿Lleváis mucho tiempo juntos?

-No, sólo una semana.- miró sus manos nerviosa.

Decidí cambiar de tema.

-¿Desayunamos? Tengo hambre, y creo que ella también.- dije mirando a Annabet.

- Si, yo también tengo hambre.

Cogí a Annabet en brazos y me levanté de la cama.

Al llegar a la cocina, el desayuno ya estaba hecho, miré a Bianca y le sonreí en forma de agradecimiento. Nos sentamos en la mesa, Bianca enfrente de mí y Annabet a mi lado.

Desayunábamos tranquilamente hasta que tocaron al timbre.

-Voy yo, sujeta a Annabet.- dije poniéndola sobre sus piernas.

-Vale.- dijo cogiendo a Annabet.

Abrí la puerta y me encontré con Eleanor y Louis. Ella entró corriendo hacia Bianca y Louis se quedó junto a mí en la puerta.

-Chicas.- murmuramos los dos mientras nagábamos con la cabeza.

Un bebé inesperado. (UBI #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora