Capítulo 9.*

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Me quedé mirando a Mario, el padre de Bianca, es raro que esté en Londres y ella no me haya dicho nada.

- ¿ Bianca sabe que estas aquí?- lo miré fijamente.

-No, no lo sabe, y me gustaría que no le dijeses nada, ya sé que sois novios y os contáis todo.- sonrió de lado.

¿Novios? ¿Bianca y yo? Ojalá, pero no, me gustaría saber de donde a sacado tal cosa.

-No somos novios.

-Pero, ¿el bebé no es vuestro?- Miró a Annabet

-No, solo es mía.

-Aja, entonces es tu hija.- dijo ladeando la cabeza.

-Si, creo.

Mario dirigió la mirada hacia la pequeña para volver a mi. No sabía que hacer ni que decir, nunca había estado en una situación tan... ¿Rara? Igual, la mirada de ese hombre era terrorífica. 

Se levantó y fue hasta Annabet, cogiéndola en brazos. Ella empezó a llorar, me acerqué y la cogí.

-Lo siento, no quería asustarla.

-¿De querías hablar?

-A si, es Bianca, no queremos que os veáis más, es por su bien, ella tiene mejores cosas que hacer que cuidar de.... eso.- miró con desprecio a Annabet.

No le contesté, simplemente le dediqué la mayor sonrisa falsa que pude y, empujándolo lo eche de mi casa. Ahora se como se debe de sentir Paul cuando las fans se cuelan.

Volví hacia el salón y me senté en suelo para jugar con Annabet. La miré mientras le daba un peluche.

-¿Cómo puede llamarte "eso"?

Cogí mi móvil y llamé a Bianca, eran casi las 12:00 y aún no me había llamado.

-Hola.- dijo ella, tan alegre como siempre.

-Hola. Te estamos esperando.

-En un rato voy, estaba ayudando a Els.

-Vale, yo voy a vestir a Annabet que parece una exhibicionista.- los dos reímos.

-Bien, cuando esté llegando te aviso.

Después de hablar un poco más con ella, sin comentarle lo de su padre, fui a vestir a Annabet. Le puse un trajecito azul con un conejito dibujado.

Definitivamente tengo que comprarle más ropa o acabará usando la mía. En cuanto se la puse, fui a la cocina a beber, cogí un vaso y lo llené de agua. También le dí a Annabet y después salí al patio a esperar a Bianca. Me senté en el suelo y puse a Annabet sobre mis piernas, abrazándola para que no tuviese frío.

Al rato sonó mi móvil. Lo saqué del bolsillo de mi pantalón y ví en la pantalla el nombre de Bianca.

-Hola de nuevo.

-Necesito tu ayuda, no puedo con todas las maletas.- dijo mientras se escuchaba como se le caían las maletas. Me reí.

-No te rías y mueve tu culo sexy hasta aquí.

No me dío tiempo a contestar por que había colgado. Bajé la vista hacia Annabet, quien me miraba esperando que le dijese lo que me dijo Bianca.

-Me dijo que tengo un culo sexy.-Me levanté con ella aún en brazas y miré hacia atrás.- Y no se equivoca.

Volví a entrar en casa para coger las llaves del coche. Até bien a la pequeña en su silla y conduje hasta el piso de Bianca.

Aparqué el coche, bajé, cogí a Annabet y entré en en edificio. Subimos hasta el último piso y vi a Bianca y Louis gritarse entre ellos. Muy raro ¿Verdad? Eleanor estaba sentada en el suelo viéndolos con cara de pocos amigos. Me acerqué a ella y me senté a su lado.

-¿Llevan mucho tiempo así?

-Miró su reloj.- Unos cinco minutos, se cansarán pronto.

Los miré unos segundos, y se veía que no tenían pensado parar muy pronto.

-¿Por qué discuten?.- acomodé a Annabet sobre mis piernas.

-Por que Bianca te llamó para que le ayudases.

-Ah, mejor pararlos.- hice intento de levantarme.

-No, déjalos un poco más, si es divertido.

-No, no quiero que ninguno de los dos acabe en el hospital.

Me levanté dejando a Annabet sentada junto a Eleanor y me acerqué a ellos. Pase mi brazo derecho sobre los hombros de Bianca y el izquierdo sobre los de Louis.

-¿Algún día dejaréis de pelar? Parecéis un matrimonio a punto de separarse.

-Es ella que no sabe hacer nada sin tener que llamarte para que la ayudes.

-No, eres tú que me odias sin motivo alguno.- dijo cruzándose de brazos.

- Bueno, ya dejar de pelear. 

Me separé de ellos y fui a por Annabet, la envolví con mi chaqueta y me acerqué a Louis, que estaba cogiendo las maletas de Eleanor.

-Espero que os vaya bien.

-Y yo espero que te valla bien con la tonta.

-¡Louis!

-Perdón.- se encogió de hombros.

Con mi mano libre cogí una de las miles de maletas que tenía Bianca y la llevé hasta el coche, lo metí en el maletero y así con el resto del equipaje. Al terminar senté a Annabet en su silla pero empezó a llorar, la saqué pero su llanto seguía. Llamé a Bianca para pedirle ayuda. Ella la cogió e intentó calmarla, pero fue imposible; la volvimos a sentar en su silla y la atamos.

Estuvo llorando durante todo el camino. Nada más llegar a casa bajamos las seis maletas y deje a la bebé en el salón, junto a los pocos peluches que trajo. Le enseñé a Bianca su habitación y bajé a vera Annabet. Se había quedado dormida abrazada a un osito de peluche. Me acerqué a ella y la cogí para para llevarla hasta la habitación deBianca mientras la ayudaba a guardar la ropa. Mientras subía las escaleras, no pude evitar darle un pequeño beso en la frente, por lo cual pude notar que tenía algo de fiebre. 

Llegué a la habitación deBianca y dejé a Annabet sobre la cama. Mi amiga, al notar que estábamos hay, se acercó a nosotros y se sentó a mi lado en la cama.

-¿Por qué lloraba?. dijo acariciando la mejilla sonrojada de Annabet.

-No sé, pero tiene algo de fiebre.

Bianca me miró extrañada y luego dirigió su mirada hacia Annabet.

-Es raro. Llévala al médico, yo la veo bien, pero por si acaso, es mejor llevarla.

-Vale, pero ven conmigo.

Ella dudó unos segundos para después asentir.

-Vale.

Cogimos lo necesario para llevarla al médico y nos fuimos.

Al llegar, la recepcionista me pidió los datos de Annabet por ser la primera vez que vá.

-Nombre

-Annabet.... Eh... Malik?

-Fecha de nacimiento.

Me quedé pensando, y me acordé de que era el mísmo día que el cumpleaños de Justin Bieber.

-El 1 de marzo.

Después me hizo unas preguntas más, todas fáciles hasta la última.

-Nombre del padre y la madre.

-Zayn Malik.- dije seguro.

-¿Y la madre?

Me quedé pensando, no sabía que decirle, mire para Bianca que estaba sentada con Annabet, y en ese momento me vino la respuesta a la cabeza.

-Bianca  Parks.

Después de eso me dijo que esperase a que nos llamasen. Eso sí, en cuanto Bianca se enterase de que la puse como su madre me mataría, y sería peor si se llegase a enterar de que su padre está en Londres y a ella no le ha avisado.

Un bebé inesperado. (UBI #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora