Capítulo 20.*

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Note como algo se colgaba de mi cuello y al abrir los ojos vi a Annabet abrazándome. Me froté los ojos y le devolví el abrazo mientras miraba la hora. Faltaba poco para las 5:00, lo que significaba que Bianca se levantaría en dos horas. Miré a mi izquierda pero no estaba. Suspiré y me tumbé a lo largo del sofá sin soltar a Annabet. Ella balbucea unas extrañas palabras y enseguida se vuelve a quedar dormida.

-Zayn, despierta.

-No -gruño.

-Que despiertes, vago.- dice enfadada.

-No me da la gana.

-Vale.

Noto como coge a Annabet y va hacia la cocina. La ignoré y me giré para seguir durmiendo hasta que noto algo frío sobre mi cuerpo. Abro rápidamente los ojos y veo a Bianca con un cubo, antes lleno de agua, en la mano.

-¿Por qué lo has hecho?- grité escupiendo agua.

-Por que no te levantabas y... Necesito que me lleves a la Universidad. No quiero llegar tarde.

Suspiré a la vez que me levantaba del sofá.

-Bajo en 5 minutos.- avisé subiendo las escaleras.

Me cambié rápidamente poniéndome un chándal y bajé para llevar a Bianca a la Universidad. Mientras ella cogía sus cosas, yo le ponía un abrigo a Annabet.

-¿Vamos?

-Si.

Abrí la puerta pero la cerré al momento. La parte de alante y, podría asegurar que también la parte de atrás de mi casa, están llenas de fans gritando.

-¿Y si no vas?

-Zayn, no puedo faltar más, además, hoy tengo examen.

Resoplé y fui hacia la puerta trasera. La abrí y más gritos. ¿Cómo se supone que voy a hacer para salir? Estoy encerrado en mi propia casa.

Dejé a Annabet con Bianca y salí. ¿Por qué están aquí? Abrí la puerta y otra vez los gritos casi me dejan sordo.

-Hola chicas.- dije y los gritos aumentaron. Aún no entiendo cómo es que no me he quedado sordo.- Solo quería saber.... ¿Por qué estáis aquí? ¿No tendríais que estar en clase? No se, yo a vuestra edad estaba estudiando.

Lo sé, acabo de parecer un viejo.Todas se quedaron en silencio, hasta que una chica que estaba a mi izquierda hablo por las demás.

-Pues, solo queríamos saber si es verdad que Bianca y tú tenéis un bebé. Os vimos ayer en el centro comercial.

-No, Bianca solo me ayuda a cuidarla, nada más.

Se miraron entre ellas y con mucho pesar, poco a poco se fueron marchando. Las de atrás igual. Cuando mi casa quedó libre de fans, entré a por mis chicas.

Estábamos saliendo de casa cuando me acordé. Louis tiene mi coche.

-Le dejé el coche a Louis.- avisé a Bianca

-Pues llámalo, o llama a alguno de los chicos, no puedo llegar tarde.- dijo preocupada

-Tranquila, llamaré a Niall.

Dejamos a Bianca en la Universidad y volvimos a casa. Teníamos el día libre y quería descansar. Aún no me recupero de la tarde de compras de ayer. Subí a mi habitación para descansar. Al entrar, me tropecé con una caja. La miré y era la cuna. Bianca me había dicho que la montase mientras ella estaba en la Universidad/ guardería. Hacía el examen e iba a trabajar.

Abrí la caja y empecé a sacar las piezas y por último las instrucciones. Sólo verlas y me daba flojera, por lo que volví a guardar todo en la caja y me fuí a descansar. Ya llamaré a lo chicos para que me "ayuden" a montarla. Está más que claro que ellos no me ayudarían.

Me había tumbado en la cama con Annabet, en un intento de dormir, pero está claro que no eran sus planes, por lo que me dediqué a observarla jugar con mis manos mientras le contaba mis penas. Si, penas, por que Bianca no daba señales de sentir por mí algo más que amistad a pesar de que los chicos están convencidos de que no es así y siente mucho más por mí.

No me levanté hasta que Bianca llegó de la guardería. Me dolía todo, como si un camión hubiese pasado por encima de mí cien veces. Ella se sentó a mi lado en la cama y me miró con preocupación.

-¿Te encuentras bien?

Negué con la cabeza. Se acercó a mí poco a poco, y yo cerré los ojos esperando que sus labios se juntasen con los míos, pero en vez de eso, los sentí sobre mi frente. Pero me vale igual, al menos me dió un beso. Al separarse me sonrió y se levantó para ir hacia la puerta.

-No te vallas.- dije haciendo un puchero.

-Vengo ahora. Tengo hambre.- como no, Bianca con hambre.

-Vale.

Abracé a Annabet, como un niño abraza a su peluche, y ella me devolvió el abrazo. A los pocos me fui quedando dormido. Noté como Bianca se sentaba de nuevo en la cama y me decía algo mientras me acariciaba la mejilla. Es lo último que recuerdo antes de caer el los brazos de Morfeo.

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Os dejo una foto de Annabet. Es adorable :)

Un bebé inesperado. (UBI #1)Where stories live. Discover now