- Hola mamá.- la saludé con miedo.
- Hola Zayn.- dijo seca. Si que tiene que estar enfadada.
Iba a contestarle, pero apareció Bianca junto a la bebé. Mi madre desvió la vista hacia Safaa, que miraba con curiosidad a Annabet.
- ¿Cómo se llama el bebé?- preguntó Safaa, con una gran sonrisa en la cara.
- Annabet, se llama Annabet.- le devolví la sonrisa.
Safaa se acercó lentamente a Bianca para acariciar la pequeña mano de Annabet, haciendo que esta le agarre un dedo. Volví la vista hacia mi madre, que miraba la escena enternecida, pero al darse de cuenta que la miraba su expresión cambió.
-¿Por qué no me lo dijiste?
Me perdí, decirle lo que.
-No te entiendo, mama.
-Lo del bebé. Me he tenido que enterar por Paul.
-Ah, que era eso. Se llama Annabet.- Sonreí ampliamente.
Cogí a Annabet de los brazos de Biancay fui hasta la cocina. No sabia como explicarle esto a mi madre. Sería difícil.
Lo medité unos largos segundos y pensé que lo mejor que podría hacer sería contarle todo lo que me paso ayer.
-Haber, es una larga historia....
Miré a Bianca buscando ayuda pero ella solo se encogió de hombros, así que empecé a contarle todo.
Ella me miraba sin creérselo, pensé en mostrarle la carta pero la había perdido.
-Zayn, no te creo. Si pensabas mentirme haber pensado una mejor excusa.
-Zayn dice la verdad, yo también leí la carta.- dijo Bianca en mi defensa.
Mi madre suspiró.
-Bueno, ¿Puedo llevar a mi nieta al parque? Como iba a llevar a Safaa pues pensé en venir a verte y fue cuando me acordé de lo de la pequeña.
Le sonreí y asentí.
-Claro que puedes.
Cogí a Annabet para prepararla. La senté en mi cama y le puse la chaqueta para que no tuviese frío.
En cuanto la tuve lista baje para que pudieran ir al parque, yo no iría ya que estaba cansado pero si iba Bianca.
Estaban saliendo cuando Annabet empezó a llorar en brazos de mi madre. Me acerqué a ellas y la pequeña estiró los brazos hacia mí. La cogí y el llanto cesó.
Cogí mi chaqueta sin soltar a Annabet y salí.
-¿Pero tú no te ibas a quedar?- dijo Bianca.
-Si, pero prefiero ir con vosotras, aquí solo me aburriría.
-¿No será por una cosa pequeña de ojitos verdes?- mi madre me conoce demasiado bien.
-Puede.
Cerré con llave y empezamos a caminar hacia el parque. Bianca iba callada, con la cabeza baja y mirada triste. Quería preguntarle si era por lo de esta mañana, pero mi madre se enteraría y no.
Al llegar al parque mi madre, Safaa y Annabet fueron a jugar a los columpios mientras Bianca y yo estábamos sentados en un banco. Bianca seguía igual, con mirada triste.
- Hey, estas bien?
- Si, pero no dejo de pensar en lo que pasó esta mañana.
-Solo lo hicieron para asustarte, pero ya ves que no todas son iguales.- la abracé.
- Zayn, si a mi me han tratado así ¿Cómo crees que harán con Annabet?
Me separé un poco de ella y la mire, tenía razón, como podría explicar que me dejaron en la puerta de mi casa un bebé y que ahora tendría que cuidarlo.
Vimos que Safaa se acercó corriendo y se sentó sobre mis piernas, girándose hacia la izquierda para hablar con Bianca. A los pocos minutos llegó mi madre con un llorona Annabet, la cogì y la senté sobre mi pierna derecha, ya que la izquierda estaba ocupada por Safaa.
-¿Por qué empezó a llorar?
-No sé, la saqué de uno de los columpios y empezó a llorar - dijo con preocupación.
- Igual no quería que la quitaras.
Al llegar a casa invité a mi madre y Safaa a cenar, quienes aceptaron encantadas.
