Después del abrazo se sentó sobre mis piernas y su tía Érica se fue para darnos intimidad y que pudiésemos hablar.
- ¿De verdad me quieres? - le pregunté después de que se fuera Érica.
- Claro.- dijo Bianca.
-¿ Entonces eres mi novia?
- No.- se levantó.- A mí me lo pides como en las películas. Todo decorado con flores, en la playa, yo con un vestido de princesa y..- la interrumpí.
- Para y deja de soñar, no voy a hacer eso.- negué con la cabeza.
-¿ Por qué? Sería muy bonito y romántico.- dio una vuelta sobre sí misma con las manos juntas.
- Bianca, no lo voy a hacer porque es la cosa más cursi que he escuchado en mi vida.
Se acercó a mí y se volvió a sentar sobre mis piernas pasando los brazos alrededor de mi cuello y me dió un beso.
-Yo no soy cursi.
- Vale, como tú digas.
Nos levantamos y volvimos al salón para terminar de recoger el gran desastre que dejamos. Terminamos y salimos a dar una vuelta, me enseñó algunos de sus lugares favoritos. La ruta turística terminó en un parque cerca de su casa, en el que nos sentamos a descansar.
- ¿Viniste solo? - preguntó después de un rato.
-No, me acompañó Mario. Me dijo que hoy te llamaría, pero se olvidó.
Me acomode en el banco y la abracé.
-No se olvidó, está con su novio.- puso mala cara.- No es que me caiga mal, pero es por su culpa que papá me quisiera traer de vuelta.
-Te entiendo.
-¿Entiendes?
-No, quien tiene que decidir eso es tu padre, no su novio.
Paseamos durante un rato hasta que un hombre se acercó a Bianca.
-Hola Bianca. Mario me contó sobre tu secuestro, está muy preocupado.
-Ed, ¿Estuviste hoy con el?
-Si, esta aquí, vinimos a pasear.
- Bien.- Bianca me miró y cogió mi mano.- Vamos Zayn, sigamos paseando.
- Espera, ¿No me vas a presentar a tu amigo? - preguntó mirándome. Otro gay que me intimida.
- No es solo mi amigo, también es mi novio.
¿Ahora si soy su novio? Antes me dijo que no.
- Bueno, al menos dime su nombre.
-Zayn, me llamo Zayn.
-Me alegro de conocerte.- me dió la sonrisa más falsa que he visto en mi vida y volvió a dirigirse a Bianca.- ¿Pasarás aquí las navidades?
- No sé, aún faltan dos días, pero no creo, además es el cumpleaños de un amigo.
Otro problema para añadir a la lista. El cumpleaños de Louis, y no sé qué regalarle. ¿Qué tal un bozal para que hable menos?
- Bueno, mejor vamos a junto de Mario para que lo puedas ver.
Los dos asentimos y lo seguimos por unos minutos hasta que encontramos a Mario sentado en una manta de picnic. En cuanto nos ve se levanta y corre a abrazar a Bianca. Me alejo un poco de ellos y Ed se acerca a mí.
-Mira, solo te lo diré una vez y espero que lo entiendas. Como le hagas daño a Bianca te mato y te doy de comer a mis gatos, ¿Entendido?
Asentí lentamente y con miedo. Antes pensaba que los gays eran inofensivos, pero ya veo que no.
-No le haré daño, eso tenlo por seguro.- dije serio y seguro.
- Me alegro. Igual no eres malo para ella.- se quedó en silencio por unos segundo.- Creo que hemos empezado con mal pie así que mejor olvida mi amenaza y todo eso.
- Todo olvidado, pero si quieres pasar las navidades con ellos, puedes venirte a Londres.
-No se.- dudó.
-Puedes quedarte en mi casa, si Mario fue capaz de acoplarse creo que tu también puedes.
- No puedo permitirme un viaje, no tengo dinero y ..... - le interrumpí.
-Por eso no te preocupes, tu solo haz las maletas.
Me acerqué a Bianca y Mario antes de que me dijese nada. Abracé a mi medo novia por la cintura y ella me devolvió el abrazo. Acabamos por sentarnos junto a ellos y hablamos del viaje; sé que Bianca quiere pasar la navidad con su padre y con Ed.
- Bien. Iremos, pero con una condición.- habló Mario.
- ¿Cuál?
- Vayamos de compras. Ahora y cuando estemos en Londres.
No.
Rotundamente no, aún no me recupero de cuando fui con Bianca y las chicas. Miré a Bianca y ella asintió. Estoy solo en esto.
- Vale. - acepté a regañadientes.
Nos levantamos y, después de recoger, empezamos nuestra mini tarde de compras.
***
Después de recorrer todo el centro comercial más de dos veces y muchos desfiles por parte de Bianca, al fín habíamos terminado.
Estábamos tomando un chocolate caliente y descansando de tan horrible tarde. Aproveché para mandarle un mensaje a mi madre y preguntarle como estaba Annabet. Me dijo que estaba bien, pero no dejaba de llamarme, por lo que me supongo que me echará de menos. Yo también la echo de menos.
- ¿Qué haces? - me preguntó Bianca.
- Hablar con mi madre. Annabet nos echa de menos. - guardé el móvil.
- Yo también la echo de menos. Pero... No estás enfadado ¿Verdad? - hizo un puchero.
- No, no estoy enfadado.
Me dió un beso en la mejilla y hablamos un rato con Mario y Ed mientras terminamos el chocolate. Al final resulta que Ed no es tan malo, es buena persona y se vé que los quiere.
Volvimos a casa de la abuela de Bianca mientras que Mario y Ed se iban a su casa.
En cuanto llegamos, guardamos toda la ropa en la maleta que le dejó Érica aBianca ya que ella no trajo nada. Una vez que terminamos nos tumbamos en la cama a descansar.
-Zayn.
-¿Mmm?
-¿Podemos ir al cementerio?
-Claro.- me acomode para verla mejor.- Pero ¿Por qué?
- Quiero visitar a mi mamá.
-Pues vamos.
Estábamos por salir cuando María, la abuela de Bianca, nos llama.
-¿A dónde váis? Tengo galletas.
Bianca sonrió y luego negó.
-¿ Nos las guardas? Vamos al cementerio a ver a mamá.
La expresión de Mari cambió de felicidad a tristeza.
- Vale, ir tranquilos, yo os guardo las galletas.
Cinco minutos después estábamos en frente de una lápida en la que ponía "Tara Parks". La verdad es que Bianca nunca me habló de su madre, aunque yo tampoco le he preguntado.
-Murió hace nueve años. - se limpió las lágrimas.
Solo tenía 10 años.
La abracé con todas mis fuerza y le dí un beso en la frente.
