Nada más llegar al hospital me encontré la entrada bloqueada por periodistas y fans, sobre todo periodistas. Entiendo que estén haciendo su trabajo, pero a veces me dan ganas de meterlos a todos una habitación y poner una bomba para que, ¡BOOM!, exploten.
Decidí buscar otra entrada. Fui por un lado y vi una puerta sin nadie. Entré a pesar del cartel de "Prohibido el paso". Necesitaba ver a Bianca. Me perdí un par de veces, pero conseguí llegar a la recepción y desde ahí fui a la habitación de Bianca. Vi a los chicos sentados junto a la puerta.
- Hola chicos.
Ellos me miraron con odio y volvieron a lo suyo. ¿Ahora que hice?
Cuando entré la vi sentada sobre su cama mirando hacia la ventana. Me acerqué y puse a Annabet a su lado y yo enfrente.
-Hola.- dije en voz baja.
Ella se giró para mirarme y sonrió.
-Hola.- me contestó en el mismo tono de voz que yo, y se giró hacia Annabet.- Hola peque.
La puso sobre sus piernas y la abrazó. Es raro, pasar de verla todos los días sonriendo a verla ahora con miedo. Me senté donde antes estaba Annabet y pasé el brazo por la cintura de Bianca para atraerla a mí. Ella me miró y me dió un beso en la mejilla.
-Antes vino mi padre.- me tensé al oír sus palabras y fijó su mirada, otra vez, en la ventana.- Pero no estuvo conmigo. Estuvo hablando con Liam, Harry, Niall y Louis.
- ¿Sabes de qué hablaron?
-De tí.Dijo que...
Nos giramos al escuchar la puerta abrirse. Nos giramos y una enfermera se acercó a Bianca.
-¿Cómo estás, cariño?- preguntó cariñosamente examinando a Bianca.
-Bien, ahora bien.- dijo mirándome.-¿Cuándo podré irme?
-Tuviste un buen golpe en la cabeza, como mínimo estrás aquí una semana.
Bianca y yo suspiramos a la vez mientras la enfermera se iba.
-¿Y bien?- cogí a Annabet- ¿Que les dijo tu padre?
-Que tú contrataste a los hombres que me pegaron. Que todo fue idea tuya, los chicos le creyeron, pero yo no..- miró al suelo.
-¿Por eso están enfadados? No puedo creer que piensen de verdad que yo hice eso.
-Yo les intenté explicar que no fuiste tú, pero según ellos, como estoy enamorada de ti te defiendo, pero es mentira.
-¿Qué es mentira?¿Que estás enamorada de mí o que me defiendes?
-Que te defiendo, lo otro es verdad.
Tardó unos segundos en darse cuenta. Acababa de admitir que me quería y eso me hacía muy feliz.
Sus mejillas cambiaron rápidamente de color y se tapó la cara con las manos. Me reí y volví a poner a Annabet sobre las piernas de Bianca.
- TRanquila, te guardo el secreto. Voy a hablar con los chicos, no quiero que se enfaden conmigo por algo que no he hecho.
-Vale.- dijo aún ruborizada.
Salí de la habitación y los chicos seguían en el mismo sitio.
-Chicos.
-Vete, eres una mala persona, Bianca no te hizo daño y tu...- me dijo Louis mirándome mal.
-Yo no hice nada. ¿De verdad vais a creer a Mario y no a mi? Sois mis amigos, mis mejores amigos, y sabéis perfectamente que yo nunca haría algo así.
Estaba demasiado enfadado como para esperar una respuesta, salí del hospital esquivando a todas las fans y fotógrafos. Hasta ellos se han dado cuenta de mi enfado.
Al llegar a casa, lo primero que ví fue la gran mancha de sangre en el suelo, la limpie y me senté en el salón. Me tapé la cara con las manos al acordarme de que dejé a Annabet con Bianca. Que se hagan compañía la una a la otra.
Poco antes de que anocheciera, preparé la bolsa de Annabet y volví al hospital. Pasaría la noche en el hospital y supongo que Annabet también. No tenía con quien dejarla. Salí de casa mientras me ponía el bolso al hombro. Estaba llegando y mi teléfono empezó a sonar, lo cogí. Era Liam. Volví a guardar el móvil. No quería hablar con ninguno de ellos, no se como haré, pero no les voy a hablar.
No había nadie en la puerta de la habitación, espero que no estén dentro, pero como mi suerte es de la peor, hay estaban los cinco hablando con Bianca. Dejé la bolsa en una silla y me acerqué a ella, cogí a Annabet y le dí un beso en la frente.
-Hola Zayn- me dijo Bianca dándome un beso en la mejilla.
-Hola- le devolví el beso.
-Zayn, perdón. Te acusamos y no pensamos en lo más lógico.- me dijo Niall.
-¿Nos perdonas?- preguntaron a coro.
Suspiré.
-Vale. Os perdono, pero eso no significa que se me quite el enfado.
Se miraron entre ellos y después a Bianca.
- Vale. Nos vamos, tenemos cosas que hacer.
Se marcharon y quedamos Bianca, Annabet y yo. Cogí la bolsa para cambiarle el pañal y la ropa. La tumbé sobre la cama y con ayuda de Bianca le quitamos todo. Una enfermera le trajo la cena, y cuando se iba, Annabet no estaba. Me giré y la vi gatear hacia la puerta semi-desnuda. ¿ Cómo lo hace? No lo sé, pero estoy seguro que cuando crezca no irá mucho a la playa, ni a ningún sitio. La cogí antes de que saliera y volví a ponerla sobre la cama.
La vestí y miré a Bianca que estaba riéndose.
-¿De qué te ríes?
-De tí. Es gracioso ver cómo la vistes. Parece que te estás peleando con alguien más grande que tú-dijo entre risas mientras hacía gestos fingiendo que se peleaba con alguien.
Después de que terminara de cenar, llamamos a unas enfermeras para que nos preparan el biberón de Annabet.
Le estaba dando el biberón en el pasillo cuando una enfermera se me acercó.
-Hola.
-Hola.- le respondì sin mirarla. Estaba ocupado.
-Eres un buen padre.
-Gracias, supongo.
-Que pena que su madre sea una zorra.- dijo con asco.
-¿Perdón? Bianca no es ninguna zorra. Eso lo serás tú, y si no te importa, déjame en paz.
Volví a entrar en la habitación y me senté junto a la cama. Bianca estaba tumbada mirando su móvil, puse a Annabet a su lado y le dí su oso para que se durmiera.
-¿Te vas a quedar?- preguntó con voz adormilada.
-Claro. Estas aquí por mi culpa, no te voy a dejar sola.- acaricié su mejilla.
Ella cerró los ojos mientras ponía su mano sobre la mía.
-Gracias.
Me tumbé en uno de los sillones que parecen incómodos y lo son el doble y me acomode para dormir.
-Zayn.- escuché la voz de Bianca.
-Dime.- contesté medio dormido.
-Te queremos.
Escuché como se levantaba de la cama y me daba un beso en la mejilla, seguida de Annabet, aunque ella me babeo, pero no me importa.
