Capítulo 61. ¡ESTO ERA EL COLMO!

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Finalmente llegamos a Portugal, donde paseamos una vez más por todos los lugares donde Karen solía pasar sus días con sus hijos, el edificio donde vivieron por varios años, su parque favorito y el lugar donde se encontraba aquel restaurante de com...

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Finalmente llegamos a Portugal, donde paseamos una vez más por todos los lugares donde Karen solía pasar sus días con sus hijos, el edificio donde vivieron por varios años, su parque favorito y el lugar donde se encontraba aquel restaurante de comida española donde tanto le gustaba ir.

En cada ciudad los recuerdos los golpeaban con fuerza, unos más dolorosos que otros, pero descubrí que si preguntaba sobre cada uno, sus mentes se distraían del dolor y se concentraba en la parte linda del recuerdo, en donde me hacían participe.

Gabriel estaba muy emocionado de recorrer sus calles, tenía muchos recuerdos aquí que con los nuevos conocimientos que tenía de su mamá, eran simplemente mejores.

—Recuerdo correr por esta calle hasta que llegaba a la playa. Mi mamá iba con Rámses de la mano—me comentó mientras hacíamos el mismo recorrido.

Rámses estaba comprando unos helados junto con Mike y Fernando.

—En mi recuerdo no entendía porque mi mamá no me llevaba a mi también de la mano y eso me entristecía, pero mi papá me contó que ese día Rámses se había caído y roto un poco en la rodilla y venía llorando.

—Deberias siempre preguntarle esas cosas, eras un niño, percibias las cosas muy distintas a lo que eran.

Gabriel asintió y me atrajo en un abrazo.

—Traje chocolate y limón—Gabriel comenzó a besarme la frente, mirando a su hermano solo para molestarlo.

—Quedatelos, yo me quedo con este heladito.

—La llegas a lamer...—advirtió Rámses cuando Gabriel sacó su lengua.

Me alejé de él antes de que siguiese molestando a mi francés y tomé el helado de limón.

—Mamá se sentaba en este banco y nos veía jugar a ambos—recordó Rámses.

—Lo hacía todas las tardes sin falta. Y no se molestaba en pelear con ustedes para sacarlos de la playa, esperaba que se cansaran lo suficiente y con ustedes agotados, subía a bañarlos—Fernando parecía estar viendo a Karen sentada entre sus dos hijos en ese mismo banco.

Era frustrante ver como se entristecían delante de mí, porque no habia nada que pudiese hacer. Comí mi helado en silencio, dejando que ellos siguieran recordando a su mamá.

Ese primer dia recorrimos la ciudad y su casco histórico, un lugar que me encantó. Regresamos tarde al hotel, cenamos y nos quedamos en la habitación descansando.





Desperté sola en la cama. Odiaba cuando eso pasaba, quedaban muy pocos días juntos y quería despertarlos todos con él.

Despues de cambiarme de ropa salí a la sala en común de la suite. Todos estaban en traje de baño. Mike y Fernando conversaban con teléfono, asumo que con Hayden. Rámses estaba en el balcón observando la vista y Gabriel se tomaba fotos con su telefono.

No Juzgues La PortadaWhere stories live. Discover now