Me desperté sobresaltado, alguien estaba tocando el timbre. Me senté en el borde de la cama y me rasqué la nuca, no me apetecía bajar, quería seguir durmiendo, pero... podía ser importante.
Bajé las escaleras lentamente y me dirigí a la puerta. Miré la hora en el reloj que estaba colgado de la pared. Las 7:38. Abrí la puerta y no había nadie, me enfadé mucho y en cuanto iba a cerrar la puerta escuché unos llantos. Bajé la vista y ví un bebé metido en una cesta con una bolsa al lado, miré hacia los lados y nada, no había nadie, decidí cogerlo y llevarlo dentro ya que hacía demasiado frío.
Me senté en el sofá dejando a esa pequeña personita a mi lado y lo único que pude hacer fue llamar a Bianca, mi mejor amiga.
Minutos después sonó el timbre y supuse que sería Bianca.
- Hola, ¿Que es tan importante como para despertarme un sábado a las 8:00?
-Hola Bianca, un bebé- me miró sin comprender- .Me han dejado un bebé en la puerta y no sé que hacer.
-¿Puedo verlo?- dijo emocionaba.
Le gustaban muchísimo los bebés, ella siempre hablaba de que quería tener muchos y vivir en una casa grande y esas cosas de chicas.
-Si, está en el salón.
Entra en el salón y segundos después entro yo. La veo leyendo una nota que estaba dentro de la cesta, la deja sobre la mesa y coje al bebé que duerme plácidamente, lo coloca entre sus brazos y se acerca a mí.
-Es adorable.
-Si Bianca, es adorable, pero que hago con él, te llame para que me ayudaras, no para que me dijeras que es adorable.- dije quitándole al bebé y dejándolo sobre el sofá.
-Quédatelo, no puedes hacer otra cosa, o al menos eso es lo que pone en la carta, porque la has leído ¿Verdad?
-No, no la leí.
-Pues pone que tu eres su tutor legal y no puedes hacer nada.
-Eso es mentira Bianca, no pone eso.- dije con nerviosismo.
Me agaché para cogerla y si, Bianca tenía razón. El bebé no tenía nombre, solo ponía que la chica había sido violada cuando iba a un concierto nuestro y nos culpaba de ello.
Después de leerlo miré a Bianca que jugaba con el bebé, el cual acababa de despertar. Suspiré y me senté a su lado con la carta entre las manos, después de leerla una vez más la arrugue haciendo una bola y tirándola a la basura. Miré a Bianca. Estaba indeciso, no sabía que hacer, quería quedarmelo, pero con las giras, los ensayos y conciertos no tendría mucho tiempo, también podía ayudarme Bianca.
-Zayn,¿Que vas a hacer?- me preguntó sacandome de mis pensamientos.
-Me quedo con ella, pero no sé como se lo tomarán los chicos.- dije apoyando la cabeza sobre el hombro de Bianca para poder ver mejor al nuevo miembro de mi familia.
