Capítulo Treinta y uno: Sentimientos confusos, ¿por qué ahora?

27.9K 729 33
                                    

Capítulo Treinta y uno: Sentimientos confusos. ¿Por qué ahora?  

 

Sábado, 14:45 pm

Comí en completo silencio en el inmenso y solitario comedor a la espera de que mi pena se marchase. Pero no lo hizo. Como consecuencia, probé solo un poco de alimento y Rosa me regañó. Suspiré y fui directa a mi habitación, farfullando algo por lo bajo y malhumorada. Si reculo en el tiempo, me pongo de los nervios. De solo pensar que esa diabla sabía mi secreto… ¡No lo soportaba! ¿Tendría conocimiento de eso Daniel? Lo más probable era que sí. Y si es así, lo más probable era que el muy bobo tampoco le daría la patada porque nos tenía… ¿cómo lo había dicho Pablo? ¡Ah, si! Nos tenía cogidos por los huevos. Si, una explicación muy conveniente. En cualquier caso, ¡¿qué mierda iba a hacer ahora?! ¿Quedarme calladita y esperar a que los dos se casaran? ¿Por mi maldita culpa? Ni hablar. Debía llevar a cabo un plan, un plan maravilloso que nos dejara libres del mal de Elisa. Y para eso necesitaría la ayuda de Pablo y Alex. Este último me sugirió que tenía algo planeado e iba a averiguarlo costara lo que costara. Aunque Daniel se enfadara conmigo por ver a su primo. Mas ahora lo dudo pues ayer discutimos fuerte. Creo que fue la primera vez que lo vi tan dolido y arrepentido de algo. En cambio, yo estaba muerta de miedo y de nervios. ¿Cómo iba a arreglar las cosas si el principal demonio —Daniel—, no me entendía? Es como para aporrearle hasta dejarlo inconsciente.

Bien, ya en mi habitación, sopesé lo que haría a continuación. Primero debía llamar a Ariadna y quedar con ella mañana para hablar largo y tendido. Cuanta más información tuviera, mejor para descubrir a Elisa. Y cuantos más aliados juntase, mejor resultaría. Suponiendo, claro está, que ella se aliara conmigo y Pablo…

Entonces una idea surcó por mi mente tan rápida que me sorprendió. Todo esto de Elisa podría unir a Ariadna y Pablo. ¡Claro! Si me ayudan, estarán más tiempo juntos y surgirá lo que tenga que ocurrir. Qué bien que se me haya ocurrido. Ahora a esperar a ver si ella acepta la oferta…

Cogí el móvil y busqué ARIADNA, cuando la localicé, marqué su nombre y oí los pitidos característicos. Al tercer toque, descolgó.

   —¿Miriam? —su voz se oía rara.

   —Hola Ariadna, ¿te pillo ocupada? —se oyó un ruido de papeles.

   —Ahora estoy estudiando para el papel de protagonista, ¿es muy importante lo que me tienes que contar? —suspiré.

   —Solo me llevará unos minutos. ¿Te parece quedar mañana por la mañana para desayunar? A la hora que tu me digas y donde quieras. —pareció pensarlo.

   —Claro, está bien. ¿A las nueve te parece bien? En la cafetería donde estuvimos ayer. —pensé que sería buena idea. Daniel no iba a ir a la empresa mañana, así que no habría problemas.

   —Perfecto. Gracias. Allí nos vemos.

   —Hasta mañana.

 

Me colgó y sonreí. Menos mal que ha podido, creía que no iba a aceptar. Es muy importante que hablemos sobre Elisa… Necesito apoyo.

Conviviendo con la Mentira © [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora