Capítulo Cuarenta y uno: La mentira de Alex

27.9K 872 61
                                    

Autora: ¡Hola queridos lectores! Aquí os traigo otro capítulo. Antes, ¡muchas gracias por las 90.000 visitas y los votos! De verdad que os lo agradezco de corazón. Y espero que os este gustando. Bien, este cap es largo y pasan muchas cosas. Pero quiza una no os guste u.u

Bueno, ¡leed y disfrutad!

Capítulo Cuarenta y uno: La mentira de Alex.

El coche de Daniel ya me era conocido, pero estar en él sabiendo que el dueño era mi novio me ponía extrañamente feliz. Era como estar en un maravilloso sueño del cual no quería despertar nunca. Tras la extraña confesión en la habitación de Daniel, no podía dejar de pensar una y otra vez en lo que ahora éramos. ¡Y no me lo creía! Estaba en tal estado de felicidad que dudo alguien me superara. Es más, ¡podría echar por la boca mariposas y ponis rosas de lo bien que me sentía! Por ende, sonreía todo el rato y no lo podía evitar.

El camino a la empresa se hizo corto, pero estaba tan contenta que no me importó mucho el hecho de volver a lo que sería la prisión reportera para Daniel. Pues yo sabía que le bombardearían con preguntas de todo tipo, y todas relacionadas con la recién descubierta asesina. Pero, como bien dije, ahora eso pasaba a un segundo plano pues mi estado era tal que no me importaba nada más que el hecho de salir junto con Daniel. ¿Podía ser más tonta? No, creo que en este momento no.

Tanto Alberto como el guardaespaldas de Daniel nos seguían de cerca con el coche que tenían a su disposición, y eso hacía que me sintiera más protegida. Sobre todo después del mensaje tan extraño que me mandaron. De solo recordarlo se me ponían los vellos de punta.

El espacioso vehículo llegó a la empresa y entró en el parking privado, internándonos en un habitáculo oscuro. Al aparcar, Daniel descansó el motor y quitó la llave del contacto. Luego se hizo el silencio y ninguno salimos del coche. Era extraño, pero no podía moverme. Entonces, Daniel habló quitando toda la tensión de un plumazo.

   —Has estado sonriendo todo el tiempo. ¿Qué ocurre? —preguntó jocoso. Yo me ruboricé. ¿Qué que me pasaba?

   —Es tu culpa, tonto. —le espeté sonriendo de nuevo. Luego decidí salir ya pues la clase empezaría de un momento a otro. Él me detuvo antes de apearme sosteniendo mi brazo. Me volteé para ver lo que quería, pero me encontré con sus labios. Fue un beso rápido, aunque no por ello no me sonrojé.

   —Tranquila, no te excites demasiado. Aunque sé que teniendo un novio como yo es complicado. —se burló de mí y yo le seguí el juego.

   —No te lo creas tanto, ¿eh? —me reí un poco y por fin salimos del coche. Respiré hondo un par de veces antes de caminar junto a Daniel hasta llegar a la puerta del ascensor que nos llevaría a la planta de canto. Mientras esperábamos, me cogió la mano y me la apretó. Le miré extrañada.

   —Estamos juntos en esto, ¿verdad? Pues no te preocupes, todo saldrá bien. —al decir aquello, asentí confiada. Con él todo sería posible, lo creía firmemente.

   —Por supuesto, unos reporteros no nos fastidiarán. —aseguré al mismo tiempo que la puerta del ascensor se abría. Entramos aun con las manos unidas y él pulsó el botón. Antes de que nos encerrara, vi cómo los guardaespaldas se bajaban de su vehículo y nos seguían.

Conviviendo con la Mentira © [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora