Capítulo Treinta y siete: ...terminado.

23.2K 718 53
                                    

¡Hola queridos lectores! ^-^ El internet no me va mucho, pero por suerte he podido subir capítulo *-* Ya pensaba que no tendríais cap... En fin, este es el último que narrará Elisa, es algo corto, pero intenso.  Muchas gracias por las numerosas visitas, los votos y los comentarios. Me animáis a continuar =D

Bueno, sin más, ¡¡disfrutad!! *-*

Capítulo Treinta y siete: …terminado.

Elisa

Mi mano alzó sin dificultad el arma que portaba. Era una pistola pequeña, que me serviría para matar a este hombre que tenía delante. ¿Qué me había hecho? ¿Por qué quería asesinarlo? Simplemente por el placer de verlo padecer la muerte junto a mí. Para que no solo yo ardiera en el infierno y me lo llevara conmigo. Si yo no lo tenía, ninguna otra lo haría. Pero, en el fondo de mi corazón, sabía que estaba siendo incoherente, no debí haber hecho esto porque, simplemente, era una idiotez. Él no tenía pruebas contra mí y, si era así, yo no debí apuntarle con una pistola. Sin embargo, esa mirada de suficiencia, como si supiera lo que hice de primera mano, la voz con la que me hablaba que indicaba un grado de sabiduría, un grado de madurez… ¿cuándo había cambiado Daniel? No me había enterado y siempre iba a mi lado, sin duda, estaba cegada por la ira, por el rencor y por sentimientos del pasado que asaltaron mi mente llevándome a un estado de locura tal que no sabía lo que hacía. Por eso, por eso no me enteré de lo que pasaba a mi alrededor. Me había creado un escudo que me aislaba de todo y de todos, y eso fue mi perdición. ¿Por qué no retrocedo ahora mismo? ¿Qué me llevó a hacer todo lo que hice? ¿Por qué soy como soy?

Mis ojos comenzaban a escocerme debido a las lágrimas que amenazaban con salir de mis ojos hielo, pero las contuve porque eso era de débiles. ¿Qué me pasaba, por qué no disparaba de una maldita vez? ¡Vamos! Ya es tarde para arrepentirse, mátalo y punto. Mátalo…

“No estas loca, solo tienes gustos diferentes.”

“No querías hacer daño, solo divertirte.”

“No eres mala, solo traviesa… “

Todos los días me decían eso. Mis tíos me lo recordaban cada dos por tres cuando aún tenía diez años. Y siempre he pensado en esas frases que me salvaban de mí misma, de mis oscuros pensamientos, de mis caprichosos fetiches… Pero, sin duda, seguía siendo la misma mujer perversa y maldita de siempre. Desde que opté por la fama y renegué de la bondad para conseguirlo, mi pasado me ha perseguido siempre y no me ha importado puesto que fue lo que decidí en su día, al igual que lo que ahora estoy a punto de realizar. Me pregunto qué es lo que dirán de mí cuando lo mate, las caras de asombro y repugnancia hacia mi persona, sus opiniones… ¡Qué mala suerte que yo no esté cuando esto pase! Por supuesto, prefiero morir a estar encerrada hasta que sea una vieja chocha. ¿Qué será de mí entonces? No, jamás me pasará eso.

Miro a Daniel, tenía el rostro pálido y sus ojos azules me miraban conteniendo el miedo que le atenazaba cada músculo del cuerpo. Sus manos alzadas, esa pose tensa, los labios rectos, las pequeñas arrugas de su frente… El sudor que le bajaba por la sien y por el cuello, mmm, esto era justamente lo que me encantaban de las presas… Aunque yo no hubiera matado a la mayoría, la primera vez que cometí un asesinato me sentí justo como ahora. Sin embargo, esta vez su muerte sería rápida y sin mucho teatro. Simplemente apretaré el gatillo y… ¡puff! Daniel ya no verá un día más.

Conviviendo con la Mentira © [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora