Capitulo Cinco: Sucesos Confusos

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Capítulo Cinco: Sucesos Confusos.


¡Estúpido, estúpido y estúpido! ¡¡Daniel es un total estúpido!! Venga ya, ¿se va sin más? No me ha contestado. Engreído y prepotente, ¡prefiero mil veces al Daniel cuatro ojos de antes! Por muy feo que fuera, –aunque siempre voy a saber cómo es en realidad –, era un tío que no se metía con nadie. Pero ahora…

Estoy en el baño de la cafetería del edificio y no puedo salir porque temo demasiado encararme con él. Vale que tengamos un “trato”, pero eso no le da derecho a decidir con quien voy a ir, ¿verdad? ¡Uggh!

Después de unos minutos – más bien, cuando me encuentro mejor –, salgo con toda la dignidad que puedo y me dirijo a la mesa donde están los dos hombres discutiendo sobre algo. Al llegar, Alex, quien estaba hablando, se calla y me mira desilusionado por algo.

–¿A dónde vamos ahora? –pregunto como si no hubiera pasado nada. Daniel ni me mira, así que me dirijo a Alex.

–Pues, te dejo con él para que te enseñe todo el lugar. Así conoces a todos los trabajadores y te haces un hueco entre nosotros. –me guiñó un ojo y se levantó de golpe.

Recogió su chaqueta y, antes de salir del local, tendió un billete de 10 euros a la camarera pagando por los tres. Ella lo miró embobada mientras le entregaba el cambio y él se fue.

¿Por qué ese cambio repentino en Alex? Miré a Daniel, quien simplemente se levantó como su primo, y caminó hacia la salida. Le seguí preocupada, ¿el estúpido le habría dicho algo mientras yo estaba en el baño?

Caminamos alejados el uno del otro hasta llegar a una puerta en la que rezaba: escenario Nº 20. Gravando.

¿Me había llevado hasta un estudio de rodaje? Era… genial. Nunca había visto rodar ninguna película, pero no quería que Daniel me llevara, sino Alex.

No puedo decir porque pero me cayó bien desde el primer momento en que lo vi, allí, en el parque, antes del banquete de la boda. Es bastante guapo, amable, simpático y gracioso… todo lo contrario a Daniel, quien no sé cual es su verdadera personalidad, aunque intuyo que es pésima…

Además, Alex siempre trata de animarme y conoce el secreto de su primo, y menos mal que no sabe el mío, porque sino estaría perdida. Seguro que me miraría con asco por aprovecharme de su tía… ¡Pero no es mi culpa, sino de mi padre! Bien que lo decía, pero yo también me estaba aprovechando…

Salí de mis cavilaciones cuando Daniel, con total tranquilidad, abrió la puerta y nos adentramos en la habitación, más bien era una mega habitación.

La sala estaba llena de cámaras, cables y focos. El escenario era tecnológico, es decir, parecía que estaba en un bosque cuando en realidad lo que había detrás de esa actriz era un panel en blanco.

Esa mujer hermosa estaba actuando genial, su pelo color rojo fuego, esos ojos azules, sus labios de color rojo… hermosa y me sentí como una mierda en comparación… Sus palabras estaban pronunciadas con mimo y elegancia, supuestamente actuaba en un bosque y estaba perdida, era como un monólogo interior y yo me introduje en la historia de momento.

Daniel, quien había estado delante de mí, me cogió la mano y me llevó más cerca de la mujer para verla actuar mejor. Sin soltarme, nos quedamos mirándola como bobos, hasta que terminó la escena y también el contacto.

–¡¡Corten!! Muy bien Elisa, eres perfecta, ¡un descanso de media hora y seguimos! –anunció un hombre regordete sosteniendo un megáfono y meneándolo de arriba abajo. Supuse que sería el director.

La tal Elisa, la actriz, caminó con elegancia hasta salir del escenario y se puso una bata blanca y dorada. Se ató la cabellera roja y, cuando miró en nuestra dirección, sonrió a Daniel. ¿Se conocían? Cómo no…

–¡Daniel! ¡Has venido! –exclamó con voz chillona. Uy, no es perfecta…Ella abrazó a mi “adorado” hermanastro y éste no hizo nada para corresponderle. Bueno, bueno… ¿qué eran esos dos en realidad?

Conviviendo con la Mentira © [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora