El maldito calor de mis mejillas se propago por todo mi cuerpo. Niall había sido demasiado directo con su pregunta, la cual honestamente estaba evadiendo desde el día de ayer, cuando Louis mando su tonto balón a mi balcón. Mire al chico rubio que tenía a mi lado, el me miraba impasible. Continúe caminando, esa era la mejor manera que tenía para evadir la situación. Tome aire.
-No, ¿por qué?- Dije tratando de sonar lo más normal posible. Aunque mi lengua estaba casi incapacitada para moverse.
-Nada más, Es que...- Se interrumpió a sí mismo, frunció el ceño y se quedó pensativo. A unos cuantos metros visualicé mi casa y me relaje un poco. Ahí podía encerrarme y evitar las preguntas de Niall.
-¿Qué sucede Niall?- Pregunté y solo negó con la cabeza. Llegamos hasta mi casa y estaba más relajada, Niall estaba por irse. Abrí la puerta y Niall abrió la boca pero la cerro instantáneamente. Algo quería decirme y ahora mi curiosidad se presentó.
-¿Quieres pasar?- Pregunté. Quería saber lo que Niall tenía para decir, aunque eso incluyera sus preguntas incomodas.
-Sólo un momento- Dijo y entró a mi casa detrás de mí, lo conduje hasta la sala, ambos nos sentamos en el sillón y encendí la tv, estaba un partido de fútbol, a Niall le llamó mucha la atención, así que decidí dejarle ahí.
-¿Quieres algo? –Le ofrecí y se giró a verme- ¿Jugo? ¿Palomitas?-Pregunté mientras me levantaba del sillón, aunque él no pidiera nada llevaría algo. Por lo visto Niall quería ver el partido
-¿Te gusta el fútbol?- Preguntó extrañado y camino detrás de mí.
-Pues no –Dije y ambos entramos a la cocina- Papá jamás lo ve, así que no me ha heredado ese gusto, supongo- Niall asintió, saque el jugo y le di dos vasos, él se encargó de llenar cada uno, deposite el sobre de palomitas en el horno de microondas y coloque un bowl sobre la mesa.
-Te explicaré, verás que te gustará –Dijo, saque las palomitas del horno y las coloque en bowl- Nosotros estamos en el equipo de fútbol en la escuela- Niall tomo los vasos con jugo y ambos regresamos a la sala de TV- Louis es el capitán, yo el co-capitán, Zayn y Liam son defensas y Harry... Harry hace lo que puede - Dijo burlón, ambos retomamos nuestros lugares en el sofá.
-¿En serio Harry es muy malo?- Pregunte mientras llevaba un puño de palomitas a mi boca. Niall asintió e imito mi acción llevándose más palomitas que yo a la boca.
-Louis debe de ser muy bueno para ser el capitán- Musite y el me miro de reojo.
-Demasiado bueno diría yo- comento y tomo algo de jugo- El mejor y además está soltero- Añadió. ¿Eso era una indirecta? Tal vez yo entendía mal, pero eso sonaba a que Niall promocionaba a su amigo.
-Sí, pero pronto Jade será la afortunada- Le recordé, Niall hizo una mueca de desagrado total. Mi curiosidad empezaba a crecer, quería saber la razón por la que Jade y los chicos no se caían bien.
-¿Por qué te cae tan mal Jade?- Pregunte de manera directa, Niall solo cerro los ojos y resto atención al partido para verme a mí.
-No me malinterpretes, pero recién te conozco y aunque me caes demasiado bien –Medito un momento sobre lo anterior dicho- Más de lo que pensé algún día –Añadió y emitió medio sonrisa– No puedo decírtelo, pero Jade no es la clase de chica que te conviene como amiga. Ni a Louis de novia- Concluyo y regreso su mirada a la televisión. Ambos mirábamos a los jugadores correr y pasarse el balón de uno a otro, lo que por un momento me distrajo del tema principal, Jade y Louis, quería y necesitaba saber porque creían que ella no era para Louis. El partido continuaba y si tan solo supiera un poco sobre este deporte no estaría tan aburrida. Niall noto que estaba empezando a fastidiarme un poco y se las arregló para explicarme lo básico sobre el juego. Además de contarme sobre sus equipos y jugadores preferidos me explico cómo apoyaba a cada uno. El medio tiempo llego, Niall se estiro y me miro de nuevo.
-Él se merece alguien como tú- Inquirió y fruncí el ceño, no entendí de que me hablaba. ¿Neymar se merecía alguien como yo?... ¿Para qué?... si yo ni jugar futbol sabia.
-¿Neymar?- Le pregunte y el soltó una tremenda carcajada.
-¡Louis!- Dijo. Entonces recordé el tema anterior a Neymar y sus asombrosas habilidades para dominar el balón en la cancha. Abrí mis ojos hasta el tope y Niall sonrió.
-Por eso pregunte si te gustaba, así todo sería un poco más fácil para mí- Dijo y tomo más jugo.
-¿Más fácil para ti? -Pregunté y el solo asintió- Perdón por defraudarte Niall, pero yo no soy la indicada para ese papel- Dije y el me miro de nuevo.
-¿Por qué no? Yo siento que eres exactamente lo que Louis necesita. Una chica dulce y linda que lo enamore de verdad- Dijo y de nuevo ese calor subió por mis mejillas, eso pensaba Niall de mí y era lindo escucharlo.
-Niall, yo no puedo mantener una relación con alguien a quien vería a lo mucho dos o tres veces al año– Dije y agache mi mirada, tal vez esa no era la razón principal.
-Tan fácil como convencer a tu padre de que te deje vivir aquí- Dijo. Yo solo fruncí el ceño, eso jamás se me ocurrió, nunca antes me había imaginado vivir aquí con mi nana.
-Tal vez hay algo aún más difícil que eso– Dije y obtuve la atención de Niall.
-¿Qué?- Pregunto.
-Que yo le guste a Louis, no puedes obligar a alguien a que le guste una persona- Dije y el solo se quedó pensativo un momento.
-Primero, debo decir que acabas de admitir que tal vez, tan solo tal vez te gustaría ser novia de Louis –Dijo y sonrió- Segundo, yo creo que a Louis si le gustarías y mucho. Porque lo conozco –Agrego, se giró en el sillón y quedamos de frente- Y la tercera es que tienes razón, no puedes obligar a nadie. Pero nunca dije que Louis no quisiera ¿verdad?- Concluyó.
Me quede meditando un momento sobre las probabilidades que había sobre todo lo que Niall había dicho. En primera, era imposible, o casi imposible que mi padre accediera a que yo viviera en Londres, más si él no estaba para cuidarme. Segunda, yo jamás había tenido novio, ni un amigo, lo más cercano a uno fue un amigo de la infancia, Joseph Ross. Niall estaba adelantado hechos que ni en un mundo alternativo eran capaces de suceder.
-Niall –Lo llame, no sé porque tenía la necesidad de confesarle esto- Yo Emmm… -Sabía que estaba ruborizándome- Yo nunca he tenido un novio- Dije, el solo abrió sus ojos al tope y estoy seguro que su expresión de asombro era peor a que si confesara que era extraterrestre.
-Yo pensé que salías con celebridades, ya sabes modelos y famosos- Titubeó un poco al decir las últimas palabras y yo solo negué.
-Ni siquiera una cita- Afirme y Niall solo me miro de nuevo.
La cara de mi nuevo amigo al confesarle mi pequeño problema era de asombro y admiración, me veía como si tuviera frente a él a un animal exótico en peligro de extinción. Si Niall lo sé. Soy una chica millonaria, rodeada de fiestas, modelos y celebridades, pero nunca nadie se ha interesado en mí, no he tenido una cita y mucho menos un novio. Increíble pero cierto. Y entonces el peso de mis propias palabras cayó sobre mí. Ahí estaba mi respuesta a la idea que rondaba en mi cabeza desde ayer. Necesitaba una vida normal. Niall notó que no me agradaba del todo tratar ese tema y prometió ayudarme, aunque esta vez fue más por mí que por Louis. Sentí que él de verdad quería ser mi amigo. Sin decir más dejamos el tema de Louis a un lado y me sugirió aprender a jugar futbol, ya que era el único deporte para el cual era bueno. Accedí, no tenía nada que perder, además esperaba que Niall se convirtiera en un amigo de verdad, aunque solo pudiera verlo unas cuantas veces el año. Continuamos mirando el partido. El rubio me dio los puntos básicos del fútbol, lo cual solo lo resumí en anotar gol y ganar. Ambos acordamos que podía venir al siguiente día para apoyarme con la parte práctica de mí entrenamiento y el jueves vendría a ni casa a mirar el partido y me ayudaría en los puntos básicos para conquistar a un chico y no precisamente hizo referencia a Louis, Niall hablaba de la mayoría de chicos en general. El punto número uno era usar la playera del equipo de futbol que el chico que te gusta apoyara, según Niall, aunque los chicos no lo dijeran amaban eso. La segunda era mostrar interés por el partido, dijo que aunque no supiera nada no debía poner cara de aburrimiento o fastidio, ya que parecería un " Mira lo que hago por ti"... Honestamente estaba muriendo de risa con los consejos de Niall, sus muecas y actuaciones de chicas eran lo más falsas posibles pero si demasiado graciosas, lo cual hizo que Niall no llegara ni al tercer punto. Pero al final de todo llegamos a un acuerdo. El jueves pondría en práctica todos los consejos que él me daría y no solo con Louis, dijo que podía practicar con los cinco, para cuando llegara el indicado.
…
Mis ojos apenas estaban abriendo, debía despertarme. Era mi tercer día en Londres y aun no lograba acostumbrarme a este horario. Lo peor de todo esto, es que cuando finalmente me acostumbre estaré viajando a otro país con diferente horario. Mi Nana toco mi puerta y le deje entrar. En sus manos traía una charola de madera con mi desayuno. Esto era la mejor parte de venir a Londres, mi Nana consintiéndome.
-Buenos días pequeña –Dijo con su gran sonrisa maternal- ¿Cómo amaneciste?- Me pregunto y coloco el desayuno en la cama.
-Muy bien ¿Tu Nana?- Respondí mientras tomaba un sorbo de zumo de naranja.
-Muy bien de saber que estas en casa –Agrando su sonrisa, mientras tanto tome el tenedor para empezar a comer mi desayuno, moría de hambre- Y dime mi niña ¿qué hiciste ayer? –Pregunto.
-Salí al centro comercial y patine en el hielo- Respondí. El pan francés que había preparado mi nana era delicioso. Estaba concentrada en su sabor.
-¿Quién es el rubio que ayer vino a casa? -Preguntó sin rodeos y me robo un pan francés. Así que esa era la plática. Mi Nana vio a Niall y quería saber quién era- Si, te vi llegar con él, pero no quise molestarte- Afirmo.
-Es un amigo de Louis, el vecino de la casa de frente –Dije, de verdad estaba atenta a mi desayuno. Mi Nana me miro en espera de que dijera más. -Su nombre es Niall. Ayer desayuné con él, Louis y sus amigos, luego fuimos a patinar y al salir nadie podía traerme, así que él se ofreció, lo invité a pasar y vimos juntos el partido –Fue el gran resumen del día anterior, de verdad quería comer. Mi Nana solo amplio su sonrisa- Sabes Nana es lindo tener amigos- Musite mientras llevaba a mi boca algunos trozos de fruta que mi Nana me preparó
-Me da gusto por ti pequeña, los necesitas- musito y me acerco una servilleta- Debes invitarlos a comer un día de estos- Añadió.
-Creo que Niall vendrá hoy, quiere enseñarme a jugar futbol- Dije y me encogí de hombros.
-Está bien, preparare más comida- Respondió mi Nana.
-Creo que el jueves vendrán los cinco a ver un partido, ¿Crees que haya problema si vienen?- Pregunte. Mi Nana solo sonrió y dulcifico su mirada.
-No lo creo hija, está bien. Es tu casa y son tus amigos- Inquirió.
-Gracias Nana, ¡te amo!- Rodee su cuello y le agradecí con un abrazo.
-Bueno Sophie, debes apresurarte, en cualquier momento Niall puede llegar- Dijo y se encamino hacia la salida de mi habitación.
-Está bien Nana, término y me voy a bañar- Dije.
{♥]
Estábamos en casa de Harry, todos nos reunimos hoy aquí para desayunar y terminar de ver los preparativos para la fiesta del viernes. El único que faltaba, como de costumbre era Niall. El timbre sonó y Liam junto con Zayn hicieron una expresión de ¡aleluya! Por fin nuestro amigo el rubio había llegado. Camine hasta la entrada y le abrí. Tenía una sonrisa plasmada en su rostro.
-Hola Niall, pasa están todos en el patio trasero, te estamos esperando- Dije, lo deje entrar y camine detrás de él.
-Hola Louis- Dijo.
-¡Niall! –Grito Harry- ¡Ya era hora! ¿Dónde carajos estabas?- Preguntó Harry. Niall ya llevaba mucho tiempo de retraso y nosotros teníamos hambre.
-Lo siento, me desvele un poco- Musito y lo confirmo con un bostezo.
-¿Una noche salvaje Niall?- Se bufo Zayn y Harry solo soltó una carcajada. Sabíamos que Niall era el más célibe de todos.
-¡Zayn! –Lo reprendió Liam- ¡No te burles! Sabes que Niall no es así- Añadió. Todos tomamos nuestros lugares y comenzamos a comer en silencio. Zayn odiaba que Liam lo regañara de esa manera.
-¿Viste el partido de ayer Niall?- Pregunte para aligerar el ambiente.
-Sí, pero no preste mucha atención. Pase la mayoría del tiempo explicándole a Sophie la teoría del juego- Musito de manera tranquila y comenzó a comer hot cakes. Mí mirada cambio totalmente, de todos, Niall era el que menos pensé que intentaría algo con Sophie. Harry me miro atento.
-¿Qué tal?- Pregunto Liam, a lo que Niall solo respondió con un simple “Bien”. Todos guardaron silencio y se giraron a verme.
-Por cierto –Inquirió con la boca llena de comida- Acorde enseñarle a jugar futbol- Dijo. Sí, estoy seguro de eso, si las miradas asesinaran, yo ya hubiese matado a Niall.
-¿Cuándo?- Pregunto Harry, otro que estaba interesado. Rodé mis ojos.
-Debemos ir a su casa por la tarde, le dije que iríamos todos- Aclaro y me miro con el ceño fruncido. Relaje mi expresión. Todos me estaban mirando y no era para más, note que sostenía el tenedor con más fuerza de la necesaria. Guarde silencio y concentre mi mirada en los hot cakes.
-Niall está enamorado- Susurro Zayn burlón.
-¿En serio te gusta Niall?- Pregunte en un tono más fuerte del esperado. Niall me miro detenidamente y sonrió. Al menos de todos sabía que Niall era uno de los más sinceros.
-Alguien siente celos- Murmuro Liam.
-¡Cállate Zayn! –Dijo Harry y se giró a ver a Niall- ¿Es verdad?- Añadió. Harry estaba interesado en Sophie. Pero no Harold, tu no.
-Otro más- Dijo Liam a Zayn y Niall solo se rio. Harry y yo fulminamos a los tres con la mirada, el ambiente era tenso y Niall solo reía.
-¡No Louis! –Aclaro Niall, me miro a mí y luego a Harry- Solo es una buena amiga, me agrada mucho –Añadió y emitió una sonrisa malévola- Más bien esa pregunta va dirigida a Harry y a ti –Tomo un sorbo de café y amplio su sonrisa- ¿A ambos les gusta Sophie?- Preguntó.
{♥}
Saliendo de la ducha me senté frente al tocador, me mire detenidamente en el espejo. Escaneaba a la chica de tez ligeramente morena que se reflejaba en el espejo. Estaba por cumplir 18 años y aún no era capaz de ser independiente conmigo misma. Resople y mire mi habitación, lucia exactamente igual que hace diez años. Mi mirada se detuvo en la fotografía de mis padres, foto que robe cuando tenía ocho años, la tome de las cosas de mamá y mi padre jamás lo noto. Tenían mi edad, o eso dijo papá cuando descubrió que había tomado la fotografía, mi mamá estaba por cumplir 18 años. Me encantaba escuchar cada que mi papá hablaba sobre cómo había sido su romance con mamá, pero odiaba el desenlace. Dolía mucho saber que mamá murió por mi culpa, eso era algo que jamás podría olvidar. Sabía que si daba más vueltas a ese tema jamás terminaría de vestirme, iría directo a mi cama y me pasaría el día llorando. Aleje esos recuerdos y comencé con mi cepillado de cabello.
Decidí arreglarme lo más rápido posible para subir al desván y poder husmear un poco en las cosas de mis padres. Me puse un pantalón de chándal color negro, mis converse moradas y una blusa a juego, agarre mi cabello en una coleta de lado y estaba casi lista. Honestamente estaba emocionada de que los chicos vendrían, más si entre ellos estaba Louis. Me mentía a mí misma si decía que no quería impresionarlo, honestamente quería obtener una de esas miradas que eran reservadas para Jade. Coloque un poco de mascara para pestañas en estas y agregue un ligero brillo labial. Me mire una vez más al espejo y sonreí. Al menos estaba presentable. Tome mi collar de torre Eiffel mis aretes a juego y los puse en mí. Agregue algo de perfume y estaba completamente lista. Sí, me veía ordinariamente normal. Todo perfecto para que Louis se impresionara (y de paso los otros cuatro), sabía que él me tenía en un muy mal concepto, pero si veía que podía ser una chica ordinaria quedaría sin palabras. Además me gustaba que ellos quisieran conocer solo a Sophie y no a Sophie Lewis la hija de Joe Lewis. Con una sonrisa en el rostro salí de mi habitación.
Me costó trabajo bajar las escaleras para llegar al desván, mi estatura no era de mucha ayuda para alcanzarlas, cuando por fin lo logré retrocedí del tremendo susto que me llevé, las escaleras se desplomaron al piso y con ellas una tremenda ola de polvo, estaba segura que nadie había subido ahí en meses, pues yo tenía suficiente tiempo sin venir a Londres y mi nana en sus condiciones no podía hacerlo. Mi pie se posó sobre el primer escalón y este crujió por mi peso, pero no me importo, esta era una de mis actividades preferidas al venir a Londres. Husmear en las cosas de mamá.
No sé cuánto tiempo llevaba ahí, las horas se pasaron demasiado rápido, pero debo admitir que el tiempo que estuve en el desván fue productivo, leí cerca de veinte cartas, ellos tenían demasiadas, al parecer fue la única manera de comunicarse durante algunos años. Después mire las joyas de mi madre y algunas fotos que tenía con papá, entre ellas algunas de su embarazo. De verdad era impresionante el parecido que ambas teníamos. Estaba por sacar algo de la ropa de mamá cuando escuche que mi Nana me llamaba desde la planta baja, lo más probables que necesitara que la acompañara con algo.
Baje las escaleras corriendo, mi Nana me llamo más de lo normal, gire hacia la sala y me quede pasmada. Ahí estaba Louis, parado en medio de mi sala, vestía un pantalón holgado con unas zapatillas de futbol color negras y una playera de un equipo de futbol. En sus manos sostenía el mismo balón que aventó a mi balcón hace unos días. Lou me miro detenidamente y agrando su sonrisa, dejando a la vista esos hermosos dientes blancos que solo él podía tener. A su lado estaba Niall y los demás, todos sonriendo, pero ninguno de la manera en la que Louis lo hacía, o más bien ninguna otra sonrisa produjo en mi lo mismo que la de Louis.