Done.

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Despierto, mi estómago ruge de hambre, mis ojos se abren y me relajo, una tranquilidad total me llena, estoy en mi habitación. Me incorporo despacio, mi cuerpo aun me reclama el mal trato que recibió la noche pasada, me sorprendo al ver a Joe dormido en el sillón, hace algunos meses Harry dormía ahí. Me pongo de pie y deposito un beso sobre su frente, permanece quieto y su respiración continúa lenta, a pesar de todo lo amo demasiado, él es lo único que me queda, debo protegerlo. Me siento nostálgica, si en verdad quiero protegerlo debo continuar con el plan.

Como cada mañana en los últimos días paso más tiempo de lo normal mirándome frente al espejo, no sé porque parezco más delgada si en los últimos días mi alimentación es a base de comida rápida, nada que me ayude a nutrirme de manera adecuada, todo eso solo ayuda a subir de peso. Resoplo, será un día muy largo. Abro la regadera y espero a que salga un poco de agua caliente, tengo que ir a clases, no quiero pero debo hacerlo. No planeo darle explicaciones a nadie, ni siquiera pienso dirigirles la palabra, ya logre un gran paso y si alguno de ellos me pide una explicación no tengo ni la menor idea de cómo justificar mis actos. Prefiero dejar todo así y tal vez cuando sepan la verdad me perdonen.

Tallo mi cuerpo, dejo que el agua caliente haga su trabajo, el dolor disminuye un poco, lamento haber sido tan estúpida como para dormir en el balcón, eso solo hizo que el doctor le dijera a Joe que tengo problemas de ansiedad, insomnio y alimentación. Ayer durante el camino a casa los escuche hablando sobre algún psicólogo, creen que es lo mejor ya que no he llevado una vida del nada estable, creen que necesito algunas terapias. Son patrañas, tal vez hace algunos años, cuando solía sufrir ataques de ansiedad y tenía problemas para subir a un avión, tal vez en esos momentos pudo ser útil, pero ya no. No puedo llegar con un psicólogo y decirle que mi cambio de ánimo se debe a que mi abuelo es un asesino y planea matarme.

Salgo lo más rápido que puedo, hoy si desayunare antes de irme, tal vez eso haga que se tranquilicen un poco acerca del tema. De nuevo me planto frente al espejo y comienzo a cepillar, no puedo salir desnuda porque Joe debe seguir ahí afuera. Miro mi cuerpo, lo sé, en comparación con Sussane no soy bonita, no me considero de esa manera, entiendo porque Harry la prefiera a ella pero duele, por un momento creí que mi decisión de permanecer en Londres había sido la mejor que he tomado, pero ya no lo veo de la misma manera. Tres toques en la puerta me distraen.

– ¿Sophie? –Es la voz de Joe– ¿Todo bien? –Parece preocupado, me alegro que el enojo haya desaparecido, aún debo hablar con él, es el único que merece una buena explicación.

– Estoy bien –aclaro la voz a un tono más dulce– Estoy alistándome para ir a clases, necesito que te retires un momento para poder cambiarme papá –Digo, tengo que sonar convincente, pego mi oreja a la puerta para escuchar lo que hace.

– Esta bien, te esperare en la cocina –murmura– Y Sophie, no te irás sin antes hablar –Sentencia. Escucho que cierra la puerta, se ha ido.

Me saco la sudadera y busco alguna blusa mucho más femenina, si planeo que ellos se alejen de mi por ser la Sophie malcriada, debo parecer convincente. Rebusco en mi guardarropa, tomo una falda de tablas color gris, es corta, me llega a la mitad del muslo, fue un regalo de alguna modelo, supongo. Busco un suéter a juego y mallas, hace algo de frio y después de mi grandioso fin de semana debo cuidarme o pescare algo más que un resfriado. Cepillo mi cabello, tomo un antiguo broche de mi madre y sujeto solo la mitad, dejo que el resto caiga en un lacio perfecto. Uso un par de aretes de Tiffany y un collar a juego, eso deja en claro que solo uso cosas finas. Hoy también es un buen día para maquillarme, aplico base, corrector y maquillaje, delineo mis ojos y utilizo un poco más de mascara de pestañas, mis ojos parecen mucho más grandes y creo que me veo mejor a los demás días, aplico un poco de labial y doy los toques finales con algo de rubor. Sí, me veo bien. Cambio mi mochila usual por un bolso de piel, fue un diseño especial para mí, Joe me lo regalo en algún cumpleaños. Tomo un abrigo negro y me miro por última vez en el espejo, lo mío no son los colores oscuros siempre he preferido los tonos claros, pero debo admitir que luzco bien, incluso me gusta verme más delgada. Calzo mis zapatos y antes de bajar reviso que lleve lo necesario para las compras que espero hacer para cuando salga de clases. Suspiro, hora de enfrentar a Joe.

Don't You Remember... || Louis Tomlinson [Terminada/Editando]Where stories live. Discover now