Sólo tu.

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Maratón 3/4


Joe leyó de nuevo el papel, sonrió discretamente y examino el contenido del sobre. Lo único que yo quería hacer era salir de aquí, no quería ni necesitaba nada de lo que ellos podían darme, si Carlo lo quería podía tenerlo, cedería los derechos. Debora me extendió la mano y ayudo a que me pusiera de pie, todos salieron de la sala y miraron el papel que Joe tenía en sus manos, mi padre se paró frente a mí y sonrió con suficiencia.

– Aquí está la prueba –Dijo y entregó la carta que mis abuelos me habían dejado, el estudio de ADN lo habían hecho ellos  y confirmaban mi linaje, una de las cartas iba dirigida a mi madre, en ella pedían perdón por lo sucedido, por abandonarlos. En la carta que iba dirigida a mí me pedían perdón por haberme negado.

– No hay más que decir, prosigamos con la junta –Dijo el notario, un señor anciano, canoso de estatura baja y muy delgado.

– Entre más rápido terminemos más rápido nos iremos –Anuncio Joe, me tomó de la mano y regresamos al estudio. Cassandra nos fulminaba con la mirada.

La junta concluyo de manera hostil, casi nadie se dirigió la palabra. El notario hablo personalmente con mi padre y conmigo, él ya estaba al tanto del estudio que mis abuelos habían hecho, oficialmente era una Lewis y debía hacerme cargo de la parte de la herencia que me correspondía. Después de la plática Joe dijo que era momento de irnos y en menos de tres horas ya estábamos abordando un avión de vuelta a Londres. Debora logró tranquilizar a mi padre, todos nos manteníamos en silencio, quería hacer demasiadas preguntas pero el temor a la respuesta me lo impedía. Moría por ver  Louis, estar con él que me abrazara y sentirme protegida, sólo a él podía confesarle lo que en estos momentos pasaba por mi mente. Necesitaba saber que había pasado con mis padres, por qué ninguno de mis abuelos me quiso.

– Sophie, por favor olvida todo lo que sucedió en Nueva York –Dijo mi padre disimulando una sonrisa, yo solo asentí y mire de nuevo a través de la ventana. No podía volver a Londres y pretender que absolutamente nada paso, buscaba respuestas, quería y necesitaba saber que había sido tan malo para que nadie de mi familia me quisiera. Debora y Joe intercambiaron miradas, era la primera vez que viajaba de esta manera, tranquila pero la lucha interna de emociones me había desactivado. No quería que Joe siguiera ocultando cosas, ya no era una niña de cuatro años que necesita protección incondicional, estaba creciendo y merecía saber que paso. Solo pensaba en legar a Londres y salir corriendo en busca de Louis.

– Sophie, ¿te gustaría ser mi dama de honor? –Pregunto Debora en un tono dulce, se acercó a mí, me tomo de las manos y sonrió. En sus ojos se asomó un brillo de felicidad, quería aligerar el ambiente pero también quería tenerme ahí, ella era una de las personas más especiales en mi vida y sabía que obviamente aceptaría.

{♥}

El resto del vuelo mi hija y Debora hablaron sobre lo importante que era cada detalle y requisito de la boda, ignore sus pláticas, pero me alegraba verla de esta manera, despreocupada y feliz. Sophie cada vez se convertía en una mujer, sabía que tarde o temprano buscaría respuestas, que por mala suerte solo yo podía darle. Por ese motivo no quería viajar a Nueva York, la muerte de mis padres solo despertaría fantasmas del pasado, fantasmas que me encargue de ocultar y mantener lejos de ella por años.

...

– Estoy embarazada –Dijo Carol con la cabeza agachada, estaba al borde del llanto, la amaba y miles de veces me imagine una familia con ella pero sabíamos que este no era el momento para eso, nuestro destino juntos estaba lejos.

Don't You Remember... || Louis Tomlinson [Terminada/Editando]Where stories live. Discover now