-No te olvides de estar a las 2:00pm en el café ¿ok? -Recordó con voz amable.
-Ahí estaré, -Le dije sin más y salí de su departamento con Lory después de despedirnos de Sonny y su amigo.
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Abrí los ojos con pereza y metí la cabeza debajo de la almohada para que la luz del alba no molestara mi sueño ¿Y en qué diablos pensaba? Me estoy ahogando aquí debajo.
Pasé la almohada por encima de mi cabeza apenas para ver la mesita de noche con el reloj que marcaba en números rojos las 11:37 AM. Me he acostumbrado a levantarme tarde, generalmente en Canadá el frió era el que me despertaba, pero aquí es tan calentito que me dan mas ganas de dormir y seguir durmiendo, aunque una vez que despierto el calor se hace intenso hasta el punto de darme fastidio y por fin dejar la cama ¡Bendito y maldito calor! Me quité las sábanas de encima notando que el suéter de lana que me había puesto para dormir estaba hasta arriba dejando la piel de mi abdomen al aire libre, lo acomodé y me levanté de la cama para luego salir hasta el salón en donde Lory se encontraba mensajeando a quien sabe quien... Conociéndola ya debe estar hablando con él tal Matthew, es agradable, pero no interactúe lo suficiente con él, aunque mi castaña amiga sí.
-Buenos días, Lory. -Hablé captando su atención mientras me restregaba un ojo con pereza.
-Buenos días. -Dejó su teléfono a un lado. -¿Quieres desayunar aquí... O de nuevo te vas a Starbucks? -Habla mirándome con los ojos entrecerrados. Creo que hoy desayunaré aquí, no puedo ir siempre desparramando el dinero solo porque me gusta ir a aquel lugar. Además no he conseguido trabajo, no puedo ir por la vida gastando dinero que no tengo.
-No, hoy quiero comer aquí... -Solté y la sonrisa de Lory se ensanchó aún más.
-¡Genial! Hoy preparé algo especial. -Canturreó y se acercó a mí tomándome de los hombros dándome un fuerte beso en la mejilla para después desaparecer por la puerta de la cocina.
Pocas veces he probado el sazón de Lory, y a decir verdad, cocina delicioso, comenzaré a darme gusto de su comida más a menudo.
Me senté en la mesa a esperar por la comida y tome uno de los periódicos que dejan en la correspondencia, sí de esos por lo que pagas para que te lo entreguen, aunque no entiendo por que Lory se suscribió a esto, nunca los lee, pero no hay nada mas a mi alcance, así que ¿qué más da...?
"Un camión se estrella en un edificio" siguiente página.
"Un niño salva a su hermano menor de caer en el área de las cebras en el zoo" siguiente página.
"La pequeña Emily de nueve años gana el concurso de "The voice kids" siguiente página.
"Moda de verano" Un montón de modelos larguiruchas de labios inflados caminando por la pasarela.
Anuncios de trabajo... "se necesita empleado de sistemas."
El horóscopo: "Leo, cuida de tu pareja y no habrá líos. Procura ser claro, pero cuidadoso, en tus expresiones", Nada que ver, siguiente página.
Las tiras cómicas, es lo único interesante en un periódico, saber las historias de la pequeña Mafalda, quien detesta la sopa, es lo único que me distraerá en esta mañana.
-The New York Times tendría mejores cosas. -Murmuré para mis adentros.
Lory entró al salón con una montaña de waffles en un plato, tal vez cuatro... No, cinco waffles. encima traía nata y fresas. Vaya, se esmeró... Luego de ponerlo en la mesa junto al jugo de naranja, se sentó frente a mí y siguió mensajeando como si su vida dependiera de ello.
-Oye, Lory... ¿con quién hablas? -Pregunté curiosa con la boca llena de nata y tome del jugo.
-¿No tienes que encontrarte con Sonny hoy? -Comentó evadiendo la conversación.
Creí que era un sueño, parecía todo tan irreal, bailando bajo el crepúsculo, con esa hermosa canción de Coldplay de fondo, todo parecía un sueño, un extraño y agradable sueño, y bueno... Ahora que lo recuerdo, puedo fingir cómo si lo supiera y seguir insistiendo sobre con quién habla.
-Si, a las dos, lo recuerdo bien. -Solté sin más, con total seguridad. -Además... -Hice una breve pausa. -No es necesario que escondas el hecho de que hablas con Matthew. -Ataqué y luego comí un pedazo del primer waffle con algo de nata y una fresa.
-Puede que si, como pueda que no -Habló misteriosa a lo que yo reí, envió un texto y dejó el teléfono en la mesa.
-Es muy obvio... -Dije con los cachetes llenos del segundo waffle que ya había cortado en pedacitos para que cupiera en mi boca.
-Cuidado niña, no te atragantes. Soltó una risita.
-Lo siento, está delicioso. -Tragué gordo con algo de jugo. -Sin cambiar de tema... -Hablé con mi boca ya vacía lista para recibir el siguiente waffle. -¿Con quién hablabas? Aunque ya lo sé claro, pero es mejor confirmar -Comencé a comer los pedacitos que ya había cortado mientras hablaba.
-Claro que no lo sabes. -Sonrió y me paso una servilleta. -Tienes crema en el labio, cariño. -Rió.
-Lo siento ¿Sí? -Bufé graciosa y me limpié a regaña dientes. -Maldita manía de los modales. -Y seguí comiendo.
Al final no supe exactamente con quien hablaba tan entusiasmada, lo único que conseguí fue sentir que en algún momento mi estómago explotaría.
Después de agradecerle la comida a Lory, fui hasta mi habitación para arreglarme, me vestí con unas botas, un jean negro y suéter morado pastel. Una vez lista fui hasta el salón y encendí la televisión mientras pasaba la hora libre que me quedaba antes de ver a Sonny.
¿Qué tan importante será su trabajo como para no decirme? A juzgar por su casa, debe ser algo importante de alguna empresa, sí algo aburrido, los hombres y las mujeres irán todos de traje y no habrá más que oficinas insípidas y grises y secretarías hablando por conmutadores, cancelando, programando y haciendo citas para su jefes, nada interesante... y si es así, ¿por que me llevaría a aburrirme?
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En la esquina del Starbucks logro ver a Sonny recostado en su auto, tomando algún café, de tantos que hay es imposible adivinar cuál.. ¿llevará mucho tiempo esperando? No quiero correr, parecería desesperada... Iba vestido con un pantalón de paño negro, una de esas camisas para corbatas de color gris, quizá tirando a morado, una corbata negra y pienso que el saco debe estar en el auto, definitivamente tenia pinta de ser algo aburrido.
Hice una mueca y caminé por esa cuadra fingiendo mirar uno que otro escaparate de las tiendas que habían, la mayoría de moda, pero hubo uno entre el resto que en serio me llamó la atención. Había un vestido negro de manga larga y encaje, pero se veia hermoso, es demasiado formal para mi gusto, pero debo admitir que al verlo me imagine a mi misma usándolo.
-¿Te gusta? -Reconozco la voz de Sonny hablarme a la oreja, haciéndome dar un saltito y luego pone su mentón en el espacio que hay entre el hombro y el cuello e inmediatamente el ardor de mis mejillas se hace sentir.
-¡Ah! -Grité y me di vuelta para verlo pasmada. -¡No te me acerques así! -Hablé con voz temblorosa y él soltó una risilla.
-¿Te gusta? -Insistió señalando a la vitrina, yo lo mire desconcertada.
-S-sí... pero no creo que tenga el dine...-
-Entonces entremos a comprarlo. -Sonrió. ¡¿Está hablando en serio?! No, no, no... Él en definitiva estaba loco. ¿Cómo iba a pagarle? Seguro que costaba una fortuna y media...
-N-no, no yo no... -
-Entra, yo pago. -Insistió y antes de poder decir una palabra me agarró del brazo y me arrastró hasta el interior del establecimiento y pidió el vestido sin siquiera dejarme articular una oración coherente.
Le dije que no tenía que hacerlo, pero él siguió insistiendo e insistiendo hasta que tuve que ceder, obvio antes me lo tuve que probar, pero no quise salir para que viera cómo me quedaba.
De salida de la tienda y con bolsa en mano le agradecí profundamente y subimos a su auto.
-Gracias de nuevo, Sonny. -Solté en un susurro casi audible.
-Deja de agradecerme ya. -Se detuvo en el alto. -Llevas así desde que salimos. -Soltó un risita
-E-es que siento como si ahora te debiera y no sé... -Dije apenada.
-Nointeresa. -Comenzó a andar.
-¿En donde trabajas? -Pregunté mientras veía por la ventanilla algunos edificios del centro. Tal vez estemos cerca.
-El camino no es tan largo, ahora vamos a Malibú. -¡Genial...! cuarenta minutos sin saber de qué hablar. -Pero iremos trasladandonos a diferentes sitios. -Agregó.
-¿Qué quieres decir? -
-Sorpresa... -Habló misterioso.
En el resto del camino miraba por la ventanilla, las casas, los autos, las personas, todo eso se fue convirtiendo en ruinas de casas o granjas que ya se encontraban en las afueras de Los Angeles. En mi cabeza no se dejaba de repetir las mismas preguntas ¿en donde trabaja? ¿A dónde me lleva exactamente? ¿en qué trabaja?
Hubo un momento en el camino en donde solo veía llanura y aburrida por la planicie monótona y verde mire hacia al frente en busca de algo más interesante, pero nada, solo una aburrida carretera. Sonny aparco en una estación de servicio que había en medio de la carretera, en dónde puedes cargar gasolina, comer, dormir, etc...
-Voy a cargar gasolina ¿Quieres algo? -Preguntó antes de bajar del auto. La verdad tengo mucha sed...
-¿Agua? -Dije dudosa
-Esta bien. -Cerró la puerta del auto y seguido me quité el cinturón, salí del coche y corrí hasta él.
-Sonny, y-yo lo compro, necesito moverme. -Eche una risita.
-Esta bien, pequeña. -Sonrió. "Pequeña" esa simple palabra que me hace alucinar. Muerdo mi labio mirando como saca su billetera y seguido algo de dinero.
-No, yo lo pago -Solté sin más y entre al lugar sin darle la oportunidad de responder, vi de reojo al sujeto del mostrador, era viejo, pero parecía amable, aunque algo pasado de peso, siempre he pensado que cuando los viejos están gordos, -por así decirlo-, son pervertidos, ya sé, ya sé, no debería juzgar a la gente por su apariencia, pero las películas de maniáticos no ayudan. Aunque este sujeto parece todo lo contrario.
Seguí caminando por el lugar en busca de agua hasta que la encontré, casi al final de uno de los tantos pasillos, cerca a los refrigeradores. Tal vez Sonny quiera algo, no le pregunte, ni siquiera le di la oportunidad de hablar, muy bien ______. Al final decidí llevarle una Monster, le pague al amable señor del mostrador, que resultó no ser más que el padre de no más de 6 niñas, ahora entiendo que no podría ser un pervertido con sed de lujuria, ¿que como lo supe? En el momento en el que iba a pagar me dijo sin más "Me recuerdas a una de mis seis hijas, Annie, la menor de todas". Dió una risa ahogada y yo le sonreí sin mucho entusiasmo, empacó lo que había escogido y antes de salir me dio buena tarde. Sí, muy agradable.
Cuando entré al auto Sonny ya se encontraba ahí, listo para continuar con nuestro viaje.
-Te traje algo, no te pregunte que querías así que... -Deje las palabras al aire y le entregue la lata.
-Mmm. -Miro el envase pensativo.
-¿P-pasa algo? -Dije bajito dudando si había sido buena idea el darle eso.
-Es mi favorita. -Esbozo una sonrisa. ¡Bien! Ahora se algo más, le gusta la Monster azul, aunque para mi todas saben igual.
Seguimos nuestro camino hasta por fin llegar a la playa de Malibú, está tan soleado como siempre y por todas partes veo a los turistas con sus mapas con las típicas playeras de flores y gorros para el sol. Luego de unos kilómetros más, entramos a una casa gigante entre las montañas, por fin llegamos a su trabajo. Una lujosa residencia de ventanales enormes, suelo empedrado y todo tipo de flores de colores por donde veas. Bajamos del auto y entramos al lugar. Adentro había unas cinco secretarías, todas en cubículos aparte.
-Buenas tardes, señor Moore. -Habló una de las secretarías, la más joven, de piel bronceada, cabello oscuro y ojos color ocre.
-Buenos tardes -Sonny devolvió el saludo. -Por favor Amy, si alguien viene a preguntar por mí, diles que estoy ocupado -Ordenó y la joven asintió.
Continuamos caminando hasta una puerta de color blanco donde marcaba el apellido "Moore", había mas puertas que decían: Simmons, Marshall, Byington, Ross... Entre otras dos las cuales no recuerdo qué apellido tenían.
-Entra, ______. -Dijo amable e hice caso.
La oficina era totalmente diferente a como me la imagine no era insípida ni gris, cada pared tenia un color distinto y el piso era de alguna alfombra color beige, al final en frente de un ventanal estaba su escritorio, con una laptop y no mas que eso, luego al lado de la puerta había un sofá de color negro, en la pared del lado derecho había una puerta blanca y fotografías de mujeres de hecho estaban por todas partes. Sonny Moore ¿un pervertido...? En la pared del lado izquierdo había una licorera en un tono café envejecido. Si, completamente diferente a como me lo imaginé.
Seguí caminando por la habitación mirando las fotografías de las mujeres, mientras que Sonny abría su laptop esperando a que iniciara y una vez encendida comenzó a teclear sabrá Dios qué. Cada foto era diferente, mujeres con lujosos vestidos, unos exagerados, otros muy formales, otros normales, como los de pasarela y otros como de película, en diferentes poses, sentadas, paradas, acostadas, acurrucadas, dándole la espalda a la cámara, todo tipo de maquillajes, todo tipo de miradas, algunas parecían una bella obra de arte, otras nada más una fotografía como la de un catalogo, catalogo... ¡Catálogos! ¡ES FOTÓGRAFO! Si que eres lenta _____...
Seguí viendo las fotografías de la siguiente pared y hubo una que me llamó la atención. La mujer de piel blanca como de porcelana, labios rojos, ojos verdes que miraban con tristeza y cabello rubio platino, esta mujer ya la había visto en otras fotos, pero esta me hizo mirarla detalladamente. Observaba al camarografo que supongo que debía ser Sonny, peinada como una mujer de la alta sociedad en los años 40, los ojos estaban delineados de negro parecían mas grandes de lo común, el delineador escurría por las mejillas como si hubiera llorado, traía un vestido blanco estilo sirena decorado de salpicaduras negras al final como si la hubieran salpicado con alguna brocha llena de pintura, sexy por donde la miraras, aunque parecía frágil como si con cualquier cosa se pudiera romper.
-¿Quién es ella? -Pregunté sin apartar la vista de la fotografía. -Digo... su nombre.
-Se llama Alice -Se paró junto a mi y luego suspiró con aires de añoranza, acto que me hizo apretar mis labios. Sentí una punzada en el corazón por un segundo... Eso no era bueno ¿O sí?
-¿Pasó algo entre tu y ella? -Fui directa, él me miró y yo a él, esbozó una sonrisa algo forzada y luego él volvió la vista a la fotografía.
-Es mi ex novia. -Soltó sin más.
Y sí, _______ muere por un segundo ¿Cómo no iba a ser su novia?, Sonny es guapo, ella es sexy, veas por donde lo veas son la pareja perfecta, y se ve amable. Me niego a preguntar por qué terminaron, siempre la cago preguntando cosas que no debo. -Aunque se tuvo que ir a París por trabajo. -No tuve que decir nada, ¡que quede claro que no pregunte! -Me ofreció ir con ella, pero no quise. -Él me lo está contando todo, que quede claro otra vez que yo no he emitido palabra alguna.
-Ahh... -Mascullo algo resignada. Silencio, eso hubo por unos pocos segundos.
-¿Te han dicho que cuando estás celosa tu nariz se pone roja? -Soltó una carcajada y lo fulminé con la mirada, pero él solo siguió riendo. ¿Celosa? ¡NO! ¿Cómo voy a estar celosa?
<<¡Si antes odiabas a las modelos, ahora las odias mas!>> ¡Maldita voz en mi cabeza!
-_______ mírame. -Murmura
-¿Qué? -Dije agresiva por culpa de mis pensamientos, voltee la cabeza, y entonces escuché el disparo de la cámara. ¿Qué es eso? -¿Qué haces? -Sonny traía una cámara instantánea en las manos, después de unos segundos la foto salió. Sí, yo con cara de celos y mirada arrogante e irritada.
-Qué linda. -Sonrió y apreté los labios.
-¡Que horrible! Sonny devuélveme esa foto. -Me acerco amenazante dispuesta a quitarle la foto de las manos, pero él logra esquivarme.
-No, mira qué bella te ves. -Me ruborice ante su comentario y me arme de valor para arrebatar la foto de sus manos, pero todo fue en vano, la guardó en el bolsillo de su camisa, no quiero tocarle el pecho... aunque es tentador, ¡Pero no! -¿La recuerdas? -Dijo entregándome la cámara...
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Toqué la puerta de color verde oscuro y después de unos pocos minutos esta se abre dándole paso a una señora muy amable de cabello rubio y largo.
-Hola, buenas tardes... ¿E-esta Sonny? -Dije apenada jugando con mis manos.
-¿Eres una compañera? -Dijo amable entre una sonrisa, aunque su mirada era desconfiada.
-Emm, S-sí, algo así... -Dije entre un susurro.
-¡Bien! En ese caso entra, puedes subir las escaleras, a mano derecha la segunda habitación, él está ahí, linda... -Dijo con una sonrisa cerrando la puerta detrás de mí, seguí las indicaciones de la señora que suponía que era su madre.
Una vez frente a la puerta blanca me detuve un momento y golpee, apenas escucho, "sigue", le doy vuelta al pomo topandome al chico de tabique fracturado recostado en la cama jugando con algo que parece ser una cámara
-Mamá, ¿podrías traer..? Hola. -Dijo desconcertado.
-H-hola. -Contesté apenada. -¿Puedo seguir? -Pregunte cabizbaja.
-Entra, siéntate. -Hizo espacio en la cama con sus pies, seguí hasta su lado y todo fue silencio por unos segundos, lo único audible era alguna canción de Metallica, de la cual no sabía el nombre -¿Cómo te llamas? -Vacilé por un segundo y mire mis manos que estaban puestas en mis rodillas.
-______... -Dije en un susurro.
-Supongo que debes saber quien soy -Echó una risita y luego chilló de dolor. -Jeje... Lo siento aún duele. -Sonrió desganado señalando su nariz. - ¿Te puedo hacer una pregunta?.
-¿Sí..?
-¿Cómo es que me conoces? -No le puedo decir que la única razón por la que entro a la biblioteca es para poder observar en el receso...
-Emm yo... Detuve la pelea. -Dije bajito. Al menos eso es verdad.
-¿Tú eras la chica de dulce voz? -Preguntó animado... Espera ¡¿Qué?! ¿Dulce voz?
-S-sí, creo... -Dije aun mirando mis manos y con mis mejillas pintadas de un suave rosa.
-______, ¿Podrías mirarme? -Preguntó amable y yo obedecí escuchando el disparo de una cámara. -Estoy probando mi cámara. -Sacó la foto y la sacudió -Eres la primera persona con la que la pruebo. -Sonrió
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Esa foto se convirtió en dos, luego en tres, luego en una docena y así hasta convertirse en un pequeño álbum que el tiempo desapareció
-¡No puedo creer que aún la tengas! -Dije alegre y la tomé en mis manos.
-Eres la primera persona con la que la pruebo después de tanto. -Sonrió y lo miré con una sonrisa que no se me quitaba. Acomodé la cámara y le saque una foto a Sonny
-Creo que es justo que yo me quede con esta. -Sonreí y la guardé en el bolsillo de mi pantalón.
-Es justo. -Echó una risita. -Sígueme. -Habló dirigiéndose a la otra puerta que se encontraba en la habitación. Lo seguí hasta el lugar de luces apagadas y él cerró la puerta dejando la habitación en total oscuridad, -Quédate ahí. -Escuche su voz lejana y luego algunos botones, las luces se encienden dejándome ver un estudio fotográfico, con su fondo blanco, luces, cámaras, cables por aquí y por allá y de esas sombrillas para la luz. -¡Tadaa! -Exclama como si fuera una obra al mismo tiempo que estiraba sus brazos señalando todo el lugar. -Tu vas a ser mi modelo hoy. -Soltó sin más. ¡¿Qué?!
-No, no, yo no tengo aire de modelo. -Negué con la cabeza y retrocedí un paso chocando con la puerta.
-¿Quién es el profesional aquí? -Echó una risita, -¡Tina! ¡Robert! pueden salir. -Grito.
Detrás del fondo blanco apareció una mujer rubia, de piel blanca y ojos marrón y seguida a ella un hombre apenas bronceado, fornido, de pelo castaño y ojos del mismo. La mujer se acercó a mi y tomó mi barbilla con dos dedos observando como si de una pieza de arte se tratase, mientras que el hombre solo me miraba de arriba abajo. -¿Q-qué quieres que haga? -Pregunté desconcertada, Sonny se acercó a mí y me susurró en la oreja.
-_____, quiero que poses para mi. -Sentí como sonreía y yo solo me limite a asentir, mi corazón se aceleró en ese momento. Eso suena tan jodidamente sensual que es tentador decir que sí. El hombre me arrastró hasta detrás del fondo blanco, solo pude ver a Sonny sonreír y decirme algo que no escuche.
La mujer me maquilló y me lavó el cabello, lo secó, lo alisó y lo peinó, luego el hombre se encargó de vestirme y al quedar lista no me reconocí, así no soy yo... No acostumbro a usar tacones, ni a maquillarme, ni a utilizar esta clase de vestidos, simplemente no soy yo. Salí por fin de ahí atrás, casi dando saltitos para evitar caerme, Sonny estaba arreglando las cámaras o eso supongo, apenas me vio sonrió y se acercó a unos pocos metros de mi.
-Quiero que camines hasta aquí. -Extendió su mano. ¡¿Quiere que me mate?! ¿y si me caigo? no quiero caer. -_______, Camina... -Insiste con voz gruesa e hice lo que me pidió.
Me siento estúpida haciéndole caso, parezco un perro, en serio. Di un paso tambaleante y luego otro un poco más firme mirando al suelo procurando no tropezar. Me faltaban pocos pasos para llegar, pero un pierna me flaquea y caigo alcanzando a engancharme del cuello de Sonny. -Cuidado, ¿te encuentras bien? -Pregunta preocupado mientras me tomaba de la cintura y me ayudaba a recuperar el equilibrio.
-S-sí, estoy bien, no te preocupes. -Miré los zapatos y luego volví la mirada a Sonny.
Esos hermosos ojos color miel que hacen que mis mejillas ardan y mi corazón se acelere, odio sentirme así. Sonny me ayudó a volver hasta el escenario y me dijo que posara, no me dijo como, no me dijo donde, lo único que dijo es, "Déjate llevar".
La sesión fotográfica empezó, en cada foto que pasaba dejaba de lado la pena y me olvidaba de ser yo, Sonny se veía contento mientras me fotografiaba y decía esas típicas cosas que dicen los fotógrafos, cosas como "así, otra, sigue, perfecto..." su sonrisa lo delataba, quería más y por lo que me dijo en el camino hasta acá, había más. Luego de unas quince fotos distintas, se detuvo, me dijo que me pusiera mi ropa, y le ordenó a los ayudantes que empacar lo necesario, luego de estar listos fuimos hasta la parte de atrás del edificio donde había un camión, no muy grande, pero lo suficiente como para llevar un estudio fotográfico. Sin duda será un día largo.
Recorrimos los lugares más fotogénicos de la costa de California. Me peinaron, alisaron, recogieron, rizaron, enrolaron, halaron, mojaron y secaron el cabello miles de veces, me maquillaron de cientos de formas distintas, me probé diferentes trajes, unos exagerados, otros normales, me aplicaron miles de labiales y combinaron bastante maquillaje, camine en distintos zapatos, bajos, altos, medianos, muy altos, me caí en los brazos de Sonny mil y un veces y me levanté la misma cantidad, pero lo seguiría haciendo siempre y cuando fuera él quien me recibiera. Posé de todas la formas, acostada, sentada, parada, acurrucada, fui a un montón de lugares hermosos que no sabía que existían. Sonny me decía que lo hacía bien, y por la cara de satisfacción que traía en la cara al fotografiarme sabía que no mentía. Me convertí en lo que más fastidio me da.
-Mierda... que cansancio. -Dije con desgano ya lista para ir a casa y me desparrame en la silla del auto como si me hubieran sacado cada parte de mi cuerpo.
-No estuvo tan mal, _______. -Soltó una risita y encendió el auto.
-Eso dices tú que solo tuviste que tomar fotos. -Apoyé la cabeza en la ventanilla y empezamos a andar, por la calle obscura.
-Es pesado para mi también.-Rió levemente. -Por lo menos eres diferente a las demás. -Sonrió
-Es que nunca había hecho esto, es obvio. -Suspire rendida.
-¿Pero te divertiste? -Pregunto curioso.
-Sí... Pero aun tengo una duda, ¿Por qué conmigo? -
-¿Por qué no contigo? -Soltó una risa. En el resto del camino dormí, estaba devastada ¿así es como se sienten las modelos profesionales? No lo creo, ya deben estar acostumbradas...
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Daaaaaaaaamn que capitulo mas pinche largo, ¿ven lo que pasa cuando estoy leyendo algún libro? Este es el resultado UwU jajajajajajaja ok ojala les haya gustado :3 , Nos leemos CHAO CHAO >:)
PD: que tengan un feliz y prospero año :D