- _______ Armstrong, veinticuatro años. Si Starbucks fuera hombre, ya estaría casada - Chista la pelicastaña.
-Lory... No exageres ¿Si? -Me quejo.
-No exagero, es la verdad. -
-¡Claro que no! -Le reclamo.
-¡Claro que sí! Piénsalo ______, has venido más veces a Starbucks en dos semanas, que tenido novios serios en toda tu vida. -Sonríe victoriosa. -Desde que llegaste no haces nada más que venir aquí. -
-¿Tenias que sacar a relucir ese tema? -Suelto un poco indignada
Aunque es verdad, los pocos "noviazgos" que he tenido no han durado más de dos semanas y no han sido nada serio, o por lo menos yo nunca me lo tomé así, ¿Pero aquel muchacho de ojos claros? Como sea... QUE SE CALLE UN MES.
-Bueno, ¿qué te digo? Creo que me gusta más el café que los hombres. -Río entre dientes y bebo mi Capuccino evadiendo el tema.
-Canadá te hizo daño, querida. -Dice cruzando los brazos en su pecho y da una carcajada algo ahogada. -¡Enamorate ya, mierda! Te hace falta. -Echa una risita.
-La última vez que me enamoré DE VERDAD. -Digo haciendo énfasis en el "De verdad". -Termine hecha mierda. -Suelto sin interés
-Eso fue hace años, ¡Yo estuve ahí, _____! ¿Podrías superarlo de una vez? -Dice Lory con evidente molestia y frunce el ceño.
A veces me molesta que Lory sea amiga de la infancia, de toda la vida mejor dicho, siempre sabe cómo y con qué callarme y hacerme dudar, ha estado ahí siempre, hasta cuando estaba lejos... Tal vez hubiera sido mejor haberme quedado en Canadá y no haber cedido ante esa voz chillona detrás del teléfono que decía: "vuelve a Los Angeles, viviremos juntas, será divertido".
¿Aún estoy a tiempo de volver o me quedo en el lugar que por catorce años fue mi hogar? Ya empezaba a extrañar Los Angeles, es cierto, pero con Lory como compañera será todo un lío, está loca, -en el buen sentido- sin duda será un año largo.
Mire hacia la ventana y bufé resignada.
-¡Wiii! Creo que gane otra vez -Levanta los brazos victoriosa.
¿Acaso era alguna competencia de "quien hace callar a quien"? La mire con cara de pocos amigos y ella sonrió.
-Oye ____, ¿ya te diste cuenta? -Dijo en voz baja, acercándose un poco a mi cara.
-¿De...? -Levanté una ceja mirándola sin mucho interés. Ella toma un pedazo de postre, lo mete a su boca y señala disimuladamente con la cuchara hacia un sujeto que estaba a unas dos mesas de distancia.
-Ese sujeto te está viendote. -Dirigí la mirada disimuladamente hacia el tipo de cabello largo y negro como la misma noche, lo mire sin importancia y eche una risita burlona.
-¡Obvio no! -Di una risilla y aclare mi garganta, -Te está viendo a ti, guapa. -Sonrío con burla y yo le mandé un beso coqueto.
-_______, estás ciega, parece como si quisiera echarse encima tuyo. -Se carcajea ruidosamente llamando la atención de algunas personas.
-En tus sueños. -Me recosté en el espaldar de la silla y volví la mirada a la ventana. Ella rueda los ojos y bufa.
-Como quieras... -Vuelve a la vista a su plato y da una ligera risa. -Creo que ya se dio cuenta de que lo vimos.
- No, tú lo viste -Le recalque señalándole y achinando los ojos al verla. -Yo no le he puesto ni la más mínima atención. -Dejo que mi cabeza caiga un poco hacia atrás. -Además no perdería el tiempo mirándome. -volví la cabeza y observé mis manos que todo el tiempo estuvieron sobre la mesa.
-Te está viendo a ti, créeme. Llevo un tiempo mirándolo de reojo y te sigue con los ojos -Deja la cuchara a un lado a lo que yo rió algo asustada
-Eres mas acosadora que él, Lory. -Doy una pequeña carcajada y bebo de mi Capuccino.
-Y por eso iré a hablarle. -Suelta sin más.
Trago gordo el café que aún estaba en mi boca y toso un poco procurando no atragantarme con el líquido o peor, escupirle en toda la cara.
-¡¿Estás loca?! -Exclamé en un tono subido. -Ni lo conoces. -Le dije desconcertada. -A-además será raro ¿no...? Tal vez se asuste. -
-Si está mirando para acá, ¿por qué se tiene que asustar? -Bueno, no se como discutirle eso...
Lory busca entre su bolso un brillo y lo aplica delicadamente en sus labios.
-Ya estoy... -Sonríe.
- Le vas a hablar, no a besarlo... -Digo siendo poco simpática y ella hace una mueca.
- Ya vuelvo, no lo arruines, _______. Te haré un favor. - ¿Favor? ¿podría estar más loca?
No puedo dejar que vaya, sé que va a hacer o decir algo mal y terminaré avergonzada, no quiero que la poca dignidad que conservo se vaya por el caño por culpa de esta maniática.
-¡NO! No vayas. -La cojo del brazo y la traigo de vuelta a la mesa haciendo algo de ruido y atrayendo la mirada de algunas personas que estaban en el lugar. Parece que mi intento de no llamar la atención se va directo a la mierda. Da una carcajada algo ruidosa y finge quitar una lágrima de su ojo.
-______, mírate estas muy roja y creo que el tipo misterioso se dio cuenta. -Farfulla entre risas.
-¿Como sabes? -Dije bajito en un intento de no llamar más la atención.
-Bueno... Vi como se le escapó una risilla ante tu "acto desesperado". -Habla entre risas. Acabo de llegar a Los Angeles y ya soy el hazme reír ¿exagero?
-Alguien mateme. - Me quejo.
-Tranquila, solo quiero saber su nombre. Nada más, además es guapo. -Ríe con picardía. -Si tu no lo quieres, yo sí. -
-Bueno si, pero... La vas a cagar Lory, siempre la cagas. -Suelto algo desesperada.
-¡OYE! -Ríe fingiendo indignación. -Mmm... ¿Entonces irías tú? -Levanta las cejas y me mira con una media sonrisa. Joder de alguna manera presentía esta situación extraña
-¡No, no y no! Me niego rotundamente a participar en esto. -Respondo sacudiendo mi cabeza rápidamente.
-Entonces ya vuelvo. -Se levanta de la mesa amenazante.
-¡QUÉDATE AQUÍ! -La cojo de nuevo del brazo y hago que se siente.
-Si no voy yo... Irás tú, sabes que no te dejaré de insistir, ______. -Suelta una sonrisa burlona.
Si no paro esto aquí, se pondrá todo raro. No me queda de otra, además... Es mejor que lo haga yo, antes de quedar expuesta como una desesperada, porque de seguro esa era su intención. Bufo y aclaro mi garganta.
-Ok, y-yo iré. -Suspiro rendida.
-¡GENIAL! Te espero aquí. -Sonríe mostrando sus dientes y la observó con cara de querer asesinarla. Odio siempre ser tan fácil de convencer.
-Esta bien... -Suspiro en un hilo de voz y me levanto de la mesa.
Cojo aire y recorro el lugar con la mirada intentando actuar natural. Podía sentir la mirada de Lory sobre mi casi como empujándome y eso me molestaba ¿Qué estoy haciendo? Joder.
-Anda _______, ¿qué esperas? -Mierda y doble mierda.
¿Es posible sentirse más nerviosa de lo normal? Y para empeorar las cosas, nunca he sido buena hablando con los hombres y menos si son desconocidos. Terminaré diciendo estupideces "Hola soy _____ y-y... Tú nombre... Desesperada" Y el mundo explota. Esa es la única conclusión que se me ocurre hasta ahora.
Miro al sujeto intentando acercarme de una manera menos directa, sus ojos se cruzan con los míos, esos ojos color miel... Siento mis mejillas arder, seguido de ese cosquilleo raro que no sentía hace tiempo, era tan familiar, algo en él me parecía conocido... Recuerdos borrosos llegaban a mi, como una ola golpeando con toda la fuerza a un arrecife.
Una sonrisa inconsciente se coló de entre mis labios al ver que el sujeto me sonreía con tanta alegría que podría penetrar hasta el alma más perturbada. Escucho, probablemente en mi cabeza, una risa familiar, un susurro reconfortante, una imagen borrosa como si de una vieja película se tratase y me parece volver a sentir el vago contacto de una mano sosteniendo la mía... ¿Quién es él? Pude ver como movía los labios y luego volvía a sonreír ¿qué dijo?
Parecía como si las personas del lugar rieran y hablaran con tal potencia, que el ruido salido de un altavoz no se escucharía, los colores se volvían más fuertes, las risas más agudas y todos parecían hablar al mismo tiempo confundiéndose y para contrarrestarlo, la extrañeza que en ese momento traía en mi cabeza tampoco ayudaba mucho. Trago gordo y doy un paso hacia atrás chocando contra la mesa, me doy vuelta y rápidamente cojo a Lory del brazo y la saco a rastras de ahí. Ya había pagado así que salí sin problema.
El olor a café se desvanecía conforme me alejaba del lugar, los gritos de Lory pidiendo una explicación se mezclaban con el ruido de los carros y las voces en mi cabeza que hablaban al mismo tiempo diciéndome cosas que quizá en otro tiempo, hubiera entendido. En mi mente no dejaba de ver esos ojos color miel llenos de nostalgia y esos delgados labios que marcaban una sonrisa y emitían palabras que no comprendía.
Sacudí mi cabeza tratando de aclarar todo mientras caminaba y arrastraba a Lory del brazo.
-¡_______! ¡______! -Se suelta de mi agarre y se planta en frente mío haciéndome reaccionar, aunque no del todo, mi cabeza aún seguía dando vueltas. -¡¿Me podrías explicar qué pasa?! -Habla con voz firme y yo la miro completamente desconectada de la realidad.
Trago gordo y aclaro mi garganta dispuesta a explicar algo, pero las palabras no querían salir con la claridad que yo deseaba.
-Y-yo... no tengo idea. -Desvio la mirada.
-¡¿Cómo que no...?! -Bufa molesta poniendo en blanco los ojos. -Al menos tomé mi bolso.
-Lo siento, yo... Entré en pánico. -
-No interesa -Me interrumpe. -Solo vamos a algún lado y me lo explicas. -
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-¿Entonces era él? -Me mira y levanta una ceja.
-No, no sé... Es que - Suspiro sin saber qué decir.- No lo sé. -
-¿Entonces? Ay, explícame _______. No entiendo ¿era o no era? -Da un sonoro suspiro algo exasperada.
-Es que se parecía. Los ojos, la nariz, los labios, el cabello... -Bebí de mi soda y seguí caminando al borde de aquel lago iluminado por las luces de los edificios que estaban detrás de los árboles. -Creo que dijo algo. -
-¿Qué? -
-No sé, no lo escuche - Suelto una risa nerviosa.
-Por Dios ______. Eres un caso. -Suspira. -¿Sabes qué? Ya me confundí, dejemoslo así, vamos a casa... Tengo frío. -Dice completamente rendida.
-Sí, quiero recostarme. -
En el camino no dije nada, solo escuchaba a Lory hablar, hablar y hablar de cosas a las que yo no ponía ni el más mínimo cuidado o solo respondía con una sonrisa. ¿Quién era él? Creo haberlo visto antes, pero... Debió haber sido hace mucho o quizá, es solo mi mente jugando conmigo.
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Entramos a casa y Lory se dejó caer en el sofá dando un suspiro de alivio.
-_______, ¿quieres chocolate? -
-No, estoy bien. Iré a mi habitación. -Digo sin ganas
-Como quieras. -Se levanta del sofá y desaparece por la puerta de la cocina.
Me dirijo a mi habitación sin muchas ganas, cierro la puerta detrás de mí y me dejo caer en la cama boca abajo. Me sentía del asco, y por si fuera poco esa escena en el Starbucks no dejaba de repetirse en mi cabeza.
- ________, olvídalo ya...- Por Dios, no puedo, maldito subconsciente.
Me levanto de la cama y me coloco la pijama, saco de mi mochila mi laptop y me quedo un rato descargando nueva música.
Abrí los ojos y miré el reloj que había a un lado, la hora marcaba las 10:45 AM. Hoy me levanté más tarde de la hora que acostumbro. Salí de la cama de un salto. Cuando mis pies hicieron contacto con la baldosa fría sentí un escalofrío recorrer mi espalda.
Entre al baño y me di una ducha, salí me envolví en una toalla y me dirigí a mi habitación. Sequé mi cuerpo y envolví mi cabello en la toalla para evitar que gotas cayeran en mi espalda. Me coloqué unos jeans basícos, un suéter negro y unas zapatillas del mismo color. Desenvolví mi cabello y lo peine aun húmedo. Salí al salón y note que Lory estaba en la cocina.
-Buenos días, _______. Te levantas tarde. -Dijo ella asomándose por el umbral de la puerta, parece mi madre. No pude evitar reír.
-Buenos días. -Le sonreí y empaqué el libro que deje por fuera de la mochila
-¿A dónde iras? - Pregunta.
-¿A dónde crees? -Suelto obvia dando una pequeña risa
-Starbucks... -Bufa rodando los ojos y dando una risa.
-Sip... -Coloco mi mochila colgando de un hombro y me dirijo hacia la puerta.
-Enserio, _______. Un día de estos despertaras atada a la cama para que no te vayas y te obligare a comer lo que preparo hasta que estalles. - Ríe malvada.
-Haz lo que quieras, hasta que eso suceda, desayunaré ahí. -Doy una carcajada y salgo del departamento sin escuchar lo que acababa de decir, de seguro debe ser una tontería de esas que solo ella se le ocurren, así que no me moleste en volver a abrir la puerta para preguntar por lo que dijo.
Caminando hacia el lugar al que oficialmente ya acostumbro, pensaba sobre ¿Qué pasaría si ese sujeto está ahí de nuevo? ¿pasaría de otra vez? ¿Se me acercaría para decirme que solo me pedía azúcar? ¿Se reiría de mí por ser tan tonta? Es absurdo, lo sé, pero podría ser una posibilidad ¿Será el hombre por el que una vez lloré o solo eran alucinaciones mías después de tanto tiempo de no estar aquí? Así lo creía, hasta que en la puerta de aquel lugar con aroma a café que inundaba tu respiración choqué.
Mire a sus ojos e inmediatamente lo pensé todo... Si no hubiera salido diez minutos más tarde de la hora que acostumbro, si en la esquina no me hubiera detenido para atar los cordones de una de mis zapatillas, si una cuadra antes de llegar no hubiera retrocedido para evitar haber sido atropellada por un motociclista que se pasó el semáforo en alto y si no me hubiera detenido unos pasos antes de llegar a la puerta para disculparme con una señora mayor por haberme chocado con ella, tal vez hubiera tenido tiempo de entrar, sentarme en la mesa a un lado de la ventana y apenas sentir el aire que entra por la puerta cuando se abriera y él saliera. Tal vez así, no me hubiera percatado siquiera de su presencia. El destino, dicen...
-Hola ______. -Ahí estaba él, más grande, más maduro. Sonny Moore, el chico de secundaria.
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AHH :D OJALA LES HAYA GUSTADO UwU no se cuando subiré el otro capitulo :3 xD gracias por leer, las amo xD
EDIT: Las nuevas políticas de Wattpad me tienen sin noche xd esta historia será la primera en ser editada, actualmente ando mejorando temas de redacción porque apenas tenía 14 años cuando escribí esto.
Espero que todo lo que leerán a partir de este capítulo, sea de su agrado. No quisiera perder ninguna de mi historias, dan cringe, pero las hice en una época en donde todo era más fácil, me traen recuerdos bonitos así que las estaré migrando a otra plataforma.
Chao chao :v