Mirarte Dolía |Completa

By MaggieCrossMay

686K 29.3K 7.8K

Adrien es mujeriego Adrien es problemático Adrien no es el príncipe azul Adrien es un desastre Adrien te har... More

Ese chico me gusta ♡
Prólogo ♡
Capítulo 1 ♡
Capítulo 2 ♡
Capítulo 3 ♡
Capítulo 4 ♡
Capítulo 5 ♡
Capítulo 6 ♡
Capítulo 7 ♡
Capítulo 8 ♡
Capítulo 9 ♡
Capítulo 10 ♡
Capítulo 11 ♡
Capítulo 12 ♡
Capítulo 13 ♡
Capítulo 14 ♡
Capítulo 15 ♡
Capítulo 16 ♡
Capítulo 17 ♡
Capítulo 18 ♡
Capítulo 19 ♡
Capítulo 20 ♡
Capítulo 21 ♡
Capítulo 22 ♡
Capítulo 23 ♡
Capítulo 24 ♡
Capítulo 25 ♡
Capítulo 26 ♡
Capítulo 27 ♡
Capítulo 28 ♡
Capítulo 29 ♡
Capítulo 30 ♡
Capítulo 31 ♡
Capítulo 32 ♡
♡ Booktrailer ♡
Capítulo 33 ♡
Capítulo 34 ♡
Capítulo 35 ♡
Capítulo 36 ♡
Capítulo 37 ♡
Capítulo 38 ♡
Capítulo 39 ♡
Capítulo 40 ♡
Capítulo 41 ♡
Capítulo 42 ♡
Capítulo 43 ♡
Capítulo 44 ♡
Capítulo 45 ♡
Capítulo 46 ♡
Capítulo 47 ♡
Capítulo 48 ♡
Capítulo 49 ♡
Capítulo 50 ♡
Capítulo 51 ♡
Capítulo 52 ♡
Capítulo 53 ♡
Capítulo 54 ♡
Capítulo 55 ♡
Capítulo 56 ♡
Capítulo 57 ♡
Capítulo 58 ♡
Capítulo 59 ♡
Capítulo 60 ♡
Capítulo 62 ♡
Capítulo 63 ♡
Capítulo 64 ♡
Capítulo 65 ♡
Capítulo 66 ♡
Capítulo 67 ♡
Capítulo 68 ♡
Epílogo ♡
Agradecimientos

Capítulo 61 ♡

5.5K 289 47
By MaggieCrossMay

    Los tres días han pasado rapidísimo, salidas con Adrien, salidas con amigas, risas y llantos previos, y despedidas; y más risas, y más llantos. Aún no se ha acabado el ciclo escolar, quedan… sólo cinco minutos.

    Toda la clase se encuentra en silencio, contando los segundos que pasan, y mirando la hora del celular como si el hecho de permanecer con la vista fija ahí fuera a apresurar el tiempo, o quizá a detenerlo.

    No es como los otros años, esta vez, sonará el timbre que anuncia el fin de las clases, y no será sólo por tres meses, será para siempre.

    Observo mi celular. Un minuto.
Soy de las que quisieran detener el tiempo, para darme un poco de espacio para asimilar los fuertes cambios que se avecinan.

    Las risas compartidas con las chicas, y los chicos, sentados en mesas de a grupo. Los recreos, aquellos momentos entre amigas en nuestro lugar predilecto. El bufé donde infinidad de veces he estado. La biblioteca, mi espacio de paz… todo eso desaparecerá, dejará de ser parte de mi vida cotidiana.

    Exhalo aire en el preciso momento en el que el estruendoso timbre resuena por todo el instituto y a la vez mis compañeros gritan alegres y eufóricos.

—Bueno se ha acabado— murmura Adrien en mi oído.

    Volteo la mirada hacia él, y me da un rápido beso en la mejilla.

—Anda guarda tus cosas, es hora de hacer desastre.

    Entorno los ojos, pero accedo a lo que me dice que haga.

    Todos guardan sus cosas apresurados, y salen casi corriendo del aula, cantando y gritando.

—No puedo creer que ya no vamos a volver— dice Karol, pasando por al lado de mi mesa y deteniéndose para darme un abrazo. Correspondo a su abrazo, y me pincha un poco más la nostalgia, tampoco yo puedo creer que al año siguiente no vayamos a volver.

—Justamente por eso, te ofrezco despedirnos a lo grande— le dice Adrien a Karol, sacando de su mochila una pistolita de juguete.

    Karol arruga el entrecejo y me mira, pero yo me encojo de hombros. No tengo la más remota idea de lo que se trae.

—¿Y para qué es esto? — pregunta ella.

—Para divertirnos un rato— le dice Adrien tomando de mi mano y conduciéndome fuera del aula— ¡Ey vamos, que es nuestro último día!

    Se me forma un pequeño nudo en mi garganta al oírlo.

    Él está contento, se le nota. Y yo, también… pero a la vez me entristece que sea este el último día.

    Me cargo el bolso al hombro y Adrien toma de mi mano, para salir juntos del aula. 

    Karol nos sigue, y en la puerta nos encontramos con Vic y Malena.

—¿Por qué se tardaban tanto?— nos reclama Vic.

—Liz estaba guardando sus cosas— le explica Karol.

    Caminamos juntos hacia el patio, y estamos por llegar cuando Karol le dice a Adrien.

—Sigo sin comprender para qué me has dado esto…

    No termina de hablar, y tampoco es necesario que lo haga, ni bien pisamos el patio nos recibe un baldazo de pintura color verde fosforescente.

    Chillamos las tres a la vez, y escucho la risa de Adrien.

—A esto me refería con hacer desastre— nos dice.

    Veo al resto de todos los alumnos de último año,  han desatado una batalla campal con pintura de colores, en medio del patio.

    Sebastián se acerca a nosotras, y trae con él una pistola de juguete igual a la que Adrien le entregó a Karol, apunta directamente hacia Vic. Ella se cubre, le grita algo, y luego sale corriendo detrás de él.

—¿Cuándo han planeado esto?—pregunta Karol.

—Fue idea de todos los chicos— le cuenta Adrien.

—Creo que es la primera vez que tienen una idea tan fascinante— dice.

    Dicho esto codea a Malena para perderse en la batalla.

    Me volteo para mirar a Adrien, tiene pintura verde en la mitad de la cara, y el resto de la ropa casi cubierta. Mierda, incluso así me parece precioso.

—¿Por qué me miras tanto?— se arrima a mí, y toma de mi nuca, acariciándome circularmente.

    No creo contar con tanta suerte y seguir viéndome esplendida con el pelo todo pegoteado, y la cara  verde. Pero él me mira como si luciera perfecta.

—Me veo horrible— murmuro.

—Creo que me gustas más así—bromea.

    Me echo a reír, y agacho la mirada, toma de mi mentón y vuelvo a subir mi vista hacia sus ojos.

    Y son segundos en los que me sumerjo en recuerdos. Aquí fui donde lo conocí, dónde me enamoré, donde lloré, donde fui feliz. Todo fue aquí, en el instituto, en el último año.

    Me besa, me arrima más a él, y coloca su otra mano en mi cintura apretándome más. Apoyo mi mano en su pecho y correspondo el beso, hasta que el fuerte impacto de otro baldazo de pintura impacta en nosotros, y no podemos más que echarnos a reír y continuar besándonos sin que nos afecte demasiado.

***

    La graduación fue aún más difícil y emotiva  que el último día de clases. A pesar que después de la batalla de pintura que desatamos en medio del patio del instituto, nos hemos juntado todos para ir a pasar el día en la casa de uno de los chicos, y todo fue tan divertido, estuvimos tan unidos y felices, que pensar en el hecho de que la mayoría de nosotros no volveríamos a vernos se tornó lo suficientemente doloroso como para que sintiera la necesidad de querer largarme a llorar, sin embargo no lo hice, y guardé mis lágrimas para más tarde.

    Y  más tarde fue la graduación.

    Me consta que no fui la única que se echó a llorar durante la entrega de diplomas y los discursos de despedida. No podía dejar de apretar fuerte la mano de Adrien, que se hallaba a mi lado; se veía increíblemente guapo. El traje azul oscuro le calzaba perfecto. La primera vez que lo vi me quedé  estupefacta, no podía creer que era él. No creí que fuera a ponerse un traje, ni en el mejor de mis sueños. Me había dicho tiempo atrás que la graduación le importaba poco y nada. Así que no me esperaba tal sorpresa.

    Estaba precioso. Demasiado diría, nos tomamos unas cuántas selfies antes de salir al auditorio, y seguía preguntándome si realmente él era mi novio, o todo lo estaba imaginando. Cuando pienso que puedo acostumbrarme a su belleza, se pone un traje y la costumbre se me va al tacho.

—¿Te he dicho lo hermosa que te ves con ese vestido?

La voz de Adrien me sobresalta, y doy un respingo, pero sonrío y me relajo cuando veo que se trata de él.

    Me observa fijamente apoyado en el umbral de la puerta del baño de mujeres.

    Me termino de dar una repasada de lápiz labial, y guardo el maquillaje en mi mini cartera. Creo que es la primera vez que yo misma me siento linda.

—¿Qué estás haciendo aquí? ¿En el baño de mujeres?

    Arquea una ceja, y luego se encoge de hombros, se para derecho y camina hacia  a mí.

—Da igual, ya casi no queda nadie.

    Frunzo el ceño.

—Oh entonces, vamos a darnos prisa, las chicas se irán…

    Intento salir, pero toma mi brazo suavemente.

—Liz, Liz…

    Lo miro.

—Las chicas ya se han ido, luego nosotros iremos a la fiesta. Pero antes, tú y yo tenemos algo pendiente.

    Sus ojos celestes se oscurecen, pero no puedo comprender.

—Sígueme.

    Me toma de la mano y me conduce fuera del baño. No se oyen ruidos, realmente parece que ya se han ido todos y eso me preocupa, pero no digo nada porque quiero saber que se trae Adrien entre manos.

    Caminamos por los pasillos del instituto, y me veo confundida cuando nos encontramos frente a la biblioteca.

—¿Qué…?

     No me deja acabar la frase, me mete dentro de la biblioteca, y luego cierra la puerta.

     Parpadeo sorprendida, mirándolo casi con la boca abierta. Hace unos minutos nos graduamos, y puede que todavía quede gente en el instituto, y tenemos que ir a  nuestra fiesta de graduación, a la que ya estamos llegando tarde.

—Adrien, vamos, es una locura— digo riendo realmente.

—Oh por favor ¿Que no era está tu mayor fantasía?... ¿Lo recuerdas?

    Se acerca a mí y toma de mi cintura, apoyo ambas manos en su pecho, todavía me estoy riendo.

—No, nunca he dicho eso.

—Vamos Liz, sé que siempre lo has querido.

    Besa mi mejilla.

—Adrien, alguien puede vernos…

—Nadie va a venir. Por favor.

    Besa mi cuello, y cierro los ojos.

—En este sitio fue cuando te hablé por primera vez ¿Recuerdas eso? Aquí fue donde te hice la marca del vampirito—Muerde mi cuello, y jadeo en cuanto se aleja— ¿Lo ves? También quieres hacerlo aquí.

—Pero…

—No hay peros.

    Y no espero más, rompo con la distancia y acepto su propuesta besándolo con frenesí. Mis manos acarician su pecho por encima de su traje, y sus manos bajan hasta mis glúteos acariciándome con fuerza. No dejo de besarlo cuando siento que me levanta al aire, y no tardo en enroscar mis piernas en su cintura.

—Estas, estás loco— murmuro.

—Por ti— dice mordiéndome el labio.

    Me sienta sobre el escritorio, y siento el frío de la madera en los glúteos, la falda del vestido casi se me ha subido hasta la cadera.
Empiezo a jadear cuando siento su mano acariciar mi entrepierna por encima de las bragas. Me besa el cuello, y me aferro a él atrayéndolo más a mí. Corre a un lado mis bragas e introduce un dedo para tocarme.

—Y decías que no querías— murmura en mi oído.

—Quiero— digo jadeando.

—Lo sé.

    Ataca mi boca y me besa con vehemencia, mientras maniobra con rapidez para bajarse el pantalón de vestir, pero parece que tiene problemas con eso, y me largo a reír.

—Déjame ayudarte— digo.

    Le bajo los pantalones, y toco intencionalmente su miembro duro por encima del bóxer.

—Necesito sentirte ya mismo— dice.

    Aparta mi mano y se baja el bóxer, saca un preservativo y se lo coloca con urgencia. Con su ayuda nos deshacemos de mis bragas, y una vez fuera la ropa interior de abajo, abre mis piernas un poco más, sujeta de mi cintura y me atrae hacia él, me prendo de su cuello y gimo en su oído cuando entra en mí. La sensación es de puro placer. Sale y vuelve a entrar con más fuerza, y me muevo a su ritmo, con una mano agarra mi cabello, y tira de él desarmando mi peinado.  Pero no me importa, no me importa nada que no sea él en este momento. Ni siquiera me importa que alguien pueda escuchar nuestros gemidos, o el ruido que está haciendo el escritorio. Simplemente me dedico a sentir el placer de las embestidas, de su cuerpo y el mío unidos. Me dedico a dejar que fluya la adrenalina.

    Y sigue entrando y saliendo de mí, y me estoy perdiendo del placer, y tampoco estoy pensando en el hecho de que estamos llegando tarde a la fiesta, y  que mis amigas deben estar preguntándose donde demonios me he metido.

    Jadeo fuerte.

    No me importa. Me hace olvidarlo todo, y relajarme completamente.

    Mi cuerpo se tensa, y siento que el de Adrien también. Me aferro más a él, y tiro de su cabello corto en cuanto ocurre esa explosión dentro de mí que me hace caer rendida. A Adrien le sucede igual, y me doy cuenta porque sus músculos se relajan y apoya su cabeza en mi hombro. Su respiración suena entre cortada, al igual que la mía. Me abraza, y nos quedamos así por segundos, recuperando el aliento.

       *****************************

Hola!! Lo prometido es deuda, así que aquí les dejo el siguiente capítulo. Espero que lo disfruten y muchísimas gracias por los lindos comentarios que me han dejado en el capítulo anterior. Realmente me dan mucho motivación para continuar adelante.
Les aviso que estamos cerquita del final, no se cuánto exactamente, pero no queda mucho.
En fin, sin nada más que decir, les deseo que tengan un hermosa semana. Nos estamos leyendo pronto preciosuras ❤️❤️❤️

Continue Reading

You'll Also Like

13.5K 1.1K 36
- Ug soy estúpida. -¡para! -¿que pasa? -tu sabes que odio a la gente estúpida, pero a ti te amo, asique no puedes ser estúpida. ⚠️PROHIBIDA SU ADAPT...
39.9K 1.2K 44
"me gustaría ser más cercana los chicos del club, pero supongo que todo seguirá siendo igual, no?"
506K 34.8K 47
Ella no es la típica chica objeto de acoso por parte de su profesor. ¡Eso jamás! Verónica es... la acosadora, la desquiciada, loca y pervertida estud...
26.4K 1K 39
Sabía que no estaba bien, sabía que me iba a hacer daño pero no podía evitarlo... Él era mi condena y yo era su sentencia. Las reglas siempre habí...