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―Hermano Zhifan, el abuelo siempre te ha amado tanto. Sabes... sabes que estaría furioso si lo sabe. Entonces Wei Han y el abuelo: ¿a quién vas a elegir? ―Wu Yunqi preguntó con cautela, sus ojos llenos de preocupación.
Qi Zhifan pareció distraído por un momento y débilmente dijo: ―Todavía eres joven. No entiendes este tipo de cosas.
―¡Quién dice que no entiendo! ―Wu Yunqi respondió de inmediato: ―Escuché a mis padres decir más de una vez que el tío no lo escuchó, por lo que el abuelo no quiere ver al tío ahora. Si no fuera por tía que te está dando a luz, entonces ni siquiera podría tener ninguna relación con tu familia incluso hasta que muera.
Wei Han, al otro lado de la puerta, escuchó esto y su rostro se puso pálido.
De hecho, el estado del Viejo Maestro Qi de la familia Qi en toda la familia era alto. En la plenitud de su juventud, Qi Hao se rebeló repetidamente contra su padre y no quería heredar el negocio de su familia, sino que eligió ser un oficial de policía. Incluso insistió en casarse con la Madre Qi, que no tenía antecedentes. Tanto el padre como el hijo eran de carácter terco, por lo que rompieron sus relaciones de esta manera.
Pero más tarde, debido a la aparición de Qi Zhifan, este nieto, la relación entre padre e hijo disminuyó ligeramente y los otros miembros de la familia se atrevieron a entrar en contacto con su familia.
¿Pero qué hay de él y Qi Zhifan? No solo era el hermano mayor en nombre de Qi Zhifan, sino que también eran dos hombres adultos. Tampoco podía dar a luz a un bisnieto para invitar a la afición del Viejo Maestro.
Con la mención del Viejo Maestro de la familia Qi, el tema se volvió cada vez más pesado. Qi Zhifan se frotó el espacio entre las cejas y luego cubrió a la primita con la colcha. ―Bueno, Yunqi, ya es tarde, deberías dormir.
―Hermano Zhifan... ―susurró Wu Yunqi. Al ver también las dificultades de Qi Zhifan, ella no continuó. ―Bién, buenas noches.
Después de que la primita se fue, pasaron otros tres días.
Esta mañana, Qi Zhifan llevó a Wei Han a la gran mansión de la familia Qi. Después de retirarse, el Viejo Maestro Qi quería vivir en silencio y se mudó del bullicioso centro de la ciudad y compró una casa en el área escénica del suroeste.
Separados por una cerca negra, Wei Han siguió pensando que una vez que pusieran sus cartas sobre la mesa, ¿no se pondría furioso el viejo maestro? Y las consecuencias fueron un poco difíciles de imaginar.
De repente, Wei Han agarró la esquina de la ropa de Qi Zhifan. ―Bicho raro, mi ... mi cabeza está un poco mareada.
―¿Mareado? ―Qi Zhifan estaba un poco sin palabras. ―¿Entonces tus ojos también están borrosos?
Wei Han asintió de inmediato, frotándose las sienes y entrecerrando los ojos. ―Mhm, eso es. ¡Puedo ver imágenes superpuestas! Entonces quiero regresar y descansar. Volveremos otro día.
Las palabras terminaron, Wei Han quería girar la cabeza y el cuerpo, pero al segundo siguiente, Qi Zhifan lo atrapó. ―Hey, a este lado. Puedo llevarte adentro para que descanses.
―¡Aiyo! ―Wei Han gritó, agachándose apresuradamente con las cejas y los ojos fruncidos. ―Bicho raro, mi... me duele el estómago.
Las cejas de Qi Zhifan se sacudieron y lo levantó de nuevo. ―Tenga la seguridad de que mi abuelo tiene un médico. Incluso si tienes más enfermedades, él puede curarlas por ti.
―Uh... ―Wei Han era tonto, sus ojos giraban. ―Bicho raro, he aumentado de peso recientemente. Espera... espera hasta que sea más delgado antes de que regresemos, ¡ah!
La voz no había caído cuando Wei Han se liberó de Qi Zhifan y de repente se escapó.
Mirando la espalda de Wei Han, Qi Zhifan que quedó atrás tenía una cara llena de líneas negras: ―......
Wei Han, ¡esta enfermedad asustada debe ser tratada!
Así que en casa, Qi Zhifan hizo lo que había dicho y le dio a Wei Han el 'tratamiento' adecuado.
Por el momento, Wei Han fue dominado por Qi Zhifan en el sofá. Tenía las manos atadas firmemente con la corbata y se alzaba sobre su cabeza.
Desde el dobladillo de su ropa, la gran mano de Qi Zhifan se demoró en el pecho de Wei Han y luego agarró el pequeño punto rojo de su lado izquierdo.
―¡Ah! ―Wei Han no pudo evitar gemir, parpadeando lastimosamente. ―Bicho raro, duele... duele ah.
―¿También sabes que duele? Creo que corriste bastante rápido esta mañana.
―Lo... lo siento ―, susurró Wei Han. También sabía que estaba equivocado.
―¿Crees que puedes decir algo y eso sería suficiente? ―Qi Zhifan frunció los labios y se burló. Luego, una vez más, pellizcó sin piedad ese pequeño punto rojo, el dolor hizo temblar a Wei Han.
Luego, Qi Zhifan se inclinó y mordió lentamente el lóbulo de la oreja de Wei Han, su cuello y clavícula, y al mismo tiempo, su mano no dejó de torturar el cordón izquierdo de Wei Han mientras seguía jugando con el derecho.
Con las manos atadas, Wei Han no pudo alejar a Qi Zhifan en absoluto. Sus ojos lentamente se pusieron rojos y húmedos, y solo podía torcer su cuerpo con dificultad.
A plena luz del día, Qi Zhifan solo había querido castigar a Wei Han un poco, pero las sacudidas de Wei Han eran demasiado feroces, frotando aquí y moliendo allí, aumentando gradualmente el deseo de Qi Zhifan.
Finalmente, soltando los dos pequeños puntos rojos en el pecho de Wei Han, Qi Zhifan se quitó los pantalones de Wei Han.
Wei Han, firmemente encadenado, no pudo resistirse. Solo podía permitir que Qi Zhifan separara sus piernas, pero también le permitía poner sus piernas desnudas sobre sus hombros. En este momento, el vergonzoso lugar de Wei Han debajo estaba completamente expuesto a la ardiente vista de Qi Zhifan.
Qi Zhifan pudo ver claramente que la pequeña cosa frente a Wei Han también colgaba dócilmente su cabeza, mientras que el agujero en la parte posterior estaba ligeramente abierto, pero también tenía un toque de brillo.
¿En realidad tan mojado? Qi Zhifan sonrió sombríamente y extendió la mano con un dedo con malas intenciones.
El cuerpo de Wei Han se arqueó de inmediato, y nerviosamente dijo: ―Bicho raro, tú... ¿qué estás haciendo?
¿No estaba preguntando claramente cuando ya lo sabía? Qi Zhifan no se molestó en responder a este tonto y agregó otro dedo, revolviendo lentamente dentro. Sus delgados y ágiles dedos giraron, engancharon, frotaron y apretaron el interior y, de repente, presionaron el punto más sensible de Wei Han.
―¡Nn ahh! ―Junto con el gemido de Wei Han, la esencia que quedaba de la noche anterior también se derramó lentamente. Los dedos de Qi Zhifan se estiraron y también sacaron el pegajoso hilo blanco.
Wei Han avergonzado inmediatamente cerró los ojos. Quién sabe, Qi Zhifan se llevó los dedos a la boca, queriendo que probara este sabor único.
―Han-han, ¿estás ahí?
De repente, una voz interrumpió los movimientos de los dos. Cuando entró Madre Wei, vio a Wei Han y Qi Zhifan en el sofá.
El aire fue sacado y congelado, las tres personas igualmente atónitas.
Momentos después, con la cara llena de consternación, Madre Wei inmediatamente se volvió para irse. Pero no caminó dos pasos antes de que sus piernas se ablandaran de repente, y ni siquiera podía moverse un paso.
―Mamá... ―Pronto, Wei Han se vistió rápidamente y la alcanzó.
Madre Wei no pudo evitar agarrar con fuerza el brazo de Wei Han, con voz temblorosa: ―Han... Han-han, soy yo... vi mal, ¿verdad? Tú... obviamente eres... el hermano mayor de Fan-fan...
Su corazón badump. La palma de Wei Han estaba goteando de sudor frío. ―Lo siento, mamá, yo...
―Tía Wei, me gusta Wei Han.
En este momento, Qi Zhifan también vino. Su tono serio y solemne no tenía la más mínima falsedad.
―......
Madre Wei guardó silencio por un momento, se mordió el labio inferior y los miró con una mirada muy complicada.
―Ying-ying, ¿qué pasa?
En el momento siguiente, Padre Qi también apareció en la puerta. Esta tarde, él y la Madre Wei tuvieron algo que hacer y salieron. Cuando regresaron, condujeron por aquí y por capricho, con la intención de visitar a sus dos hijos.
Tan pronto como vio al sorprendido Qi Hao, Madre Wei soltó su labio. Había una fina línea de marcas de dientes en su labio. ―Hermano Qi, es mi... mi culpa. No le enseñé a Han-han, deje que él y Fan-fan... ¡Lo siento!
Discurso terminado, Madre Wei avergonzada incomparablemente quería irse, pero Wei Han la jaló y sacudió la cabeza. ―Mamá, no te vas. Me iré.
―Han-han, tú...
Antes de que Madre Wei pudiera reaccionar, Wei Han ya había bajado la cabeza y salió corriendo.
―¡Wei Han!
Qi Zhifan gritó, pero Wei Han aún no se detuvo, luego desapareció.
Al solicitar su licencia anual, Wei Han compró un boleto y tomó el tren de regreso a su ciudad natal en el campo de Ciudad N.
A diferencia de las bulliciosas áreas urbanas, la pequeña y pacífica aldea tenía hermosos cielos azules y nubes blancas, aire fresco y no tenía la severa contaminación del aire y el ruido de la ciudad. El año anterior, el comité de la aldea había pagado para construir una nueva carretera en la aldea y ahora estaba terminada. El tráfico era mucho más conveniente que antes.
Había orquídeas de febrero en plena floración al borde de la carretera. La primera casa en la entrada del pueblo fue la casa de la abuela de Wei Han.
―Querido nieto ah, ¿cómo es que eres libre de venir a verme? ―La vieja mujer de cabello plateado sonrió levemente, las arrugas de su rostro se curvaron en un arco amoroso.
Cuando Madre Wei se casó con Qi Hao, ella también quería traer a la abuela de Wei Han a la ciudad. Sin embargo, las personas mayores no estaban acostumbradas a vivir en la ciudad. Prefirieron disfrutar del sol en el campo y conversar con los aldeanos cercanos. Anteriormente en las vacaciones, Qi Zhifan solía ir a ver a su abuela, y Wei Han seguía a Padre Qi y a Madre Wei para visitar a su abuela en el campo.
Wei Han frotó los hombros de la Abuela Wei y se rió, ―Abuela, ¿no es porque te extraño?
―Tú ah... ―Abuela Wei miró hacia atrás y golpeó suavemente la nariz de Wei Han. ―¿Es porque sufriste algunas quejas afuera?
Aunque ya tenía algo de demencia senil y, a veces, su discurso era incoherente, pero era sorprendentemente sensible cuando se trataba de los asuntos de su nieto Wei Han.
Wei Han sacudió la cabeza y suspiró: ―Le di más problemas a mamá y me da vergüenza verla por ahora.
Al escuchar esto, Abuela Wei se rió y dijo: ―Resulta que viniste a la abuela a esconderte. Han-han, puedes esconderte por un tiempo, pero no puedes esconderte para siempre.
―Si lo se.
Wei Han quería un poco de silencio durante unos días para pensar sobre estos dolores de cabeza, pero también para desarrollar el coraje para enfrentar su futuro y el de Qi Zhifan.
Dos días después, Qi Zhifan vino persiguiéndolo desde lejos.
Por la tarde, los adultos estaban inclinados a trabajar en el campo. Ocasionalmente, había algunos tíos mayores tirando de una vaca mientras soplaban una flauta de bambú con la boca. Las melodiosas melodías fluían ininterrumpidamente de la flauta de bambú, haciendo que las personas que la escucharon no pudieran resistirse a sonreír.
En este momento, Wei Han se había subido los pantalones y sostenía un largo palo de bambú para conducir a los patos al campo. Los patos fueron muy cooperativos, moviendo sus traseros y caminando hacia adelante. De vez en cuando, habría algunos traviesos que se detendrían y mirarían a su alrededor, pero pronto, Wei Han los llevaría de regreso al rebaño.
―¡Wei Han!
De repente, una voz feroz sonó.
Los patos de repente parecían haber visto un fantasma y lloraron locamente quack quack, volando, corriendo y escapándose. De todos modos, volaron al caos y no escucharon por completo la orden de Wei Han.
Momentáneamente sin tiempo para preocuparse por Qi Zhifan que había salido repentinamente, Wei Han gritó apresuradamente: ―¡Ah! Los patos están corriendo, ¡ah! Bicho raro, ¡ayúdame a atraparlos rápidamente!
Qi Zhifan: ―......
No verse por un día fue como estar separados por tres otoños, sin mencionar a Qi Zhifan, quien no había visto a su novio por varios días. Ahora, finalmente conoció a Wei Han, pero este tonto... lo primero que hizo fue pedirle que ayudara a atrapar patos.
Como resultado, cuando los patos volvieron a estar en su cobertizo de paja, Qi Zhifan estaba salpicado de barro, y su ropa cara estaba manchada de barro y su cuerpo apestaba a olores. Fue bastante vergonzoso.
Qi Zhifan tenía una cara oscura y estaba un poco deprimido. Lo que lo enfureció aún más fue que Wei Han estaba disfrutando de su miseria a un lado. ―Jaja, el Joven Maestro Qi realmente no ha hecho este tipo de cosas antes. Ni siquiera tienes un poco de experiencia. Vayamos, volvamos y hermano te ayudará a limpiarlo.
Cuando terminó de decir esto, inmediatamente tomó la mano de Qi Zhifan. Qi Zhifan se sobresaltó por un momento, y luego también lo contuvo.
Los dos fueron de la mano y volvieron a la puerta de la casa. Abuela Wei estaba descansando en una silla de bambú, entrecerró los ojos y dijo alegremente: ―Han-han, ¿es tu nuera? Aiyo, esta carita se ve realmente hermosa.
―......
En un instante, la cara de Qi Zhifan se volvió más oscura.
Wei Han pfft se rió a carcajadas. También sabía que su abuela tenía demencia senil. En este momento, se estimó que vio la cara de Qi Zhifan e ignoró su género.
―Mhm, abuela, él es mi bella esposa.