T r a c y
¿Qué es bueno y qué es malo? Las personas han tenido varias perspectivas sobre este tema, los creyentes lo relacionan con su Dios y el diablo, con algo moralista. Pero hay cosas que las personas consideran que está mal que en realidad no lo son, un ejemplo claro, desde el punto de vista de los católicos extremistas es ser homosexual, cuando el principal lema de la iglesia es 'ama a tu prójimo', no me parece correcto el hecho de que dos personas que se aman y creen en un dios no se puedan casar por el simple hecho de que Dios no los creó de una manera 'correcta' y que posiblemente 'están mal de la cabeza'. Aquello no me parece correcto, todos tenemos los mismos derechos culturales, sociales y políticos, nadie merece ser denigrado o rechazado solo por sus preferencias sexuales, no es correcto. Yo estoy en contra de la mayoría de las cosas de la iglesia, desde hace ya miles de años la humanidad ha seguido está y varios clérigos lo utilizan como un control de masas.
Posiblemente muchas personas piensen lo contrario a los que yo pienso, pero son aquellas personas las que han sido criadas con una religión extremista. Por lo general las culturas de cada familia son transmitidas de generación en generación y cada quien es libre de pensar como quiere, por lo que no estoy de acuerdo en que las personas hagan cosas en el nombre del señor, no creo que el señor te justifique por un asesinato, o un maltrato.
¿Qué por qué estoy hablando de esto? El motivo es una mujer que está frente a mí en la sala de juntas, con un moretón en su ojo izquierdo, otro en su pómulo y una mano marcada en su mano, solicitando ayuda para separarse de su esposo, quien la golpea constantemente a ella y a sus hijas, queriendo huir lo más lejos de él.
—¿Y su familia, Amelia? —pregunté con cuidado, alguien en su lugar estaría en estos momentos apoyándola, tomando su mano, pero sólo está con su hija menor, una bebé de un año.
—Les dije que me quería divorciar, pero ellos creen que es incorrecto, que tengo que debo mantener con él mi relación, que no puedo criar a mis hijas sola.
—¿Ellos saben de los maltratos?
Asintió, dejando caer otra lagrima por su mejilla—Ellos me criaron para conseguir un marido y ser ama de casa, no me dejaron estudiar más allá de la preparatoria, tuve que hacer mi carrera por Internet —ella es una mujer muy valiente, tomé con cuidado una de sus manos sobre la mesa, sonriendole triste—. Hago todo esto por mis hijas, quiero que ellas tengan un mejor futuro que el mío, que si llegan a encontrar una pareja que sea alguien que las respete.
—Mi especialidad son las finanzas, de estos casos por lo general se ocupa una compañera que está en sus vacaciones, pero le prometo que haré todo lo que esté posible en mis manos —ella asintió mientras besaba la cabeza de su hija—. Vamos a empezar con una orden de restricción para usted y sus hijas, además de una demanda por maltrato de género y violencia intrafamiliar, en el hospital le harán varios exámenes a usted y a sus hijas. Empaque su cosas hoy, tenemos un lugar en donde las van a recibir hasta que usted consiga estabilidad económica. Le prometo que de una forma u otra su esposo va a terminar en la cárcel.
—Muchas gracias, señorita O'Neal. No sé cómo le voy a pagar los servicios, pero necesitaba a alguien que me ayude a salir de una vez por todas de esta.
—No se preocupe, usted va a tener la mitad de lo que tiene su marido. De todas maneras mi prioridad en estos momentos es que usted y sus hijas estén bien.
—No sabe cuanto se lo agradezco, en serio.
—No me lo agradezca, Amelia. Nadie merece recibir este tipo de maltrato, mucho menos unas niñas menores de doce años.
Quería estar calmada para ella, pero la verdad estoy que salgo a matar a ese tipo desde que ella me contó que también golpeaba a sus hijas. No ser que clase de ser sin alma es ese hombre, pero de todas formas no le encuentro ningún motivo para golpear a esas niñas y a esa mujer, mucho menos solo porque cuando llega de trabajar no encuentra algo de comer o las niñas hacen algún desorden. Estos tipos son los que merecen estar en la cárcel o muertos y haré todo lo posible para que lo primero pase, lo segundo ya lo harán en la cárcel, se cómo tratan a los hombres que golpean o violan a las mujeres.
El lugar que le dije en la que la iban a recibir era en una casa para mujeres maltratadas que mamá abrió hace unos años, allí les ofrecemos comida, también a las niñas que llegan asisten a una escuela pública y ayuda psicológica, por después de todos aquellos momentos que pasan la necesitan bastante. El lugar se mantenía con donaciones que hacían varias empresas al año y la comida la donaban varios restaurantes, cosas que estaban cerca de claudicar o lo que les sobró del día. Mi abuela Camille se encargaba de hacer las comidas con las mismas mujeres del albergue. Es un lugar cálido en el que todos no se quedan más de dos años porque les ayudamos a conseguir empleos estables.
Mamá siempre ha sido de las que le gusta ayudar a los demás, por eso decidió ser psicóloga, mi padre es quien la ayudo a alcanzar su sueño más rápido con su primer consultorio, de ahí ella prospero y empezó a abrir sus propios centros. La admiro mucho, todos en mi familia lo hacen, más porque lo logró con sus tres hijos.
Nosotros nunca hemos recibido un abuso de ninguno de nuestros veces, quizás cuando eramos pequeños nos daban algunas nalgadas para que nos comportaramos, pero no iba más allá de aquello o algún regaño. Pero la verdad no todos tienen la misma suerte que nosotros.
—Es que, en serio, es un hijo de puta, ¿por qué golpea a sus propias hijas sin ningún motivo? La bebé tenía un moretón por un pellizco en su brazo, no me quiero imaginar como están las otras dos niñas. Juro que lo voy a hundir en la cárcel y a quitar todo lo que tiene para dárselo a su esposa. —caminé de un lado a otro en la oficina de Chris, dándole algunos sorbos a mi botella de agua.
—Sé que lo harás, Trace. Pero si no respiras no vas a estar viva para hacerlo. —dijo mientras tecleaba algo en su computadora.
—¿Te falta mucho? —pregunté para sentarme en frente de él.
—Justo ahora acabo de terminar —cerró su computadora y se levantó para estirarse—. Muero de hambre.
Chris y yo pasamos mucho tiempo en estas semanas pasadas, incluso ahora salimos a correr juntos luego de que él sale del gimnasio, hemos estado tambien como conejos y varias veces voy a dormir a su casa o él en la mía. También cuando ninguno de los dos estaba ocupado al medio día vamos a almorzar juntos.
Hoy estaba planeando ir a la refugio de animales para adoptar un gato, lo había estado aplazando mucho tiempo. Había pensado mucho estos días y me decidí por un gato, primeramente porque no pasaba gran parte del día en mi departamento; el no necesita que lo saque a pasear, tampoco bañarlo, podría comprar uno de los despensadores de comida como el que tiene el perro de Chris para resolver lo de su alimento y los gatos no son dependientes a su dueño, así que me parece ideal un gato para mí.
Aproveché que tenía la tarde libre para ir al refugio, ya había hablado con los encargados y comunicarles sobre que quería adoptar a un gato, así que ellos estaban al tanto de mi llegada. Iba a ir sola, después de todo el gato es para mí y a mí es a quien tiene que gustar, tal vez si viviera con alguien hubiera venido con él o ella. Chris no cuenta como alguien que viva conmigo, solo son algunas noches y mañanas que pasamos juntos, pero aún así le pregunté sobre qué le parecían los gatos y no le molestaban o no era alérgico. Así que es todo lo que necesitaba. Mi familia no va mucho a mi departamento, mis hermanos solo venían de visita de vez en cuando al igual que mis padres, casi siempre las reuniones familiares son en casa de mis padres por el espacio y a ellos tampoco les molestaba el que yo tuviera a un gato o eran alérgicos.
Cuando estuve en el pasillo de los gatos me encontré con gatos de todos los colores, pero el que me llamó la atención fue un gato negro que estaba en la última jaula, un gato con un pelaje que se veía totalmente brillante y suave, además de unos enormes ojos amarillos que relataban por su color. Me gustó de inmediato, era totalmente hermoso y le gustaban las personas, lo noté cuando metí un poco mi mano para acariciar su cabeza, él sólo cerró los ojos y los escuché ronronear un poco.
Compre todo lo que el necesitaría al menos por el momento allí mismo; comida, un collar con el dije de su nombre (Dawn), una cama, la arena para gatos y una caja para ponerla. No me importó que ella fuera a manchar mi ropa, no podía dejar de cargarla, era tan suave y ella ya se había quedado dormida en uno de mis brazos.
Cuando Chris llegó a mi departamento lo primero que hice fue mostrársela, dormida en su cama al lado de mi cama. Él la miró un poco confundida.
—¿Por qué es negro?
—Por que es como mi alma.
Él rió—Eso ni te lo crees tú. Se suponen que ellos dan mala suerte.
—No creas en agüeros, Chris. Los gatos negros no son malos, son muy lindos —él me abrazo por los hombros—. Sabes que no todo lo que parece malo lo es y tampoco lo bueno.
Hola, hola!!!
¿Qué tal están hoy? Espero que muy bien, así como también espero a que les haya gustado el capítulo. Seguimos en la misma meta y lo siento para quienes se vuelven locas esperando a llegar a los docientos pero es una manera para hacer crecer más mi historia, entre más votos tenga más lectores tendré❤️
Por cierto, para que vean mi estúpido rostro lo he puesto de perfil jeje
¿Qué día cumplen años? Yo el 06 de marzo, siganle...
Los ama.
Italia.