Tres meses después.
T r a c y
Caminé rápido por los pasillos vacíos de la escuela, respirando fuerte y golpeando algunos casilleros a mi lado. Sentí el tirón en mi brazo y luego choque con el cuerpo de Chris—¡Sueltame!
—¿Te vas a calmar?
—¡Sueltame!
—¿Te vas a calmar?
—¡No, desgraciado! —intente golpearlo pero su mano libre tomó la que iba directo a su pecho. Sus brazos me abrazaron y me levantaron del suelo para meternos a un salón mientras que yo aún pataleaba para que me soltara.
Me dejo en el piso y cerró la puerta, aproveche para golpear su pecho, pero aún tenía su uniforme de americano, por lo que me estaba lastimando más yo que él, así que, con toda mi rabia aún rondando por mi sistema, golpeé su estómago muy fuerte, sacando su aire y luego le di una palmada en la cabeza.
—Calma, loca. ¿Qué te pasa? ¿Por qué me golpeas? —puso su mano sobre su abdomen.
—¡¿Qué esperas haga por el showsito en la cancha?! ¡Quedé en ridículo!
—¡Pues golpeala a ella!
—¡Te golpeare a ti y punto! —grité de nuevo, dando un zapatazo en el suelo.
—Muñeca hermosa, mi amor precioso, ¡¿Podrías quedarte calmada de una puta vez y dejarme a hablar?! —lo miré mal, pero no me calmé, solo me quede callada—. ¡Gracias!
Sé que él no tiene la culpa, tampoco hizo nada, pero es que mis ojos no dieron crédito a que una de esas animadoras se le haya declarado en medio tiempo y además le pidiera que le diera una oportunidad, en frente de media escuela y padres que vinieron a ver el juego. ¡¿Quién mierda hace eso?! Yo estaba tranquila, caminando de lo normal para saludar a Chris a las bancas y de hecho estuve a su lado cuando empezó ese show. Salí de ahí furiosa cuando aquello terminó, más porque al terminar de decir su discurso de quinta camino hasta donde estaba él.
Él tocó mis hombros pero me aparte. Suspiró girando sus ojos—Nena, no sabía en serio que iban a hacer eso, la iba a mandar a la mierda, pero tu no me dejaste hacer nada. Sabes que sólo tengo mis ojos puestos en ti.
—Eso no evita que me enoje. —miré a otro lado.
—Aww, cosita —apretó mi mejilla—. No puedo creer que te hayas puesto celosa.
—¿Y qué esperabas, torpe? No es común que una zorra se le declare a mi novio.
Él me dio un suave beso en la frente—Tracy, hablamos de esto cuando acabe el partido, ¿bien?
Pasé mis manos por mi rostro luego de asentir. Él abrió la puerta para mí y empezamos a caminar al campo de nuevo, en donde ya estaban a dos minutos de reanudar el juego. Me dió un beso en los labios antes de irse y me quedé parada al lado de una de las gradas a esperar a que acabará el juego. Un empate fue el resultado final.
Esperé a Chris afuera de los vestidores, vigilando para que aquella zorra no se le acerque. No me mal entienda, no soy de llamar zorra a las chicas pero no encuentro otra palabra para alguien a quien le pide una oportunidad a un chico que todos saben que tiene novia. Estoy tan celosa, que se me quitaron las ganas de ir a esa fiesta con Chris que hay en la casa de uno de sus amigos del equipo.
—Vamos. —tenía el cabello mojado, la ropa que tenía en la tarde y en su hombro derecho tenía su mochila de deporte. Pasó su brazo izquierdo por mi hombro para comenzar a caminar fuera de la escuela.
El condujo hasta que llegamos a una tienda de helados en frente de un parque. Ambos nos sentamos con nuestros vasos de helados en una banca a comer en silencio.
El helado me enfrió un poco la mente y fue cuando me comencé a lamentar lo que hice, en especial los dos golpes que le lance. No debí hacer eso, él en todo este tiempo no ha llegado a sí quiera halarme el cabello en medio de una discusión, nunca me ha hecho nada, en cambio, hoy me enojo con él por primera vez y terminó golpeandolo muy fuerte, algo que va muy en contra de mis principios de no a la violencia de género.
Sé que tal vez haya más cantidad de mujeres agredidas por su pareja pero eso no significa que un hombre tampoco pueda ser golpeado. Está bien que yo lo golpeé suave cuando estamos jugando pero hoy no debí sobrepasarme con ese puño, menos cuando él no era culpable de nada.
Le debo una disculpa, lo sé, no debí de hacer aquello, menos cuando él me ha demostrado que es un hombre fiel cuando está en una relación oficial, lo hizo antes incluso de ser una pareja real. Mi pobre chico no es culpable de nada, solo de tener un enorme corazón y ser extremadamente sexy.
Haré que se afeite.
Bueno, es broma, ya me acostumbre al picor de su barba, además de que me gusta mucho, lo hace ver genial, sería una desgracia que aquel vello desapareciera.
—Lo siento —murmuré mirando mi vaso con helado—. Perdón por golpearte.
—Tranquila, me lo cobraré con algunas nalgadas —le sonreí un poco—. En serio, no te preocupes. Me han golpeado mucho más fuerte. No es nada.
—No, Chris. No es eso. Es sólo que no debo golpearte solo porque estoy enojada. Ni siquiera merezco el helado, te lo pagaré.
Se rió—Tranquila, Trace. No te castigues —le dí un beso largo en los labios—. ¿Quieres ir a la fiesta o quieres aprovechar que mi casa está sola para hacer cosas malas?
—¿Ahora solo piensas en sexo? —levanté una ceja.
—No, pero lo contaré como parte de mi regalo de cumpleaños.
Sí, mi novio cumplirá dieciocho la próxima semana, el veinticinco de marzo exactamente y yo aún estaba esperando la colección de discos de vinilo que él quería. Además de que se me juntaba con el de mamá que cumple años el primero de abril, a ella le compré una cadena nuestros nombre marcados en ella.
El viaje a su casa fue tranquilo, yo ya estaba relajada mientras conversaba con él y fue bueno no ir a la fiesta, de seguro con el enojo aún encendido me hubiera algo de alcohol, seguramente golpearía a esa chica y me hubiera metido en problemas al día siguiente si alguien le decía a mi hermano. No soy del todo pacifista, lo admito y creo que ustedes ya lo notaron.
Chris y yo subimos a su habitación para ver televisión un momento y responder los mensajes que teníamos en el móvil. Recién son las ocho de la noche, así que no tenemos apuros si nos vamos a quedar aquí. Mi hermano y mi padre habían ido a Princeton para entregar los papeles que solicitaron por Internet, mamá y mis hermanos estaban de visita donde la abuela y se suponía que yo estaría en una fiesta. Los padres de Chris tuvieron que salir de viaje a Nuevo México por trabajo.
—¿Me das un abrazo? —me preguntó. Apagué mi móvil y lo puse sobre su mesita de noche. Lo abrace mientras ponía medio cuerpo sobre el suyo. Su mano tomó una de mis piernas para terminar de subirme sobre él.
—Chris. —dije en tono de advertencia al sentir sus manos en mi trasero.
—¿Mmm? —me besó, sin darme tiempo a dar réplica—. Bien que te gusta. —sonrió burlon y me volvió a besar, estaba vez, poniendo una de sus manos sobre mi cabello para acercarme más a él.
Ambos nos sentamos en la cama para quitar nuestras camisas, él me quitó mi sostén para empezar a besar mis senos. Sus manos subían y bajaban por mi espalda suavemente, haciendo que mi piel se erizara y se volviera más sensible.
Él tiene razón, esto me gusta.
Sus manos me hicieron levantar un poco para empezar a bajar mis pantalones y mi braga. Cuando los saco de mi cuerpo me hizo acostar en la cama y abrir las piernas. Sus labios besaron la parte interna de mis muslos mientras me miraba. Cerré mis ojos al sentir sus labios en mi vagina, regalandome sexo oral. Gemí un poco al sentir que succionó uno de mis labios menores, uno de sus dedos se unió al juego de su boca, haciéndome sentir en las nubes.
Cuando se detuvo me levanté con mi cuerpo tembloroso para ayudar a quitar el resto de su ropa. En serio que el estaba excitado. Tomé mi cabello para hacerlo a un lado, tomé su pene en una de mis manos para regalarle de lo que él me dió.
Habiamos implementado el sexo oral el mes pasado, al igual que dejar de usar condon, cuando Chris se hizo los exámenes y salieron libres de enfermedad alguna. No era una experta haciendo felaciones pero él me indicaba como le gustaba y yo seguía sus órdenes.
Cuando una arcada se hizo presente al igual que un gemido fuerte de Chris, fue la señal que me dió para separarme de él. Sus manos me empujaron a la cama y luego me hizo girar, levantando mi trasero con mi cabeza en el colchón, tomando mis manos con una de las suyas sobre mi espalda mientras empezaba a moverse.
Chris y yo hemos probado muchas posiciones sexuales, no llegamos a esas en las que tenemos que estar de una manera extraña, pero no estamos siempre en la que él solo está sobre mí. Creo que el sexo es bueno, a mí y a mi cuerpo nos gusta, los dos estamos relajados y es una buena manera de experimentar nuestra intimidad. Chris es un poco agresivo a la hora de tener sexo, aveces me ahorca un poco, me da nalgadas o me pone en estas posiciones en las que no me puedo mover mucho y se siente bien, es muy excitante, más cuando ambos estamos en los momentos previos a nuestros orgasmos.
—Mierda. —gemí al sentirlo moverse más rápido, haciendo que sonara en seco por toda la habitación.
Me orgasmos llegó, haciéndome arquear la espalda hasta que me levante a donde estaba el pecho de él, quien aún estaba golpeando en mi interior, buscando su liberación. Cuando lo hizo, me hizo girar el rostro para besarlo de manera brusca, mordí sus labios varias veces y al final cuando me separé, pude apreciar sus labios en un rojo vivo.
Ambos caímos en la cama suspirando, extasiados de placer.
Hola, hola!!!!
Aquí está el capitulo sukulento que me ha estado pidiendo MendessYudit ❤️ espero que les haya gustado, recuerden que si llegamos a la meta mañana voy a subir el próximo
Pdt: ¿alguna canción que me recomienden? (QUE NO SEA DE ASIÁTICOS)
Los ama.
Italia.