"Mi cuerpo sucumbió ante la letal lujuria. Había entregado mi alma al mismo diablo. Yo no lo sabía. Caí en el importuno beso de la muerte. Caí en un abismo oscuro y difícil de recorrer. Me entregué a la desdicha de la inmortalidad.
"Después del acto de máximo placer creado por los hombres, sucumbí ante el delirio de agonizar por horas para luego morir. Lo más raro y difícil de asimilar fue despertar en el mismo lugar junto al mismo hombre que destruyó mi vida, quien parecía no haberse percatado de lo ocurrido, como si todo hubiese sido parte de un sueño.
"Ya la sangre no corría por mis venas. Mis sentidos se habían apagado por completo. Pero yo estaba allí, consciente de todo, sin poder sentir los latidos de mi corazón.
"Todavía recuerdo aquel día como el más doloroso de todos. Ese día en que mi vida cayó en un agujero oscuro, a una vida penosa de andar vagando por las tinieblas.
"Soy ese ser que no está ni vivo ni muerto. Sé que mi alma ha sido devorada por los peores demonios. He sido condenada a vivir por siglos y me he cansado de esta solitaria vida. Pero sigo vagando. Es un círculo vicioso del cual no puedo salir. Vida y muerte, esa es mi condena".
Alissa van der Vaart
N/A: Hola! Si llegaste a esta historia quiero agradecerte por hacerlo!
Ahora que tengo su atención (? espero que disfruten mucho de esta historia, así como me divertí al momento de escribirla. Y si te gusta, no dudes en recomendarla y darle todo tu amor.
Un abrazo virtual a todos!
Debbye.