♠ El infierno se desata ♠

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Narisa, al notar lo complicado que estaba Leonardo, decidió unirse a él para ayudarlo a vencer a aquel malévolo ser. Abrió sus brazos acumulando mucha energía y golpeó la tierra, generando que muchos agujeros negros se abrieran tragándose al enemigo. Pero ese movimiento no causó daño alguno a Tadeus, porque con agilidad voló para evadirlos. Narisa se concentró en acumular mayor cantidad de energía, pero fracasó una vez más.

Tadeus comenzó a sentirse acorralado por sus dos oponentes, por lo que los empujó con su poder telequinético. Sabía que, si lograba herir a Narisa, su mitad humana la mantendría inconsciente y así sería más fácil liquidar a Leonardo. Empujaba una y otra vez a ambos sin permitir que se levantaran. Con lo que no contaba Tadeus era que Narisa generaba un escudo protector, el cual impidió que continuara empujándolos. Ante tal suceso, desapareció ante los ojos incrédulos de ella.

—No te preocupes, yo puedo hacer lo mismo y localizarlo.

Leonardo se sumergió entre las sombras en busca de Tadeus, pero no lograba verlo. Narisa dejó el escudo y abrió sus brazos para generar energía. Si bien no lo veía, no significaba que no pudiera hacerle daño y vencerlo. Estaba tan concentrada que no advirtió que Tadeus estaba tras ella. El joven comenzó a adentrarse en la mente de la mujer e hizo que lanzara su poder contra su propio clan. Rió al ver los resultados, disfrutando el momento.

Tadeus utilizaría ese poder para vencer a Leonardo. Una vez que apareció frente a Narisa, quien se encontraba acumulando más energía, hizo que la liberara y desapareció mientras su risa resonaba en el viento.

Leonardo no tardó en volar para no ser tragado por el agujero. Debía hacer algo para sacarla de ese trance. Se precipitó sobre ella y la lanzó contra el suelo, sacándola de su estado de hipnosis.

—¿Qué pasó? —preguntó algo confundida y con jaqueca.

—Te manipuló y usó tu poder contra nosotros.

Narisa se sintió torpe. Con ayuda de Leonardo se puso de pie y buscaron a Tadeus, pero había desaparecido una vez más. De pronto, Narisa volaba por los aires a causa de un poder superior y golpeaba su cabeza contra un muro casi destruido, el cual terminó de quebrarse y cayó sobre el cuerpo de la mujer.

Leonardo se encolerizó. Tal vez el lado inmortal de Narisa la mantendría con vida unos minutos más, pero su lado mortal estaba muy debilitado. Avanzó con furia hacia Tadeus generando un sonido gutural que lo estremeció. Rodaron por los aires, enredados en una batalla aérea.

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David y los demás se encontraban en las puertas del sótano de la mansión. Tal cual previeron, estaba abandonada. Debían pensar en algo para atraer a la joven a su lado y así poder sacarla. Ya después verían cómo romper el encantamiento de la piedra.

Con una gran bola de energía, David rompió la puerta del sótano. Descendieron a gran velocidad y rodearon a Victoria y sir Thoumas. Ambos se hallaban sentados en tronos improvisados y bebiendo sangre en sus lujosas copas.

—Los estábamos esperando —anunció Victoria a la vez que agitaba su copa y se aferraba a una caja que descansaba en su regazo.

El silencio ensordecedor incomodó a todos. David observó a su alrededor en busca de su hermana y logró divisarla inconsciente en un ataúd. Un sentimiento de rabia e impotencia creció dentro de él, corrió en dirección de Victoria y sir Thoumas para envolverlos con sus alas invisibles y luego estrangularlos. Pero su acto se vio frustrado en cuanto el hombre le lanzó una bola de energía que lo expulsó contra un muro.

Los nueve hombres restantes avanzaron contra los dos enemigos, quienes los detenían con bolas de energía y teletransportándose de un lugar a otro.

Alissa ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora