Alissa ✔️

♠ De Regreso a la Oscuridad ♠

Narisa tomó el sendero que llevaba directo al hogar que había creado con Federico para entregarse a sir Thoumas Virtanen. El recorrido se le hizo tedioso de tantos recuerdos vividos que debía aceptar enterrar para siempre en su memoria. Haría cualquier cosa por regresar al pasado y elegir la muerte antes de una vida eterna en las tinieblas. Como era de esperar, sir Thoumas la esperaba deleitándose con las ruinas del lugar.

—Aquí me tienes —dijo con odio Narisa, mientras emergía de la oscuridad de la noche—. ¿Me buscabas?

—Al fin te dignas a aparecer —contestó sin inmutarse—. Vidas inocentes siguen encontrando su fin por tu culpa.

Los ojos de Narisa escupían fuego ante la crueldad y frialdad de él. Moría de deseo por matarlo, pero eso iba en contra de sus propias leyes. Cerró sus ojos por unos segundos para serenarse ante sus ganas de destrucción total.

Miles de escenarios en los que ella acababa con la vida de sir Thoumas Virtanen se sucedían uno tras otro en su mente. Pero no podía continuar imaginando mientras su alma se derrumbaba ante la pérdida de Federico. Era consciente de que debía mostrarse fuerte ante su enemigo. La frialdad la invadió, congelando la calidez humana que la embargaba desde que se enamoró.

—Eso no era necesario. Solo lo haces por tu propio placer.

—¿Lo conocías? —preguntó con malicia, sabiendo la respuesta. Ella se negó a responder haciendo un voto de silencio—. ¿Lo amabas? —la mujer continuó inmóvil y muda en su lugar, encolerizando a sir Thoumas—. Supongo que sí. Te recuerdo que...

—Tenemos un pacto —lo interrumpió, sin miedo a las consecuencias que conllevaba enfrentarlo—. Lo sé y mucho no me molesta en este momento. ¿Pero sabes una cosa? He venido para llevar a cabo tu macabro plan de una maldita vez y así liberarme para siempre. No seré tu sombra eternamente, no seré tu marioneta —dijo a la vez que caminaba intimidante hacia él—. Llegará el día en que tu reinado de terror te devorará y espero no estar a tu lado. Deseo verte hundido en tu putrefacto cadáver.

Sir Thoumas Virtanen pareció irritarse ante la imprudencia de la joven. Ella esperaba un golpe, pero él controló sus impulsos agresivos y se limitó a tomarla por el mentón, apretándolo con fuerza.

—Ten mucho cuidado con lo que deseas. Los roles pueden invertirse.

—No te tengo miedo —se soltó de su agarre con soberbia, sin apartarle la vista.

—Deberías.

—Cada acto de maldad que cometes me hace más fuerte y te debilita. Solo que no lo puedes ver.

Sus ojos centelleaban de odio y no lo ocultó. Cada mal que él le propiciaba, alimentaba su ego y su maldad. Se sentía cada vez más poderosa, sabía que llegaría el día en que lo derrotaría y se regocijaría por ello. Pero mientras, debía conformarse con apegarse a los planes del malévolo hombre.

El silencio los cubrió por unos segundos que parecieron eternos. Sir Thoumas quitó la mirada de la suya y le hizo señas a uno de sus hombres para que la tomaran prisionera a modo de castigo por su rebeldía. Se retiraron, abandonando aquel lugar en ruinas.

Buscaron un sitio seguro para pasar el día y después marcharse a la noche. Fue así que ingresaron a la cabaña continua, asesinando a los habitantes que suplicaban por sus vidas. Narisa se sintió impotente por no poder hacer nada y volteó a mirar hacia otro lado.

Supo que por más que lo intentara, no podía evadir el trato que había hecho con sir Thoumas Virtanen. Debía cumplirlo lo más pronto posible si quería ser libre o debía matarlo para liberar al mundo de un inminente mal, aunque eso conllevaría a su propia muerte o a una guerra por el poder entre los vampiros. En su mente desfilaron miles de posibilidades respecto de lo que sucedería en tal caso.