♠ Condenada por Amor ♠

221 27 5
                                    

Alissa despertó sobresaltada por el fuerte sonido de un trueno. Aturdida por su sueño, miró a su alrededor, encontró a Leonardo junto a ella y sintió alivio, como si todo hubiese sido parte de una espantosa pesadilla.

Permaneció en silencio observándolo. Dormía plácidamente con una perfecta sonrisa en su rostro. Parecía no haberse percatado de lo que había sucedido. Alissa suspiró convencida de que todo estaba tal cual lo recordaba. Se posó sobre el pecho de su amado y lo acarició con dulzura. Él despertó y le sonrió, depositando un beso en los labios de su amada.

—Tuve una pesadilla —murmuró Alissa, rompiendo el silencio.

—Tranquila, yo estoy a tu lado —susurró su compañero al oído.

—Prométeme que jamás me dejarás y que no vas a permitir que me lastimen —suplicó la joven presa de la angustia.

—Nunca nos vamos a separar. Yo te amo, Alissa, y defenderé tu vida con la mía de ser necesario —luego de eso, besó a la joven.

—Espero que la tormenta demore a Tadeus.

—Lo dudo mucho. Una persona por venganza hace lo que sea necesario.

—Entonces deberíamos imitarlo e irnos —aconsejó Alissa, a lo que Leonardo respondió con una sonrisa nerviosa.

—No hasta que hagas tu primera ingesta.

Alissa no le respondió. Frunció el ceño pensando en que se sentía bien, no tenía hambre. Y luego de unos segundos recordó su "pesadilla". Tal vez fue real. Pero no, no podía ser posible, Leonardo actuaba normal, como si nada de eso hubiese sucedido en realidad.

Ante la falta de palabras, Alissa se sentó cubriendo su desnudez y buscó algún indicio de mordida en su cuello. "¡Oh, demonios!", pensó desanimada, pues allí estaban los dos orificios de colmillos. Fue entonces que asimiló que no había estado atrapada en una alucinación. Lo miró desconcertada, con los ojos vidriosos a causa de las lágrimas que se agolpaban intentando escapar. Se sentía engañada, usada, manipulada y traicionada por aquel hombre que tanto amaba.

—¿Cómo pudiste? —reprochó con odio. Leonardo la observó atónito, sin moverse de su posición—. Confié en ti. ¡Debías protegerme! —vociferó.

—Pero... —el joven se sentó y tomó sus manos—. Tú me pediste que te convirtiera. ¿Lo recuerdas? Yo no quería.

Leonardo no entendía por qué ese repentino cambio de humor se apoderaba de Alissa. El jamás le haría daño... Pero la había convertido y no fue en contra de su voluntad.

—Me lo suplicaste —continuó diciendo con profunda tristeza.

—Mataste todo lo que quedaba de humana en mí y con ello enterraste cada sueño que tenía —reclamó colérica.

—¿A qué se debe tal arrepentimiento? —Leonardo estaba rompiendo su coraza fría y las lágrimas no tardaron en hacerse presente—. Dijiste que lo hacías por amor, para pasar la vida juntos y luchar unidos contra Tadeus.

Alissa permaneció en silencio. Era cierto lo que Leonardo le decía. Ahora ella se sentía como una tonta. Tenía que hacer algo urgente para remediar su comportamiento inmaduro y hacerle saber que todavía lo amaba, que en verdad no se arrepentía de lo que había sucedido entre ellos. Tomó el rostro de su amado con sus manos temblorosas y lo envolvió en un cálido beso.

—Lo siento —trató de disculparse—. Pasé por muchas cosas en las últimas horas y, si de algo estoy segura, es de que quiero pasar el resto de mi vida contigo.

Leonardo y Alissa se fundieron en un beso apasionado. Justo cuando parecía que todo iría bien, irrumpió Tadeus con toda su furia junto a sus caballeros.

Alissa ✔️Where stories live. Discover now