Perspectiva: Clarissa García.
Después de estar perdida tanto tiempo, por fin llegó a mi destino, hacía mucho tiempo que no sentía la presencia de John, pero hace días volví a percibir su aura.
Mi amiga araña, me enseñó que se puede sentir el maná de los seres vivos, aunque no supo explicarme porque podía sentirlo desde tan lejos.
Al parecer el maná, y la energía mágica, proviene del alma, ella dijo que para el alma no existen barreras.
Eso me convenció, estando a unos días del reino destruido, nos encontramos una manada de lobos, eran muy grandes, pero nada que no haya visto antes.
Desde que escapé de casa, encontré cosas maravillosas en este nuevo mundo, vi animales imposibles y fantásticos, muchos eran peligrosos, pero nada que una Arachne no pueda solucionar.
Estoy segura que el príncipe me sigue, a pesar que me escondí en el bosque nevado, no pude perderlo, aunque pasé todo un año ahí, él no desistió...
Estoy harta, pero no puedo hacer mucho contra él.
Su magia es poderosa, aunque contra mi amiga Latrodectus, no es nada.
A pesar de todo, no quiero que muera, seguro que Telma estaría muy triste... No quiero que vuelva a odiarme.
En fin, dudo que a esta distancia esté enterada de lo que ha pasado.
Por ahora mandare algunas [Muñecas de nieve] para detener su avance.
—¿Estas preocupada Clarissa? —preguntó el cazador.
—No... —respondí creando algunas bolitas de nieve en mis manos, las deje caer al suelo, después de unos momentos se levantaron copias exactas de mí.
Es la magia que yo misma invente, nadie más puede usarla.
—¿Quieres que me deshaga de ellos? —preguntó la araña.
—Que no. —les dije enojada.
Solo quiero descansar un poco, cuando lo encuentre, por fin podre relajarme. ¿John, donde estas?
—Huele a orcos —dijo la araña—. Se acerca un gran ejército.
—Esto, espero que no sean problema.
—No es para tanto, si se interponen los despedazaré —respondió ella.
Ella sonrió de manera tierna, su dulce sonrisa alivio un poco mi miedo, ¿aunque debería asustarme que haga algo así?, se supone que debería estar asustada, quizás.
Ella es muy confiable, su poder es de temer, que bien que soy su amiga.
Una mujer de piel gris montada en un lobo gigante, se acercó a toda velocidad, detrás de ella había un ejército de gigantescos hombres de piel verde y gris.
El lobo se acercó pronto, la mujer se levantó sobre la espalda del animal y salto al suelo, solo camino hasta enfrentarse a mi amiga. Es increíble, mide casi 2 metros, es muy imponente.
—¡Oh! un orco, y eres linda. —dijo la mujer araña, la chica de piel gris sudaba, parecía muy nerviosa. Aunque al caminar y enfrentarla, no tambaleo ni siquiera un poco.
—Es usted una mujer hermosa y poderosa —dijo la chica—. Aun así, no nos intimidara —la chica hablo con una voz muy fuerte—. Moriremos luchando si es necesario.
—Interesante, los orcos siempre fueron interesantes, jamás se arrodillan ante nadie, eso me gusta mucho —dijo la Arachne—. ¿Cuál es tu nombre?
—Soy Byph, hija de Bapho, el guerrero inmortal.
—Jajaja —se río la araña—. ¿Como un guerrero inmortal, envía a su hija a morir?
—¡¡¡No!!! —dijo enojada la chica orco—. Vine por mi propia voluntad, he venido a mostrar mi valor. Soy Byph, la sombra calamidad, esposa de John Wells, el Conquistador y el guerrero más poderosos de la alianza humanos y orcos.
—¡¡¡¿Qué?!!! —grité sin querer, es imposible, si John solo tiene 10 años, y el idiota ya se casó.
La chica Orco me miró con firmeza a los ojos.
—La esposa de John Wells —repitió la Arachne—. Él, ¿dónde está ahora?
—Eso... ya que he reconocido su poder, sé que no será fácil esconderle algo, así que hablaré. —respondió la chica—. Él fue encontrado hace unos días por nuestros lobos, está en la frontera, cerca de la ciudad de los elfos. Ahora mismo se dirige hacia aquí.
—La ciudad de los elfos.
—¿Qué hace tan lejos? —le pregunté.
—Está a 3 meses caminando de aquí. —respondió.
— ¿Qué paso en este lugar? —dije mirando hacia los muros del antiguo reino destruido.
—Sería una muy larga historia —dijo Byph—. No entiendo que quieren con mi esposo, pero si tratan de dañarlo, luchare con todas mis fuerzas.
—¿Interesante, y piensas que puedes hacer algo conmigo? —le pregunto mi amiga Arachne.
—¡¡¡Esto, esto sí que es una sorpresa!!! —dijo una chica extraña, una mujer humana de hermosa apariencia, caminaba lentamente detrás de la chica orco.
Era una bella mujer de cabello castaño, piel blanca y hermosa sonrisa, además de su cuerpo de modelo.
Jamás había visto a un humano tan perfecto, era tan deslumbrante, pero era extraño, la chica orco trató de detenerla.
—Diosa de la cosecha. —le dijo queriendo evitar que se enfrentaran.
—Esto es en realidad una sorpresa —dijo la Arachne—. Así que la Diosa de la Siega está aquí.
—La antigua y poderosa Diosa de la Guerra —respondió la modeló, su sonrisa me dio escalofríos.
Su poder entonces se desbordo, al instante caí de rodillas, no podía respirar, me dolía la cabeza.
Intenté bloquearlo, quería bloquear ese poder, me cubrí con una capa de cristal, pero se resquebrajo al momento.
Las mire, ambas se acercaron lentamente, su poder se materializo, ambas mujeres se miraron sin decir nada más.
—Fuiste tu quien mató a Aritssa.
—¿Esto? ¿tal vez hablas de mi predecesora? —preguntó la mujer riendo, su risa ilumino el ambiente, pero su poder era demasiado para los presentes.
A duras penas podía mantener la conciencia, y la mayoría de los orcos estaban en la misma condición.
—¿Cuál es tu nombre, jovencita? —preguntó la Arachne.
—¿Mi nombre?, discúlpeme Diosa de la Guerra, pero tengo ordenes de no revelar ciertos datos.
—Supongo que solo él, podría ordenarte eso —dijo la Arachne.
—Digamos que sí —respondió.
—[Redop] —dijo la Arachne, y todo exploto, la realidad parecía distorsionarse de alguna manera muy rara, el maná se agito y salió disparado en todas las direcciones.
—[Eliminar] —dijo la mujer de la siega, como fue llamada por la Arachne.
Esto es una broma, no quiero morir aquí, no quiero morir con ellas, no quiero morir en este lugar.
Eso solo duró un momento porque luego desaparecieron del lugar.
Todos volvieron a respirar, la mayoría de los orcos estaban en el suelo inconscientes, la chica llamada Byph se levantó lentamente; ella soportó eso, seguro que es impresionante.
—¡¡¡No, perderé, soy la esposa del conquistador, no perderé!!! —repitió esas palabras un par de veces antes de levantarse completamente.
—¿Cuándo? —le pregunté—. ¿Cuándo fue que te casaste con John?
—John, ¿tú lo conoces? —me preguntó con sorpresa.
—¿Cuándo fue que se casaron? el solo tiene 10 años.
—¿Ah, eso? —dijo—. En realidad, fue convenido, entre él y mi padre.
—¿él aceptó? —le pregunté—. Pero si a su lado eres una niña —susurré deprimida.
—¿Y bien, quien eres tú? —me preguntó.
—Yo, supongo que...
—¿No dijiste que eras su novia? —me preguntó el idiota de cazador.
—¿Su novia? —Byph se puso alerta, me inspeccionó con mucho cuidado—. Así que vienes a ser mi compañera.
—¿tu compañera?
—Ya sabes, como John tiene muchas prometidas.
Muchas, prometidas... ese idiota... no es posible.
—¿Qué edad tienes? —le pregunté.
—Mi edad, tengo 12.
—"¿12 años? Ese maldito pedófilo, siempre decía que no le gustaban las niñas... Yo lo castrare; maldición." —mi enojo se manifestó en gritos, ellos me miraban como si fuera una loca, claro, todo lo grite en español.
—¿Qué tanto dice? —preguntó Byph al cazador.
—yo que sé, ella siempre es así.
—"Y siempre me trató como a una hija, el muy maldito; ahora me pagará por todo, resulta que tiene afición por las niñas, si él ahora es un puto anciano, puede que tenga el cuerpo de un niño, pero su mente debe ser la de un viejo rabo verde; ¡Ay! de ti cuando te encuentra, seguro que desearas no haber nacido" —dije pisoteando el pasto con todas mis fuerzas—. "Maldición, solo espero que esas niñas no sean tan bonitas como esa mujer, era muy fuerte, espero que Latrodectus esté bien"
Seguí gritando con furia, hasta que una de mis muñecas de nieve fue destruida.
Me concentre para ver qué pasó con ella.
—Así que decidiste presentarte a nosotros —me dijo el príncipe Rayen.
—Príncipe, no encuentro el motivo por el que aún me siguen —le dije, los guerreros se alinearon tratando de rodearme.
—¿No es eso obvio? —me dijo—. la hija de un gran Conde desapareció, con la única premisa de buscar a un sujeto de dudosa procedencia.
—¡Vaya! Así que estas celoso —le respondí.
—Tu... —creo que lo hice enojar, que infantil es.
—Deberías volver con nosotros, señorita Giselle —me dijo Yoel Octoyello Greygoat, es un joven rubio, de cabello muy corto hijo del general del ejército Orfeo Octoyello Blulion, Yoel es un gran guerrero, diestro en el uso de espadas y hachas, su cuerpo es muy musculoso.
—¡No quiero, ninguno puede obligarme, ¿que no pueden entenderlo?! —les grité—. Estoy buscando a alguien muy importante para mí.
—Tan importante que decidiste traicionar a tu padre, tu familia, y darle la espalda a tu pueblo —me dijo el príncipe—. No sabes lo que dices.
—Seguro, ustedes piensan que enloquecí —les reclamé—. Pero, estaría loca, si me quedara a vivir a tu lado, sabiendo que amas a mi hermana, que todos en el reino me consideran una basura como noble, siempre pensaron de mi como una niña mimada y sin valor.
Ellos se quedaron callados, no sabían que responder.
—Si es de esa forma, ¿porque vienen aquí ahora?, ¿qué más quieren de mí? —dije con lágrimas—. Los odios.
—¿Qué estás buscando?, ¿piensas que ese hombre, te dará lo que deseas? —me preguntó el hermano gemelo de Yoel, Rayen Octoyello Greygoat.
—Él, él siempre estuvo conmigo, cuando más lo necesité, cuando más necesitaba de él, siempre estuvo conmigo.
—Entonces, entonces porque no está contigo ahora —me dijo el príncipe—. ¿Dónde está tu tan anhelado héroe, del que tanto presumes?
—Él, los héroes siempre llegan al último momento —le dije susurrando.
En ese momento un grupo de soldados sostuvieron a mi [muñeca de nieve], el príncipe sonrió de oreja a oreja.
—Tu, maldita puta, te llevare de vuelta al reino, te meterá a la cárcel hasta que te pudras, y tal vez, de vez en cuando, puedo ir a divertirme un poco contigo.
—Ellos tiraron a mi [muñeca de nieve] al suelo, colocaron algunas cadenas presionando sus brazos.
Quisiera que mi técnica durara un poco más, así podría enviarla al reino en mi lugar y este príncipe maricon dejaría de molestarme. Lamentablemente, la [muñeca de nieve] se deshizo al sufrir el daño en las muñecas, el maná se dispersó.
—No puedes hacer nada, príncipe, mi destino es estar al lado de John Wells. —le dijo otra de mis muñecas de nieve deshaciéndose al igual que las demás.
—¡¡¡Puta!!! —fue lo último que escuche de él.
Abrí los ojos, estaba muy lejos aún, ellos tardarían un par de días en llegar hasta aquí.
—Ese maldito idiota —dije alertando al cazador, que se quedó a mi lado, creo que ya me conoce.
—Por fin vuelves de tus viajes astrales —me dijo sonriendo.
—¿Dónde estamos? —le pregunté porque el paisaje cambió, ahora estaba dentro de una cabaña.
—La chica, Byph nos trajo aquí, tuve que contarle todas tus rarezas, pero por fin entendió.
—¿Rarezas? yo no soy rara —le dije.
—Sí, claro
—¿La Arachne no ha vuelto?, ellas desaparecieron, espero que este bien.
La chica orco entro a la cabaña, su forma de caminar es muy autoritaria.
—Te vienen siguiendo, un grupo de soldados a unos 3 días de camino, ¿debemos dejarlos pasar?
De inmediato me dio dolor de cabeza.
—Así que no son amigos —Byph me descifró, solo de ver mi expresión—. Entonces ordenaré que pongan algunas trampas.
—Espera, no quiero causar problemas... —le dije—. Sí te enfrentas a ellos muchos morirán, aunque no lo parezcan son muy peligrosos; no encontré a John, y puede que él tarde mucho en llegar, lo mejor será que me entregué.
—Jamás, como la esposa del conquistador, te juro que te protegeré, con mi vida, ahora cálmate.
—Pero, ellos son soldados, especializados en el combate, han matado a tu raza como un deporte —le dije—. Ese grupo se especializa en matar monstruos demoniacos de rango SS.
—Sebes, mi pueblo siempre ha luchado con los humanos, nos gusta, son sorprendentes, a pesar de su tamaño —dijo Byph riéndose, sus colmillos eran pequeños, pero sobresalían de su boca, aun así, me pareció muy linda—. Son grandes estrategas, su forma de combate cambia dependiendo del oponente. Pero hubo un hombre que sobrepaso a todos ellos, mi padre me lo contó, su forma de pelear, está especializada para matar sin gastar energía, sin demoras y con gran fuerza. ¿Sabes quién es?
—John.
—John Wells, es el guerrero definitivo, su defensa es impenetrable, sus ojos son como los de una bestia sedienta de sangre, sus manos pueden destrozar huesos sin mucho esfuerzo. Lo sé, yo vi, su pelea con el viejo. —su rostro de tono gris, tuvo un leve rubor—. Eso, eso me cautivó, Así que, durante algún tiempo, la Diosa de la Cosecha nos ha enseñado esa forma de luchar, ya no somos una raza bárbara, que corre a la batalla sin pensar.
—Pero, ellos son la elite.
—Nosotros, nosotros también lo somos —respondió—. Además, el todopoderoso nos guía.
Eso me tomo por sorpresa, de cualquier forma, agradecí con todo mi ser.
—Muchas gracias, pero, si se enfrentarán a ellos, yo también lucharé —le dije—. Sería una vergüenza que siendo una novia del "Conquistador" me oculté detrás de una chica.
—Eso esperaría de mi rival —dijo Byph riéndose—. Por ahora, prepararé a mis tropas para la guerra.
—yo te daré una mano Clarissa —dijo el cazador.
—Si, como sabes, no puedo liberar todo mi poder, no hay suficiente agua —le dije—. El agua en el bosque nevado era muchísima, aquí no hay suficiente.
—Hay un rio cerca, podrías tomar el agua de ahí —me dijo Byph.
—Sería una molestia tomarla desde tan lejos —le dije—. pero creo tener una idea, usare el acueducto.
—¿Acueducto? no entiendo. —me dijo Byph, el cazador esta igual.
—El acueducto, es un sistema o conjunto de sistemas de irrigación que permite transportar agua en forma de flujo continuo desde un lugar en el que está accesible en la naturaleza hasta un punto de consumo distante, generalmente una ciudad o poblado —les dije.
—¿Y cómo harás eso?
—Mientras veníamos hacia acá, me encontré que en este lugar hay bambú, eso nos servirá, pero solo tengo un día para terminarlo, antes que llegue el idiota.
—No entiendo lo que quieres hacer, pero te ayudaré —dijo la chica orco.
—Bien, les mostrare lo que necesito —respondí, con mi magia de sirena, hice un modelo a escala de un acueducto, era de hielo, ella estaba sorprendida.
—Es impresionante, entonces quieres que cortemos el "bambú" de esa forma —dijo tomado una pieza.
—Bien, démonos prisa —dije saliendo de la cabaña, afuera, un gran número de humanos y orcos vivían en paz, trabajando hombro a hombro, esto es impresionante.
Los humanos trabajaban construyendo casas, cosechando, mientras los orcos se encargaban de cuidar la seguridad. Algunos de ellos se llevaban muy bien, no pensé que viviría para ver algo así.
—Muchos guerreros orco, se comprometieron con humanos —me dijo Byph—. Algunos se han casado y hace unos meses nació el primer niño.
—¡¡¡Ah!!!, quiero verlo; pero creo que lo hare después, ahora tengo trabajo —le dije—. Donde está el rio.
—Sígueme, ¿Cuál era tu nombre?
—Mi nombre, soy Clarissa Wells —le dije mientras levantaba la cara y sacaba el pecho.
Al caminar por ese hermoso pueblo, vi a muchos orcos, eran de buen tamaño, pero al verlos jugar supe que eran niños de unos 4 o 5 años, seguro que los orcos se desarrollan muy rápido.
Algunos niños humanos de 8 o 9 años jugaban a su lado, eso me pareció fabuloso.
—Me gustaría que muchas razas vivieran juntas de esta manera —dije embobada.
—Es un sueño extraño, muchas razas se odian entre sí.
—Para vivir juntos, deben tener algo en común.
—¿Algo en común? —se preguntó Byph— yo, soy la esposa de un humano, así que creo que eso es lo único en común que tenemos, además que a ambas razas les gusta la guerra.
—No es todo, hay mucho más de lo que se observa a simple vista —dije mirando a los niños—. En cierta manera, todos buscamos ser felices, esa es nuestra mayor similitud.
—Creo que tienes razón —dijo Byph—. El rio está cerca de las ruinas del reino, tendremos que hacer ese acueducto desde ahí.
—No hay problema; con tener suficiente agua, creare un par de [muñecas de nieve] para ayudarnos.
—[muñecas de nieve], no sé qué es, pero si tú lo dices, creo que solo puedo obedecer.
Fuimos a una especie de corral, donde había un buen número de lobos gigantes.
Ella hizo un chiflido y un lobo corrió a su lado.
—Vamos sube —dijo sentada sobre el animal.
Me acerqué y salté sobre el perro gigante, su pelaje suave me encantó.
Así llegamos en menos de 15 minutos al rio.
—Este lugar es bueno —le dije, el flujo del agua era perfecto para mi experimento, mandé a mis [muñecas de nieve] a juntar el bambú.
Al estar cerca del agua, mi magia se magnifico al triple, no fue tan espectacular como cuando estuve en el bosque nevado, ahí mi poder creció a niveles nunca vistos, tenía tanto maná que podía provocar avalanchas y tornados, además podía crear hasta 1000 [muñecas de nieve].
Ahora, gracias a la poca agua del lugar, lo más que puedo hacer es 30 [muñecas de nieve]
Que mal, pero creo que será suficiente para detenerlos hasta que John llegue, mis [muñecas de nieve] no saben luchar, solo arrojan un par de piedras, pero mientras tenga suficiente agua puedo crear a las que sean destruidas.
Trabajamos durante todo el día, hasta que fue sonado el cuerno de guerra de los orcos.
—Los humanos están cerca, no es un grupo normal, por su apariencia y formación, diría que son expertos del ejercito —informó un orco.
—Esto será molesto —dijo Byph—. Mi padre está muy lejos, estamos divididos.
—Lucharemos juntos —dijo una joven pelirroja—. Deberías recordarlo Byph.
—Princesa Anahí.
—Llámame Anahí, deje de ser princesa cuando el reino desapareció —le dijo la chica, es linda, supongo.
—Tu eres la prometida de John —dijo ella señalándome.
—Lo soy —respondí.
—Es tarde para presentarme, mi nombre es Anahí, soy la líder de los humanos, ya conoces a Byph, ella es líder de los orcos.
—Si, ya lo vi.
—¿Quiénes son? y ¿por qué te persiguen? —preguntó.
—Es el príncipe idiota, él era mi prometido; fue enviado por mi padre y el rey, para detenerme —le expliqué.
—¿Por qué escapaste?
—Ellos me tenían secuestrada, cuando me entere del incidente en el reino Hordbac, tenía que venir lo más rápido posible, sabía que John tenía algún problema, pero ellos me encerraron.
—Entiendo —contestó la chica—. Entonces, haremos lo posible por detenerlos, John está en camino, el llegara en unas semanas, dudó que aguantemos hasta entonces.
—La presencia de John apareció en las cercanías —le dije mirando hacia el rio por donde venia el acueducto.
—John, es imposible, está cerca de la frontera de los elfos —dijo Byph—. No puede ser él.
—Lo es —respondí—. No sé cómo, pero tiene la misma presencia que mis [muñecas de nieve]
Corrimos guiados por los lobos, ahí encontramos a un niño muy extraño, el caminaba lentamente por la orilla del rio sonriendo como idiota.
—¿Quién eres? —preguntó Byph—. ¿Cómo pasaste nuestras defensas?
—Saludos —dijo—. Mi nombre es A2, aunque pueden llamarme Ofir, fui enviado por John Wells —respondió con tranquilidad, luego sujetó un trapo en su cintura y se lo mostró a Byph
—Eso —parece que Byph reconoció la tela.
—tiene un dulce aroma —dijo Ofir—. Uno que me guiara al lugar donde está mi prometida —dijo con una voz gruesa, y una cara seria, totalmente acorde al John que recuerdo.
Byph abrazó a Ofir.
—Soy solo una representación mecánica del verdadero John —dijo Ofir.
Esto es impresionante.
—yo soy Clarissa García —me presenté.
—¿Clarissa? —se sorprendió.
—Tal vez no seas él, pero... —lagrimas, no pude detenerlas y sin importarme nada lo abracé.
Era alto, un poco más que yo, su sonrisa parecía natural, diferente al John que conocí.
—"Parece que no cambiaste nada" —me dijo con ironía—. "Sigues siendo una loca" —él se burló, aun así, nada me quita la felicidad de volverlo a ver.
—"No importa lo que digas, aunque no seas el original. Me alegro de verte, aunque te hayas convertido en un pedófilo"
—"¿Eso piensas?" —me preguntó riéndose—. "Técnicamente me siguen gustando mujeres mayores"
—"Así que era eso" —casi di un grito—. "Bueno, ahora soy mayor que tú, no puedes rechazarme, además ya me presenté como tu novia"
Él se quedó callado y luego respondió.
—"Es todo lo que puedo decir, cuando John regresé, hablaran de esto."
—"No trates de evadir el tema."
—"Negativo, mi sistema de datos no puede almacenar demasiada información, es un problema técnico."
—"No comprendo"
—"He estudiado por casi 1 año y medio, la manera de multiplicarme a mí mismo de tal forma que pueda cumplir diversas misiones al mismo tiempo."
—"¿Algo así?" —le pregunte al mismo tiempo que usaba [muñeca de nieve]
Él estaba muy sorprendido, esa expresión era sublime, nunca espere verlo así.
—"Es exactamente lo que buscaba."
—"Lo hago usando mi maná elemental de agua."
—"Es excelente" —dijo Ofir observando minuciosamente a mi clon.
—"No la veas de esa forma pervertido" —le dije riendo.
El la examino sin escuchar mi burla.
—"Interesante, supongo que debería disecarte para conocer todos los secretos que guardas" —dijo de manera sádica y con una sonrisa horrorosa en su rostro.
Yo me asuste de verdad.
Él se río en voz alta, se burla de mí.
—"Es broma, no tienes que poner esa cara" —me dijo sin dejar de reír.
La chica pelirroja y Byph no entendían nada, claro, es una costumbre mía hablar en español.
—Me alegro mucho —dije, las lágrimas volvieron a salir.
—No soy John, solo un rastro de su voluntad, así que solo puedo hacer esto. — Ofir me abrazó.
Yo le correspondí, es agradable volverlo a encontrarlo, después de todo, fue divertido.
—No hay mucho tiempo para los abrazos y esas cosas —dijo Anahí—. Un grupo de guerreros de elite están buscando a tu amiga —dijo señalándome.
—Tenemos pocos guerreros orco —dijo Byph—. La mayoría están combatiendo junto a mi padre, muy lejos de aquí.
—Bapho está conquistando territorios.
—Eso es —dijo Byph.
—Yo fui enviado hace unas semanas a ayudar al pueblo —dijo Ofir—. Y John debería llegar aquí dentro de un par de meses.
—Tardara demasiado.
—No te preocupes, como ya dije, la horda esta lista para el combate —dijo Byph—. Salimos ahora, antes que se acerquen más.
—Bien —volvimos al pueblo, me coloqué dentro de un balde, donde el agua del rio desembocaba.
A mi lado se formaron [30 muñecas de nieve]
—Me gusta —dijo Ofir.
El tomo un corazón demoniaco del tamaño de un puño, escribió algunas cosas extrañas sobre él. Una de mis clones se acercó a leer lo que escribía.
Eran formulas químicas, instrucciones precisas, como si fuera un programa para computadora.
—No tengo suficiente maná para canalizar a esta máquina —dijo mostrándome el corazón de demonio—. Pero tú puedes hacerlo.
—¿Qué es?
—Es un prototipo, John aun no lo perfecciona, pero ayudara mucho si lo usamos con cuidado, solo espera, lo terminaré lo más rápido que pueda.
Mis clones tomaron un par de armas y un escudo.
Entonces A2 Ofir se levantó, se acercó a mi espalda y coloco el corazón, que se convirtió en una extraña máquina.
Al mismo tiempo el colocó una, sobre su cabeza.
—Dame el control de alguna de tus [muñecas de nieve] —su voz se escuchó en mi cabeza, esto, no puede ser, ha creado un aparato tecnológico, algo que no debería existir en este mundo.
Él tomó control de una de mis [muñecas de nieve], que cambió de forma, su cuerpo se volvió robusto y más alto, su cabello largo se transformó haciéndose corto, y de un color rojo brillante; una marca extraña salió en el lado izquierdo de su rostro.
El clon se estiro lentamente, como si acabara de despertar, ¿él era John?, ¿es así como él se ve?
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Al mismo tiempo los orcos se formaron esperando a mis persecutores, la mayoría de mis clones avanzó a la pelea, envié a 20.
A lo lejos vi al grupo de soldados de elite, levantaron algunas tiendas lejos de aquí y se prepararon para atacar.
Fue Byph quien se acercó, una de mis clones la siguió junto a Anahí.
—Han irrumpido en mi territorio —dijo Anahí, siendo la primera en hablar.
—Es una sorpresa, que humanos convivan con estas criaturas de baja inteligencia —respondió el príncipe.
—je, je, je —se río Anahí—. Te crees inteligente —se burló la princesa.
—Maldita.
—Cierra la boca idiota —dijo Anahí, su rostro cambio a una expresión solemne, era el orgullo que solo la realeza puede tener—. ¿Tú que puedes saber de inteligencia?
—De cualquier forma, entreguen a la señorita Giselle —dijo Yoel interrumpiendo.
—No conozco a nadie con ese nombre —dijo Anahí.
—Es la chica a tu lado —dijo el príncipe, parecía muy cabreado—. Ella es mi prometida, y he venido a buscarla.
Anahí me miró.
—No se de que habla, mi nombre es Clarissa —le dije fingiendo ignorancia.
—No importa —respondió la princesa—. Byph y yo acordamos protegerte.
—Gracias, yo...
—Se quién eres —dijo el príncipe—. Eres la princesa Anahí Silvdem Fengold di Hordbac, Sabes que esto será considerado una declaración de guerra.
—Eres idiota —dijo Anahí—. Ese ya no es mi problema, no se quien te declaró la guerra, yo ya no soy una princesa.
—Haz como te parezca —continuó Byph—. ¿Cuánto tardarían en llegar sus fuerzas? ¿seria 1 año y medio?
—Entonces esto es absurdo —dijo Yoel, que levantó su espada y atacó sin remordimiento, tratando de matar a la princesa Anahí.
—Parece que piensas que soy débil —dijo bloqueando con su brazo.
Un grueso muro de rocas se interpuso frente a ella deteniendo al musculoso.
Los soldados enemigos se agruparon, y los magos atacaron lanzando magia de fuego y tierra.
Byph por otro lado, solo corrió hacia adelante con su hacha en mano seguida por el ejército de orcos, entre los que había algunos humanos.
El príncipe se abalanzó sobre mí, mis clones se defendieron como podían, nunca fui buena en los deportes, mi magia tiene menos poder en un ambiente sin mucha agua.
—Juro por mi nombre, que volverás conmigo Giselle —gritó el idiota.
—no conozco a nadie con ese nombre —le dije—. Me llamo Clarissa, y yo ya estoy comprometida con otro hombre —grité lanzando algunas estacas de hielo.
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—Es así, como me veo —respondió el clon que tomo la forma de John —. A2 Ofir, parece que superaste mis expectativas —dijo sin cambiar de expresión, pero al estar conectada a su cabeza podía saber que reía.
—Solo ella puede guardar este secreto —dijo Ofir.
—Excelente —dijo John—. Entonces, ¿quiénes son mis invitados?
—Un grupo de soldados que buscan a Clarissa —dijo Ofir.
John río alegremente, claro que no lo mostró, ahora entiendo, cada vez que lo seducía, el ocultaba su reacción con esa cara.
—Siempre fue así —dijo John—. Antes era un viejo, que podría ser tu padre, pero ahora, tengo total libertad, soy joven, muy joven.
—Y debes ser un mago poderoso, seguro que puedes eliminarlos a todos con algún poder de esos increíbles.
—Creo que esperabas mucho de mí —dijo burlándose.
—¿No eres mago?
—No, con el maná que poseo apenas puedo realizar algunos trucos —respondió—. Pero eso no es ningún problema, te mostraré, que aun soy el mejor en lo que hago. —dijo John.
Entonces una imagen llegó a mi cabeza, un hombre joven de unos 25 años, con un equipo militar, caminando junto a un montón de cadáveres de soldados y traficantes.
Su rostro era inexpresivo, lo recuerdo, recuerdo ese rostro, lo vi mucho tiempo, fue el de quien me enamoré.
Mi propio rostro se sentía muy caliente, todo mi cuerpo se estremeció.
—Creo que tuve un pequeño accidente con mi ropa interior —dije susurrando.
—Ja, ja, ja, ja, es por eso, que siempre me gustaste, niña loca.
—Que no soy ninguna loca —le dije—. Tal vez, solo un poco.
La pelea se desarrollaba mientras tanto. John caminó al lado de mis clones.
—Terminemos con esta idiotez —dijo.