Perspectiva: Ena Wells
—Por fin, me volví loca —sabía que comer esos hongos de colores no era buena idea.
El lobo me miraba con rabia, su quijada se separó en 3, no era la boca normal de un lobo... parecía más bien como los pétalos de una flor... una flor carnívora, asquerosa y llena de dientes.
Escuchaba a lo lejos, la ciudad, había muchos gritos... sabía que algo andaba muy mal, este lobo no era el único, por los gritos y el sonido del metal sonando lml, podía darme cuenta que estas cosas atacaban el reino.
—escucha pequeña yo, tu maná es como una fuente, que se desborda, sin embargo, con mi ayuda, lograras dominar la magia completamente —me dijo la voz de antes, era una voz soñolienta, como de una mujer madura.
—silencio... John me conto que hay veces en las que una voz te habla al oído... él dijo que se llama el diablo y el angelito... —me decía para calmarme—. Él me dijo que a veces su diablito le decía "lánzale una piedra en la cabeza a ese niño" y su angelito le respondía "Que esperas maricon" —no sé porque me contó eso, ¿quién se supone que es el malo?...
—Cálmate Ena, yo soy tu... bueno, soy el poder que hay dentro de ti —dijo con felicidad.
—El poder... —mientras platicaba conmigo misma, el lobo me atacaba con furia, hice púas en el piso para que el lobo fuera empalado, pero el maldito salto a los árboles.
Esa cosa parecía burlarse de mí, Idrits y Alessia por fin reaccionaron, Idrits se acercó lo suficiente para recuperar su espada.
Ella volvió a atacar, corto sus articulaciones muy rápido, pero el maldito animal las volvía a regenerar, como hacemos para matar algo así, John se enfrentó a un orco, y dijo que hacía esto mismo.
"Si su cuerpo se regenera en una mala posición, quedara deforme"
Eso es, levante las manos, necesitaba hacer magia de tierra, el suelo se movió, grandes cantidades de piedras y rocas, se volvieron polvo, y reaccionaron a mi orden.
La tierra tomo la forma de mis manos, eran dos manos gigantes que apresaron al lobo, endurecí la tierra hasta convertirse en piedra nuevamente, el lobo quedo aplastado.
—Ena... ¿Qué fue eso? —me pregunto Idrits conmocionada, Alessia no podía creerlo.
—Ese fue todo mi poder —dije, me sentía agotada, jamás había tenido el agotamiento de maná, mi abuelita y mama me hablaron de eso, pero no me había pasado hasta ahora—. Gaste todo el maná que tenía.
—Jajaja, tu maná no se agotó, es el límite que tiene tu mente —respondió esa voz molesta.
Me senté un momento... jadeaba y me faltaba el aire, además me empezaba a doler la cabeza.
—Eso fue... increíble —dijo Alessia—. Maravilloso... nunca había visto magia de ese rango.
—Obviamente no —dijo la voz respondiendo—. Exclusivo de las brujas santas.
—¿Qué diablos dices? —pensé molesta... no soy una bruja santa...
—Jajaja, te lo explico luego... por ahora aun tienes trabajo.
—El reino está siendo atacado —dijo Idrits, al darse cuenta, había algo de humo dentro de las murallas.
El sol se estaba ocultando; volvimos corriendo, dentro había muchos guardias luchando.
—Las personas... se transforman en esas cosas —dijo Alessia.
Un niño, una mujer, y algunos hombres se transformaron frente a nosotros.
Todo era un caos, quería usar magia, pero cuando levante las manos, me vino un sentimiento extraño, algo me avisaba que, si volvía a hacerlo, moriría lenta y dolorosamente.
—Aun no —dijo la voz en mi cabeza—. Tendrás que buscar otra forma...
—Esa magia, que hice para gastar tanto maná?
—Deformaste la materia —me respondió—. Algo que es imposible para los humanos.
—Alessia, Idrits, no puedo pelear, mi maná está agotado —les dije con pesar.
—Tranquila, nosotras pelearemos —dijo Idrits—. Después de todo eres la hermana de mi novio, no puedo dejarte sola —me sonrió.
—¡¡¡Hay!!! que linda —dijo la voz en mi cabeza.
—Niñas, deben esconderse —dijo un soldado—. Este lugar no es seguro.
—No hay a donde ir —le respondí—. Somos aventureras, también ayudaremos.
Varios soldados se enfrentaban a los recién convertidos en lobos.
—No dejen que los muerdan —escuche gritar.
Alessia e Idrits estaban conmigo, ellas me protegían, parece que sin magia soy inútil.
—Hey, una bruja santa nunca es inútil —me dijo la voz—. Eres inexperta...
—Debo buscar a Mamá, la Abuela y Yui —pensé, espero que papá pueda protegerlas.
—Debemos salir, esos perros ya son demasiados —dijo Idrits—. Aquí no es seguro.
Caminamos a la puerta, y encontramos a la señorita Adai...
—Hey niños, vengan por aquí —nos llamó, llevaba puesta su armadura, se ve, genial, aunque resalta mucho su busto—. Este lugar es peligroso, esas bestias son una plaga, parece que es infección.
También la acompañaban las otras recepcionistas.
Corrimos de vuelta al bosque; había mucha gente corriendo y luchando.
—Parece que la zona de los plebeyos es el único lugar donde hay infección... El ejército está evitando que pasen la primera muralla interior —nos contó Adai.
—¿Y el anciano? —le pregunte
—No ha vuelto, desde que apareció el primer lobo, no sabemos dónde pueda estar... ¿y el pequeño John?
—Ese idiota se fue al bosque, escuche que a comprar un terreno —le conteste.
Estábamos alerta, algunos plebeyos salieron de las murallas imitándonos, todo era caos y destrucción.
Limpie mi cara con un trapo, esto me estaba enfermando, me sentía agotada mentalmente, pero tenía que esperar a ver como se soluciona.
Uno de los plebeyos que salió, se transformó poco después en un lobo, mato a los que estaban con él.
Y luego corrió hacia nosotros.
Adai tenía consigo una maza, se enfrentó al lobo con mucho valor, logro mandarlo al suelo de un golpe, el lobo volvió a levantarse.
Juliet, la mujer loca del gremio, saco un par de dagas.
—Diosa de la montaña, guía mi mano a mi enemigo [doble filo] —ella lanzo sus dagas a la garganta del lobo.
Magia de viento.
Idrits se unió a la batalla, Alessia permaneció a mi lado, había otra recepcionista a la que nunca le hable, era una mujer rubia, ella traía un traje de cuero, y disparaba flechas con su ballesta.
El lobo era muy fuerte, debemos aplastarlo completamente, quebrar su cuerpo... que no pueda volver a regenerarse.
—Esta es una noche muy linda —dijo la voz en mi cabeza.
—Silencio estúpida, no vez que estamos en peligro, sirve de algo, ayúdame a pensar —le reclame.
—Bueno, no se me ocurre nada, además, ¿porque no esperamos a que vuelva John?
—Serás imbécil, para cuando el vuelva, estaremos acabadas.
—Bueno, porque no intentas llamarlo, usaremos la frecuencia, "hermanita en problemas"
—Como diablos piensas que hare eso.
—Es sencillo, tú dices el mensaje, y yo se lo entrego —respondió
—¿En serio?, Bueno, dile que necesitamos su ayuda, que Alessia está en problemas y si no vuelve, mañana ya no hará falta.
—Listo, ya fue entregado —respondió la voz en mi cabeza.
—Como que ya fue entregado?...
—Estamos conectados, él es marca demoniaca, nosotros somos su contrario, brujas santas.
—Diablos, dejare de hacerte preguntas, y espero que en serio funcione...
—¿Alguna vez te he mentido?
Me di un zape yo sola, como fue que termine hablando con una extraña voz en mi cabeza... solo espero que no me engañe...
—Peligro chicas —grito Adai, venían muchos de esos lobos, eran 3 en total, ahora estamos perdidas...
Estábamos rodeadas, maldición.
—¿porque no me avisaste sobre la magia? —le dije a la voz inútil.
—Porque no preguntaste —contesto—. Estas jodida, pero ahora eres sabia —me dijo, porque siento que se burla de mí.
—Debemos aplastarlos, no dejen que su cuerpo se regenere —les dije, trataba de acumular algo de maná, pero no servía de nada, no debí agotar todo.
La cabeza me dolía aún más fuerte, quería llorar por el dolor.
Adai es muy buena luchando, esquivaba y golpeaba, pero parecía cansada... no aguantara mucho.
—Debemos hacer algo —le dije a mi voz interior, entonces lo recordé, Rub, él puede ayudarnos.
Normalmente le ayuda a Yui, si ve que hay peligro, debe protegerla... solo hice un silbido, como el de un pajarito feliz.
—Ena, no es momento de silbar —me regaño Idrits.
—Estoy llamando a Rub, él puede ayudarnos; por ahora resistan, el vendrá pronto.
Alessia corrió y enfrento a los lobos, ella esquivaba muy bien, daba muy buenos golpes, pero no era tan buena tratándose de matar, ella aún tiene miedo.
Esto es un asco, Adai está agotada, el lobo logro empujarla, la arquera se queda sin flechas y la loca, está cansada de tanto lanzar magia.
Idrits está soportando, pero sé que no podrá ella sola con todos.
Escuche un rugido, los lobos voltearon, era Rub, traía a Yui en su espalda, llego muy rápido, esquivo a todos y se paró frente a nosotras.
—Señorita Ena —me saludo—. Tuve algunos problemas para venir, siento la tardanza.
—No hay problema, necesitamos ayuda con estas cosas...
Rub se enfrentó con los lobos, el siendo mitad gato, es muy ágil, creo que es más fuerte que John, pero no tiene la experiencia.
Rub Daba golpes torpes, lo sé por qué ahora puedo entenderlo, John no hace movimientos tan innecesarios, y es mucho más certero...
Rub golpeaba salvajemente a los lobos, pero ellos se recuperaban, a pesar de la fuerza con que eran machacados.
Trataban de morderlo, gruñían y lo peor es que se está oscureciendo.
Pronto será más difícil enfrentarse a esas cosas.
Rub ataco a uno de ellos, casi fue mordido, pero esquivo a tiempo, uso sus garras para atravesar el pecho de lobo y extrajo su corazón, aun palpitaba... Alessia por poco y se desmalla.
El lobo obviamente no volvió a levantarse.
Rub retrocedió, ya no eran 3 ahora eran 5 lobos, había llegado otros dos; Rub gasto mucha energía, parece que no tiene buena condición física, a pesar de ser de una raza animal.
—Señorita... será difícil para mí acabar con todos... son demasiados —dijo muy agitado.
Entonces llego Violet, ella venia corriendo, sus ojos se veían diferentes, incluso pienso que adelgazo... no la reconocí al momento, pero supe que era ella.
—Mías —grito, sus ojos se volvieron amarillos... mierda, ella salto sobre los otros lobos y arranco su corazón sin esfuerzo...
—Estaba mejor con los 5 lobos —pensé casi llorando.
Violet se volvió contra nosotros.
—Deliciosas... —dijo, transformándose, su cuerpo se volvió al doble del tamaño, Rub trato de detenerla, pero ella... peleaba como John, esquivo todos sus golpes y atravesó su pecho sin dificultad.
Yo me quede pasmada, Yui comenzó a llorar.
—Rub...
—A un lado gato —grito Violet, con una voz ronca y desagradable—. Las amó chicas, debo comerlas —ella nos saboreó.
Rub estaba muriendo.
—No me importa si muero —dije, me concentre a pesar del dolor y enfoque todo el maná que podía, mi cabeza comenzó a palpitar... sentí que mis venas se hinchaban—. [Regeneración]
Lancé el hechizo sobre Rub, él se salvó, lo se... yo caí al suelo...
Perspectiva: Tercera Persona.
Ena se desmallo, no pudo soportar la presión en su cabeza, Violet la miro desplomarse, la magia que uso era de sanación, por lo que no se sintió amenazada.
—Vamos a jugar chicas —dijo Violet, su mandíbula se separó en 3 mostrando filosos dientes.
—Violet, debes luchar, no te dejes vencer por eso —la animaba Alessia.
—Violet... no... —se quejó Idrits.
Violet se retorció, su cabeza le dolía, quería reaccionar, pero la sed por alimentarse del corazón de sus amigas... era algo que la mataba... deseaba bañarse en su sangre.
Caminando por una vereda regreso John, venía acompañado de sus dos esclavas, hacia algunos cálculos y mediciones en su cabeza, por lo que no presto atención a su entorno, hace unas horas, llego un mensaje a su cabeza, era de Ena, debía volver...
—Violet, pensé que no te podrías poner peor —dijo John mirándola.
Como la ha reconocido —pensaban todas.
Violet al verlo, se volvió loca; era el chico al que amaba, y su deseo por devorarlo era muy superior al que sentía por sus amigas.
Quería probar cada parte de su cuerpo...
—Deja de mirarme de esa forma —le dijo John cubriéndose el cuerpo—. Eres asquerosa.
—Serás solo mío —dijo la chica avanzando hacia él, en unos segundos estaba a su lado.
Amy e Impher se retiraron, dejando solo al niño soldado.
—¿Qué está haciendo? —se quejó Idrits... si era John, seguro era capaz de matar a Violet.
Pero él no lo hizo, solo esquivaba los golpes lo mejor que podía.
—Debo admitir, que ahora tienes mucha más velocidad y fuerza —dijo John—. Pero aún no es suficiente.
—Te devoraré —repitió Violet, parecía en éxtasis, solo de imaginar su sabor.
—Mierda —dijo John, Violet tenía las bases; el cuerpo, y los sentidos aumentados fueron suficientes para seguirle el ritmo—. Deja de hacerte la tonta Violet —le dijo John mirando esos ojos amarillos.
Violet trato de morder su yugular, pero fue sujetada por el cuello, John la detuvo, solo con un toque en una zona sensible en su garganta.
—No puedes hacer nada —dijo Violet—. estas destinado a ser mi comida... disfrutare cada mordida —dijo sujetando la mano de John.
—No —dijo Idrits, quería llorar, levanto su espada, estaba a punto de correr hacia Violet.
Entonces John comenzó a transformarse, su cuerpo cambio, sus brazos crecieron al doble...
Las chicas se asustaron, Alessia empezó a llorar, Adai apretó su maza con fuerza... ahora sí que estaban jodidos.
Incluso Violet se alteró al ver la transformación.
Era un lobo, de un color rojo brillante, de melena larga y suave, tenía una marca en su ojo izquierdo que lo hacía ver imponente; trono un poco su cuello y apretó aún más a Violet.
—Deja de jugar ahora —repitió John, su voz era grave, como un rugido—. Esta estupidez, no puede controlarte—. Le volvió a decir.
—John —dijo Alessia mirándolo, estaba sorprendida.
Violet, comenzaba a recuperar la conciencia...
—Deseo, carne... corre... no quiero lastimarte...
—La sed de sangre que provoca esta basura de transformación, no es nada, comparado con lo que he vivido —le respondió John.
La levanto del suelo, solo con su mano...
—¿Crees que así puedes ser mi novia?, si no puedes controlar algo como esto... te desechare —le dijo tajantemente.
—No —dijo Violet quejándose—. Yo puedo —grito.
Ella se esforzó, la bestia trato de retomar el control, pero ella se sobrepuso, pronto su cuerpo volvió a la normalidad... o mejor que antes, pues ahora era delgada y se miraba hermosa, no tenía ropa, por lo que Impher le puso la piel de un lobo que recientemente había cazado John.
—John... —le hablo Alessia.
—¿Qué pasa? —pregunto él, su voz se escuchaba dominante.
—¿Estas bien... no vas a comernos?
—Tal vez lo haga, pero será en unos años más adelante —respondió John.
Alessia no comprendió, incluso Idrits se quedó pensativa y con miedo; las únicas que comprendían fueron las recepcionistas que se pusieron coloradas.
Su cuerpo era el doble de su tamaño, se veía musculoso, casi como el venerable...
—Ahora te ves más varonil —lo adulo Adai.
—Cuidado Adai, a ti si puedo comerte —se burló John.
Impher le dio las cuchillas del simio y él las amarro a sus brazos, su playera se había abierto, y su pantalón estaba por reventar, por lo que Amy le dio un pantalón hecho de piel, al tamaño exacto.
John se quitó los trapos que traía y se cambió, bajo la atenta mirada de las señoritas.
Él sonrió mostrando unos grandes caninos...
—Vamos a jugar —dijo mostrando sus garras.
Las chicas lo siguieron, se sentían mucho más seguras, viendo su imponente figura, les daba confianza.
John paso la puerta, los guardias estaban ocupados, había gente muerta en todas partes, el lobo rojo mato a varios de un tajo, solo saco el corazón; el padre de John estaba de pie, junto a esas mujeres, vieron a John llegar, y se asustaron mucho, era alto y fuerte, además de ser imponente, pero era extraño, varias chicas lo seguían, muy de cerca y el no atacaba a ninguna.
Además, traía cargando a Rub y Ena.
John se acercó hacia ellos y lanzo a Rub, que seguía desmallado y bajo a Ena con delicadeza.
—Padre idiota, cuida a Ena por mí, te encargo a estas chicas —dijo señalando a todas.
—John, porque los matas... intenta ayudarlos a que vuelvan a ser normales —le suplico Adai.
—No es posible —le dijo John—. Debes tener una mente fuerte para controlar al lobo, lamentablemente, ellos no la tienen —respondió—. Su raciocinio desapareció desde el primer momento... ahora son animales.
John camino lentamente, se veía una diferencia muy grande, algunos lobos eran más robustos y grandes, pero solo seguían su instinto.
John se acercó matando a muchos lobos de un golpe, atravesó su corazón sin esfuerzo.
Los lobos al ver esto lo enfrentaron, eran por lo menos 80, todos caminaban en 4 patas.
Había muchos animales, caían de los tejados y los árboles, los guardias miraban asustados al lobo rojo, era por mucho superior a los demás, se sentía en su aura, podían sentir como cada musculo de su piel gritaba, querían huir.
Pero el lobo rojo, no los ataco, paso a su lado sin prestarles atención, y solo matando a los lobos.
La jauría se abalanzo sobre él, sabían que era un peligro, que ellos no serían rival para él si no se unían.
John ayudo a los plebeyos en su camino, los protegió y enfrento a la manada.
Violet transformada, se paró a su lado.
—yo peleare a tu lado Alfa —le dijo en posición de combate.
John la miro de reojo, estaba rodeado, esperaba poder ayudar a alguno, pero todos había sido controlados; no podía hacer nada por ellos.
—Les daré una muerte digna —grito—. Siento lo que estoy por hacer, pero... ellos ya no pueden volver —les llamo a los familiares.
—Hazlo —dijo una niña, que lloraba, su madre había devorado a su hermano y padre.
—Hazlo —dijo otro hombre, la mayoría de los plebeyos lo apoyaba ahora.
Ellos levantaron lo que tenían para pelear.
Apoyaban a ese par de lobos, que al parecer eran diferentes.
Los lobos atacaron, John reacciono, con este cuerpo más fuerte, podía ejecutar movimientos mucho más poderosos, ataco sin reservas, los lobos saltaban sobre él tratando de morder su yugular, pero el atravesaba su pecho sacando su corazón.
Violet imitaba lo mejor que podía, seguía a John y cubría su espalda, hasta que de entre los lobos, salió uno, alto, robusto, era un lobo color blanco, muy particular.
El gruño a los demás, haciéndolos retroceder.
Este lobo dirigía a todos, John sabia, este fue el causante de este problema... fue el primero.
—Alfa... este es peligroso —le dijo Violet.
—Quédate detrás de mí —dijo John, ambos se miraban, John sonrió mostrando sus largos colmillos—. Ven cuando quieras —lo reto
El lobo hizo algo extraño, abrió la boca, su mandíbula en forma de planta carnívora brillaba de manera anormal.
—John tomo a Violet y la arrojo lejos de una patada.
Recibiendo con ello la magia del lobo.
La luz que salió del animal parecía desintegrar todo, John perdió un brazo entero, seguido de su ojo derecho y parte de sus costillas.
—Este cuerpo es asombros, pero no es del todo funcional —dijo John.
El lobo lo miro, tenía un cierto grado de inteligencia.
—Qué sabes... —le dijo mirándolo hacia abajo.
John recupero su brazo, el lobo se asombró por lo ocurrido, no debía regenerarse tan rápido.
John corrió hacia el lobo, ambos atacaron, pero John tenía esas garras, algo que le daba una clara ventaja, podía cortar su cuerpo con facilidad.
El lobo se movía lo mejor que podía, era fuerte, mucho más que John, pero, inevitablemente estaba perdiendo.
Lanzaría magia otra vez, a esa distancia, John no podría evitar morir, solo debía atravesar su corazón y el habría ganado.
Pero John sostuvo su garganta, tomo su brazo y lo torció, dándole la vuelta, el lobo blanco levanto su cabeza y la magia fue disparada al cielo.
La luna comenzaba a resplandecer, el lobo blanco estaba alegre, podría ganar, así que se quedó mirando la luna.
John sintió una subida de energía, solo verla lo hacía descontrolarse.
Sin embargo, esa sensación fue suprimida; el hombre lobo blanco creció en musculatura, John ya no pudo retenerlo, pero tenía ahora una clara desventaja, era mucho más lento.
El lobo dio un zarpazo, quería rebanar la garganta de John, el esquivo por los pelos, las casas de piedra detrás de él, se quebraron.
La gente peleaba, no podían dejarse vencer por esas criaturas.
A pesar que eran solo plebeyos hacían lo que podían para apoyar a los guardias y pocos aventureros que aún estaban ahí.
Violet peleaba furiosa, destrozaba a sus enemigos como loca.
John salto hacia atrás evitando la mordida del lobo blanco, y le dio un coscorrón a Violet.
—No te vuelvas loca —le dijo.
—Lo siento Alfa —se disculpó bajando la mirada y gimiendo como un cachorrito.
Aunque ahora su personalidad parecía cambiada, seguía siendo la misma niña gorda de siempre.
O eso fue lo que pensó John.
Él miro al frente, se concentró al máximo, su expresión cambio, era indiferente, solo analizaba como acabar con todo eso.
—Deberías invocar a Red —le dijo su voz interior.
—No —respondió—. Ella es el as bajo la manga.
El lobo blanco atacaba con furia, deseaba acabar con su rival cuanto antes... estaba desesperado, pues ese lobo rojo, era llamado Alfa, por la joven a su lado.
—Soy... el Alfa —se dijo a sí mismo.
John detuvo los brazos del lobo, ambos quedaron de frente; John fingió darle una patada, por lo que el lobo retiro una de sus piernas, John aprovecho el movimiento para girarse manteniendo su brazo, uso ese volumen en su contra y lo azoto en el suelo.
Al mismo tiempo corto su cabeza, lo decapito y levanto el cráneo en señal de victoria.
Los lobos a su lado se asustaron, pronto la mayoría salieron del lugar a toda prisa, John persiguió a muchos matándolos con ayuda de los guardias y Violet.
Muchos soldados por fin abrieron las puertas de la primera muralla interior, salieron una vez vieron que los lobos escapaban.
—Violet, sígueme —ordeno, saltando en los arboles—. Ellos se encargarán de lo demás.
—Si alfa —grito.
John y Violet se escondieron.
—No debes hablar de esto con nadie, si nos exponemos, seguro nos darán caza —aconsejo John.
—Pero, Alfa... mírame, ahora puedo estar contigo, ahora soy fuerte y...
—No necesitas esto para poder estar conmigo —respondió John—. Solo esfuérzate en ser tu misma.
—Yo misma... —Violet estaba pensativa... su cuerpo volvió a la normalidad, ella miro su reflejo en el rio, era delgada, y ahora tenían curvas envidiables.
—Parece que tendré que ir a comer para recuperar mi hermosa figura —se burló de sí misma.
—Bien, veo que has pensado mejor las cosas —dijo John que volvió a su forma normal, su cuerpo era bastante más musculoso que antes, aunque no exageradamente.
—Y, ¿Encontraste el terreno que buscabas?
—Si, y supongo que tendré que pagar bastante por él.
John saco algo de ropa de entre el hueco de un árbol, le lanzo algo a Violet, y el mismo se cambió.
—Volvamos —le dijo John—. Ven.
Dijo estirando su mano, ella la tomo y se abrazó a él... estaba muy feliz
—Aún me debes una cita... —dijo Violet sonriente—. ¡Alfa!
John dio un suspiro y siguió caminando, la playera que traía le pertenecía a él, y le quedaba guanga.
Algo a lo que ella no estaba acostumbrada.
Ambos chicos caminaron a las puertas, los guardias tenían magia de fuego para alumbrar su camino, cuando los vieron volver, los dejaron pasar sin ningún inconveniente.
John vio a las chicas todas reunidas esperándolo, cuando Idrits vio a John se lanzó a abrazarlo.
—Qué bueno que has vuelto —le dijo al oído, se le escurrió una lagrima, que limpio rápidamente.
—solo fueron unos días —contesto John, mientras acariciaba su cabello.
Las chicas fueron y lo roderón, estaba felices de verlo regresar bien.
Incluso Rub, quien no era muy bueno mostrando sus sentimientos, se mostraba algo feliz.
—Si tienen algo de tiempo, deberían pasar al gremio —dijo Adai—. Debes cobrar tu recompensa —le dijo a John.
—Entonces vamos —Todos caminaron a las oficinas donde Adai y sus amigas recepcionistas trabajaban.
Ena abrió los ojos, estaba sentada en una de las sillas del gremio.
Las chicas hablaban animadamente sobre lo ocurrido, la forma en que John las ayudo; mientras John acompañaba a su hermana, mientras contaba sus monedas de oro, las puertas del gremio ya habían cerrado, por lo que lo hacía cómodamente.
—Mi cabeza —dijo adolorida—. Eso fue lo peor que me ha pasado en la vida.
—Ena, estas mejor —le dijo John que estaba a su lado.
—Tonto —dijo molesta y le dio un coscorrón—. Te fuiste sin decir nada.
—Estaba ocupado —respondió.
—Y, ¿te llego mi mensaje? —pregunto animada.
—Una voz extraña me llamo, y dijo que debía volver —respondió John aun con sus cuentas.
—John, pensé que me había vuelto loca, una extraña voz comenzó a hablarme... me asusté mucho.
—Es la misma voz que me ha estado molestando desde hace días —respondió—. Creo que conseguí el dinero suficiente, comprare una buena casa con esto.
Ena miraba el dinero, ella tenía sus ahorros también, pero no era demasiado, había gastado bastante, pero John, contribuía en su casa, y, aun así, no le hacía falta.
—Rub está bien? —se acordó Ena, él estaba ahí, en una mesa platicando con Yui.
—No lo ves —respondió John, justo ahora estaba tan metido en su dinero que no ponía mucha atención—. Parece que Rub está interesado en Yui —dijo John en voz baja, lo había visto últimamente.
—Si, eso parece —respondió Ena—. me alegra —contesto, ellos hablaban bastante bajo, por lo que nadie los escucho; además del escándalo que hacían todas.
Violet camino hacia ellos y abrazo a John por la espalda
—Hola Alfa —dijo tiernamente—. Ena, te sientes mejor?, lamento lo que hice... perdón —dijo apartándose de John y sujetando la mano de Ena.
—Ah, ¿quién eres tú? —se asustó Ena—. ¿Porque abrazas a mi hermano, porque Idrits no está celosa?... —pregunto sin entender, ella no vio la transformación de Violet.
—Soy yo, Violet Silvdrag —respondió señalando su pecho.
Todas sonrieron, Idrits corrió a hablar con Ena.
—Recuerdas que se convirtió en lobo, pues logro controlarlo y se hizo delgada —conto alegremente la rubia.
—¿De verdad? —Ena toco a Violet, incluso olfateo su cabello un poco.
—Si, eres Violet...
—Claro que lo soy —dijo altanera—. ¿Puedes ver mi superioridad ahora?
—Calla Violet —dijo John tomando un palito de madera y lanzándolo a la esquina de la habitación.
Violet corrió a toda prisa hacia él, atrapándolo en el aire con la boca.
Para cuando se dio cuenta de su acción, todas la miraban raro.
—¿Qué? —pregunto sin entender nada.
—Ah, no es nada —dijo Ena mirando a otro lado.
Todas se reían ante eso.
—Alfa, aun me debes una cita, estaba pensando a donde ir, pero no hay nada interesante por aquí —decía Violet llamando la atención de todas.
—¿una cita? —pregunto Alessia.
—Le debo un favor —respondió John—. Y Violet, ya tengo un plan para eso... por ahora, déjamelo a mí.
—Si —dijo Violet saltando, llego al techo de un salto golpeando su cabeza, sobo su cabeza, ahora sentía mucha energía, quería salir y correr por todos lados, corretear a algunos animales en el bosque, entre otras cosas.
—Violet, siéntate —le ordeno John, ella tomo una silla y obedeció de inmediato.
Violet cambio bastante, ahora era demasiado hiperactiva, miraba todos lados y quería correr.
Adai y las recepcionistas se preparaban para salir del trabajo, ya había pagado a John, solo esperaban a que él terminara de contar su dinero.
—tengo hambre —se quejó Violet.
—Listo —dijo John, se levantó con todo su dinero y lo guardo en su bolsa de cuero, esta vez realmente sentía irse de lado, las monedas eran mucho muy pesadas.
—Yui, esta es la parte del dinero que te prometí —le dijo John entregándole la bolsa llena.
—Está bien John —respondió Yui.
Ninguno entendía porque le daba el dinero a ella.
Yui ya no vestía como un plebeyo, tenía ropa cara y era por su esfuerzo, ella trabajaba arduamente y tenía un negocio bastante productivo, John invirtió bastante dinero, pues tenía muy claro que Yui podía triplicarlo fácilmente.
Yui tomo el dinero y lo entrego a Rub, quien lo guardo.
—Vámonos, se está poniendo muy oscuro, mañana habrá mucho trabajo en el pueblo —dijo John caminando a la salida.
—Rub, te lo encargo —le dijo Yui en secreto, era bastante dinero y no podía perderlo.
El regreso al negocio y lo escondió en la caja fuerte... para después regresar a toda prisa, él también estaba cansado y quería dormir a lado de Yui, (aunque pensaba que nadie lo sabía) a veces le ganaban su lugar.
Mientras Rub se iba, Ena caminaba con algunos mareos... era sostenida por Impher y Amy.
Todas las chicas volvieron a sus respectivas casas no sin antes despedirse amorosamente de John.
Él y Ena también volvieron a su hogar, sus padres estaban mucho más tranquilos, pero al llegar John fue bombardeado por miles de preguntas...
—Contestare a todo mañana por la mañana —dijo John molesto y dando un gran bostezo.