Sabía que estaba muy mal pensar en Xander cuando tenía a James entre mis piernas pero era el otro único referente que tenia.
Quizá es un poco cruel, pero no sentía nunca por él este apremiante deseo de tenerlo, de sentirlo, sabía que su control fallo en cuanto dije su nombre sin ocultar nada de ello. También, sabía que me ocultaba algo, solo que no estaba segura de que era o de si en realidad si ocultaba algo o solo era yo siendo paranoica.
Mis pensamientos se disiparon como la niebla matutina cuando empieza a salir el sol, de forma silenciosa y lenta, mientras veía a James tomar mis pantorrillas y separarme las piernas para deshacerse de su cinturón.
Sus ojos eran oscuros ahora y su mirada quemaba la piel que miraba. Quería besarlo, cada centímetro de su cuerpo y por alguna razón también quería estar de rodillas ante él, con su miembro en mi boca mientras él me miraba de aquella manera...como si estuviera hechizado... perdido en mí y en lo que hacía.
Por supuesto, no creo que eso ultimo le pasara a él pero si a mi, estaba hipnotizada con cada movimiento de su manos mientras terminaban de sacar el cinturón de los pasadores de su pantalón y cuando finalmente fueron a su cremallera, mi corazón rugía en mis oídos y sentí toda la sangre y el calor concentrarse en mis mejillas y en otras partes donde antes había estado su boca
-estas ruborizandote, Emma- menciono casualmente en tanto liberaba su miembro y quitaba mis bragas
Tenia que decir algo, mirarlo por lo menos, pero mis palabras me abandonaron y no podía apartar la mirada de su entrepierna.
Me apoye sobre mis codos mientras una de sus manos tomaba mi cadera y la otra se mantenía en la base de su miembro, la punta acaricio la extensión de mi intimidad, aun húmeda y me hizo gemir y temblar. Sin embargo, cuando la punta roma de su miembro acaricio tentativamente mi entrada no paso nada mas
-no puedo hacer esto- guardo silencio un momento mientras apartaba su erección del lugar donde le necesitaba y tomo gentilmente mi mentón, obligándome a apartar mi mirada de esa parte de su anatomía y concentrarme en él -no quiero que te vayas de nuevo Emma- Dios es mi testigo de que he follado mujeres que me importaban una mierda y verlas irse nunca me causo nada- hice una mueca cuando menciono otras mujeres lo que dibujo una pequeña sonrisa en sus labios que desapareció demasiado pronto como para disfrutarla -pero no creo que pueda tolerar verte marchar de nuevo...no a ti, Emma-
Este era el momento en que debí marcharme, porque en sus palabras había mucho mas que solo la promesa de placer, allí había una especie de vulnerabilidad que hizo que se me encogiera el corazón mientras al mismo tiempo lo hizo revolotear.
No, no podría marcharme de nuevo. No después de verlo de aquella forma, no después de conocerlo.
lo quería, sin importar lo que mi buen juicio dijera, lo quería para mucho mas que solo placer.
Entonces me di cuenta de que me había engañado a mi misma, había cedido ante este deseo porque parte de mi se convenció que solo lo hacia por sexo, que no quería nada mas de él, que tendría esto y luego me marcharía. Era una idiota, no solo porque mi cerebro se trago esa mentira descarada.
La culpa fue un pequeño susurro que aplaste inmediatamente
Negocios, solo habían sido negocios
¿y si yo también era uno?
BASTA!
Esta vez me apoye sobre mis palmas e intente acercarme a su rostro tanto como podía, considerando que aun tenia las piernas, abiertas y la parte interna de mis muslos protesto pero tenia que asegurarme de que viera la verdad en mis ojos -James- suspire su nombre con una pequeña sonrisa -no voy a ninguna par...- no termine la frase. James se deslizo con suavidad y lentitud dentro de mi, robandome las palabras, los pensamientos y el alma.
Después de haber pasado tanto tiempo pinchazos de dolor menguaron el placer inicial mientras él mas se sumergía en mi y cuando por fin estuvo dentro y dejo salir el aire en una fuerte exhalación sentía el mismo dolor extraño que sientes cuando permaneces mucho tiempo en la misma posición y cuando intentas moverte todo tu cuerpo protesta y te da risa, pero te duele... solo que lo sentía entre mis piernas y no era tan gracioso pero James no se movió.
-¿estas bien?- su voz era ronca e irregular, su cuerpo esta completamente tenso y rígido pero la determinación y preocupación en sus ojos me dijo que se apartaría de inmediato si se lo pedía
Asentí -solo... solo no te muevas- le pedí, mientras esperaba acostumbrarme a él y que el dolor fuera cediendo
él asintió y empezó a dejar tiernos y suaves besos por mis hombros y clavícula y aun que el dolor seguía allí, poco a poco mi cerebro se dejo engatusar y lo olvido, concentrándose en la ternura de aqueos breves y consecutivos besos.
-muévete-
James no dejo de besarme y lentamente salio de mi, hice una mueca pero el dolor fue breve, repitió una y otra vez aquel movimiento lento hasta que no hubo mas dolor y fueron mis caderas las que se encontraron con su empuje, pidiendo mas
-Emma...-
-ve mas rápido- casi jadee
y bendito sea! él obedeció, una de sus manos se posiciono en la parte de atrás de mi cuello y funciono sus labios con los míos, mientras la otra tenia un firme agarre en mi cadera y le daba apoyo para seguir penetrándome, una y otra vez, sin parar.
Deje de besarlo porque no podía hacer eso mientras al mismo tiempo intentaba respirar y James solo se aparto lo suficiente para dejarme inhalar una bocanada de aire. Mi espalda protestaba por estar encorvada pero me importaba poco con tal de tenerlo de esta manera, tocando partes de mi que hacia que me sintiera extraña y apunto de explotar al mismo tiempo.
Lastimosamente la incomodidad gano y como si James pudiera leerlo en mi rostro me soltó y dejo que me recostara en el escritorio, sus embestidas retomaron un ritmo lento mientras acariciaba mis pechos sobre la tela. Bajando, acariciando mi cintura y luego mi vientre, sus manos se metieron bajo mi camiseta y halo mi sostén, revelando mis pechos para poder amasarlos y pellizcar mis pezones
Su ritmo seguía siendo despiadadamente lento mientras se inclinaba sobre mi y mordía mis pezones, mojando mi camiseta, sus manos salieron debajo de mi blusa y su brazo derecho estuvo en la parte de atrás de mi rodilla y empujo mi pierna mas cerca de mi cuerpo en tanto la otra serpenteaba para llegar a la parte de atrás de mi cuello -no voy a resistir mucho mas Emma- su voz era demasiado ronca y jadeante, las venas de su cuello se marcaban bajo su piel y lo único que hice fue acercarme para pasar la punta de mi lengua por la rigidez de su cuello, su piel era suave y tenia un toque salado debido al sudor
Me aferre al escritorio y solo me prepara para recibirlo mientras su movimientos cogían mas ímpetu y velocidad, él se enderezo de nuevo y yo me quede acostada, con mis pechos balanceándose al igual que el escritorio y todas las cosas en el.
Su mano derecha siguió aferrada a mi pierna cuando la otra fue a mi vértice y acaricio en círculos rápidos y exigentes mi clítoris
-vamos, Emma- casi gruño -quiero sentirlo-
Esa voz, maldita sea! esa voz seria mi muerte porque solo se necesito eso y su toque brusco pero experto y obtuvo lo que pidió. Era demasiado para manejar, la exquisitez de su miembro, la exigencia en sus caricias y su voz que siempre parecía volverme loca, así que solo deje que mi cuerpo se hiciera cargo y deje que mi cuerpo se pusiera rígido antes de empezar a temblar mientras el orgasmo me consumía.
Fui vagamente consciente de que James pronuncio mi nombre a través de sus dientes apretados, pero eso era todo lo que podía percibir mas allá del calor del cuerpo de James irradiando al mio, el calor de mi propio cuerpo quemándome de adentro hacia afuera y luego todo el placer lentamente ceder dejando mis músculos hechos gelatina sobre el escritorio.
James se dejo caer sobre mi, su cabeza recostada entre mis pechos mientras nuestras respiraciones, aun dificultosas, eran el único sonido que se escuchaba. Con la poca fuerza que aun me quedaba moví mi brazo izquierdo y deje que mi mano se perdiera entre aquellos mechones de cabello dorado. Mis parpados pesaban demasiados y tenia la garganta seca pero no podía moverme para ir por algo de agua y el sueño se apoderaba lentamente de mi.
Antes de que me quedara dormida James se enderezo y salio de mi, con la cabeza gacha y con una exhalación cansada, me miro con una expresión seria que no encajaba con el momento que acabábamos de tener
-dime que tomas la píldora- no entendí su pregunta, estaba muy adormilada y satisfecha asi que a mi cerebro le llevo un rato entender -no use condón, Emma. Necesito saber que estamos cubiertos-
Había dejado de tomarla desde París, cuando había olvidado comprar mi siguiente caja y ya que no estaba teniendo mucho sexo, simplemente no compre otra.
Cerre los ojos y me cubrí el rostro con las manos
-que idiota!-
James tomo mis muñecas y aparto mis manos de mi rostro -estará bien, Emma- dijo -solo tendremos que para en una drogueria antes de ir por un baño-
Le iba a preguntar como podía estar tan tranquilo, pero... como no lo estaba yo? lo mas horrible que podía pasar era alguna enfermedad, pero... bueno tendría que preguntarle por eso. Después de Xander había tenido que pasar por varios chequeos antes de irme y no había estado con nadie mas así que por ese lado estaba bien. Su calma venia de que sabia que había una solución y me sentí extrañamente...menor e incluso un poco inmadura debido a su reacción.
Respire profundo y con dificultad me senté -si, un baño estaría bien-
-tenemos que asegurarnos de que esto no vuelva a pasar- dijo dándome un beso en la mejilla -así que serán condones por ahora hasta que empieces de nuevo con las píldoras-
-supongo que tendremos que compra mas que un par de cosas- le dije solo con un toque de humor
James se rió y me ayudo a vestirme -vamos, ambos necesitamos un poco de agua tibia y relajación después de este susto-
-amen a eso-