Me reincorporo corriendo. ¿Qué le digo ahora? Qué vergüenza… Estaba tan bien en su hombro y tan pegada a el que me hubiese gustado estar todo el rato. “¿Qué estás pensando loca?” Dice mi subconsciente. “Que estas con Diego” Cuando vuelvo a la vida real veo la mirada de Aitor posada en mí.
-L-Lo si-siento.- Digo nerviosa
-No te preocupes.
-¿queda mucho?- Pregunto desorientada
-No, solo quedará dos horas como mucho.
-¿Dos horas? ¿Cuánto he dormido?- Le pregunto Aitor está mirándome sorprendido y hasta yo misma ¿Qué hago hablándole?
-Un buen rato. Ya me tenías el hombro dormido.
-Lo siento de verdad.- Digo mirándolo un poco sonrojada.- No ha sido mi intención.
-No importa. Dice dedicándome una sonrisa.
Como estoy tan nerviosa y no sé qué decir miro por la ventana y lo que veo es maravilloso, se ve una pequeñas nubes, pero también el mar, azul intenso. Es precioso. Me quedo embobada mirando el paisaje.
Aitor se mueve y coge su móvil, desvío mi mirada al móvil y veo una foto de Em y él en el fondo de pantalla. No entiendo como puede ser tan cínico de poner una foto de ellos dos. Si por culpa de él Em no se habla con su familia. Tener que verla llorando de vez en cuando por culpa de su familia, aunque bueno en eso la comprendo. Yo estoy igual con mis padres… Por eso la pasada navidad, fuimos a ver a mi prima y mis hermanos. Luego nos fuimos a una casa rural junto con varios amigos de Diego. Parecíamos dos desterradas. Pero mereció la pena…Nos lo pasamos muy bien.
Al ver la foto creo que la mirada de asesina junto con el sonido de indignación que me ha salido y la negación de incredulidad de mi cabeza ha hecho mella en el.
-¿Pasa algo?- Dice mirándome.
-Que cínico puedes llegar a ser.
-¿Cínico? ¿Qué he hecho yo ahora?
-Sí cínico-Digo remarcando bien esa palabra- ¿Cómo puedes tener una foto de Em y tú en el móvil? Después de lo que has hecho.
-Yo no hice nada. Fue ella y no me ha pedido perdón.
-¿Perdón? Esperas que pida perdón después de permitir que le faltara el respeto tu querida novia.
Cuando va a contestar levanto la mano para que no hable y este ha pillado mi intención, ya que va a defender a Liz y no tengo ganas de hablar de ella y menos con él. Además no quiero tener ni una palabra con él. Sigo dolida por lo mal que lo pasé.
Tras un rato mirando el mar ensimismada pensando en todo lo que ha pasado con Aitor, aunque haya pasado todo este tiempo hay algo en dentro de mí que lo reclama, no entiendo cómo puedo ser tan tonta… Tengo a Diego y por ahora con esto me basta.
Se ve perfectamente las bonitas playas que hay en punta cana, siempre he querido venir, tenía pensado ir en mi luna de miel… Ya que María fue en su viaje de novios, y me prendé totalmente de las fotos.
Cuando las azafatas nos comunican que estamos a punto de aterrizar vuelvo a ponerme nerviosa, me encantan las atracciones, pero a mí eso de ese cosquilleo al bajar en el avión…
Cuando vamos a aterrizar llamo a la azafata para que tome los auriculares que me ha prestado, Aitor también se los da.
Siento como el avión ha tocado tierra, me desabrocho el cinturón e intento coger mi bolso de mano. La azafata se acerca a Aitor y a mí.
-Espero que haya sido de agrado el viaje, que paséis un buen viaje de novios. Hacéis muy buena pareja.
¡¿Qué?! No me puedo creer lo que acabo de escuchar… Miro a Aitor y el dirige la mirada hacia mí. Creo que le ha pillado tan de sorpresa como a mí.
-Gracias, pero no somos pareja. Es un viaje de trabajo.
-Discúlpenme, pensaba que erais pareja.- Dice esta colorada, sabe que ha metido la pata-Aún así hacéis buena pareja. Hasta pronto. –Nos dedica una sonrisa tímida y se marcha a la puerta para ayudar a una pareja de ancianos.
-¿Vamos o qué?-Escucho la voz de Juan detrás de mí.- ¿Que tal el viaje?, que incómodo es dormir en el avión.
Bajamos todos en el avión y un autobús nos espera en la puerta del aeropuerto para partir hacia el hotel.
Carolina que ha sido la encargada de todo nos reúne y nos dice que tenemos que hacer. Juan ha accedido a llevarme mi maleta, ya que pesa mucho y yo no puedo sola. Está de precioso con mi pedazo de maleta rosa. Cualquiera que lo vea pensará que es un gay reprimido.
-Te queda genial mi maleta. Pareces un gay con buen gusto.- Digo con sorna.
-¿A que la llevas tú?- Dice amenazándome, se para y me enseña mi maleta.
-No, no que pesa mucho.
Subimos al autobús. Esta vez sí he podido ponerme junto a Laura pero por desgracia está Aitor en el asiento de adelante junto con Juan.
Por alguna extraña razón algo me olía mal en todo el asunto de los asientos, y todo lo del billete. Me extrañaba mucho que Carol me lo mandase a mí sabiendo que está en Barcelona, por eso decido preguntarle a Laura. Estoy segura que no ha sido coincidencia… Sé que Carol no sabe nada de lo que ha pasado entre Aitor y yo, pero estaba claro que el ya no trabajaba en nuestras oficinas de Madrid.
-Laura, ¿Quién mandó el billete de Aitor a Madrid, si hace meses que no trabaja allí?- Lo digo bajo para que ni Aitor ni Juan se enteren.
-Fue Carol, ¿quién si no? Ella es la encargada.- Dice un poco nerviosa. Estaba confirmado, ella tenía algo que ver.
-¿Y por qué me ha tocado junto en el avión con él y a kilómetros de todos, cuando no trabaja en Madrid?-Laura traga saliva. Se le ve en la cara que ha sido todo obra de ella.
-¡Lo sabía! ¿Has sido tú?- Esta vez lo digo en alto y Juan se da la vuelta.
-¿Qué pasa?- Dice mirándonos a ambas. Al ver la expresión de Laura Juan no dice nada y se da la vuelta. Ambos tienen algo que ver.
-Sí, date la vuelta, gracioso.
-Yo no fui, fue idea de Juan.
-¿YO? Si fuiste tú- dice el aludido.
Aitor me mira, tiene la misma cara que yo, al parecer ya sabe la jugarreta que nos han hecho a ambos. Apartamos las miradas. En cuestión de minutos estaremos en el hotel.
-¿No me habréis preparado nada más no?-digo molesta
-No, prometo que ya está, solo en el viaje de ida y vuelta en avión.
-Vale, gracias magníficos amigos míos.- Aitor estaba delante y sabía que mi reacción era debido a él, pero este no decía nada.
Cuando salimos del autobús, me dan unos bochornos, estar acostumbrada al clima de España y venir aquí que hace una calor y una humedad impresionante… Llegamos al hotel, el cual me encanta… Tiene unas piscinas de muerte, el hotel es enorme, con varios edificios blancos y amarillos. Había visto varios hoteles en punta cana, ya que en el momento que me dijeron donde íbamos miré todas las fotos y todo, aunque en fotos no es tan bonico como se puede ver en persona, está muy bien.
Cuando nos colocan a todos en nuestras habitaciones. Cuando entro en mi habitación es muy bonita, los muebles blancos, grises y negros. Es una pasada, en el cuarto de baño hay un jacuzzi, me hubiese gustado dormir en la misma habitación de Laura, pero al final tanto Carol, como Laura, Juan Aitor y yo tenemos habitaciones solas con jacuzzi…
Salimos ya que nos han citado para una de las salas y empieza la presentación, a Laura le he pedido por favor que no estemos tanto con Juan y Aitor, ya que no se despega de ellos. Cada vez que miro a Aitor tengo ganas de tirarle lo primero que tenga a la cabeza, pero por otro lado cada mirada me provoca una sensación en mí que hace que todo mi cuerpo se acerque a él, es extraño. No sé qué me pasa. Solo que no puedo dejar de mirarlo, aunque intento no hacerlo y lo único que puedo hacer es odiarlo por todo lo que ha hecho. “es un cabrón y no se merece nada” dice mi subconsciente.
Carol nos explica que haremos varios equipos para los distintos juegos, ¿Qué se piensan que vamos a hacer unos campamentos? Que lo hagamos de pequeños mira, pero nos está diciendo cada tontería. He estudiado y sé que es bueno tener una convivencia distintas prácticas y actividades, ¿pero tanto?
Cuando salimos de la sala para reuniones Laura y yo nos dirigimos a las habitaciones, tenemos varias horas libres hasta el día siguiente, ya que empezarán los juegos, que ella nos ha propuesto.
Voy a mi habitación y cojo mi bikini, quiero ir a la playa ir a la piscina y tomar el sol. ¿Son horas libres no?
Cojo mi bikini nuevo, elijo el bikini azul y amarillo de Victoria’s Secret, cojo mis short y camiseta de encaje, para no ir en bikini por todo el hotel… Cojo el bolso con la toalla y las gafas. Cojo mis sandalias blancas y mi sombrero, todo ello idea de Em, ya que en la vida hubiese pensado ponerme un sombrero, pero este me encanta.
Salgo y no veo a Em por ningún lado, seguro que tardará más. Voy a su habitación y no está- ¿Dónde se ha metido? Como veo que no está decido ir a la piscina. Ya me encontrará. Estoy deseando bañarme, esta humedad me está matando.
Cojo unas de las tumbonas, me quito el short y la camiseta y la dejo encima de esta. Voy hacia la piscina y entro en ella. El agua está perfecta.
Cuando estoy apoyada en el bordillo algo me coge de la pierna y tira de mí.
Salgo del agua intentado recuperar el aire. ¿Pero quién ha sido?. Intento colocarme el pelo y ver quien ha podido ser pero con el agua y el maldito pelo no puedo verlo en el momento.
-¿Pero tú eres idiota?, casi me ahogo.- Consigo quitarme el pelo totalmente y es Juan riéndose. Voy hacia el e intento hacerle un ahogadillo Pero no lo consigo.
Después de un largo rato en la piscina acompañada de algunos compañeros que se unieron a nosotros empezamos a comer juntos. Hablando de cómo nos iba profesional y personalmente. Como era de esperar todo el mundo estaba deseando preguntarme como era el gran Diego Suarez.
Todo el rato tenía la mirada de Aitor pegada a mí, pero en el momento que el la desviaba yo lo miraba, teníamos una lucha de miradas constantemente.
-¿Cómo es tener a Diego tan lejos de ti?- Dice Marta, ya que pocas veces me había preguntado aunque sabía que lo hacía por precaución, ya que se notaba que siempre quería preguntar.
-No muy bien. Siempre es bueno tener a la persona que quieres cerca de ti.- Sin poder evitarlo lo dije mirando a Aitor. Este mi lanzó una mirada asesina. Estaba realmente enfado. Cuando veo que bufa y se levanta de su asiento.
Todos ellos miran a Aitor ya que les ha sorprendido la forma que ha actuado. El siempre tan correcto, tan simpático y ahora comportándose de esa forma.
-Sera mejor que me vaya en vez de escuchar estas idioteces.
-¿Idioteces?- Digo mirándolo.
-Sí, lo que has oído, ¿crees que nos interesa tu vida con ese?
-Pues yo no he sido la que me he preguntado a mí misma. ¿Celoso?- No sabía porque estaba actuando yo tampoco así, estábamos delante de nuestros compañeros y nosotros actuando como críos.
-Ja, mas quisieras. No me hace falta estar con alguien como tú.
Mi cabeza empieza a dar vueltas, siento correr mi sangre a más velocidad, sintiendo como sube mi mal genio. ¿Pero quién se ha creído que es para hablarme así y Para dejarme en vergüenza delante de mis compañeros?
-¿Alguien como yo?-Digo señalándome a mí misma.- ¿Te crees que eres don perfecto? Maldito mentiroso.-Las caras de nuestros compañeros es un poema, siento como Laura me coge de la mano y me la aprieta para que me calme pero por el contrario me altero más. Me levanto de la mesa dejando mí comida a medias y me voy,
-Cris espera.-Laura llega hasta mí y me coge el brazo. Me doy la vuelta.
- ¿Qué quieres?
- Escucha, no podéis estar así todo el día Cris.
-¿Qué no esté has visto como se ha referido a mí el idiota?
-Si lo he visto y por eso no tienes que ponerte así. Simplemente está celoso ¿no lo ves?
-¿Celoso de qué? No puede estar alguien celoso de algo cuando no siente nada por la otra persona.
-¿Y quién te ha dicho que el no sienta nada por ti?
-Porque lo sé, no hace falta más ver lo que hizo.
-Cris, nunca lo has escuchado, Nunca le has creído ¿qué pretendes que haga? Sé que soy tu amiga, pero no tengo porqué darte la razón siempre y lo sabes. Estoy harta de callarme ya. Creo que te has equivocado esta vez.- Al ver que sigo escuchándola continua- Nunca te has parado a pensar por que se fue ¿verdad?-Niego con la cabeza.- Cuando se enteró de todo lo de Diego bajó a Granada y estuvo un tiempo aquí. No se le veía nada bien, y según Juan él te quiere. Sabes que él no dice las cosas así porque sí.
Laura nunca me había dicho nada referente a Aitor, bueno más bien nunca la he dejado hablar ni a ella ni a nadie de Aitor. Siempre he cambiado de tema.
-¿Me quiere? No digas tonterías anda. Ya he escuchado mucho por hoy. Además eso fue hace ya mucho tiempo.
Me suelto y me dirijo a mi habitación, necesito dormir..
Entro en la habitación y me tumbo en la cama. Necesitaba tranquilidad. Lo que me había dicho Laura había calado en mí. ¿Aitor se fue a Granada? Siempre había pensado que se había ido a Barcelona…
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El día ha sido muy agotador hace solo dos días que llegamos aquí, hemos estado haciendo juegos, hemos ido de excursión, hemos visto un acuario. Delfines… En realidad creo que este viaje ha sido más unas vacaciones pagadas que una jornadas de convivencia….
Hoy según Carol es hora de disfrutar, por eso iremos al casino después de la cena y luego de fiesta.
Laura , Marta, María y yo estamos en la piscina tomando el sol. Cuando Se acercan los chicos entre ellos está Aitor.
-¿Jugamos al vóley?- Dice Laura contenta. Después de la conversación sobre Aitor, todo ha ido bien con ella. En realidad no tengo porqué enfadarme con ella por culpa de Aitor.
-Claro, dicen estos.- Nosotras nos miramos unas a las otras y asentimos.
Empezamos a jugar cuando me toca a mí sacar, soy buena jugadora de vóley, siempre me ha gustado y la verdad me lo paso muy bien jugando.
Por desgracia me ha tocado en el mismo equipo que Aitor. Lo bueno que vamos ganando.
Cuando viene la pelota hacia mí intento darle con las manos pero al ver que iba baja me echo hacia atrás y le doy con el antebrazo, al echarme hacia atrás piso a alguien y pierdo el equilibrio cayéndome hacia atrás.
Menudo mamporrazo me he dado. Intento levantarme y apoyo la mano donde primero pillo para levantarme.
-Ay! ¡Joder!- Escucho la voz de Aitor quejándose. Miro hacia atrás y veo a Aitor en el suelo retorciéndose y llevándose las manos a su entrepierna ¿Pero qué le pasa a este imbécil ahora?
¡Ostias! Que donde había apoyado la mano era la entrepierna de Aitor. Al ver su cara de dolor empiezo a reírme. Cuando se reincorpora Aitor se enfrenta a mí.
-Lo has hecho a posta ¿verdad?- Dice enfadado.
-Claro –Digo sarcásticamente- Tengo ojos en la espalda-Me giro dándome la vuelta- ¿los ves?
-¿Qué vas ahora de graciosa? – Dice enfadado.
-Eso de lo dejo para ti que es lo que te gusta.
-Chicos, parad.- Dice Carol seria- Sigamos jugando.
Durante todo el día nos la hemos pasado jugando y haciendo el tonto, disfrutando de unas buenas vacaciones. Lo bueno de estar tanta gente y estar entretenía es que no tengo porque ver a Aitor ni acercarme a él. Tenerlo cerca de mí es un incordio. Lo odio. Siempre intentando ser tan simpático y tan bueno con los demás y es un maldito mentiroso.
Juan se acerca a mí y se acerca a mi oreja.
-Cris, deja de mirarlo así.
-¿a quién?-sabía perfectamente a quien me refería, pero mejor hacerse la tonta.
-A Aitor, ¿Por qué no dejáis de hacer el tonto de una vez?
-No hacemos el tonto, simplemente no podemos ni vernos. Voy a ducharme que no me da tiempo. Hasta luego.
Cuando salgo de mi habitación totalmente arreglada, con un vestido corto blanco que me estiliza mucho más y me marca más el moreno que he cogido durante estos días. Con unos zapatos azul aguamarina junto con mi collar, pendientes y mi bolso a juego.
Me dirijo al restaurante donde están casi todos. Todos nos hemos arreglado, por fin una fiesta. Lo malo que este horario para mi me mata, comer tan pronto no me gusta nada, en España yo ceno a las 10 no a las 8 como aquí.
Cuando me reúno veo la mirada de varios hombres dirigidas a mí.
-Estas impresionante chica.- Dice Marta mirándome fascinada. Me sonrojo, me he puesto guapa para la fiesta, pero no pensaba que les iba a gustar tanto como voy.
Empezamos a comer y nos dirigimos al casino, nunca he ido a uno pero la verdad al verlo, no me he perdido nada, no me gustan nada los juegos de apuestas…
El casino está en un hotel cerca del nuestro. Pero por suerte mi hotel no tiene casino.
-Laura, yo no tengo ganas de quedarme ¿hacemos algo?
-Tía quédate si está chulísimo.
Como veo que no me hace ni caso decido irme. Total, estaba más ensimismada a una mesa de poker, que a lo que le estaba hablando. Marta y las demás están en otras mesas y jugando a varias cosas. Yo al contrario decido salir al jardín que tiene el casino y me siento en una mesa veo a varias parejas de enamorados abrazándose y besándose. Se nota que es un lugar perfecto para irse de luna de miel.
Voy al camarero y le pido una copa.
De pronto siento como alguien me toca- ¿A quíen tenemos aquí? - esa voz…me doy la vuelta para ver que han sido imaginaciones mías y al verlo me quedo petrificada. ¿Cómo es posible?
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Siento mucho no haber podido subir antes.. pero he tenido una semana muy complicada...
¿Quien creeis que puede ser?
Además no he estado lo que se dice muy inspirada.. para mi es uno de los peores peor bueno espero que os guste. Y si no ya sabéis decidme que no os gustó para así poder ver mis fallos.
Gracias por vuestro apoyo y votos . Un besito!!!