9. Decepción

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Me levanto cuando suena el despertador, hoy no he dormido nada y todo por culpa de ayer, estoy cansada y tengo muchísimo sueño, intento volver a dormirme pero el deber me llama, me he tirado toda la noche pensando en él, en sus labios, en esos ojos mirándome tan cerca. Por una parte me arrepiento de no haberle seguido el rollo, ¡Estoy soltera!, así que no importaría que disfrutara como me dijo Laura. Yo no quiero nada serio y sé que él tampoco. Así que el problema está en que él es mi compañero de trabajo y medio jefe, ya que tenemos el mismo cargo.

-Cris vamos que llegamos tarde. Me dice Laura desde la cocina

-¡Voy!

Me visto lo más rápido posible  y salgo.

-Estás hecha una dormilona. Anda vamos a desayunar que llegamos tarde.-Dice Laura con el café en la mano

-Buenos días para ti también-Le digo con ironía

Desayunamos, recogemos las cosas y nos dirigimos a la oficina.

-Cris, ¿a ti te gusta Sergio?-Dice Laura mirándome preocupada

- Pues… hombre es guapo, muy guapo, pero gustarme para tener algo con el creo que no –Veo que se relaja- ¿Por qué?- Pregunto curiosa. Laura se vuelve a tensar

- Porque ayer cuando me dejaste hablando con él, me pidió mi número y se lo di, pensaba que te podía molestar por eso te he preguntado.

-Que va tonta, por mi no te preocupes.-Bueno en realidad me molestaba un poco, pero claro no se lo quería decir, no por el hecho de que me gustase si no que casi él y yo tuvimos algo, y me gustaba mucho en ese momento. Y ahora un poco si me sigue gustando, es evidente está buenísimo. Pero por desgracia tengo a otro en mente.

-Hoy se viene a comer con nosotros.- Dice Laura ilusionada.

-Es verdad- No me acordaba, y yo que le quería dar celos a Aitor y molestarle.

Me pasé toda la mañana evitando ver a Aitor, así que me tiré todo el día en mi despacho sin salir. Cuando llegó la hora de la comida fui directamente a la mesa de Laura, allí estaban todos esperándome. Fuimos a un nuevo restaurante que nos recomendó Sergio.

Tras varias conversaciones de trabajo, de amigos, de Madrid, de sitios donde estaría bien visitar Sergio me pregunta.

-Aun no me creo que te hayas podido venir a Madrid.- Me quedé parada, no entendía porque había comentado eso delante de todos.

-¿Por qué?

-Venga ya,- Me mira y continua- tú, Cristina Santos, totalmente pegada a su familia y a su novio de repente se viene a Madrid. Algo grave ha tenido que pasar.- Se que no lo decía con mala intención pero me estaba empezando a sentar mal, muy mal.

- Simplemente quería ascender en su vida profesional.-Dice Aitor mirándome, en realidad me ha sacado del apuro de tener que contar todo y la verdad no quiero contarlo más. Prefiero no volver a acordarme, el pasado, pasado está. Y ya me he cansado de llorar. A Juan le comenté en la despedida que no quería que nadie supiese mi repentino traslado y supongo que se lo diría a Aitor.

-Pues buen comienzo, sí señor. Enhorabuena.- Dice Sergio, lo miro y le sonrío.

Miro a Aitor y cuando los demás retoman otro tema de conversación y  nadie nos ve le susurro “gracias”, me mira y me guiña el ojo.

Ya ha pasado todo el día prácticamente, ¡Hora de ir a casa!

Cuando voy a la mesa de Laura esta me pone una cara de pedirme un favor, me pone unos ojitos de gatito, lo cual me va a pedir algo o me ha hecho algo malo.

Mi peor pesadillaWhere stories live. Discover now