28. No me puede estar pasando esto

8.7K 656 21
                                    

Estoy completamente anonadada, no sé qué hacer, si marcharme, si quedarme en el sitio... Todos  y cada uno de los recuerdos que tengo con él me están viniendo como cuchillos clavándose en mi pecho, todo el dolor que he querido apartar me está llegando sin previo aviso y es que llevo sin verlo desde la última vez que fui a su casa para dejar las cosas claras a su familia...  Esa rabia que saqué, se convirtió en barrera  y ¿ahora? Ahora esa barrera con Carlos se está resquebrajando… No sé qué decir, que hacer…

Intento descifrar su mirada, ya que me mira intensamente de una forma que nunca había visto en el ¿Altanería? ¿Odio?

-¿Que-Que haces tú aquí?- Logro decir, aunque la voz que me había salido para nada era mi voz. Desde luego soy idiota...

- Lo mismo que tú, de vacaciones, ¿me echabas de menos prometida?- Dice acercándose a mí, puedo ver que está borracho, ya que tiene las mejillas totalmente coloradas además apesta a whisky. Mi mente  vuelve a funcionar. ¿Acaba de decir prometida?

-¿De qué estás hablando?-Digo recomponiéndome- Yo no soy prometida tuya, mas bien no soy nada tuyo. Tú te encargaste de eso.- No sé si lo he dicho con rabia o con dolor, ya que mis pensamientos están colapsados, Nunca me hubiese pensado verlo aquí. ¿Qué posibilidades hay para que te encuentres a tu ex en Punta Cana?

-Tu bien lo sabes, ¿Te pensabas que se iban a quedar las cosas así?

-¿Cosas así? Fuiste tú el que se lió con otra idiota.

-¿Y? Que pensabas que iba a estar con una aburrida como tú, creo que te ha hecho falta darte una lección para que aprendas a ser una mujer. Dice señalándome.

Cada vez estoy más nerviosa, la mirada de Carlos se está oscureciendo, no me gusta nada, mejor irme. Me levanto de mi asiento y me dispongo a irme.

- Donde te crees que vas. Creo que ya te he dado suficiente tiempo- Dice riéndose. Me coge del brazo y tira de mí. Intento zafarme de él pero me está apretando.

-¡Suéltame!

-De eso nada querida, ya te has reído suficiente de mí, con ese tío y con todos los demás. ¿Te crees que no te he estado siguiendo y viendo lo guarra que eres? Ya es hora de darte tu merecido. 

-¡Suéltame maldito loco!- Veo a una pareja y le pido ayuda pero esta sigue su camino sin hacerme nada de caso.

Lo que siento ahora mismo es terror, su mirada contiene odio, furia, celos, de todo. Por más que intento soltarme no puedo y  me está haciendo mucho daño en el brazo. La gente en vez de ayudar lo que hace es mirar, como si fuese broma. ¡¿No ven mi cara o qué?!

Me lleva hasta un pasillo que no pasa nadie. Tira de mí y me estampa contra la pared. Cogiéndome del cuello.

-¿Ha estado bien follarse a tu querido actor? ¿Crees que ha estado bien dejar a tu prometido para zorrear?- Se acerca más a mí y con la mano libre empieza a tocarme las piernas. Me está apretando y siento su erección. No puede ser... Esto es una pesadilla. Carlos no es así, esto no me puede estar pasando a mí. Me dice mi cabeza una y otra vez.- Ahora incluso estas más buena...- Este no es Carlos, dios mío ayúdame.

-Carlos déjame, suéltame por favor, me haces daño.- Digo rogándole. El miedo que tengo sigue aumentando, intento gritar pero la voz no me sale. Nunca me ha pasado nada parecido y ver así a Carlos... Siento como las lagrimas recorren mi mejilla.

-¿Por qué lloras? Estas arrepentida querida.- Dice con una sonrisa malvada en su rosto. Lo único que puedo hacer es darle un cabezazo, pero al tenerme sujeta del cuello no puedo. Decido escupirle. Pero en vez de darle asco empieza a reírse -Eso no está bien... te voy a tener que enseñar modales- empieza a besarme forzadamente, mientras su mano sube de mis piernas al pecho. Me está subiendo el vestido. Siento unas nauseas, un dolor en el cuerpo, empiezo a tensarme.

Mi peor pesadillaWhere stories live. Discover now