27. Punta Cana

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Me reincorporo corriendo. ¿Qué le digo ahora? Qué vergüenza… Estaba tan bien en su hombro y tan pegada a el que me hubiese gustado estar todo el rato. “¿Qué estás pensando loca?” Dice mi subconsciente. “Que estas con Diego” Cuando vuelvo a la vida real veo la mirada de Aitor posada en mí.

-L-Lo si-siento.- Digo nerviosa

-No te preocupes.

-¿queda mucho?- Pregunto desorientada

-No, solo quedará dos horas como mucho.

-¿Dos horas? ¿Cuánto he dormido?- Le pregunto Aitor está mirándome sorprendido y hasta yo misma ¿Qué hago hablándole?

-Un buen rato. Ya me tenías el hombro dormido.

-Lo siento de verdad.- Digo mirándolo un poco sonrojada.- No ha sido mi intención.

-No importa. Dice dedicándome una sonrisa.

Como estoy tan nerviosa y no sé qué decir miro por la ventana y lo que veo es maravilloso, se ve una pequeñas nubes, pero también el mar, azul intenso. Es precioso. Me quedo embobada mirando el paisaje.

Aitor se mueve y coge su móvil, desvío mi mirada al móvil y veo una foto de Em y él en el fondo de pantalla. No entiendo como puede ser tan cínico de poner una foto de ellos dos. Si por culpa de él Em no se habla con su familia. Tener que verla llorando de vez en cuando por culpa de su familia, aunque bueno en eso la comprendo. Yo estoy igual con mis padres… Por eso la pasada navidad, fuimos a ver a mi prima y mis hermanos. Luego nos fuimos a una casa rural junto con varios amigos de Diego. Parecíamos dos desterradas. Pero mereció la pena…Nos lo pasamos muy bien.

Al ver la foto creo que la mirada de asesina junto con el sonido de indignación que me ha salido y la negación de incredulidad de mi cabeza ha hecho mella en el.

-¿Pasa algo?- Dice mirándome.

-Que cínico puedes llegar a ser.

-¿Cínico? ¿Qué he hecho yo ahora?

-Sí cínico-Digo remarcando bien esa palabra- ¿Cómo puedes tener una foto de  Em y tú en el móvil? Después de lo que has hecho.

-Yo no hice nada. Fue ella y no me ha pedido perdón.

-¿Perdón? Esperas que pida perdón después de permitir que le faltara el respeto tu querida novia.

Cuando va a contestar levanto la mano para que no hable y este ha pillado mi intención, ya que va a defender a Liz y no tengo ganas de hablar de ella y menos con él. Además no quiero tener ni una palabra con él. Sigo dolida por lo mal que lo pasé.

Tras un rato mirando el mar ensimismada pensando en todo lo que ha pasado con Aitor, aunque haya pasado todo este tiempo hay algo en dentro de mí que lo reclama, no entiendo cómo puedo ser tan tonta… Tengo a Diego y por ahora con esto me basta.

Se ve perfectamente las bonitas playas que hay en punta cana, siempre he querido venir, tenía pensado ir en mi luna de miel… Ya que María fue en su viaje de novios, y me prendé totalmente de las fotos.

Cuando las azafatas nos comunican que estamos a punto de aterrizar vuelvo a ponerme nerviosa, me encantan las atracciones, pero a mí eso de ese cosquilleo al bajar en el avión…

Cuando vamos a aterrizar llamo a la azafata para que tome los auriculares que me ha prestado, Aitor también se los da.

 Siento como el avión ha tocado tierra, me desabrocho el cinturón e intento coger mi bolso de mano. La azafata se acerca a Aitor y a mí.

Mi peor pesadillaWhere stories live. Discover now