Sus manos paseaban por todo mi cuerpo debajo de la ropa, desde el pecho hasta mi entre pierna, en un lío de jadeos producido por ambos donde ansiábamos poder respirar. Pero estábamos tan hambrientos del otro, tan necesitados del tacto de cada uno, que respirar no nos importaba.
Hoseok y yo habíamos vuelto. Eso era lo que realmente importaba.
Meses y meses apartados, actuando como dos desconocidos. Cuando nos encontrábamos gracias a nuestros amigos que nos obligaban a juntarnos en un encuentro, ahí estábamos nosotros, en un ambiente de tensión e incomodidad. Recuerdo la primera vez que nos vimos luego de nuestra primera ruptura, él sonreía, pero aquella sonrisa era forzada. Me destrozaba completamente el corazón verlo de tal manera. Sus ojos eran tristes, brillaban, pero aún así no dejaban de verse oscuros, vacíos. Si hay algo cierto, es que ni siquiera hablábamos. Y es por esa razón por la cuál Hoseok se quedaba un tiempo y se iba, con la excusa que tenía algo importante que hacer.
Bajó sus labios hacia mi cuello simulando embestidas que eran interrumpidas por las prendas que tenía encima. Solté un leve gemido desde mis labios que provocó que él parase y se incorporara para verme con una hermosa sonrisa. Sincera, tierna y brillante. Junto con sus oscuros ojos que por fin habían conseguido mostrarse vivos, transmitiendo esa aura de paz y alegría que siempre mostraba Hoseok.
—Gracias por volver a mí.—dijo en voz baja, volviendo a su tarea de besarme.
Hubiera respondido de no ser porque él mismo no me lo permitió al volver a posar sus manos y labios sobre mi piel. No era el único que estaba agradecido, ambos lo estábamos. Hoseok y yo teníamos un sentimiento mutuo que no debería apagarse nunca. Ya habíamos pasado por un momento feo una vez, no queríamos que volviera a pasar. Por suerte, nos hemos vuelto más unidos que antes. Porque lo que no nos mató, nos hizo más fuerte. No lo digo en el sentido literal, ya sabe. Más bien, porque nos hemos vuelto mucho mas inseparables que antes. No solamente nosotros, nuestros amigos también.
Eso, desde luego, era muy bueno. Las tardes de risa por fin habían vuelto, sin un Minhyuk y un Kihyun peleando y gritándose cosas mientras Hyunwoo hacía lo posible para calmarlos, cuando lo que hacía, en algunos casos, era echarle más leña al fuego. Siete amigos sentado en tres sofás diferentes de un pequeño departamento como lo era el de Hoseok, con cajas de pizza abiertas donde solo habían sobrevivido unas muy pocas porciones, y un vídeo juego que nos turnábamos para poder jugarlo. Jooheon soltaba maldiciones porque no podía ganarle a Minhyuk, quien reía victorioso por su puntaje y las quejas del menor.
— ¡Haz hecho trampa!—exclamó Jooheon poniéndose de pie para excusar la razón por la que había perdido. Todos estallamos de risa.
—Honey, eres lindo cuando te enojas.—comentó el menor de nosotros, Changkyun, limpiándose con un dedo índice una lágrima que salía de sus ojos, riendo.
Era muy gracioso verlo a Jooheon enojado por no haber ganado. Siempre buscaba tontas explicaciones por las cuales perdió, como que se distrajo o el botón del mando andaba mal. Nunca le gustaba perder, pero a la vez todo aquello lo decía simplemente para divertirnos a nosotros.
El Lee menor se sentó al lado de su novio bufando, pasando su brazo alrededor de los hombros del menor, quien apoyó su cabeza en su pecho. Min pidió por alguien más para que jugara con él, pero todos ya estábamos cansados de andar tocando botones. Entonces, algo desilusionado, se puso de pie y apagó el televisor para tomar su celular.
—Parece que alguien está enamorado.—comentó Kihyun con una móvil. Levantó la mirada hacia el más bajo, borrando un poco su sonrisa y negó, antes de guardar el aparato en el bolsillo de su pantalón.
—Sólo estaba hablando con Jaebum.—explicó. Estaba enamorado, sí, pero no de otra persona que no fuera Yoo Kihyun. Todavía tenía sentimientos por él, y no se le puede culpar de eso, claro. El más bajo era una persona bastante cálida, cariñosa, linda y tierna. Normal que no pudiera superarlo.
Jaebum es el mejor amigo fuera del grupo de nuestro Lee mayor. Realmente se llevaban muy bien y de vez en cuando se juntaba con nosotros. Un tipo realmente agradable.
La tarde se había pasado volando entre nosotros, poco a poco fueron dejando la casa, hasta que finalmente quedamos Hoseok y yo. Las cosas no eran incómodas a pesar de ciertos inconvenientes, Minhyuk hablaba con total naturalidad con Hyunwoo, al igual que Kihyun. ¿Había una razón para estar incómodos y no hablar? Por supuesto que no, me alegraba el saber que todo había acabado en buenos términos, siguiendo una amistad común y corriente, sin tocar temas del pasado.
La casa ahora estaba silenciosa, desordenada con cajas de pizza dispersas por todas partes. Vasos sucios con gaseosas y otros con helado, cucharas y demás. No sabíamos si limpiar y dejar todo como estaba para irnos a dormir. Yo aún no había vuelto a vivir con Hoseok, por lo que me quedaría a pasar una noche con él hasta que se diera la oportunidad de volver. Mientras tanto, seguía estando en casa de mi madre, donde mi pareja venía todas las tardes para hacer compañía y rellenar aquel vacío que todavía era algo notorio.
Ella estaba agradecida, desde luego. Su hijo que estaba triste por su relación amorosa hecha añicos, por fin volvió a estar con el chico que amaba. No solo eso, también extrañaba a Hoseok. Era alguien de nuestra familia, se hizo querer por todos por su dulzura y amabilidad. Muy en el fondo, mi madre sabía que no era el fin entre nosotros dos. Que como mínimo, acabaríamos siendo amigos nuevamente.
Ni hablar de lo que le gustaba a Shin pasar tiempo con nosotros dos, a pesar de ser un hijo aburrido y una madre charlatana que te ofrecía hasta el alma. Decía que éramos encantadores, y que ojalá su familia también haya sido así en su momento, lo cuál me rompió un poco el corazón por él. A veces incluso, salíamos entre los tres a pasear, pese a que éramos personas en edades distintas, donde mi madre prefería estar en casa descansando luego de tanto trabajo mirando televisión, o nosotros en vete a saber dónde. Sin embargo, ir a una cafetería era algo del cual todos estábamos dispuestos a ir. A Hoseok le encantaba mi madre, e incluso ella se comportaba como si fuera la de él. Una vez me dijo, luego de haber regresado a casa, que extrañaba el amor maternal, y había olvidado lo hermoso que era.
Mi pareja y yo nos acostamos bajo las cálidas mantas de su cama, mirándonos a los ojos sin decir nada por un momento. A pesar de la oscuridad, estos brillaban como nunca, como una estrella en medio del cielo nocturno.
—Las cosas se volvieron mejores que antes.—susurré para no romper aquella paz en la que nos encontrábamos envueltos.
—Sigo sintiendo pena por Minhyuk.—dijo mi novio.
—Él está bien, se siente feliz por Kihyun.
—Lo disimula muy bien.—musitó.
— ¿Qué?
—Minnie está bien, sí. ¿Pero viste su reacción cuando vio a Hyunwoo y Kihyun besarse frente a él?
—Fue la misma que ponía Hyunwoo cuando Kihyun lo hacía con él.—espeté.— Pero nadie lo tuvo en cuenta, parecía que él era el malo de la historia, cosa que no lo era nadie.
Luego de que haya dicho eso, nos silenciamos un minuto, en una batalla de miradas donde nuestros ojos iban a parar a nuestros labios, resistiéndonos en atacarlos.
Todo Shin Hoseok para mí era irresistible. Desde sus dulces ojos, hasta sus tentadores labios. Desde el Hoseok protector, hasta el indefenso que lloraba en mis brazos luego de una horrible pesadilla. Lo besé. Lo besé acercando mi cuerpo a él para que lo abrazara, a la vez que yo posaba mis manos a los costados de su cara, y él en mis caderas, acariciándolas, como si se estuviera resistiendo a algo más.
—Me gustas.—murmuró cuando nos separamos.— Me gustas demasiado. Estoy loco por ti.
Me acordé de cuando él se me había confesado, éramos unos adolescentes desesperados que ni siquiera tuvo que preguntarme de ser su pareja, y yo ni siquiera tuve que aceptar. Al igual que cuando volvimos.
—Tú me encantas.—susurré. Luego lo volví a besar.
Algo que había olvidado de contar, es que durante aquel periodo donde estuvimos separados, Hyuk le había dicho a Hoseok que yo salía con él, y que debía alejarse de mí. Creyó que me había perdido por completo, en parte había sido por eso que cayó en el alcohol. Pero en cuanto se enteró de que así no era, que yo no estaba saliendo con nadie y que aún lo amaba, vino corriendo hacia mí. Entró nuevamente a mi casa por la ventana de mi cuarto, como era en los viejos tiempos, y me pidió volver.
Jamás lo había visto tan destrozado como aquella vez que llegó ebrio a gritarme cosas desde la calle entre lágrimas, tambaleándose. Y ahora, fue como si yo mismo hubiera juntado aquellas piezas que anteriormente estaban rotas para arreglarlo, unirnos nuevamente. Yo era su felicidad, él era la mía. Él vivía por mí.
Me subí a sus caderas, con la manta que resbaló por mi espalda, atacando sus labios nuevamente. Hoseok acariciaba mis muslos con sus pulgares, hasta que comencé a moverme en un vaivén sobre su miembro, donde él apretó mis piernas con fuerza. Se separó de mí, mirándome divertido y una sonrisa pícara estaba dibujada en su rostro. Le devolví la sonrisa, antes de que poco a poco, entre beso y beso, fuéramos quitándonos las prendas una por una. Entonces así, acabar de la misma manera que siempre. Sudados, cansados, cubiertos por una sábana y abrazados del uno al otro como si jamás quisiéramos separarnos.
No otra vez.
Pero así pasó.
(...)
— ¿Nos vamos?—pregunta detrás de mí. Volteo a verlo, a lo que niego al instante. Quiero quedarme un tiempo más aquí, pensando y meditando un poco. Porque después de todo, lo único que descansa aquí no es solo él, sino también mis recuerdos. Lo cual, es algo ilógico. Asiente sin ningún problema, entendiendo a lo que me refiero. Entonces, se marcha.
Suelto un suspiro y me agacho luego de estar seguro de que ya no estaba atrás de mí, y miro aquella flor marchita que había dejado la semana pasada.
Los extraño. Y mucho.
✌
Hasta que al fin me digno a aparecer luego de casi un mes ahre. ES EL CUMPLEAÑOS DE MINHYUK, MI SOLCITO PRECIOSO, MI BEBÉ, MI TODO. EL VÍDEO QUE SUBIERON LPM.
SE ACERCA EL COMEBACK TAMBIÉN, ¿ALGUNA QUE ENCARGÓ EL ÁLBUM? SE VIENE EL ARRRRRRRRRTE MEN. FALTAN CUATRO DÍAS.