Terminamos de hablar con mi hermana, lo bueno, de lo que me contó. es que daría clases en la facultad de negocios, era más que obvio, ella había estudiado algo referente a eso. Yo por el contrario estaba en la facultad de ciencias, al menos no tendría que verla necesariamente todos los días en la universidad. Pues ya me imaginaba a ella abrazándome como lo suele hacer o peor aún dándome besos en la mejilla en frente de todo el mundo... Eso no lo iba a soportar...
Llegó el miércoles. Me desperté temprano como de costumbre, aunque el estómago me revoloteaba, estaba muy nerviosa por ir a visitar a John a su casa, pero ya estaba decidida que iba a ir.
Falté a mis clases de la mañana y fui directamente a la casa de John, toqué el timbre de la puerta sin dudar, aunque aun tenía dolor de barriga.
-Si, un momento por favor -era el tono de voz de la madre de John- buenos días, quién es, en qué le puedo ayudar -pronunció agitada mientras abría la puerta, al momento me vio- querida, hola querida -dijo muy cariñosa- pasa, pasa, qué te trae por acá -expresó sorprendida de mi visita. Por no ser descortés entré con ella. Me llevó a la sala y empezó la plática.
-Señora, muy buenos días, el motivo de mi visita es para saber el estado de John, quisiera saber por qué no ha ido a clases estos últimos dos días.
-La señora me quedó viendo extrañada.
-¿No lo sabías? -respondió- se fue de intercambio un semestre a estudiar en otro país.
-¿Cómo? -dije yo aun más sorprendida.
-Si, nos dijo a su padre y a mi que había solicitado un intercambio en la universidad y que lo aceptaron, así que ayer ya salió de viaje. Todo fue muy rápido. No nos dio tiempo a nada, pero no podía perder esa gran oportunidad. Eso es lo que pensamos mi marido y yo. Si se nos hizo feo no te lo voy a negar, porque como te explico, todo fue muy rápido, el día sábado nos lo dijo y ayer ya se marchó. Creí que lo sabrías querida -me cuestionó con amor de madre.
-No señora, es una sorpresa para mi también, o creí que... -me pausé, iba a decir que era por mi culpa que no iba a clases, pero ahora sabía que tenía otras cosas entre manos. Todo esto era un tanto sospechoso.
-Bueno, pues, primero te debo agradecer porque te has preocupado por mi hijo -puso cara de pícara, como insinuando que había algo entre nosotros- en segundo, ¿deseas algo de tomar?
-Bueno, señora, -respondí, no podía rechazar nada de ella, era muy amable y cordial conmigo.
-Entonces dame un segundo que te traigo un rico jugo -salió a la cocina.
-Muchas gracias, agradecí.
Era un tanto sospechoso porque, nuestra universidad es famosa por los intercambios escolares, eso ya lo conocía, pero solo se aplicaba para niveles superiores, no para nosotros que cursábamos recién tercer semestre. Y en segunda, digamos que aceptaron la solicitud de John, recién al termino de finalizar el semestre, luego de dar exámenes finales, tomarían rumbo al intercambio. Entonces, era muy sospechoso, todo esto.
Por supuesto no le iba a decir todo esto a la madre de John, porque sino se iba a preocupar demasiado, se la veía tan orgullosa, tan feliz, ni yo soy tan cruel, y menos con una mujer que es ha portado tan bien conmigo y apenas me conoce.
-Ten querida -expresó la señora llegando con dos vasos de jugo.
-Muchas gracias -tomé uno.
-Y cuénteme señora, a dónde solicitó John el intercambio? -cuestioné- tenía que averiguar algo más, que me dé una pista acaso.
-A un país europeo, empieza con S, no lo recuerdo.
Varios nombres de países vinieron a mi mente con la letra S -y... ¿encontraron rápidamente el pasaje? -seguí cuestionando.
-De hecho John ya lo tenía, la universidad le proporcionó el pasaje, nosotros solo fuimos a acompañarlo al aeropuerto.
Había muchos vacíos en todo esto.
-¿De verdad?...
-Si querida.
-Y vieron cuando subió al avión -arriesgué la pregunta.
-No -expresó de manera rotunda- solo estovimos un momento en el aeropuerto, y de ahí nos fuimos, a petición de John, no quería que nos cansáramos mucho de estar allí.
-A bueno -ya no sabía que más preguntar, así que decidí irme de una vez- Bueno señora, me retiro, le agradezco mucho por el jugo -me acabé el jugo rápidamente, puse el vaso sobre la mesa de centro y me levanté.
-Tan rápido querida -expresó de nuevo amablemente.
-Si, discúlpe, debo ir a la universidad.
-Esta bien, querida, vamos te acompaño a la puerta -las dos tomamos rumbo, salí de de la casa.
-Gracias por tu visita, y por preocuparte tanto por mi hijo, -me dijo mientras me alejaba.
-De nada -respondí regresando a ver.
Tendría que descubrir todo por mi cuenta. ¿Qué tramaba John? ¿porqué mintió así?
Lo que si me puse a analizar es que si había dicho tal mentira a sus padres, era por que no iba a regresar en un buen tiempo.
Pero qué era tan importante como para armar toda esta treta...
¿Realmente salió del país?
Ya en la calle, noté que se acercaba Set, vendría por lo de mi solicitud de ayer.
-Hola Set -se sorprendió al verme.
-Hola Reg, ¿qué haces por aquí?... No me digas que no aguantaste saber el estado de John y viniste a su casa... ¡Lo sabía! -expresó confiado- ¡Sabía que te gustaba! -me miró avispado.
-¿Qué dices? -respondí un poco molesta- solo vine por que tenía que saber por mi misma, qué sucedía...
-Bueno, como digas -expresó más relajado al ver mi malestar- pero y cuéntame, qué tiene John.
-Te vas a sorprender -dije mientras caminaba rumbo a tomar el bus para ir a la universidad.
-Cuéntame rápido -aprezuró- no seas así...
En el autobús le conté todo. Él también quedó impresionado...
Las dudas eran tantas, y no sabía siquiera por dónde empezar...
Solo sabía que era algo muy grande como para John haya hecho eso...
Aún estaba muy preocupada por todo esto...
(Continúa en el siguiente capítulo)
Si te ha gustado el capítulo, no olvides dejar tu voto, además me puedes seguir en:
Facebook: https://www.facebook.com/thejohnvict/
Twitter: https://twitter.com/thejohnvict