Me levanto cuando suena el despertador, hoy no he dormido nada y todo por culpa de ayer, estoy cansada y tengo muchísimo sueño, intento volver a dormirme pero el deber me llama, me he tirado toda la noche pensando en él, en sus labios, en esos ojos mirándome tan cerca. Por una parte me arrepiento de no haberle seguido el rollo, ¡Estoy soltera!, así que no importaría que disfrutara como me dijo Laura. Yo no quiero nada serio y sé que él tampoco. Así que el problema está en que él es mi compañero de trabajo y medio jefe, ya que tenemos el mismo cargo.
-Cris vamos que llegamos tarde. Me dice Laura desde la cocina
-¡Voy!
Me visto lo más rápido posible y salgo.
-Estás hecha una dormilona. Anda vamos a desayunar que llegamos tarde.-Dice Laura con el café en la mano
-Buenos días para ti también-Le digo con ironía
Desayunamos, recogemos las cosas y nos dirigimos a la oficina.
-Cris, ¿a ti te gusta Sergio?-Dice Laura mirándome preocupada
- Pues… hombre es guapo, muy guapo, pero gustarme para tener algo con el creo que no –Veo que se relaja- ¿Por qué?- Pregunto curiosa. Laura se vuelve a tensar
- Porque ayer cuando me dejaste hablando con él, me pidió mi número y se lo di, pensaba que te podía molestar por eso te he preguntado.
-Que va tonta, por mi no te preocupes.-Bueno en realidad me molestaba un poco, pero claro no se lo quería decir, no por el hecho de que me gustase si no que casi él y yo tuvimos algo, y me gustaba mucho en ese momento. Y ahora un poco si me sigue gustando, es evidente está buenísimo. Pero por desgracia tengo a otro en mente.
-Hoy se viene a comer con nosotros.- Dice Laura ilusionada.
-Es verdad- No me acordaba, y yo que le quería dar celos a Aitor y molestarle.
Me pasé toda la mañana evitando ver a Aitor, así que me tiré todo el día en mi despacho sin salir. Cuando llegó la hora de la comida fui directamente a la mesa de Laura, allí estaban todos esperándome. Fuimos a un nuevo restaurante que nos recomendó Sergio.
Tras varias conversaciones de trabajo, de amigos, de Madrid, de sitios donde estaría bien visitar Sergio me pregunta.
-Aun no me creo que te hayas podido venir a Madrid.- Me quedé parada, no entendía porque había comentado eso delante de todos.
-¿Por qué?
-Venga ya,- Me mira y continua- tú, Cristina Santos, totalmente pegada a su familia y a su novio de repente se viene a Madrid. Algo grave ha tenido que pasar.- Se que no lo decía con mala intención pero me estaba empezando a sentar mal, muy mal.
- Simplemente quería ascender en su vida profesional.-Dice Aitor mirándome, en realidad me ha sacado del apuro de tener que contar todo y la verdad no quiero contarlo más. Prefiero no volver a acordarme, el pasado, pasado está. Y ya me he cansado de llorar. A Juan le comenté en la despedida que no quería que nadie supiese mi repentino traslado y supongo que se lo diría a Aitor.
-Pues buen comienzo, sí señor. Enhorabuena.- Dice Sergio, lo miro y le sonrío.
Miro a Aitor y cuando los demás retoman otro tema de conversación y nadie nos ve le susurro “gracias”, me mira y me guiña el ojo.
Ya ha pasado todo el día prácticamente, ¡Hora de ir a casa!
Cuando voy a la mesa de Laura esta me pone una cara de pedirme un favor, me pone unos ojitos de gatito, lo cual me va a pedir algo o me ha hecho algo malo.
-Cris, no pasa nada porque hoy no vaya contigo ¿verdad? Sergio me ha invitado a cenar y le he dicho que sí.-Me inspecciona mi cara- Si te molesta puedo decirle que no, aún estoy a tiempo- sigue estudiándome con la mirada. Al final acabo riendo
-Vete no seas tonta y disfruta, pero no me hagas de las tuyas, que nos conocemos.
Laura al ser tan guapa no tiene problema con los hombres, pero últimamente está un poco descontrolada. Desde que le dejó su ex. Esta no cree en el amor y se dedica a tirarse con casi todo lo que le gusta.
-Y ten cuidado, no corras.-Le guiño el ojo- Ya me entiendes.
-No te preocupes, si solo es ir a cenar.- La miro con incredulidad
-¿Me ves cara de tonta?- Me rio y continuo- Quien no te conozca que te compre chata.- Ambas nos reimos y continuo
-Se que te gusta, se te nota, pero cuidado, sabes cómo es él y que le gustan todas.-Laura se ríe
-Como a mí. Pero a mí me gustan los tíos ¡eh!
-Anda si, corre y vete traidora.
Pues nada, me toca comer sola. Así que voy a mi casa y empiezo a hacer la cena, la llevo al salón y pongo la tele, hago zapping, hasta que encuentro una serie que me gusta.
Mientras, veo la serie pienso en lo que me ha dicho Sergio, es verdad siempre estaba con mi familia, era casera, mi vida era trabajo, Carlos, mi madre, mi padre, mi hermana Julia y mi hermano Rodrigo. Luego estaban mis primas y tías entre la que más quiero Sofía.
No he querido hablar con mi familia desde que se lo conté a mi madre, ella se encargaría de contarlo, de eso estaba segura, no quería que me viesen mal, que me viesen llorar, y que a ellos le afectara bastante mal se iban a tomar la decepción de Carlos como para preocuparles de como estoy.
Mi padre es mi todo, él es un hombre mayor, alto, moreno y con barriga cervecera. Mi madre por el contrario es bajita como yo, rubia y no aparenta la edad que tiene. Por otro lado están mis hermanos . Julia, es más pequeña que yo, tiene 18 años, y está en plena época de hormonas, ella es igual que yo pero más joven y más delgada. Y por otro lado está mi hermano Rodrigo es 3 años mayor que yo, es alto, moreno y muy guapo. Y Mi prima Sofía es igual que yo, solamente me lleva 2 años y para mí es otra hermana más.
Los echo muchísimo de menos, nunca me he tirado más de dos días sin hablar con ellos y ya llevo más de 1 semana por ello cojo el móvil y llamo a mis padres seguro estarán despiertos. Mañana llamaré a mi prima, a ella le mandé un mensaje, ya que no me cogía el móvil
“Sofí, lo he dejado con Carlos, está liado con Katia, y me voy a Madrid a trabajar, no le digas a nadie donde voy, solamente lo sabes tú, cuando esté mejor te llamo y te cuento detalles, estaré bien, te quiero”
Cojo el móvil y llamo a casa
-¿Si? ¿Quién es?- escucho la voz de mi madre.
-Hola mama. ¿Cómo estáis?- Escucho un ruido extraño.
- ¿Cristina?- Dice mi padre
-Si papa soy yo ¿Cómo estáis?
-Bien hija, estamos bien. – Lo escucho demasiado callado, mi padre no es así. Algo va mal.
-¿Papa, porque no me ha contestado mama?
-Entiende a tu madre, ha sido un palo muy grande que dejaras a Carlos, está destrozado y tu madre también.-Dice muy serio y enfadado
Que me hable mi padre así no me gusta nada, soy su ojo derecho y rara vez me ha hablado así, solamente cuando se enteraron que había falsificado las notas de 3º de la ESO, ¿Qué quieren? me tocó los peores profesores y me iba a quedar sin vacaciones de navidad, necesitaba falsificarlas un poquito. Por eso me extraña su actitud, cuando caigo en la cuenta que no ha dicho destrozada si no, destrozado, refiriéndose a Carlos. No entiendo, pero me ha molestado, que él diga que Carlos está destrozado…
-¿Y yo no papa? ¿Yo no lo estoy? Me ha hecho los cuernos, no entiendo como podéis defenderlo. –Le digo a punto de llorar.
-Hija no hace falta que mientas. Carlos no lo ha contado todo.
¿Todo? ¿De qué habla? No entiendo nada….
-¿De qué hablas? No he mentido en nada.- Digo justificándome de algo que aún no se dé que es.
-No te hagas la tonta. El nos lo ha contado todo, sabemos que has sido tu la que está con otra persona.- Dice mi padre aún mas enfadado
-¿Qué ha contado qué?- ¿Pero qué le pasa a mi familia? En ese momento escucho un ruido, coge mi madre el teléfono.
-Como has podido mentirnos a nosotros. ¡Somos tu familia! –No entiendo nada y mi madre continua pegándome voces-¿pero qué clase de hija y novia eres? ¿Te vas con un tío que acabas de conocer y encima pretendes que esté todo normal? ¿Sabes cómo has dejado al pobre de Carlos? No puedo mirar a sus padres ni a él a la cara.
En ese momento no me puedo creer lo que me está diciendo mi madre, ¿pero con qué clase de gilipollas he estado yo? ¿Cómo ha sido capaz de contar esa gran mentira? ¿Cómo creen a Carlos y no creen a su propia hija? Me enciendo, simplemente me enciendo y le digo a mi madre
-¿Que que clase de hija y novia soy?- Le digo gritando- ¿encima que me hace los cuernos, que me ha destrozado la vida y lo creéis? ¿Te crees que yo me iría de mi casa, de un día para otro, me iría a casa de Laura durante dos semanas y decido irme de Granada y cambiar de trabajo porque me quiero ir con otro tío? La que tendría que decir qué clase de madre y familia tengo soy yo, que no he querido ir ni he podido ir a la casa porque no quería daros la irritación y que vieseis destrozada que estaba. Me conocéis, o mejor dicho pensaba que me conocíais, para saber que no me gusta que me veáis mal. -Tras esto cuelgo.
No quiero hablar más, ya me han dejado claro las cosas. Ya he tenido suficiente por hoy, mejor voy a dormir, ni tele, ni nada, se me han quitado las ganas de todo, voy a mi habitación y me acuesto, solo puedo llorar.
No solamente estoy destrozada por lo de Carlos, encima no tengo el apoyo de mi familia y creen a él antes que a mí. Estoy decepcionada ¿Es que no me conocen?
Tras llorar varias horas más, me entra un dolor muy fuerte de cabeza. Siempre que he llorado me ha pasado esto y finalmente acabo durmiendo como un bebe.
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Aquí os dejo esté capítulo, espero que os esté gustando, muchas gracias por leerme.
Un beso ^·^