¿Qué hace este aquí? Encima tan guapo. Lleva ropa de deporte, con unos pantalones negros y la camiseta blanca pegada, se ve perfectamente que va a salir a correr.
-¿Qué haces aquí?- Logro decir un poco nerviosa.
-No lo ves,-señala su puerta- vivo aquí.- Al verme la cara dice- ¿Estás bien?
- Si, no me hace falta tu ayuda adiós.- Le cierro la puerta en las narices. Quiero matar a Juan, como se le ocurre ponernos a vivir justo alado. Sabiendo perfectamente lo mal que me llevo con él. Voy a la cocina a soltar la compra y escucho mi móvil. No me da tiempo ni a mirar el número, ya que ha pasado rato desde que ha empezado a sonar.
-¿Si?- Logro contestar decir. Casi me caigo en la carrera de ir a por el móvil.
- Cris, ¿estás bien?- Es Laura.
-Claro, estaba colocando la compra y he tenido que correr a cogerlo.
-Cuéntame cómo vas por allí. Tengo una buena noticia y una mala ¿Cuál prefieres primero?- Siempre me hace lo mismo. Ella y sus noticias.
-La que quieras. Siempre me dices la que te da la gana antes- Le digo riéndome.- Y estoy bien, el ático el precioso.
-Ya me dijo Juan que te dejaría impresionada…Bueno, empiezo por la mala.
Dime-le contesto
-Ha llegado Carlos esta mañana preguntando por ti. Y La limpiadora sin saber la historia le ha dicho que no trabajabas allí. Entonces ha venido al restaurante de Francisco donde comemos siempre y me ha preguntado dónde estabas. Nunca lo he visto así. Estaba en cólera. Me ha dicho que no parará hasta encontrarte. Que no lo puedes dejar así, que eres suya. Ha tenido que venir Francisco y echarlo.
-Pfff- Logro decir mientras me cuenta todo. Me ha entrado miedo, no quiero que me encuentre. El nunca ha sido agresivo conmigo pero si se comporto de una forma muy fea, cuando conoció a Sergio. Creo que estuvo a punto de pegarme si no llega a ser por mi prima, que se quedó varios días en el piso de vacaciones. Por partes entendía sus celos, e incluso comportamiento. Sergio me gustaba, a mí y a todas las de la oficina, el único problema que tenía era que le gustaban todas. Además tenía novio. Que no esté en la mesa no significa que no pueda ver el menú ¿no?
-Bueno no pasa nada- Dice muy contenta de más, sabía que iba a decir la buena y que esta era mejor por el tono que tenía en todo momento.
-¿Y la buena?
-Que me voy contigo a Madrid!- Dice Laura. Me pongo a pegar saltos, con cuidado eso sí, llevo los tacones y no quiero una lesión, una buena noticia en todo el día de mierda que llevo.- Creo que me merezco un cambio de aire. Además que haría yo aquí sin ti.
-Sabes que te quiero verdad.- Se me pasan miles de cosas que podemos hacer.- Te vienes a vivir aquí conmigo. ¡¡Qué bien!! Compañeras de piso, trabajo. Al final me vuelvo lesbiana.- Me rio a carcajadas
-Ni loca me vuelvo lesbiana, con lo buenos que están los tíos.
-Bueno, sabes que tu querido amigo Juan, me ha puesto de vecino al idiota de Aitor.
- Pues claro tonta, si el piso en el que estás es de Juan. Es su conocido piso estratégico ¿No lo sabías?- Ve que no contesto y empieza a reírse.
El piso estratégico de Juan es el piso donde se lleva a todas las tías que conoce de una noche, el y su gran compañero Aitor. Ese edificio lo construyó su padre hace varios años. Y allí es donde se fue Juan durante un tiempo para finalizar su carrera. Nunca había pensado eso.. De pronto me quedo blanca. Dios que asco. Tengo que hacer una limpieza con lejía como mínimo. No me puedo creer que esté en el tan llamado piso estratégico.
-No no lo sabía- Y ella ríe mas fuerte- Y no me río sabes. Además Juan no me quería decir el sitio. Decía que era una sorpresa ¿recuerdas?- Laura sigue riéndose. Y del enfado le cuelgo.
Vuelve a sonar el móvil.
-Pero tonta no me cuelgues, que quieres que haga, me imagino tu cara ahora mismo.- sigue riéndose, intenta parar pero no puede.
-Bueno pues vale ya.- Le digo seria. Al final para de reírse
-No te preocupes, si sabes que no lo vamos a pasar en grande. Bueno, hablando de Aitor. ¿Qué tal con él?
Le cuento todo lo ocurrido. Esta mañana cuando apareció Sergio y me interrumpe.
-¿Sergio? ¡El rubio buenorro de las fotos!- Me rio. Esta Laura no cambia. Siempre pensando en tíos y luego no se lía con nadie.
-Sí, el mismo- le contesto
- Que pena que no pude conocerlo, Que ganas tengo de ir para allá.
-No pasa nada lo vas a conocer, será nuestro compañero de trabajo. – Le digo contenta.
Sigo contándole todo la entrevista y las formas de comportarse Aitor.
-¿Enserio ha dicho eso Aitor de nosotros? Al final vas a tener razón y no es el simpático que parece ser. . Bueno luego me sigues contando. Que tengo que recoger a mis padres. Te quiero adiós. – Y cuelga.
Laura no conoce a Sergio. Sólo por las fotos que le he podido enseñar. Y estas no le hacen justicia con lo guapo que es. No lo conoce porque Sergio se fue de ASGRA, poco antes de que empezara Laura a trabajar. Ella se fue a Cádiz a finalizar la carrera. Así que no estuvo en el año que trabajó Sergio para la empresa. Aún no sabemos cuál fue el motivo por lo que Sergio decidió irse. Se fue sin más. Sin despedirse de nadie. Por lo que me contó Juan se fue por motivos personales.
Coloco la compra, me hago la comida y preparo la cena. Así luego es solamente hacerla y ya está. Este fin de semana me dedicaré a prepararle la habitación a Laura. Tengo unas ganas terribles de que venga.
Cuando acabo de comer me dirijo a la oficina. Cuando llego veo a Aitor con Eric Kleinman, nuestro nuevo cliente, un importante empresario que lleva una gran cadena de restaurantes Alemanes además de otras empresas.
-Buenas tardes, caballeros. – Le dirijo una sonrisa a Eric. Además de ellos dos se encuentra un hombre mucho más mayor que él. Supongo que será su secretario.
-Buenas tardes Señorita, le estábamos esperando. Comencemos la reunión. – Les miro con tono de disculpa. Aunque no haya llegado tarde nunca me gusta ser la última.
Tras varias horas de reunión, un poco aburrida para mi gusto. Tenemos varias reuniones a la semana allí en Granada, pero casi todas suelen ser más amenas. Esta al contrario ha sido muy rígida y estricta. Pero finalmente hemos conseguido que tanto el cómo su socio nos pidan la gestión de todas sus empresas. No solamente la cadena de restaurantes si no varias empresas de informática, transporte y asistencia sanitaria.
Cuando salen y nos quedamos Aitor y yo solos en la sala de reuniones. Me levanto y me dispongo a ir a mi despacho cuando Aitor dice
-Enhorabuena, Si no llega a ser por ti no hubiésemos realizado los demás contratos.
-Gracias, ese es mi trabajo.- Le digo secamente
Llega el deseado fin de semana, dentro de unas horas llegará Laura. El lunes comienza la actividad en las oficinas, ya está todo el personal. He preparado todo el apartamento. He limpiado y lo he saneado. Aún recuerdo todas las batallitas que nos contaba Juan y me entra un asco.
Laura llegará junto con Juan, el quiere ver cómo va todo y ayudarnos el primer día luego se va.
Tocan al timbre. Y abro la puerta. Llevo unos short de deporte y camiseta de tirantes. Me he tirado toda la mañana limpiando asique voy en zapatillas y con una cola.
Abro la puerta y voy a darle un abrazo cuando me encuentro a Aitor delante de mí, en vaqueros, camiseta corta y zapatillas.
-Qué hace usted aquí señor Rodríguez, creo que le quedó claro que solamente mantendremos una relación laboral. Y creo que mi casa no es nada laboral..- Le digo secamente.
Aitor se acerca a mí y me da un beso, me quedo bloqueada, solo sé que lo tengo pegado a mis labios, esos tan carnosos y bonitos que tiene. Me coge y me estampa contra la pared, sigue besándome, yo le respondo hace cuando no me dan un beso de esta forma, y me gusta, me cuelgo en el, mis hormonas pueden más que mi cerebro, el sigue besándome, es agresivo pero a la vez dulce. No espera, que estoy haciendo que es Aitor!! El imbécil que no puedo soportar. Me paro y lo alejo. El me mira intensamente y le suelto una bofetada
-¿Quién te crees que eres tú para besarme idiota?- Le digo enfadada y colorada.
-Pero si te ha gustado, gatita.- Me dice mirándome enfadado.
-Pues no, no me ha gustado, no lo vuelvas a hacer. – Si, si me ha gustado decía la vocecita de mi subconsciente, quería que me besara. Quería algo más, esta tan guapo…. Y besa tan bien…
- Pues no es lo que parecía, te recuerdo que te has colgado en mí. – Tiene razón pero no quiero decírselo, para salir del apuro le digo.
- ¿Te piensas que soy la única que quiere jugar aquí? Todo ha sido un juego para ver la cara de idiota que se te está quedando, y he ganado.
-¿Quieres jugar gatita?- La he cagado y mucho, tiene una cara que no me gusta nada, en vez de enfadarlo lo que está haciendo es acercándose más a mí.
-Hola chicos! ¿Qué hacéis?- Miro donde surge la voz y veo a Juan y a Laura mirándonos. Me pongo colorada. Aitor estaba muy cerca de mi en ese momento. Espero que no hayan pesado nada malo.
-Nada estábamos esperándoos, ¿no es así?- Le digo a Aitor.
-Sí.- Dice mirándome sonriente, se acerca a mi oído y dice susurrando.- Que mentirosa me has salido gatita.
-¿No os llevabais mal?- Dice Laura mirándonos.
-Sí, pero este imbécil estaba aburrido y ha decidido meterse conmigo un rato. Por eso lo tengo aquí.- Le digo mirándolo con cara de odio. Espero que me siga la corriente.
Voy hacia Laura y le abrazo.- Te echaba de menos, ahora ya somos oficialmente compañeras de piso.
Voy hacia la cocina con Laura tenemos que hacer de comer, mientras Aitor y Juan ponen la televisión. Conocen la casa mejor que nosotras.
-¿Te crees que soy tonta?- Me suelta Laura de pronto. Me pongo blanca, se perfectamente lo que viene después.
- ¿Tonta de qué? Me mira
-No te hagas la tonta, que tanto Juan como yo os hemos visto muy cerca el uno del otro.- Mierda, lo sabía, no me iba a librar tan fácilmente. Y menos con Laura, me conoce mejor que yo.
- Ya lo he dicho, estaba metiéndose conmigo.
- Si claro, por eso estabas colorada y tienes los labios hinchados.
-Laura no es lo que piensas. No pasa nada entre nosotros dos, es más, nos llevamos mal. Pero el idiota ha venido y me ha dado un beso.- Laura se queda sorprendida
-¿Qué te ha dado un qué?- Al ver mi cara dice- Lo sabía, sabía que entre los dos iba a pasar algo. Te mira mucho cuando cree que no le ves. No seas tonta está buenísimo. Lástima que no se haya fijado en mí. – En ese momento algo pasa por mi cabeza y no me gusta. Laura y Aitor no, simplemente no. Laura al ver mi cara dice
-Tranquila, te lo dejo para ti.
-No lo quiero para mí, no lo quiero directamente.- En mí sabía que no era verdad, por desgracia estaba viendo que estaba empezando a gustarme.
Tras esta conversación incómoda nos dirigimos al salón y empezamos a comer. Aitor no para de mirarme. Y me pongo nerviosa. Se perfectamente que Aitor es un cabrón, según nos contó Juan, el siempre le quitaba a sus ligues. Nunca ha tenido una relación y directamente tiene el ego por las nubes. Por lo tanto alguien en el que no debe gustarme.
El fin de semana ha sido genial. He intentado evitar a Aitor, será mejor estar fuera de su vista, y solamente verlo en la oficina. Menos mal que nunca hemos coincidido, aunque sea mi vecino.
Laura y yo fuimos a comprar por la tarde ropa, queríamos cambiar look, tanto de apariencia como de vestimenta. Y así fue. El domingo fuimos a un salón de belleza. Laura solo se cortó las puntas, y se perfiló las cejas, en cambio yo si hice un gran cambio de look, le di vida a mi melena morena. Aclarándome un poco el pelo, cambié las formas de mis cejas, aunque sea una tontería, una buena depilación de ceja puede mejorar la cara. Queríamos empezar en Madrid nuestra perfecta vida de solteras. Cuando salimos del salón de belleza fuimos a una pizzería.
-Cris mira quién hay allí.- Me dice Laura señalándole a mi espalda.
Allí estaba Aitor con una rubia alta y muy guapa. Se veía claramente que estaba operada. Laura se dio cuenta de mi cara.
-No sé cómo puede gustarle esas tías que son más silicona que personas.- No sé porque pero me enfado y mucho. Bueno en realidad si lo sé. Me gusta ese hombre me gusta. Definitivamente soy idiota.
-Cenemos y vámonos no quiero que nos vea.- Le dije seria. No quería que me viese.
Creo que lo conseguimos. Fuimos directas a casa, tenemos que prepararnos para mañana.
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Gracias por leerme. Un beso!!
^·^ Nela Fernández