Entramos cada uno en nuestro respectivo coche. Miro el suyo y me deprimo. ¡Ese coche me encanta! Antes de salir del Parking, Aitor coloca su coche alado del mío.
-Gatita, vamos a tener que parar muchas veces con ese coche tuyo-Dice riéndose de mí.
¡Pero y este de qué va! Lo mato, aún no se ha enterado que no me cae bien y no me gusta que me llame así. Simplemente le estampaba el móvil en la cara para dejarle la marca así no tendría esa cara de guapo.
-Quieres dejar de llamarme gatita imbécil, sabes mi nombre- Le digo furiosa pero claro el se ríe.
-Bueno tranquila tranquila,-dice aún riéndose- creo que será mejor hacer una parada en una vía de servicio que conozco, siempre me paro allí para ir al norte, está a unas dos horas ¿crees que tu coche aguantará?-Me mira sabiendo perfectamente que no le pienso contestar.
Acelero y lo dejo ahí parado, aunque mi pequeñito como yo le digo tenga sus años nunca me ha dado ningún problema. Además me parece súper mono. Tan pequeño como yo, de ahí que le diga "mi pequeñito". Laura siempre que lo escucha se ríe, dice que es el coche más feo que puedo tener pero a mí me gusta. Gustos colores ¿no?
Veo que está detrás de mí en la autovía y me adelanta, normal. Cuando llevamos varias horas conduciendo o así me parece a mí. Odio conducir tanto, me gusta conducir pero sola en el coche me aburro. Pongo la radio ya que estoy tan cansada de las mismas canciones de siempre que he decidido poner la radio, me pongo a cantar como una loca, normal el aburrimiento. De pronto se escucha la canción nueva de Malú que me encanta y empiezo a ponerme feliz. Veo el coche de Aitor ya que él me ha adelantado hace mucho pero mucho rato pero lo veo que va lento. Eso quiere decir que la vía de servicio tiene que estar cerca. Cuando salimos de la autovía veo un hotel, bastante bonito, ¿No se suponía que era una vía de servicio? Me esperaba un restaurante pequeñito o algo. Cuando estaciono en el Parking, empieza a sonar en la radio "Nos fuimos pa Madrid" del Barrio, justo veo la mirada de Aitor en mí, y se acerca al coche. Al escuchar la canción se ríe. Empieza a tararearla.
-Que canción más oportuna ¿no?- Me acaba de mirar de una forma muy extraña no solo tenía una sonrisa sino que encima estaba mirándome de una forma extraña.
-Si- Me río, la verdad que estoy feliz. Solo he ido a Madrid dos veces y para coger un avión así que, no he visitado nada de allí. será bueno estar por allí conocer gente nueva.
Se escucha el estribillo de la canción
"Sí, sí, Madriiid. Y sin remordimientoos. Como un deseo infantil. Búscame una pensión. Para unir nuestros cuerpooos"
Dirijo la mirada a Aitor y otra vez esa mirada pero esta vez veo que me mira el escote. No puede ser me digo a mi misma. ¡Me acaba de mirar el pecho!. Me pongo colorada. No sé porque he reaccionado así. Vuelvo a mirar a Aitor y empieza a cantar.
Definitivamente este hombre no está bien.
-¿Vamos o qué?- Tengo hambre. Son las 2 de la tarde, y yo a esa hora tengo un hambre atroz, luego le doy dos bocados a la comida y ya está, no soy de comer mucho. Pero al parecer todo lo que como va para mi cuerpo.
Me dedica una sonrisa me mira.- Si vamos, te invito a una comida.
-No hace falta.
-Claro yo he dicho el lugar tu eres la invitada.- Me mira y me guiña un ojo.
Me paro de pronto. ¿Me ha guiñado un ojo? Y me vuelvo a poner colorada. Se puede saber qué me pasa, me regaño a mí misma. Nunca me he puesto así por nadie y no debo hacerlo por este.
-Vamos y no te pares. Que tenemos que llegar a Madrid antes de las 8 y mira qué hora es, a tu ritmo no llegamos ni para mañana.
Sigo andando y entro al hotel, simplemente es precioso. Veo que los recepcionistas miran a Aitor.
-Buenas tardes Aitor, le hemos preparado ya la mesa. Como hace tan buen tiempo, se le ha preparado en la terraza, que pasen un buen día.- Dice uno de los recepcionistas.
-Gracias Hugo.- Por lo que veo que conocen. Pero veo que los dos recepcionistas me miran con intriga. Parecen mi prima cuando llego a su casa. Me mira de arriba abajo y depende que ropa lleve, me dedica una sonrisa o critica mi ropa. Así es Sofía.
Hoy no me he puesto ropa formal de trabajo. Siempre suelo ir a este con zapatos de tacón, vestidos faldas de tubo y camisas. Pero hoy he decidido ponerme Unos jeans claros. Una camisa de tirantes rosa claro con escote. y una chaqueta beige conjuntada con mis tacones beige. Los tacones no pueden faltar en mí, soy baja y en planos me veo un tamagochi. Por lo tanto siempre los llevo. Simplemente me encantan.
Sigo a Aitor que va hacia el ascensor. Voy tras el aunque recuerdo haber escuchado al recepcionista decir terraza. Pensaba que sería en el patio.
Aitor pulsa la última planta. y entonces lo miro extrañada. El al ver mi cara me dice.
-Vas a ver lo bonito que es- Me dice para tranquilizarme. Pues no lo ha hecho para nada. Pienso
Cuando se abre el ascensor me quedo boquiabierta, es lo más bonito que he visto en mi vida. Es una terraza preciosa, Tiene una piscina impresionante, de esas que parecen que te vas a caer al precipicio, amplío la vista y me quedo aún mas sorprendida. El suelo es de madera. Muy bien cuidado, me pregunto cuantas veces tendrán que haberlo cambiado. Siempre he querido poner este suelo en mi Patio junto con unos muebles estilo chill out. Y exactamente es lo que estaba ahora mismo viendo. Parecía de revista.
-Bonito ¿verdad?- Escucho la voz de Aitor de fondo. Vuelvo a la vida real y lo miro. Me quedo mirándolo un rato y veo que es guapísimo.
Tiene esos ojazos verdes que nunca le he visto a nadie. Miro las facciones de la cara y es que con decirle guapo me puedo quedar corta. Además esa voz tan varonil.... Ehh!! me regaño a mi misma deja de mirarlo que vas a poner cara de idiota. Recuerda es un imbécil integral.
-Si- Logro decir al cabo del rato.
-Sígueme. Vamos a sentarnos y a comer. Se nos hace tarde- dice dirigiéndose a una de las mesas. Lo sigo y nos sentamos
-¿Que quieres pedir?-Me dice mirándome fijamente a los ojos.
No hagas eso no hagas eso dice mi subconsciente al ver que le mantengo la mirada. Apártala! me vuelvo a regañar a mí misma. Esos ojos no son buenos. Aparto la mirada y contesto.
-No sé, algo liguero y que este bueno. Di tú, seguro que sabes cuál es el menú mas bueno.- Pff he salido del apuro. No sé qué me pasa que cuando lo miro no puedo hablar. Creo que por eso le tengo tanto coraje. Además con decirme gatita demuestra que es un auténtico imbécil. Seguro es el típico hombre guapo que se cree que puede tener todo lo que quiera. Y pisotea a las chicas.
Llama a la camarera que está limpiando una mesa alado, se acerca rápido y se queda mirándolo embobada- Carmen tráenos 2 menús San Diego. Por favor.
-Ahora mismo- le contesta la camarera. Se marcha corriendo y nos quedamos en silencio. Para no sentirme tan incómoda decido hablar.
-Veo que vienes aquí mucho. ¿Cómo has encontrado este hotel? Es precioso- Le pregunto echándole un vistazo a mi entorno.
- Es de mi familia. Siempre vengo aquí para cualquier viaje, hay varios por España como este. Pero para mi parecer este es el más bonito.
Me quedo sorprendida, por eso lo conocen todos los camareros, recepcionistas etc. Y claro seguramente por eso me habrán mirado extrañados.
-ahh- logro decir.
-Bueno, y cuál ha sido el motivo para que decidas a irte y prácticamente te echen de tu trabajo.-bebe un poco de su vaso-Por cierto menuda montaste. -Me dice tranquilo pero esta vez sin reírse. Me extraña, siempre que me habla es para burlarse de mí.
-Digamos que motivos personales, Necesitaba un cambio radical a mi vida, y creo que esto me ayudara. Además de personal, profesionalmente.-Aitor me escucha detenidamente.
-Entiendo. Y por eso le querías pegar a la ojitos-Dice mirándome
-¿Ojitos?-Aitor asiente
- Si a la que le querías pegar. La llamo ojitos porque no para de pestañearme. Me hace gracia.- En ese momento y por razones extrañas me enfado y me enfado mucho, no simplemente por el hecho de haberse tirado a Carlos, sino que encima le hace ojitos. Y no puedo hacer otra cosa que fruncir el ceño
-Veo que no te cae nada bien ojitos- Empieza a reírse. Con lo enfadada y dolida que me sentía lo miro con mala cara.
-Normal es una zorra.-le digo cabreada-Encima que se tira a mi novio está zorreando por ahí con más- miro a Aitor y veo que me mira y me pregunta
-¿Se ha tirado a tu novio?- Me quedo parada, como lo sabe, no lo habré dicho en voz alta ¿no? Lo miro y veo que espera mi contestación.
-No me digas que lo he dicho en alto- El asiente- Pues sí, de ahí que quería pegarle. Entiendo que la lié bastante pero es normal, los acababa de pillar como quien dice, ¿ Cómo quieres que reaccione?
-Pues muy tonto es tu novio por liarse con ojitos.- Me quedo parada y lo miro.
-Bueno ya es ex-novio. No quiero salir a la calle siendo una cornuda la verdad.
Aún sigo sin entender porque le cuento esto. Bastante ridícula me siento ya con todo lo ocurrido para que encima se burle de mí. Al menos esperaba eso. Pero al verlo veo que está serio. Al parecer debe de estar pensando cómo me siento ya contesta
- No te preocupes se arrepentirá, pero ya no vas a volver con el ¿verdad?- Asiento.
De pronto llega la camarera con nuestros platos. Tiene una muy buena pinta Aitor y yo nos miramos y empezamos a comer, la comida está deliciosa.
Hoy todo parece perfecto. El entorno, el buen tiempo que hace, hoy es uno de esos días que no hace aire, es primavera y aquí en Andalucía nunca se sabe qué tiempo va a hacer, o hace mucho frío o una calor insoportable. Pero hoy hace la temperatura perfecta. Tanto es así que me quito la chaqueta y me quedo en camisa.
-La comida está deliciosa-le digo dedicándole una sonrisa.-Voy al baño.-me levanto, no sé dónde está el baño.-¿Dónde está? le pregunto.
Me dice donde está y entro en el. Me miro al espejo. Menuda cara tengo. Se me ve claramente las ojeras de no haber dormido. Cojo poco de maquillaje y me lo aplico. No puedo ir con estas ojeras.
Salgo del baño y veo a Aitor apoyado en la puerta. Me mira de arriba abajo y dice.
- ¿Las mujeres a qué vais al baño, a pintaros?
- Que gracioso. Vamos, quiero llegar ya.
Nos dirigimos a nuestros respectivos coches y pongo el GPS de mi iphone. Aitor hace lo mismo ya que ninguno de los dos sabemos dónde está nuestra nueva casa. Sólo espero que Juan me haya elegido una buena casa.
Antes de montarnos he irnos, Aitor me mira y dice.
-Yo me adelantaré. No te importa ¿no?-Niego con la cabeza-. Vale, entonces nos vemos a las 7 y media en la oficina.- sonríe- ¿Te ha dado Juan las llaves?
- Si, no te preocupes nos vemos allí.
Entro en el coche y salgo del Parking. Tras dos horas y media llego a mi destino. Según dice mi GPS aquí es donde voy a vivir, miro a mí alrededor y puedo divisar varias casas y varios edificios. Bueno parecen bonitos. Aparco donde veo sitio, prefiero verlo primero y luego ver donde aparco y demás. Aunque en las llaves que me ha dado Juan tengo una llave de cochera. Asique supongo que tendré mi propia plaza de garaje.
Cuando veo exactamente donde voy a vivir me quedo boquiabierta, es una urbanización con dos edificios conjuntos, de unas 5 plantas cada uno. Solamente puedo ver la parte de arriba ya que los árboles no me permiten ver lo que hay dentro. Cuando veo la entrada y me dispongo a encontrar la llave cuando se abre la puerta. Una pareja sale y me permite pasar. Les doy las gracias y le pregunto exactamente donde se encuentra ático C.
Miro a mi alrededor y me sorprendo todo se ve tan bonito. Parece un hotel. Llego al portal, cojo el ascensor y cuando veo C abro la puerta con las llaves de Juan. Entro y aparece una sonrisa en mi rostro.
¡Es precioso! Tarima flotante, muebles nuevos y conjuntados. Quien fuese el dueño de este ático tiene un buen gusto. Digo maravillada. Inspecciono todo el apartamento. Llego a una habitación que parece ser la mía, veo una cristalera salgo a ella. Me quedo maravillada, hay unas vistas impresionantes, perfecto para mis ratos de lectura por la noche. Miro hacia abajo, y veo una piscina, una pista de tenis, un parte del parque infantil que he visto al entrar. ¡¡Pero donde me ha traído Juan!! Esto debe ser carísimo. Lo mato, con razón no ha querido decirme nada.
Rápidamente cojo mi móvil y llamo a Juan.
-Se puede saber porque me has traído aquí. ¿Sabes lo caro que debe ser esto?-Le digo antes de que me salude.
-Cris te ha gustado por lo que veo. Que sepas que de vez en cuando Laura y yo iremos a hacerte una visita y jugar al tenis, se que eres malísima para los deportes pero bueno yo te enseño.
- Vale. Pero no crees que te has pasado un poco en buscarme este apartamento debe costar un riñón.
-Por eso no te preocupes. Está todo controlado. Confía en mí. El único problema es que las oficinas quedan un poco lejos. Pero están reservadas las plazas de garaje para ambos. Así que podéis llevaros el coche perfectamente.
-Muchas gracias Juan, voy a por las maletas que he quedado con Aitor en la oficina y llegaré tarde seguro. Luego te llamo.
Tras ir a por mis cosas y dejarlas en el apartamento. Vuelvo a poner mi GPS y voy directa a la oficina. Esta vez he tardado mucho más en encontrarlo. Juan me ha dicho mi plaza de garaje y he estacionado el coche.
Estoy nerviosa. Desde que he salido de Granada no he parado de tener miedo, la comida con Aitor me ha tranquilizado pero al entrar en mi nuevo apartamento y ver que estoy en otra ciudad no conozco a nadie a excepción de Aitor. Necesito a Laura. Espero que pase esta semana para que venga a visitarme.
Veo el coche de Aitor justo dos plazas, al salir llego a la entrada de las oficinas y lo veo echado en la pared de la entrada mirando su móvil. Al ver que estoy ahí me sonríe y dice.
-Hombre!!- se reincorpora y viene hacia mi- pero si has llegado gatita, pensaba que ese huevo te había dejado tirada.-Se ríe- Hasta le estaba hablando a Juan para ir a buscarte- Me sonríe y mira el reloj- Llegas 20 minutos tarde.
-Apártate imbécil. ¡Y no me digas mas gatita! ¿Vale?- Le digo enfadada.
**
Ya veis el humor que tiene Cris, esto no es nada. ^·^
Decidme que os parecio. Un beso!!
^·^ Nela Fernández