Suena mi despertador y me levanto, antes de salir le doy un beso a Carlos, mi novio. Este me dedica una sonrisa mientras me dirijo a hacer mi desayuno. Salgo corriendo, ya que llego con la hora pegada al culo. Como siempre.. ¿He dicho que adoro mi trabajo? Pertenezco a una empresa a punto de expandirse, pronto se abrirán nuevas oficinas en Madrid y Barcelona.
A media mañana, mi jefe y amigo me manda a por unos documentos. Al encontrarlos y subir me encuentro la puerta de la sala de conferencias abierta, debería de estar cerrada, solo se abre cuando hay reuniones. Voy a cerrarla cuando veo a dos personas dentro, necesito decirles que aquí no pueden estar. Me asomo y veo a Caros junto con Katia, una compañera a la que por cierto, detesto...
Sin querer mirar más, me doy la vuelta y salgo corriendo a por mi amiga Laura. Necesito verla, es la única que me entiende, la única que puede entender como me siento en este momento.
Algo se está rompiendo dentro de mí.... Cinco años de relación para esto...Siento un vacio en mi interior...Un dolor en el pecho, acompañado de rabia, odio, dolor...
No puedo creer lo que acabo de ver. Carlos no me ha podido hacer esto. Noto las lágrimas recorrer por mis mejillas. Me las aparto con la mano para secarlas, pero las lágrimas siguen saliendo cada vez más rápido. Tengo que ser fuerte y recomponerme, el interruptor de la frialdad se activa dentro de mí.
Todo esto ha acabado.