Mira que la semana se había pasado volando... Y ni rastro de Sonny. Oh, claro que explicaría que sucedió después del pequeño accidente, lo de siempre... ¡Metí la pata a lo grande! Ya decía yo que eso de anticiparse a los hechos jamás lleva a nada bueno... Jamás.
Después de que yo insinuara que ambos estábamos en una feliz relación, Sonny se quedó en un silencio de ultratumba que me calaba los huesos, aunque lo de mi situación sentimental fuera la maldita mentira mas grande que pude haber contado, porque ni pareja tengo y tampoco intenciones de buscarme una. En fin... Él, algo perplejo, me preguntó si ya estaba con alguien, cómo si no se lo creyera, eso en cierta manera me crispó los nervios que, ya de por sí, estaban al borde de ser desatados... Osea, existían más personas a parte de él. Yo solo le respondí con un:
"-Si, bueno... No es que tu te hayas quedado atrás" -Así muy digna se lo dije, sin si quiera estar segura de que aquello fuera cierto.
A lo que él respondió en un tono ofendido.
"-Aquello que viste fue un simple mal entendido, y ni tengo pareja y tampoco espero que me perdones." -
Y así queridas lectoras, terminó lo que yo llamaría "la velada del infierno" oh claro, pero esta vez no fui yo quien se marcho ofuscada. Sonny se levantó, dejó dinero en la mesa y suspiró fuertemente, juro que sus ojos se cristalizaron lo que terminó por bajarme los sumos y romperme en pedacitos, ya que todo ese teatro había sido mi culpa... Por último murmuró un temblante "que seas feliz" y la ultimas vez que lo vi fue cuando se perdió por las escaleras de aquella terraza testigo de nuestras desgracias. Y así cómo hombre de palabra cumplió su promesa "no tienes que volverme a ver si aceptas salir conmigo mañana." y no he sabido nada de él hasta ahora y es preocupante, porque hago honor a aquel dicho popular que se escucha por ahí "no sabes lo que tienes, hasta que lo pierdes" y vaya que la vida no siempre me muestra la cara bonita.
Fin del comunicado...
Ahora ya en Canadá, de vuelta a lo que podría llamar "hogar, de ahora y para siempre" me encontraba sentada en mi escritorio, tratando de ignorar a los demás editores llamando a sus encargados desesperadamente, porque bueno, nunca falta el escritor que entrega su trabajo muy al sobre tiempo. Para mi suerte yo ya tenia el manuscrito final y lo único que hacia falta era enviarlo a la imprenta.
-___________... -Giré mi cabeza topándome con Christa mi compañera, me estaba mirando desde la puerta a lo que yo le sonreí cansada. Faltaban exactamente dos días para navidad, por lo que relativamente año nuevo ya me pisaba los talones y el trabajo, aunque poco, era pesado por estas épocas.
-Te busca ya sabes quien. -Mire el reloj en la pared, ya eran las 8:30 osea que era hora de salir por el café diario y por fin a casa. Guardé los manuscritos.
-Ya voy. -Le dije amable a lo que ella asintió.
-Ah... Y hay algo para ti en la correspondencia. -Arquee una ceja.
-¿Que es? -Se encogió de hombros.
-No se, el tipo de quejas y recursos me lo dijo. -Asentí lentamente viendo como se alejaba a pasos cortos, aunque rápidos, hoy llevaba uno tacos jodidamente altos.
Tomé mi teléfono de encima del escritorio y apague la computadora para colocarme en abrigo, había escuchado que hoy probablemente nevaria algo fuerte, por lo que debía estar bien abrigada. Me despedí de todos, para luego salir hacia la recepción del edificio, ahí generalmente dejaban los paquetes, quizá mi madre me había enviado comida o algo...
-Hola... -Me asome por la barra de mármol y una chica que hablaba por el teléfono me miró y sonrió sacando algo de debajo de su silla,era una caja plana, no pesaba casi nada y estaba decorada con cintas de color lila.
La miré por todas partes mientras le agradecía a la mujer y caminaba hacia las puertas de salida. No había ni una nota, ni decía quien la enviaba, solo estaba mi nombre en una esquina y nada más. Miré hacia al frente una vez salí del lugar, los copos caían apaciblemente llenando el suelo de un color blanco puro, hasta que a través de la poca neblina noté a Dylan del otro lado de la calle, sonriéndome amablemente.
Crucé rápidamente aprovechando que el semáforo estaba en rojo y le abracé fuertemente a manera de saludo.
-¿Que tal, cariño? -Sonreí. Había empezado a decirme "Cariño" hace un par de días.
-No me quejo. -Me encojo de hombros. -¿Que tal el día de descanso? -
-Fui a esquiar en la mañana. -Fruncí los labios. -¿Qué? -Preguntó divertido.
-Tu te diviertes y yo aquí partiéndome la espalda en el trabajo. -Soltó una suave carcajada.
-No te quejes. -Empezó a andar y yo le seguí. -Por cierto... ¿Que es eso que llevas ahí? Aún no es navidad, no quiero ver lo regalo. -
-JA JA que gracioso...-Solté con sarcasmo mirando de nuevo la caja. -No se, no dice quien la envió.-
-Un admirados secreto, vaya... Tengo competencia. -Reí levemente golpeándolo con suavidad en el hombro.
-Callate. -Murmuré quitando la tapa de la caja y topandome con una... ¿Bufanda? Abrí los ojos sacando la prenda de la caja que Dylan recibió sin chistar. Era de un color morado claro. -Pues me viene bien para en frío...-Arrastré las palabras mientras me la enrredaba en el cuello, olía bien.
-Viene con algo más. -Soltó y yo lo mire sostener entre sus dedos una bolsita atercipelada.
-¿Y eso? -Cogí en pequeño presenté y lo abro para sacar una delicada pulsera trenzada que venia adentro, era más bien para una ocasión elegante. -Yo no puedo recibir esto... Ni siquiera se quien lo envió. -Acaricié él adorno entre mía dedos y lo metí de nuevo en si lugar.
-Pero aún así te colocaste esto otro. -Se señaló el cuello.
-Tenia frío. -Refunfuñé. -Pero la pulsera es demasiado. -Hice una mueca guardándola en mi bolsillo en donde estaría a salvo.
-¿Y que harás con ella? -Me encogí de hombros sin saber que decir. Quizá la guardaría para después usarla, pero aquello era extraño.
Una parte de mi me decía que el tipo a mi lado era el responsable y se hacia el desentendido, pero por otro lado no me imaginaba a alguien más.
-Oh por cierto, Cariño. -Rascó su nuca. -Mañana trabajo hasta tarde y no podré pasar para el café. -Avisó y yo negué comprensible.
-Entiendo. No te preocupes. -Le sonreí y continuamos caminando entre la nieve.
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Miré por la ventana del edificio como los copos caían con paciencia, hace unos minutos había empezado a nevar y nas calles de tornaban de un lindo blanco. Acomodé la bufanda que había recibido el día anterior y tiré a la basura el empaque del chocolate que estaba terminando de comer, pasaría estos días es casa de mi madre, las fiestas se pasan con la familia,cómo era tradición. Además tenia que ayudar a empacar regalos y esas cosas y quizá ir a por las compras de último momento.
-Te buscan. -Reconocí la voz de Christa a mis espalda y miré al hora en mi teléfono 8:30 arquee ya ceja, girando sobre mi talones.
-Que raro... -Caminé hacia el ascensor que estaba justo junto a ella y oprimí el botón ubicado en la pared. -Creí que Dylan trabajaba hasta tarde hoy. -Me encogí de hombros.
-N-no... -
-¿Podrias hacerme un favor? -Chiste al recordar que había dejado el ordenador encendido. No podía hacer esperar al pobre hombre, hoy hacia más frío que ayer.
-S-si, pero... -Las puertas se abrieron.
-Apaga mi ordenador, te lo agradecería. -Dije algo apurada y suplicante, mientras entraba y oprimía el primer piso. Ella me miró algo afanada mientras asentía, la notaba confundida. -Gracias y que tengas feliz navidad. -Me despedí alegre con mi mano hasta que las puertas se cerraron perdiéndola de mi vista. Después de todo yo tenía descanso el 24, por lo que no la vería. Suspire.
Bueno... Al menos no tendría que tomar mi café sola esta vez. Tenia que comprarle algo para navidad, pero ¿Qué? Hice una mueca al escuchar el timbre avisar mi llegada hasta abajo y salí dando pasos largos, despidiendome de un par de amigos que iban entrando al elevador. Bueno... No se que darle, comprar ropa es muy trillado y plumas para bajo tiene demasiadas... Ahora que lo recuerdo él es fan de Los Beatles... Quizá un vinilo u otra cosa...
Las puertas eléctricas se abrieron frente a mi y el frío aire movió mi cabello un poco fuerte, mire hacia al frente mientras a duras penas me peinaba y pude notarlo cerca a la avenida, me daba la espalda, le cogería por sorpresa. Me acerqué rápido aprovechando el ruido de un camión de carga pesada que pasó por el lugar y lo tomé por los hombros sacudiendolo un poco, lo sentí temblar, a lo que yo reí mientras se daba la vuelta.
-Eres un miedoso, Dylan. -Solté entre risitas, para después verle...
El estomago se me revolvió repentinamente, el corazón se aceleró a velocidades peligrosas, la sangre se agolpó en mis mejillas y a lo largo de mi rostro, haciendo que el frío fuera nada más una débil caricia. Entonces las piernas me temblaron, pero me mantuve para dar un paso atrás, mientras mi mandíbula se desencajaba por completo.
-Tu no eres Dylan. -Logré articular entre balbuceos.
-Hoy no. -Arrastró precavido, quitándose los lentes que se empañaron a causa del calor corporal. -
-S-sonny... -Tartamudee aflojando un poco la bufanda que me daba la impresión de estar cortando el aire. Él sonrió, rellenando así sus pomulos rojos por el frío y note como su aliento se volvía una pequeña nubecita que se llevó el viento.
-Veo que te ha servido. Eso me alegra. -Soltó refiriéndose a la prenda, trague gordo apretando la tela entre mis dedos algo impotente ¿Él había sido? ¿Como supo en donde encontrarme? Carraspee la garganta ignorando su comentario.
-¿C-cómo supiste en donde estaba? -Logré decir manteniendo un aire serio. Agachó la mirada avergonzado.
-Digamos que es una ventaja que nuestros trabajos estén relacionados de cierta manera. -Se sinceró y yo negué con la cabeza bruscamente mirándolo atentamente, los copos caían sobre él, debía estar haciendo un esfuerzo sobre humano por estar parado en medio de eso que tanto odia.
-Y-yo... Tu me dijiste que no te volvería a ver. -Me defendí y observé como sus manos de movían dentro del los bolsillos del grueso gabán que tenia.
-Lo siento, pero me es imposible cumplir aquello. -Suspiró. -No hubiera soportado esto una tercera vez, siempre es el mismo bucle infinito. Ya no puedo más, ________. No se que me hiciste. Mirame... Estoy aquí, en medio de la nieve, congelándome el trasero, con frio en los dedos de los pies y viajé hasta el extremo del continente solo para buscarte... -Tomó aire al verse ahogado. Mis mejillas ardieron hasta más no poder. En cualquier momento la cara me explotaría.
En definitiva es un sueño. No, no, no, es real.
-¿Q-quieres tomar chocolate? -Me encogí de hombros perpleja ante sus palabras, no tenía mucho que decir frente a eso y lo único amable que se me ocurría era una invitación a tomar algo para el frío. -Conozco una cafetería que está cerca. -Relajé un poco más la voz.
-Sería un placer. -Asintió.
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Colgué mi abrigo en el perchero y sonreí un poco ida por razones que desconocía. Sonny de habia quedado en un hotel cerca al centro y no sabia si su llegada sería buena para mi. Joder, que lío y ahora que todo parecía marchar perfectamente. El olor a tarta de manzana cosquilleó en mi nariz... Bueno no todo es malo.
-¿________? -Mi madre llamó desde la cocina.
-¡Si, allá voy! -Terminé por quitarme la bufanda y limpiar mis zapatos en el felpudo, para luego adentrarme y buscar a mi madre, aunque ella salió antes que yo la encontrara. Llevaba un delantal y sus mejillas estaban rojas de calor.
-¿Por qué tardaste? Me tenias preocupada. -Me abrazó y besó mi mejilla.
-Lo siento, me distraje. -Comenté correspondiendo a su abrazo y suspiré un poco.
-Ahora que estás aquí, te pondré un trabajo. -Soltó volviéndose a la cocina seguida de mi y comenzó a mezclar algo en un bowl de vidrio. Yo saqué un poco de limonada del refrigerador y me serví en un vaso.
-¿Si? -Llevé la bebida a mis labios dándole un buen sorbo.
-Estoy segura de que vi unos moldes navideños para galletas al fondo del ático ¿Puedes ir a buscarlos, cariño? -Torcí un poco la boca y acepté a regaña dientes mientras iba al segundo piso.
Odiaba el ático, el polvo me hacia estornudar, además había cosas viejas que papá insistía en guardar, y entre tanta oscuridad y cosas siempre se ocultaban unas horribles arañas que me causaban pavor.
Halé la argolla que colgaba del techo, así desplegando las escaleras que me llevarían a aquel lugar y subí estas con cuidado de no caerme, asomando la cabeza antes de entrar del todo y asegurándome que no hubiera nada maligno esperando por comerme. Encendí la pequeña bombilla que colgaba del techo y busqué con la mirada algo parecido a algún molde, hasta que lo divisé cerca a una pequeña ventana circular que estaba en el fondo. Caminé hasta allí con cuidado de no tropezarme con nada y las alcancé fácilmente, quitandolas de su lugar con tan mala suerte de traerme con ellas una caja que se sostenía gracias a eso.
-Uhg... -Bufé al ver un montón de papeles desparramados y me agache empezando a recogerlos... Espera, eso era mio.
Frunci el ceño revolcando algunas notas y cartas marcadas con el año "2003" y "2004" abajo de todo encontré un pequeño cuadernillo... Hey ese era mi diario. Terminé de meter todo y me llevé la caja conmigo para verla en mi habitación.
Una vez entregué los moldes a mi madre me dediqué a encerrarme en mi guarida (mi habitación estaba al revés) e investigar la caja que casi me parte la cabeza. Quité mi laptop y otro par de aparatos de encima de la cama y regué todas las cosas sobre esta. Luego me senté con las piernas cruzadas y empecé a revisar.
La mayoría eran fotos, pura tontería, las respuestas del examen de matemáticas, recordatorios de tareas, notitas que nos pasábamos con Lory en plena clase, estábamos locas, incluso había una que hablaba de leche y cabras y no se que cuentos, bla bla bla... Recuerdos del verano, fotos que no sabia que existian, incluso unas pocas de cuando ya estaba en Canadá, alguno que otro dibujo muy cutre y cosas como "el doctor me ha dicho que debo dejar de comer patatas, maldito infeliz" o "La profesora de química se regó el café encima." Ya una vez revisado todo lo que estaba suelto mi atención se dirigió al diario, sin antes guardar lo demás en la caja. Abrí el cuadernillo y de este se desparramaron mas fotos, incluso unas cuantas que aún no estaban reveladas, aunque la mayoría eran instantáneas, pero aquí si que se me hizo un hueco en el pecho.
"Querido... ¿Por qué pongo " querido diario"? Hoy Sonny..."
"Martes 25 de Junio 2004:
Sonny y yo..."
"No se que día es, lo siento :(
Mañana es mi cumpleaños, mi familia me quiere llevar a comer, pero Sonny..."
¿Que no había nada que no hablara de él? Era una maldita loca, joder. Cerré el cuadernillo dejándolo a un lado algo cardiaca y me dispuse a mirar las fotos que ordené en un montón, mientras las pasaba una a una.
Sonny y yo
Sonny y yo
Sonny y yo
Más Sonny y yo.
La curiosidad mató al gato, y lo re mató y le clavó una daga en el corazón porque le dolía darse cuenta de que estaba pérdidamente enamorado aún después de tanto.
Ojala ese greñudo no se presentara mañana o terminaria de perder la cabeza, este era mi territorio, se supone que una oportunidad de vivir...
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Aquí está por lo que lloraban beibes
Joder... Solo han pasado dos días desde que actualice, deberían preocuparse, la costumbre era cada año xD creo que me emociono mucho cuando estoy de buen humor :v que suerte la de ustedes, tal vez tendrán los capítulos así de seguidos, me siento inspirada xD woooh
En fin, espero que les haya gustado este capitulo :3
Aprovechen mi estado de inspiración chumacas, esto se ve una vez cada siglo xD
Las amo y nos vemos en en siguiente capitulo.
CHAO CHAO 🌚🌞🍃🌽