Hold me tighter (HMT2) » Sug...

By thatsmyego

3M 282K 238K

Yoongi sigue necesitando a alguien que lo abrace fuerte. El único problema es que Hyesun ya no está para hace... More

p l a y l i s t
p r o l o g u e
u n o
d o s
t r e s
c u a t r o
c i n c o
s e i s
s i e t e
o c h o
n u e v e
d i e z
o n c e
d o c e
t r e c e
c a t o r c e
q u i n c e
d i e c i s é i s
d i e c i s i e t e
d i e c i o c h o
d i e c i n u e v e
v e i n t e
v e i n t i u n o
v e i n t i d ó s
v e i n t i t r é s
v e i n t i c u a t r o
v e i n t i c i n c o
v e i n t i s é i s (i)
v e i n t i s é i s (ii)
v e i n t i s é i s (iii)
v e i n t i s i e t e
v e i n t i o c h o
v e i n t i n u e v e
t r e i n t a
t r e i n t a y u n o (i)
t r e i n t a y u n o (ii)
t r e i n t a y u n o (iii)
t r e i n t a y d o s
t r e i n t a y t r e s
t r e i n t a y c u a t r o
t r e i n t a y c i n c o
t r e i n t a y s e i s
t r e i n t a y o c h o
t r e i n t a y n u e v e
c u a r e n t a
c u a r e n t a y u n o
c u a r e n t a y d o s
c u a r e n t a y t r e s
c u a r e n t a y c u a t r o
c u a r e n t a y c i n c o
c u a r e n t a y s e i s
c u a r e n t a y s i e t e
c u a r e n t a y o c h o
c u a r e n t a y n u e v e
c i n c u e n t a
e p i l o g u e
I
II
III
IV

t r e i n t a y s i e t e

37.7K 3.4K 3K
By thatsmyego

— ¿Tú crees que he cambiado? — pregunté, sin más.

Jimin me miró interrogante. Estábamos sentados en el colchón de su cama, esperando a que fuera la una de la mañana para que así en Los Ángeles fuera una hora decente para llamar a mi madre. Las vacaciones de Navidad estaban a la vuelta de la esquina, y eso significaba que mi madre, mi hermano y su novia estarían en Seúl en unos cuantos días. Jungkook había puesto en contexto a mi madre, enseñándole las cartas y explicándole por encima qué había pasado, pero no lo sabía todo. En resumidas cuentas, que yo tenía que contar todo a mi madre, y por eso estuve dos días enteros ensayando con Jimin un soliloquio que tenía pensado soltar a la señora Jeon en cuanto respondiera a la llamada. 

— Mmh... Un poco, a lo mejor. Eres más sarcástica ahora y no te dedicas a mirarme mal como hacías antes, cuando todavía no salías con Suga. — respondió el pelinegro, encogiéndose de hombros con una mueca adorable. — Hemos cambiado todos, en realidad. ¿Por qué lo preguntas?

— ¿No oíste el otro día a Yoongi? Dijo que yo había cambiado.

Además del tema ''Mamá viene a Corea y sigue creyendo que estás muerta'', tuve que sumarle el drama ''Yoongi bipolar dice que has cambiado''. Gracias al cielo, mis exámenes ya habían terminado y pude dedicarme a pensarlo mucho, a intentar encontrar algo en mi personalidad que no fuera igual que antes.

Jimin suspiró, hastiado. — Sí, pero el que más ha cambiado es él. Creo que los cambios del resto son consecuencias de su comportamiento. — supe al instante que empezaba a cansarle. No yo, más bien la situación en sí y las subidas y bajadas de Yoongi. Hizo una especie de puchero y se metió bajo las sábanas, a mi lado. — Me da rabia que ese gilipollas — hice memoria y me di cuenta de que era la primera vez que escuchaba a Jimin insultar a Yoongi. Abrí la boca, sorprendida. — no haga nada por mejorar. Sé que tiene un trastorno y todo eso, y entiendo que para él es difícil... pero...

— Pero no ha hecho nada por mejorar. — completé la frase. — Él mismo dice que se encuentra mal.

— ¿No crees que deberías darle otro empujoncito?

— No me veo capaz. Es agotador. Si sigue así, la única que va a acabar en un manicomio soy yo.

— Vamos, Hye...

Negué con la cabeza. — Necesito conservar mi cordura.

— ¿No te das cuenta de que cada vez que discutís, Suga vuelve a estar completamente loco? — comentó, después de un buen rato de silencio en el que me dediqué a juguetear con mi teléfono, dándolo vueltas. Le miré con el ceño fruncido, extrañada.

Lo pensé mejor, y reparé en que Jimin tenía razón. — Pues no, no me había dado cuenta...

Era verdad. Cada vez que discutíamos, Yoongi empezaba a irritarse cada vez más y acababa en estado maniaco otra vez. ¿No debería ser lo contrario? Era como si tratara de agradarme, creyéndose más animado, divertido y grandioso, cuando en realidad lo único que hacía era acosarme e intentar pelearse con Jimin. O eso, o tocar el piano a las tantas de la madrugada, o ponerse a escribir notas y más notas, o arrastrarme a la fuerza a la cama hasta que gritaba y Jimin venía para echar a Yoongi fuera del apartamento... Era una montaña rusa con subidas cada vez más largas y bajadas más pronunciadas.

Estaba destruyéndose a sí mismo, pero no parecía darse cuenta. Lo peor de todo, es que yo me sentía culpable. Tampoco era muy capaz de controlar mis sentimientos, y también terminaba perdiendo los nervios cada vez que discutíamos.

Jimin me dio unos golpecitos en la rodilla para que reaccionara. Pestañeé un par de veces y me fijé en que señalaba la hora marcada en la pantalla de su teléfono. — Es la una. — me informó.

— Uf, vale. ¿Qué hago? ¿Y-y si está ocupada? Dios mío, qué nervios.

— Ya te digo, tía. ¡Qué nervios! — escondió las manos en las mangas de una de sus mil sudaderas negras y se tapó la boca para esconder una evidente sonrisilla. Estaba igual o más nervioso que yo, y ni siquiera iba a hablar a mi madre. Quizá estaba emocionado, más bien. — ¡Pon el altavoz, pon el altavoz!

Cogí todo el aire que pude y lo expulsé en un suspiro lento y pesado mientras me preparaba mentalmente para pulsar el botón verde que establecía la llamada. Tuve un micro-infarto cuando empecé a escuchar los pitidos típicos que indicaban que ya estaba llamando a mi madre. Jimin dio un par de brinquitos, como si fuera una fan loca, y ahogó un grito junto a mí cuando escuchamos a una mujer responder en un perfecto inglés.

— Ma-mamá, soy yo. — dije, con toda la firmeza que logré reunir. — Soy Hyesun. Creo que te debo más de una explicación...

Le dije que se pusiera cómoda, y sin más, le solté todo lo que había planeado y algo más. Jimin se removía por debajo de las sábanas y me daba golpes para que continuara y no le dejara con la intriga. Era incapaz de quedarse quieto.

Mi madre me escuchó en silencio, sin interrumpirme. Cuando terminé, lo único que fue capaz de decirme fue: — ¡Estás castigada sin regalos de Navidad!

— Pero-

— ¡Nada de peros, Hyesun! ¡Al menos podrías haberme llamado para decirme que estabas bien! ¡No sabes lo mal que lo hemos pasado sin ti...! — suspiró, seguramente agarrándose el puente de la nariz con el pulgar y el índice. — Ay, mi niña...

*****

Me había quitado dos pesos enormes de encima: los exámenes y decir a mi madre que estaba vivita y coleando, pero seguía teniendo a Yoongi persiguiéndome por cada esquina. Se había empeñado en ''arreglar las cosas conmigo'', y lo primero que hizo para ''arreglar las cosas'' fue comprarme lencería. Sus indirectas no eran muy discretas, la verdad. Como eso no le funcionó, me compró un vestido nuevo, bastante similar al anterior. Ni siquiera me lo probé. Simplemente lo dejé doblado dentro de la elegante bolsa cerrada con un lazo y lo dejé junto al resto de mi ropa, en un rincón.

Yoongi acabó perdiendo la paciencia.

— Vale, vale, — repitió, como unas seis veces, mientras asentía con una mueca y me miraba con algo de desprecio. — así que prefieres tirarte a ese cabronazo. — dijo, refiriéndose a Joon.

Había decidido establecer cierta distancia entre nosotros creyendo que el ''incidente'' de hace unos cuantos días no fue nada más que eso, que un desliz. Decidí que Joon sólo iba a ser mi amigo, nada más, sin derechos que incluyeran el poder tocarme -en el sentido erótico de la palabra-; pero Yoongi se obcecó en que no era así. Según él, Joon y yo nos encontrábamos después de las clases y teníamos sesiones de sexo salvaje cuando lo único que hacía por las tardes era trabajar cuidando y acompañando a los niños del hospital de día.

Puse los ojos en blanco y seguí atándome los cordones de mis viejas Converse. Yoongi se apoyó en la pared, cruzado de brazos. Le vi de reojo. Sentí su mirada clavada en mi nuca, y creí que el peliverde estaba ideando mil formas distintas de asesinarme. Escuché cómo chasqueaba la lengua.

— ¿Vas a ir con ese hijo de puta?

Habíamos quedado para ir al cine. Como amigos. No era ninguna cita o algo por el estilo. Resoplé y me volví hacia Yoongi con una sonrisa fingida. — Voy a ir a ver una peli-

— ¿Con ese grandísimo hijo de puta?

— No, voy con unas amig-

— No tienes amigas. — me interrumpió una vez más. Se rio descaradamente al ver mi cara de ''¿en serio, Yoongi?''

Me acordé de lo que había comentado Jimin y me percaté de que sí estaba en lo cierto. Apenas había pasado una semana desde la última vez que discutimos, desde el día de las flores... En el fondo, me daba pena que Yoongi estuviera así, pero era mucho mejor si no me involucraba tanto como antes. Era mucho mejor para mi salud física y mental.

— Son unas compañeras de la facultad. — dije, tranquila.

— Más te vale no ir con ese gilipollas. — me amenazó — porque si no juro que le voy a romper las dos piernas y le voy a dejar parapléjico si hace falta. ¿Cómo se atreve a ponerte la mano encima?

No me incliné hacia él para darle un beso en la mejilla como hubiera hecho mucho tiempo atrás, pero Yoongi sí lo hizo. Agarró mi hombro con fuerza, tiró de mí y me besó cerca de la sien, casi en el pelo. Volví a fingir una sonrisilla con la intención de parecer contenta y satisfecha, me coloqué bien la bufanda sobre la boca y salí del apartamento lo más rápido que pude.

Miré un par de veces hacia atrás, hacia la puerta del apartamento, porque tenía la sensación de que Yoongi me miraba. No era así. Suspiré aliviada al ver que la puerta de la casa estaba cerrada a cal y canto. Aceleré un poco el paso cuando doblé la esquina de la calle; como de costumbre, llegaba tarde e íbamos a perder el metro que nos llevaba al centro.

Kangjoon me esperaba en la estación de metro. Le reconocí de espaldas. Tenía las manos en los bolsillos de su abrigo acolchado y observaba con desinterés cómo la gente pasaba por las puertas transparentes después de utilizar su billete. No me acerque demasiado al castaño. Moví los brazos exageradamente hasta que me vio y me dedicó una de esas sonrisas que iluminaban su rostro de modelo publicitario. Fui sincera conmigo misma y me di cuenta de que estar con Joon, o simplemente verle, me ponía de mejor humor.

El metro estaba bastante lleno, así que no me quedó otro remedio que quedarme en un hueco entre la pared y un asiento reservado. Joon, como de costumbre, se juntó a mí y se agarró con una sola mano a una de las barras de metal del techo. Yo no llegaba.

— ¿Cuándo fue la última vez que fuiste al cine? — me preguntó. Era incapaz de dejar de sonreír. — Esa camisa te queda muy bien

— Mmh... ¿Gra...cias? — dudé. — La última vez que estuve en el cine fue hace mucho. Fui con Jungkook a ver alguna película de Disney, y mi hermano tendría unos quince o dieciséis años, así que...

Pareció sorprendido. — Eso es mucho tiempo.

— Dos años o algo más. Lo curioso es que me acuerdo bien de ese día... Y no pasó nada importante.

— Seguro que sí. Si lo recuerdas es porque fue especial, ¿no?

Eso supuse. La velada con Joon, en cambio, no tuvo mucho de especial. Vimos la película mientras comentábamos algo absurdo y sorbíamos refresco de naranja, nada más. Kangjoon se rio por uno de mis comentarios estúpidos y estuvo a punto de morir ahogado por unas letales palomitas de maíz. Tuve que darle unas sonoras palmadas en la espalda, y nos ganamos unos "shhh" bastante secos por parte del resto de la audiencia. Nos disculpamos e hicimos como si no hubiera pasado nada.

Eran más de las diez de la noche cuando la película acabó y nosotros salimos del cine. Joon estaba dispuesto a ir a algún restaurante e invitarme a cenar, pero rechacé su propuesta con la excusa de que sin mí Jimin no era capaz de alimentarse solo, que su casa y su vida corrían peligro. No pareció convencerle mucho, pero no insistió más, cosa que agradecí.

Apenas nos habíamos alejado un par de metros del cine cuando alguien canturreó mi nombre a mis espaldas. Reconocí aquella voz enseguida a pesar de que no solía hablar con ee tono. Yoongi siempre solía ser más serio y frío.

Me giré. Vi a Yoongi apoyado contra la fachada del cine. Lo primero que me llamó la atención, además de un brillante reloj en su muñeca que no tenía hasta entonces, fue su expresión sombría y su sonris ladina. Tramaba algo. Algo malo y probablemente ilegal, como el noventa por ciento de las cosas que hacía.

Despeinó su flequillo verde. Se acercó a nosotros y se paró en seco, desafiándonos con la mirada. Bueno, más bien a Joon, que fue capaz de mantener el contacto visual durante el tiempo suficiente para irritar todavía más a Yoongi.

— ¿Estas son tus amigas de la facultad? — preguntó, sarcástico.

Me limité a suspirar. Kangjoon cogió mi muñeca y tiró de ella bruscamente para que me diera la vuelta y reanudara el paso, dejando a Yoongi atrás, pero él fue también rápido y agarró mi otra muñeca. Me empujó hacia él.

Creí que eso sólo pasaba en los dramas de la televisión y en los animes shojo para chicas enamoradizas.

— Es mía.

— ¿Por qué la tratas como si fuera un objeto? — inquirió Joon. Al instante, noté como Yoongi apretaba más mi muñeca. Se estaba conteniendo para no pegarle una paliza a Kangjoon, estaba segura.

Yoongi le hizo burla. — Cállate, gilipollas. Hye no es un objeto, soy consciente de ello, pero es mi novia y no voy a dejar que te la folles. — soltó.

— Pues yo no voy a dejar que la trates así.

Resoplé. Agité los brazos para que los dos me soltaran. Me zafé del agarre de Joon enseguida. Me costó algo más conseguir que Yoongi dejara de ceñir mi muñeca con su mano. Tuve que quitar sus dedos uno a uno.

— Yoongi: Joon y yo no tenemos nada, — aclaré, serena. — así que deja de decir idioteces, ¿vale?

Él me ignoró por completo. Le pareció una mejor idea presumir delante de Joon. — Hye es mi novia. —dijo, recalcando el "mi" — y si la tratara como un puto objeto no la querría tanto como la quier-

— Vale, vale, nos ha quedado claro. — le interrumpí antes de que se abalanzara sobre Joon y le diera un puñetazo en la cara. O un navajazo. O le quemara vivo. Puse mis manos sobre el pecho de Yoongi. — Tranqui-

Yoongi seguía siendo igual de imprevisible que siempre. Debía de molestarle mucho que le interrumpiera, o quizá simplemente quiso dejar claro que yo seguía siendo su novia, y por eso aprovechó que yo tenía las manos sobre él para volver a agarrar mis muñecas y así poder pegarme a él. Rápidamente, Yoongi pasó uno de sus brazos por mi cintura y me besó, como diciendo: ''eh, cuidado con lo que haces porque ella sigue siendo mía''.

Tuve que colocar mi mano libre en su mandíbula. Protesté contra sus labios suaves. Como Yoongi no cedía, no me quedó otro remedio que apretar sus mejillas y empujarle hacia atrás con bastante fuerza. Él parecía reacio a separarse de mí, así que puso ambas manos en mi cintura y pegó su flequillo verde contra mi frente, con la intención de juntar nuestros labios una vez más. No se me ocurrió nada mejor para esquivarle que darle un abrazo. Palmeé la espalda de Yoongi como si quisiera consolarle.

Pero él me empujó aparentemente cabreado, dio un par de pasos torpes hacia atrás, me miró entre decepcionado e indignado, con su típica cara de asco, e hizo ademán de escupir a Joon. Se contuvo.

— ¡Que os den por culo, joder! — exclamó, irritado.

— ¿Qué coño le pasa? — preguntó Knagjoon, sin dar crédito.

— ¡Pues que soy un puto bipolar, eso me pasa!

Yoongi sacó un paquete de tabaco de uno de los bolsillos de su chaqueta. Se lo lanzó a Kangjoon, a la cabeza, bufó algo en bajo -seguramente algún insulto- y salió disparado hacia la carretera, con aire despreocupado. No miró hacia los lados.

Se quedó parado en medio de la carretera, pisando la línea blanca continua.

— ¡No me busques, Hyesun! ¡Que te vaya bien, zorra!

Suspiré, derrotada, y vi como Yoongi cruzaba la carretera con toda la lentitud del mundo.

**********












Continue Reading

You'll Also Like

233K 15.6K 31
No se qué pasó, ni cuándo pasó, solo recuerdo haberlo conocido en un tonto sitio donde podías hablar con prisioneros para que no se sintieran solos. ...
16.1K 1.4K 27
ChangBin se encuentra confundido respecto a lo que su cuerpo quiere pues es lo contrario a lo que se le ha inculcado según la sociedad, nunca había t...
667K 86.6K 63
"Y si no eres el amor de mi vida diré que me equivoque de vida y no de amor" Cuando Izuku observó como Kacchan le decía que sería padre, supo que en...
759K 53K 54
"bonita" Mi corazón aumenta sus pulsaciones mientras siento como si algo se adormilara en mi cuerpo, logro distinguir el color rojo fuerte en sus oj...